Partida Rol por web

Pobres goblins! Solo hacen lo que su naturaleza les dicta, como vosotros, humanos... comenta.

- Espero que opines lo mismo cuando los goblins arrasen el pueblo de tu familia.- Dice Deivon enojado mientras intenta hacerse una idea de que esta pasando.

Nieruk os reúne para llevaros al lugar donde se encuentra la guardia cuando veis el resplandor producido por una enorme fogata. Algo hacia el sur de donde os encontráis se ha comenzado a incendiar...

Chicos, ¿que es eso?. Digo mientras señalo con el dedo hacia la fogata.

Desde la lejanía escucháis la infame letanía...

Los goblins mascan y los goblins muerden.
Los goblins cortan y los goblins luchan.
Apuñalan al perro y rajan al caballo.
Los goblins comen y se lo llevan a la fuerza.

Los goblins corren y los goblins saltan.
Los goblins sajan y los goblins aporrean.
Queman la piel y aplastan cabezas,
¡aquí estan los goblins y te van a dar matarile!

Cazan al nene, roban el perrito.
Les golpean en la cabeza para que se queden calladitos.
Les rompen los huesos, hacen la matanza,
¡Somos los goblins! ¡Tú nuestra pitanza!

- En esa zona estaba acumulada la madera para la pira de esta noche. Démonos prisa, hay que evitar que se produzca otro incendio.

-Deivon tiene razon, debemos ir para alla, hace unos años se produjo un gran incendio y destruyo buena parte de la ciudad-

Y volviendose hacia Hamnet, dice con rabia:

-Me gustaria ver que opinarias de mi si destripara y me comiera a tu familia, incluyendo a tu hermana pequeña. Elfo, no te acerques a mi o te arrepentiras- Y escupe al suelo

Os dirigís rápidamente hacia el sur donde habéis visto el resplandor y lo que veis os inquieta. Un grupo de goblins armados con antorchas van en busca de cosas a las que prender fuego. Varias casas han sufrido ya por la piromanía de estas criaturas.

Al veros parece que habéis centrado vuestra atención y se dirigen hacia vosotros.

Los goblins que os miran se ríen de forma nerviosa y empuñan antorchas además de su arma goblin, detrás de ellos veis una figura femenina con un látigo que los conmina a atacaros mientras canta la horrenda tonada...

Los goblins mascan y los goblins muerden.
Los goblins cortan y los goblins luchan.
Apuñalan al perro y rajan al caballo.
Los goblins comen y se lo llevan a la fuerza.

Los goblins corren y los goblins saltan.
Los goblins sajan y los goblins aporrean.
Queman la piel y aplastan cabezas,
¡aquí estan los goblins y te van a dar matarile!

Cazan al nene, roban el perrito.
Les golpean en la cabeza para que se queden calladitos.
Les rompen los huesos, hacen la matanza,
¡Somos los goblins! ¡Tú nuestra pitanza!

Apunto con mi ballesta a la figura femenina con un látigo y en cuanto pueda disparo un virote.

Hamnet apunta al goblin 2 y dispara con su arco.

Si impacta el daño es 1 fantástico pg

Una flecha sale disparada del arco de Hamnet y se clava en el brazo de uno de los goblins que aúlla en vuestra dirección. Noa intenta apuntar a la que lleva la voz cantante pero su tiro sale muy desviado.

Nieruk sale corriendo lanzando un prolongado alarido de rabia y odio, sujetando en su mano derecha su larga espada y en la zurda el pequeño escudo de madera. Atraviesa a grandes zancadas el espacio que le separa de los primeros goblins y lanza un brutal golpe dirigido hacia la cabeza del primero, abriendo un porfundo corte en su garganta. Despues de hacer esto, trata de esquivar los ataques como puede, algo desequilibrado por la carrera.

El goblin cae al suelo entre gorgoteos y su garganta es un auténtico manantial de sangre...

Athinjeris, viendo la situación, avanza unos pies y entona una pequeña monserga de ánimo: Fuego con agua se extingue y la antorcha no puede con la hoz. Es el valor del campesino que su granja defiende e implora al cielo que la lluvia le traiga... Escuchando estas palabras, sus compañeros sienten como el valor surge de sus corazón para hacer frente a los goblins pirómanos.

Deivon avanza hasta ponerse en línea con sus compañeros y dispara a uno de los goblins de la primera fila.

Bueno, cuando me toque voy a arrear un hachazo de épicas proporciones al bichejo que tenga más cerca.

Y si hay que cargar, se carga.

La saeta disparada por Deivon se clava en uno de los trasgos que emite otro chillido agudo pero no deja de reírse...