Partida Rol por web

Situados en órbita a la segunda luna de Tharsis IV, en el sistema Tharsis.

El sistema es tremendamente rico en toda clase de minerales, por lo que es un punto de reabastecimiento y reparaciones importante para las flotas de las Fuerzas Armadas del Consorcio.

ASTILLERO ESPACIAL THARSIS:

CARGUERO MODIFICADO "HIDDEN TRUTH".

- La "Hidden Truth" es el resultado de dos años de trabajo en secreto.

- El Teniente Ixval lleva seis meses supervisando las fases finales de montaje.

- Esa mañana llega la primera tripulante, la Alférez Sanitaria Eyesight, humana y refugiada interdimensional.

- Un caza de ataque ligero se acopla al muelle inmediatamente adyacente a la "Hidden Truth".

- Los estibadores están cargando en el carguero toneladas de chatarra destrozada aparentemente inservible.

- Xaar observa esto mientras la compuerta lateral del caza se abre y desciende una pasajera. El caza debe de pertenecer a la dotación de uno de los cruceros en órbita.

- La pasajera lleva uniforme de Oficial de la Flota, con insignias de Alférez y el distintivo sanitario. Parece algo desorientada y casi choca con el Teniente Ixval mientras arrastra una maleta de equipaje.

No se que expresión allá tenido mi cara para que aquel ser me viera así ó tal vez era su humor natural. Es cierto que casi choco con el pero este lugar me es completamente desconocido, al fijarme en su insignia veo el rango de teniente.

-¡Ho! Disculpe señor, fue mi culpa no lo reconocí

Observo nerviosa la rección del teniente, no todos los dias casi choco y me comporto de esa forma... sera que hoy no es mi  dia de suerte?

Xaar Ixval Mitaal llevaba seis meses encerrado en aquel cubo de metal que orbitaba sobre la segunda luna de Tharsis IV, haciendo un trabajo que no le correspondía consecuencia de la inoperancia de algún estúpido humano o cualquier otra subespecie mentalmente discapacitada. Sus quejas y reclamaciones habían sido sistemáticamente desechadas bajo la excusa de no contar con nadie más, si bien Xaar conocía la verdadera razón. Estaban dispuestos a sacrificar el montaje de la Hidden Truth antes que reconocer que alguien había metido la pata. Quizás por ello le relegaron al papel de simple amanuense, de fedatario cuya labor era estampar su firma en cuanto documento se le ofreciera. Sin embargo, su naturaleza meticulosa le había llevado a exigirse a sí mismo que aquel montaje se llevara a cabo como correspondía y la memoria de su computadora de bolsillo estaba repleta de planos de montaje y distribución de sistemas, de estructuras y materiales, de fórmulas que le habían permitido garantizar que aquel era un trabajo bien llevado a cabo.

En el presente, seis meses después de su exilio a aquel trozo de metal, el trabajo casi había concluido. Y mientras firmaba una innumerable sucesión de documentos entregados por los técnicos, registró la llegada de un caza de ataque ligero que atracaba en el muelle adyacente. No le prestó mayor atención, centrado en su rutinaria labor, aunque volvió la cabeza ante el sonido neumático de la puerta del caza abrirse, en medio de un siseo mecánico y de fugas de vapor. Una humana con equipaje y aspecto distraído bajó de la rampa. Fue todo cuanto necesitaba ver antes de volverse hacia la Hidden Truth.

Solo minutos después, sintió el topetazo contra su exoesqueleto y una rápida sucesión de excusas.

- ¿No me reconoció? - el deteriorado rostro de Xaar, consecuencia de la enfermedad consumidora que asolaba a su raza, pareció mostrar un profundo desagrado, si bien aquel era su gesto habitual -. ¿Quiere eso decir que si me hubiera reconocido no me hubiera golpeado? - Xaar era consciente de que el impacto contra su exoesqueleto de metal debía haber dolido y que a buen seguro luciría un hematoma en los próximos días, algo que le resultaba del todo indiferente -.  Alférez - dijo tras pasear su mirada por sus galones -, preséntese - ordenó. A buen seguro aquella mujer de entre escasos y nulos atractivos e indudablemente poco avezada desde una perspectiva intelectual, debía provenir de una familia rica e influyente que le había comprado su actual rango y destino. Inclinándose levemente hacia ella, aspiró profundamente. Sí, hasta su aliento olía a mediocridad.

