Partida Rol por web

Grunyar murmura un hechizo sobre Lorenzus, creando un pequeño campo de fuerza a su alrededor.*

Los golpes de Vuldruk, Lorenzus y Striga, hacen sangrar a la minotaura, que observais es bastante ágil y esquiva el resto de golpes.

Con grito aterrador, derriba a Arlanzor con su hacha fallando los siguientes golpes contra Vuldruk y Lorenzus, consiguiendo este último evitar por centímetros los cuernos de Minawar.

La minotauro sonrie con ferocidad y retrocede (paso atrás).

- ¡UNO YA HA CAIDO! ¿¡QUIEN ES EL SIGUIENTE!?

Rosario se movio, esperando combinarse con alguno de sus compañeros para flanquear y volvio a atacar...

- Por que no te metes con uno de tu tamaño, grito la paladina provocando al tauren a ver si se atrevia acercarse...

El pelaje blanco de Minawar esta cubierto de sangre, y aunque la herida de Rosario es profunda, la bestia malherida se mantiene en pie.

Striga fue testigo del tremendo lanzazo de Rosario y buscó trabajar en equipo con la paladín. Se movió rodeando a la terrible bestia hasta atraparla entre las dos armas largas pero el minotauro estaba bien protegido y su arma no penetro su armadura esta vez.

Los héroes no son siempre los que ganan. A veces, son los que pierden. Pero siguen luchando, y siguen aguantando. No se rinden. Eso es lo que los convierte en héroes

Lorenzus vio como su compañero Arlanzor caía bajo las rudas pezuñas de la Minotauro. Su primer deseo fue ir a socorrelo pero sabía que tenía más compañeros por detrás que le podrían atender.

El paladín se armó de valor y avanzó al encuentro de aquella abominación. Y como rezaba la canción de Ussop un héroe no se rinde y sigue luchando. Aunque Arlanzaor sabía de sobras que el cementerio estaba lleno de valientes y parecía que los nobeles Pathfinders hacían cola para ir directos a la tumba.

Si no es por mi espada, caerás ante mi siguiente compañero. Los Pathfinders nunca desfallecen!! 

Y tras el buen golpe del Qadirano, este apretó los empates ya que la muerte estaba cerca.

El gope dejó ko a Arlanzor. Este minotauro no era comi el otro y se noto en que iba mejor pertrechado y era mejor guerrero...y Arlanzor lo probó de primera mano

Vuldruk falla su golpe

Al ver la cometida contra la minotauro por parte de sus compañeros Grunyar se dispone a unirse. Pero el contraataque de la criatura hiere de gravedad a Arlanzor. Asumiendo sus deberes como clérigo Grunyar se acerca al cuerpo casi extinto de vida y utilizando su varita intenta curar al guerrero.

Sarenrae, cura a este valeroso guerrero. 

- Rindete y depón las armas, no tienes nada que hacer...

Mientras rie, Minawar reparte sendos potentes hachazos a Rosario y a Vuldruk.

Rosario recibió el fuerte golpe del minotauro Minowar que la hizo tambalearse por un instante. El dolor hizo despertar la furia draconiana que estaba adormecida dentro de la paladina.

Un fuerte rugido broto de la garganta de Rosario, más animal que humano, y la enorme Glaive se cayó de sus manos, cuando estas se trasformaron en garras reptilianas.

Sin mediar palabras la paladina se lanzó sobre el minotauro, rasgando su carne con furia, ante la atónita y moribunda mirada de este.

Unos segundos despues, Rosario se encontraba sobre el cuerpo agonizante de Minowar, con la garganta de este en una de sus manos...

- ¿que ha pasado? Fueron las únicas palabras de Rosario, que miraba horrorizada la sangrienta escena...

Vuldruk salta a la espalda de la tauren mientras Rosario se despacha a gusto con ella y la empala atravesando su columna.

Striga dió un paso atrás (por si acaso el monstruo no estaba muerto) y conjuró espontáneamente un hechizo de curación sobre su compañero más herido y luego, levantando el símbolo de Desna, canalizó el poder sanador de su diosa sobre ellos.

Arlanzor salió de su estado de inconsciencia justo para ver como el gran minotauro se desmoronaba. Sus compañeros habían logrado acabar con él.

El guerrero suspiró y al hacerlo le dolió todo el cuerpo. Con ayuda logró incorporarse y se acercó a sus compañeros.

-Buen trabajo, chicos -dijo dolorido.

Compañeros yo tengo una varita de curar heridas leves comportamos la carga de curarnos

Stryga dio gracias a Desna por su poder y luego sacó su propia varita.

-Yo también puedo colaborar -dijo la sacerdotisa. Ha sido un gran combate!

Ya todo más calmado, y después de asearse, Rosario realizó una plegaria a Shelyn, agradeciendo su favor y esperando que no le reprochara tan salvaje combate y que portara toda su vestimenta en tan lamentable estado. 

Luego se reunió con sus compañeros, para preocuparse por su estado y felicitarlos por su valentía, y haciendo algún que otro comentario...

- Bueno, al parecer el Muro de lis Nombres, tendrá que esperar a tener nuestros nombres inscritos jjaaajhaaa

Y cuando todo el mundo estuvo curado, se dedicó a revisar los duendecillos mágicos, que portaba Minowar, ¿que serán, serán? Se preguntaba curiosa