El hombre mira hacia un lado y otro como esperando que aparezcan más goblins, cuando Athinjeris le llama la atención el hombre pega un bote y responde.
No lo sé, yo sólo estaba aquí de visita. Para el Festival ya sabe...
De repente se para y se acerca a Noa.
Por cierto, señorita, su valor ha sido considerable. Ese virote acabó con el goblin. Su destreza solo es comparable a vuestra belleza...
Nieruk se dedica a cortar orejas de los goblins muertos mientras esboza una sonrisa ladeada al escuchar las palabras del humano.
-Sera mejor que busquemos lo que ha traido a estos engendros a la ciudad, porque es seguro que buscan algo, o a alguien. Aunque son unos cabrones sin corazon, tienen algo de cerebro, y no se lanzarian a un ataque suicida si no creyesen que iban a conseguir algo en el intento.-
¿Se escucha algo en la ciudad? ¿Alguna alarma especial?
Al escuchar el comentario de Nieruk, el caballero se aclara la voz y comenta:
Veo que tenéis que seguir haciendo cosas heroicas...
Hace un gesto caballeroso hacia Noa y termina diciendo.
Estaré varios días más en el pueblo. Estoy alojado en el Dragón Oxidado y me encantaría volver a charlar con ustedes en otro momento y recompensaros por haberme salvado la vida.
Dicho esto, el hombre se aleja hacia el sur.
Mientras Aldern se aleja, echáis un vistazo alrededor mientras Noa recoge el arma de asta del goblin comando. Por lo que parece el asalto ya ha sido decidido. No escucháis más ruido de batalla, veis algún goblin saliendo en estampida por la ciudad y no tardáis en escuchar que incluso algunos se tiraron por el acantilado cuando todo estaba perdido...
Vosotros diréis qué queréis hacer pero la cosa está mucho más calmada.
Nieruk, con un buen collar de orejas goblins y aspecto bastante satisfecho, se vuelve hacia el prisionero goblin, sonriendo maliciosamente:
-Me encantara charlar con nuestro amiguito en cuanto se recupere un poco. Vayamos ahora a la guarnicion a ver si podemos ser de ayuda-
Y se encamina con paso firme, esperando a ver si los demás le siguen.
Cuando llegáis a la guarnición (10 en el mapa) parece que está abandonada y nadie hay de guardia. Algo que por otra parte no es de extrañar debido a todo el jaleo que se ha montado. Por todas partes veis gente intentando apagar los fuegos de los goblins y en algún caso observáis a personas llorando por el daño producido a sus seres queridos. No parece que haya habido muchas bajas pero alguna ha habido.
¿Queréis esperar a que aparezca alguien?
- Ahora que parece que la situación empieza a estar baja control, me gustaría aprovechar para agradeceros a todos lo que habéis hecho por mi pueblo. Muchas gracias de corazón por toda la valentía que habéis demostrado en combate. Si queréis esperar aquí a que se acerque el alguacil me parece perfecto. Yo, mientras tanto, me voy a acercar al templo a ver que tal se las están arreglando. ¿Donde podría encontraros una vez se acabe el jaleo?
Cremok se detiene de repente, como si le hubieran atacado con un conjuro de parálisis.
¡Maldición! ¡Mi señora!
Tras decir esto, se dirige corriendo a la plaza donde Ameiko había montado su paradita.
Que no le haya pasado nada, que no le haya pasado nada...
Mientras corre alejándose del grupo, les grita ¡Nos vemos aquí o en la Catedral!
Creo que deberíamos buscar al Sheriff de la ciudad a ver si puede contarnos algo más o si podemos ser de alguna ayuda.
Quizás habrá que organizar una Expedición de Castigo o algo... Que sepan que esto no va a quedar así.
Pero antes de actuar necesitamos saber de dónde salen estos bichos...