Partida Rol por web

Un despojo menos. Es hora de actuar como el caballero de brillante armadura y se acerca al coyote que queda buscándole la espalda y ataca.

El coyote que nos atacaba a Jonh y a mí ahora yace en el suelo con los sesos (o lo que quedaba de ellos) esparcidos en una masa asquerosa. Sin embargo, no puedo respirar aliviada ni muchos menos. Echando un vistazo rápido, veo que el animal al que el sheriff había disparado ha vuelto a levantarse y se tira hacia Ricky (que sigue luchando contra otro); sin embargo, Jonh se dispone a ayudarle a deshacerse de ellos.*

Por tanto, yo voy corriendo hacia Tina, a quien otro coyote intenta comérsela por las patas, y de nuevo vuelvo a utilizar la culata del arma contra aquella bestia.

Tina necesitaría cirugía para volver a meterse los ojos dentro de sus cuencas. Estos se estiraban hacia el animal atenta a cada detalle, mientras el resto de su cuerpo solo buscaba el modo de huir.

-¡Quita, joder! le espetó e iba a acompañarlo de un rodillazo cuando se fijó en como Purity usaba el arma para golpear al coyote, y soltó otro bufido.
¿Qué cojon..? Ni una vaca en cinta es tan lerda
Trae eso - le arrebató la pistola y encañonando al coyote le disparó.

Respiró un poco más aliviada al ver que la ayuda venía en camino, y aún más cuando Tina cogió al pistola y disparó al coyote, miro un momento preocupada a los dos chicos. Deberíamos ayudarlos, ¿pero como? primero tenemos que ayudarnos nosotras.

Tras zafarse del coyote Ricky trata de encañonarlo de nuevo sin mucho exito alcanzando a una pobre salamandra que pasaba por ahi.

Pese a todo un pensamiento cruzo su mente.

"Esta noche cenamos sopa de carne"

Se pone de frente preparado para el embite del coyote.

Purity intenta golpear al coyote que trata de morder a Tina, sin embargo falla. La vaquera mosqueada le arrebata el arma y dispara al chucho con ella, en un tiro perfecto le atraviesa el cráneo al animal esparciendo los sesos por el suelo.

Por otro lado, Rick sigue enfrascado en su pelea particular hasta que le asiste Jonh. El sherif intenta disparar a uno de los coyotes pero falla. Por suerte, Jonh, algo más diestro, logra golpear a uno de los bichos.

Dime a cual de los dos coyotes atacas.

Si atacas al coyote 3 mure.

Si atacas al coyote 4 aún tendrá 1 punto de vida.

Jonh arremete contra uno de los coyotes y logra dejarlo en el suelo. Mientras, el otro trata de morder a Rick, pero solo forcejea con la gruesa bota del Sherif.

John se mueve hasta el coyote restante. Era el momento de acabar con aquello. El martillo descendió amenazador.

Venga, que es el último.

Dijo por un lado para darse ánimos y por otro para contagiar con su euforia a los demás.

Sonrió al ver la pericia de Tina con las armas, lo había dejado KO, así como si nada. Se abrazo a ella por detrás -¡¡¡¡¡BIEN!!!!- y cuando se dio cuenta, rápidamente la soltó, algo colorada.

Tina dio un traspié por el abrazo de Valeria ¿qué demonios ha sido eso? se preguntó sin realmente comprender qué significaba aquel gesto.

Aunque recordó que Jackie empezó a lanzarsele a los brazos poco antes de volverse gilipollas e irse a Nueva York pensó como pensaba cada vez que alguno de sus hermanos decidía darse un paseo por sus recuerdos.

Apuntó al animal que quedaba y silbó al rubio como si de una oveja se tratara -Aparta - le dijo reforzando aquella idea con un movimiento de cabeza y mano. Y, después del martillazo de la estrella Pop, disparó.

Anonadada, veo como Tina, visiblemente frustrada por mis disparos errados, me quita el arma con todo el descaro del mundo. "¡Tendrá morro esta tía! ¡¡Consigue tu propia pistola, rubia de bote!!", pienso llena de ira. Sin embargo (y para no variar, pues en mi mente siempre se me ocurría una buena respuesta cortante que nunca llegaba a salir por mis labios), lo único que consigo articular es:

- Oye, ¿qué cojones te crees que... -empiezo a decir visiblemente enfadada, pero me callo al instante en cuanto veo que su puntería perfecta da de lleno a uno de los coyotes.

Solo queda uno de esos animales en pie, y parece que Tina se ha adueñado para siempre de mi arma. En el fondo, me alegro de que sus disparos nos hayan casi-salvado (la bestia aún no está muerta, pero tiene su destino escrito entre Jonh, Miss Texas, y Ricky cuando dispare), pero soy demasiado orgullosa para admitirlo. "Y que me ha quitado la pistola sin pedirla, joder".

- Bah -mascullo mientras saco el último objeto que me separa de luchar con mis propias manos: el bate de béisbol.