Tal vez era mi imaginación y lo mas probable es que así fuera pero estaba casi segura de haber notado alguna emoción humana en aquel rostro mientras respondia con ironia sobre mi torpe excusa. Pero no tenia tiempo para pensar en ello así que recordando mi instrución en la academia lunar tanto como la de esta dimensión me puse en posición de firmes y levante mi mano derecha hasta la coronilla de mi sien en señal de saludo.

-Alferez sanitaria Dalira Eyesight reportandome  a servicio activo 

Mirada al frente, respiración controlada, talones juntos, si creo que no me falto nada. Mantengo la posicion esperando cualquier instrucción por parte del teniente.

Ahora que lo pienso detenidamente, el no notar a alguien como el es simplemente casi imposible, miralo exoesqueleto metalico, facciones dematradas, creo que aun con años aqui nunca me acostumbrare por completo a estas razas extrañas.

El rostro de Xaar permaneció inexcrutable al escuchar su concisa respuesta o eso pareció, pues su sempiterno gesto de desagrado permaneció inalterable. Quizás si aquella humana menor hubiera hecho gala de cierta acidez, quizás si su intelecto hubiera brillado siquiera un segundo dando una respuesta ágil a su pregunta, en vez de limitarse a acatar la orden expresa, aunque ello hubiera supuesto estrellarse contra su  poderosa psique como las polillas espectrales de Gwaittor al arrojarse en su ciclo de estro al magma ardiente de su planeta, quizás su mirada hubiera destellado con algo semejante al respeto.

Pero la alférez se había mostrado como un vulgar especimen más de esa humanidad que, como una plaga, se había extendido por el multiverso poblándolo hasta sus últimos confines. Un sencillo engendro biológico que respondía a pulsiones básicas y órdenes expresas y que no lo sacaría de su aburrimiento.

- Alférez sanitaria Dalira Eyesight - repitió con un tono de voz monocorde. Recordaba haber recibido una notificación hacía algunos ciclos haciendo mención a su llegada, al igual que la de otros más en un plazo de tres ciclos a partir del presente -. ¿Eso que veo en sus ojos es curiosidad, Alférez sanitaria? ¿Acaso despierto su interés o es mi rostro el que llama su atención? ¿Me ve atractivo por un casual? - preguntó sarcástico, consciente del poco disimulado examen visual al que le estaba sometiendo la humana -. Mejor no responda. Lo cierto es que no me interesa. ¿Tiene alguna orden específica que traiga con usted?

Dalira arqueó levemente una ceja ante las palabras de su superior. Levantó su mano llevándola hasta uno de los bolsillos de la chaqueta de su uniforme y de este sacó una notificación que tendió hacia su interlocutor.

-Aquí tiene la orden de incorporación como alférez sanitaria a la tripulación de la nave Hidden Truth, que es esa si no me equivoco -le contestó con tono contenido mientras sostenía en su mano la orden esperando a que el teniente la tomase y miraba a la nave a la que estaba destinada.

Mientras esperaba a que esto se produjera volvió a mirar al teniente de arriba a abajo, pero esta vez con todo el descaro del que se podía ser capaz. Pensó en que lo mejor sería callarse ya que estaba hablando con su superior y no llevaba ni cinco minutos en la nave, cuatro de los cuales había dedicado a andar despistada por el astillero y chocar contra él, pero no le estaba gustando la forma en la que se estaba dirigiendo a ella. Así que al final, no se pudo resistir.

-Teniente, con su permiso, siento decirle que está en lo cierto -hizo una pequeña pausa para captar su atención antes de continuar- Me ha llamado la atención nada más verlo y comprobar su identidad. Y sí, tambien lo veo atractivo, más de lo que se pudiera imaginar. Es un placer comprobar que podré poner en práctica todos mis conocimientos sobre enfermería sobre un individuo de su raza. Es un aliciente para mi tener a mi cargo el bienestar de alguien no humano. Supondrá todo un reto añadido a la de unirme a esta nave y a su tripulación. Siento que mi mirada le molestase, pero es defecto profesional. Mis disculpas.

