Partida Rol por web

Tu hermana te siguió viendo como cerrabas la maleta, salías de la habitación y te dirigías escaleras abajo.-Onee-chan…-Exclamó tu hermana menor mientras te perseguía. Incluso cuando le cerraste la puerta la abrió y te siguió.-¿A dónde vas?...

Kairi miró a Nana y suspiró, volviendo a ponerse seria y decidida.

-No lo sé. Pero no pienso seguir en esa casa

Sin más, Kairi comenzó a andar. Su primer pensamiento fue Aoba aunque no supo por qué y hacia su casa fue, llamando a la puerta.

-¿Pero que ha pasado?...-Preguntó tu hermana asustada mientras volvía a seguirte. Pero su voz se perdió o no quisiste escucharla…

Por algún motivo fuiste en dirección a casa de Aoba. No sabías el porque, pero tuviste la esperanza de que el te fuera a dar asilo. Llamaste a la puerta y después de un minuto se abrió.

Aoba estaba sin camiseta. Tenía marcas de moratones, cortes, quemaduras y demás por todo el torso.-¿Kairi?.-Preguntó con ojos somnolientos.

Tu hermana le miró tapándose la boca.-Su cuerpo…¿Qué te ha pasado Aoba?...-Preguntó, pero nuevamente el muchacho no pudo escucharla.

Kairi no esperaba que abriera la puerta, pero encontrárselo así... 

El torso de Aoba era horrible... Peor que sus propias marcas y Kairi no pudo evitar derramar lágrimas de empatía y pena.

-A-aoba yo... S-seijuro me ha echado... ¿P-podría...? -Pero Kairi no podía seguir, estaba demasiado absorta en sus heridas e incluso acercó un poco la mano hacia ellas para acariciarlas suavemente- Aoba... Por la diosa...

Aoba dio unos pasos hacia atrás al ver tu mano, no lo hizo a malas…fue un acto reflejo. Rápidamente entró en la casa y se puso una camisa.-¿Tu hermano te ha echado de casa?.-Preguntó quedándose en silencio unos segundos.-Supongo que puedes dormir aquí un par de días…pero no tengo mucho dinero y la comodidad…bueno.-Aoba parecía algo preocupado por ti, pero aun así intentaba mantener la distancia.

Al ver que Aoba se apartaba Kairi apartó la mano con rubor.

-Y-yo si tengo dinero. Gano bastante en el trabajo. No molestaré en demasía... Y no me importa la comodidad...

El muchacho guardó silencio, te observó atentamente y se hizo a un lado.-Entonces…adelante, siéntete como en casa.- Resultó ser un tanto amable al final…pero seguramente porque no quería que durmieras en la calle.

La casa estaba mal iluminada, olía un tanto mal y consistía de 1 cuarto de baño, un comedor con cocina y una habitación.

-Perdon por el desorden…-Exclamó arrepentido mientras recogía un par de latas de bebida energética de la mesa plegable que usaba para comer.-No se para que compro esta mierda si luego no duermo…-Suspiró mientras las lanzaba a la basura.

El comedor consistía de una tele antigua, un sofá que parecía dar miedo, una nevera destartalada y un camping gas donde cocinar. La verdad es que resultaba algo triste, ¿Cómo llegó tu amigo a vivir así?

Aun no viste la habitación ni el baño, pero te temías que sería igual o peor.

-Gracias...

Kairi entró en la casa observando todo. La verdad es que la muchacha tuvo que arrugar la nariz y miró con pena el estado en el que vivía su antiguo amigo.

-Yo... Dormiré en el sofá supongo... Podría ayudarte a mantener la casa...

Aoba negó con la cabeza- No te preocupes, puedes dormir en mi cama…las sabanas están limpias.-Susurró con calma.-Y no me ayudes a limpiar la casa…solo esta así porque no paso mucho tiempo aquí.-Después de carraspear un poco te acompañó a la habitación.

Era una lata de sardinas, tenía una cama pequeña empotrada contra la pared. Una mesita de noche con una lámpara sin pantalla y una bolsa llena de pastillas junto a un vaso de agua.-Puedes dormir ahí, yo dormiré en el sofá…-Prosiguió.-El baño esta junto a la puerta de entrada, es la puerta que parece un armario…el retrete esta algo sucio pero la bañera no esta mal…tienes que encenderla diez minutos antes para conseguir agua caliente.

Kairi cada vez sentía más pena por Aoba. Ese lugar... Su cuerpo... Y todo por su culpa...

La pelirroja miró el lugar y se mordió el labio, intentando aguantar las lágrimas, acabando por abrazar a Aoba de golpe, aunque la apartara, necesitaba hacerlo.

-G-gracias por darme techo esta noche Oba-Kun...

Aoba se asustó cuando le abrazaste. Se estuvo debatiendo si alejarte de un empujón o no…pero al final cedió unos segundos y luego te apartó con suavidad.-No es nada…no estaría bien que pasaras la noche ahí afuera, sola.-Carraspeó mientras se acariciaba la nuca.  

Kairi no se extrañó de que Aoba lo apartara y se frotó los ojos por los cuales ya resbalaban lágrimas. No podía ocultarlas pero intentó normalizar todo.

-B-bueno i-ire a dormir...

Aoba te observó asintió.-Esta bien…huh…yo estaré en el comedor, cualquier cosa…me avisas.-Comentó mientras se giraba y se dirigía al comedor, seguramente para echarse sobre el sofá y dormir.

Nana estaba aun algo perdida, no sabía que hacer en general. Andaba como un niño que había perdido a su madre…-¿Y…yo duermo con onee-chan?.-Preguntó a Aoba, pero el muchacho como si nada pasó al comedor y cerró la puerta.

Kairi miró a Nana y suspiró.

-¿Recuerdas que no te ve? Debiste demostrar algo cuando estábamos en la barbacoa.

Kairi contestó en voz baja pero enfadada a Nana mientras se metía en la habitación. Ni siquiera se puso el pijama, sólo expolsó la cama y se tumbó directamente, acurrucándose. Necesitaba dormir.

Nana bajó la cabeza avergonzada. -Tenía miedo…todos estaban discutiendo…-Susurró. Pero era inútil, estabas enfadada y no tenías ganas de hablar con ella.  La chica miró como te metías en la cama sin poder decir nada de nada, así que suspiró y se sentó en una de las esquinas de la habitación. Se sentó y se abrazó las piernas.

Kairi se tumbó de espaldas a ella, mirando a la pared y se abrazó a sí misma, llorando un poco, sin hacerle caso, hasta quedarse dormida.