Cuando obligaste a Aoba a mirarte tragó saliva con suavidad y asintió.-C…con cicatrices…-Tenía las mejillas muy rojas y estaba avergonzado era normal que se sintiera así.
Kairi enrojeció, pegándose más a él.
-¿Qué imaginabas la otra noche?
El chico te miró mientras te pegabas más a el.-¿C…cuando…?...ah…bueno…pues…no se…empecé como siempre, intentaba aliviarme y…de repente empecé a pensar en que tu estabas en la otra habitación…-El chico cerró los ojos y se puso más rojo aun.-P…pensé en colarme y meterme en la cama contigo, da…darte una sorpresa despertándote o …o algo…y pensé que al principio no te agradaría…pero luego…-Se veía que el chico estaba realmente avergonzado.
Kairi sonrió y le besó suavemente.
-¿Sabes? Creo que es mejor esperar a que no estés débil y puedas tocarme. ¿Te paece bien?
Aoba se puso más rojo aun.-Y…yo no pensaba en eso…n…no…no soy un pervertido…-Se notaba que en el fondo quería, pero era verdad, aun estaba demasiado débil.
-Lo sé, Oba-Kun
Kairi se acurrucó en él, acariciando su tripa con mimo para que pudiera dormir.
Aoba con suavidad asintió y empezó a cerrar los ojos intentando conciliar el sueño, el sedante ayudaría de eso estabas segura.
Kairi se mantuvo despierta hasta que vio que se dormía y entonces ella misma se durmió, abrazada a él.