Kairi negó, dejando la mochila a un lado.
-¿HAce mucho que se fue esa enfermera?
-¿L a enfermera?...pues…hace un par de horas creo.-Dijo algo pensativo. No entendía que ocurría muy bien.-¿Por qué?, ¿pasó algo?
-¿Cómo que si pasó algo? -Kairi frunció el ceño- Se estaba cebando contigo, me insultaba y me echó
Aoba se puso algo tenso, y se le podía notar en la cara-No quería que hubieran peleas Kairi…tu la escuchaste…es la hermana de la directora del hospital, puede decir que aun no estoy sano y dejarme más tiempo aquí…yo solo quiero salir pronto para poder estar contigo y echarme en el césped a ver las nubes-Explicó con calma.
Kairi se mordió el labio mirándole, agachando la cabeza con ojos llorosos.
-Me he sentido muy humillada...
Aoba te miró con pena.-Kairi…no quería que te sintieras así…solo intenté pensar en lo que hablamos anoche…quiero salir de aquí y …y estar contigo…-Murmuró con suavidad.
Kairi siguió con la cabeza agachada, aguantando las lágrimas.
-¿T-te hizo algo cuando me fui?
-¿Algo?.-Preguntó Aoba con preocupación.-No…me limpio con la esponja, me dijo que era muy guapo y…que tenía suerte de tener una chica tan perfecta como tu cuidándome…-Susurró con un hilillo de voz.
Kairi escuchó a Aoba y se mordió el labio, acercándose más a él.
-No me gusta lo que hizo...
Aoba te miró a los ojos y agachó la cabeza avergonzado.-Lo siento Kairi…-Suspiró con tristeza. Parecía estar realmente triste y arrepentido.-No quería problemas…quería salir rápidamente de aquí…para estar contigo…
Kairi asintió y se acercó a abrazarle, apoyándose de su pecho.
Aoba no comprendió muy bien que te ocurría…bueno, te sentiste amenazada por esa enfermera…era normal. El muchacho suspiró y apoyó la cabeza contra la tuya.
Le estaba costando horrores, pero lo conseguía.-No te preocupes Kairi…nunca te haría eso…
Sin decir nada Kairi se subió a la cama y se acurrucó a su lado, con cariño
Aoba te miró con preocupación.-¿Qué piensas Kairi?, ¿Qué ocurre?
-No me perderás, no te preocupes.-Exclamó Aoba negando con la cabeza antes de besarte la frente con cuidado.
Kairi dejó que le besara en la cabeza y se quedó dormida escuchando su respiración.
Aoba te volvió a besar con dulzura la frente y dejó que te quedaras dormida.
Seguiste haciendo el mismo recorrido todos los días. Ibas a ver a Aoba, hablabas con el, le hacías compañía…y poco a poco podías notar que cada vez se iba abriendo más y más contigo. Hasta el punto que si no le saludabas dándole un beso en los labios hacía morritos y no te dirigía la palabra.
Así siguió durante dos semanas. En el proceso so visitó Rock, Seijuro una vez, Nana estuvo revoloteando de vez en cuando por ahí…aunque el resto del tiempo parecía desaparecer, como si no le gustara estar ahí. Incluso Rinmei os visitó. Aunque su visita no te pareció muy agradable, principalmente porque Rin le echó la bronca a Aoba, incluso le golpeó la cabeza con una revista. Pero aun así Aoba no parecía estar enfadado…si no que estaba feliz. Sus amigos que creía perdidos le visitaban con frecuencia, y no para discutir, si no para ver como estaba.
Makoto no apareció, ni tampoco Risa-chan. Pero aun así estabas segura de que si Risa lo supiera hubiera venido por la fuerza.
Hoy daban el alta a Aoba, el cual estaba impaciente por salir al mundo de afuera.
“Por si acaso…ahora estas bajo mi custodia Aoba-kun, así que más te vale comportarte en mi casa, nada raro, ¿vale?” Exclamó Seijuro para entonces girarse mirándote fijamente. “Y tu tampoco…nada raro, ¿esta bien?...y te ocuparas de sus necesidades, igual que lavarle la ropa, ¿entendido” Parecía seguir siendo el mismo que siempre, aunque te hablaba un poco más calmado.
Nana en cambio estaba encantada de que Aoba fuera a estar en casa. “¡Va a ser fantástico!, nos pasaremos el día charlando, y seguro que me ve, y podrá abraza…podrá ser mi amigo” Corrigió rápidamente mientras negaba con la cabeza y sonreía débilmente.
Fuera como fuera os encontrabais en recepción esperando que le dieran el alta a Aoba.
Los días pasaron, y lentamente Aoba se fue recuperando. Se le veía más suelto y mimoso y parecía que todo más o menos volvía a la normalidad. RinMei, Nana, Rock e incluso Seijuro los visitaban y eso animaba a Aoba y también a Kairi.
Mientras esperaban que le dieran el alta, Kairi asentía a todo lo que Seijuro decía, y ya estaba buscando un trabajo nuevo. La pelirroja no soltaba la mano de su pareja y a la vez miraba por si Risa apareciera de la rehabilitación.