Partida Rol por web

Pathfinder Society Master of Swords, Marcus Farabellus: "Pathfinders, nuestra querida Absalom se enfrenta a la amenaza de una invasión y necesita nuestra ayuda. Como quiera que la ciudad ha sido el hogar de nuestra Sociedad durante siglos, nos corresponde a nosotros asistir en su defensa. Buscad el grupo que se os ha asignado, prestad asistencia mientras la ciudad se prepara para el asedio y estad preparados para recibir más instrucciones".

Tras las impactantes palabras del Maestro de las Espadas, Marcus Farabellus, la multitud de pathfinders que se encuentran los jardines de la Gran Logia empiezan a conversar entre si, algo inquietos.

Un elfo de estatura media 1,72 y bastantante agraciado, con el cabello moreno y los ojos violetas, de tez blanca que resalta ams el oscuro de sus cabellos, se acerca al grupo. Mi nombre es Usopp, bardo itinerante ahora al servicio de los pathfinders mi arco está a vuestro servicio igual que mi conocimiento, mis recursos y habilidades

Striga se limitó a asentir, seria ante la responsabilidad de la misión. Era de estatura media pero estaba en una forma óptima y se la veía a la par fuerte y ágil. Su largo pelo negro estaba recogido en un moño que lo hacía colgar sobre su nuca y un par de trenzas flanqueaba el rostro. Tenía una specto fiero y aguerrido.Aquella mañana había orado con fuerza a la diosa y el brillo salvaje de sus ojos era hoy aún más intenso de lo habitual. Striga era una criatura pasional y salvaje y la perspectiva del combate próximo, le hacía ya bombear adrenalina y ansiedad por ponerse en marcha.

-Que la diosa nos proteja a todos y nos de fuerza. Podeis contar con mi lanza.

La sacerdotisa agitó su lanza trazando un abanico en el aire que cimbreó con un sonido metálico.

Varios pathfinders cercanos a vosotros parecen murmurar inquietos. Escuchais algunas conversaciones entrecortadas.

- ¡Una invasión!

- ... hacía años que nadie se atrevía a...

- ... más de una armada ha naufragado sin llegar a tocar tierra ... no será diferente esta vez ...

- ... soy cenizo, siempre que vengo a la Logia de Absalom acaba pasando algo, ¿te acuerdas de esa vez que el Aspid? ...

- ...me han hablado de una logia en la que han visto goblins ... si hay goblins en la sociedad... ¡Renuncio!

No se de que estan hablando el resto de compañeros Pathfinder ya soy nuevo. No se, si debería animales de alguba manera

Huy parece que se esta liando bien gorda...comenta Rosario Gallardo, Pathfinders habrá que poner manos en el asunto, no podemos permitir que nuestra amada Absalom caiga.

¿Alguien me puede decir que esta pasando más concretamente y donde tenemos que ir a ayudar?

Uno de los pathfinders, una hombre de pelo y barba canas vestido con una tunica, parece adoptar una actitud paternal ante la inocente Rosario.

- No se lo que pasará, jovvencita ... pero este anuncio de Farabellus es inaudito. Debe ser una amenaza realemtne seria.

El fornido Qadirano de piel olivácea, cuidada barba y elegante porte, calzado incluido. Ya conocía a la mayoria de lo presentes. Y ante tanto revuelo parecía que el tiempo para diplomacia entre colegas se extinguia con urgencia.

 Para el que no me conozca, soy "Lorenzus Remen-Dón" Paladín de Sarenrae ... Y defenderé Absalom hasta mi último aliento.

Vuldruk llega el ultimo a la gran sala tras reportar el informe de ultima sesion, con un gesto airado por no tener descanso saluda al grupo "Hola mi nombre es Vuldruk y la senda del acero es mi profesion, si me dais un par de minutos papra poner un par de cosas en orden gustoso estare de poner mi acero a vuestro lado"

AVISO DEL SUPERVISOR

Unas densas nubes se reúnen sobre Absalom y la ciudad está en tensión ante la batalla que se avecina. De repente, unos esquemas de luz brillante destellan desde lo alto del Dominio Celeste. Minutos más tarde, el sonido de una explosión retumba por toda la ciudad, mientras un antiguo granero de madera explota en llamas. Poco más allá, un puente de piedra se desploma, dejando caer mortalmente a un grupo de soldados. Pronto el aire vibra con gritos de temor, con el sonido de pasos apresurados e, instantes más tarde, con el resonante sonido de un cuerno de bronce que se alza por encima del sonido de una ciudad sumida en el caos. Un mensajero pasa corriendo a la vez que grita: "¡El cuerno! ¡Reunámonos en la Gran Logia! ¡Vamos!".

Me pongo en marcha lo más rápidamente posible

Striga buscó un punto más elevado nada más escuchó la explosión. El viento agitaba su cabello pese al recogido y la sacerdotisa sentía como su corazón latía con mayor fuerza. Las palabras del mensajero, la acabaron de poner en marcha.

-Rápido! Todos en marcha! - dijo a sus compañeros, muchos de ellos, ya conocidos.

PARTE 1: NUBES DE TORMENTA EN EL HORIZONTE

Cientos de pathfinders permanecen de pie y a la espera en la Gran Logia ante las noticias de la inminente batalla, y un murmullo de anticipación se ha alzado de la nerviosa muchedumbre. El Maestro de las Espadas, Marcos Farabellus, se pone detrás del atril, levanta la mano para pedir atención y dice:
- Pathfinders, muchas gracias por responder a mi llamada. Hace dos días recibimos noticias de un ejército de abominaciones demoníacas que construía un castillo de asedio en las Tierras de los Túmulos, al norte de Absalom. Hoy,el Gran Consejo de Absalom ha anunciado que invocaba una antigua ley de tiempo de guerra, según la cual hay que nombrar a un Señor del Asedio para que supervise la defensa de la ciudad. Han hecho una excelente elección: Wynsal Nacido de las Estrellas, titular de distrito del Gran Consejo y capitán retirado de la Primera guardia.

Ya ha organizado incursiones de exploración y la evacuación de las ciudades periféricas en previsión de un asedio. La Sociedad Pathfinder se brindado para ayudar al Señor del Asedio con los preparativos. Cada uno de vosotros ha sido asignado a un equipo, y si todos los miembros de un equipo determinado se han reunido ya, pueden empezar. Iros ahora, pero estad preparados para volver aquí cuando oigáis el cuerno de señales.

Marcus Farabellus empieza a animaros.

- ¡Vamos! ¡Deprisa! ¡Hay mucho por hacer y poco tiempo!

Os dirigís a uno de los oficiales de la guardia que os indica varias tareas para colaborar en la defensa ...