Dalira seguía en posición de firme ante el teniente aunque interiormente se preparó para la lluvia de improperios que podía caerle en los siguientes minutos o tal vez de una patada en el trasero que la metería directamente en la primera nave que la llevara lejos de la Hidden Truth. Sería su servicio más corto en una nave, pero aceptaría las consecuencias de sus comentarios.

Xaar Ixval tomó las órdenes que se le tendían y les echó una escueta ojeada, sin aclarar a la humana si aquella nave que ella señalaba era la Hidden Truth o no. 

- No, no cuenta con mi permiso, ni con mis disculpas. De hecho, le dejé bien claro que su opinión no me interesaba - dijo secamente devolviendo las órdenes a la alférez -. Respecto al resto de sandeces que su boca parece incapaz de contener y barbota sobre su superior, que en esta ocasión lamentablemente soy yo, permita que le formule una serie de preguntas. Reconozco que su deficiente sinapsis despierta mi interés - su tono aburrido, por el contrario, parecía desmentir aquel interés manifestado -. En primer lugar, dice haber comprobado mi identidad. Lo máximo a lo que concibo usted puede haber llegado es a determinar mi rango, algo que desde luego no representa una especial dificultad. En consecuencia, ¿qué identidad es esa? En segundo lugar, manifiesta una presunción desmedida al asumir que mi bienestar dependerá de usted. ¿Qué le hace pensar que tal cosa ocurrirá? Salvo que sepa más que yo, claro, aspecto este acerca del cual permítame tener serias dudas. Y en tercer lugar, ¿cuáles son sus conocimientos en biología In´Valian? Lo digo porque ante el improbable caso en que mi supuesto bienestar dependiera de sus patentes y limitadas capacidades e intelecto, ¿qué solución me ofrece a la Enfermedad Consumidora que devora a mi pueblo? - el rostro de Xaar se inclinó lateralmente, como si realmente deseara escuchar sus respuestas.

Dalira escuchó toda la parrafada del teniente sin pestañear ni una sola vez y solo abrió la boca cuando este calló esperando su intervención.

-Su rango es el de Teniente. Las órdenes recibidas contienen la indicación de presentarme ante el Teniente X.Ixval Mitaal en este astillero. Tal vez he supuesto demasiado al ver su rango y he sacado conclusiones precipitadas -el tono tranquilo de Dalira quedaba reflejado en su rostro, serio, pero tranquilo mientras hablaba- Respecto al conocimiento sobre la biología In'Valian tengo que reconocer que es cuando menos, escaso, por no decir nulo. Pero si en la tripulación de la nave en la que tengo que prestar servicio hay un individuo de su especie o de cualquier otra, me gustaría conocer los aspectos básicos de su biología que me ayudaran a dispensar los servicios básicos de mi puesto llegado el caso. Solo intento hacer mi trabajo correctamente sin descartar a nadie de la tripulación. De ahí lo de reto para mi. Y siento decirle que mi labor es solamente la de enfermera, así que no estoy capacitada para darle una solución a la conocida enfermedad de su raza. Solamente médicos e investigadores podrán ayudarles en ese aspecto aunque créame, si estuviera en mi mano poder dar con una solución, lo haría.

Dalira negó con la cabeza casi imperceptiblemente, un ligero matiz de impotencia ante la imposibilidad de aliviar el sufrimiento producido por el conocimiento de saberse poseedor de una enfermedad letal, la imposibilidad de tener la capacidad de encontrar una solución a aquello.

Las palabras que le estaba dirigiendo aquel ser eran directas y duras, pero Dalira no hizo acuse de recibo de ellas ni del tono en el que estaban siendo proferidas. Era un individuo de otra raza y sus consideraciones para con ella se basaban en otros esquemas, otras creencias, otras concepciones y conocimientos, así que, inicialmente y mientras que no afectara directamente al desempeño de su trabajo, no le daría más importancia de la debida.

-Teniente, ¿me permite preguntarle si es a usted a quien debo presentarme? Tal vez mi rápidez y el interés por incorporarme a la nave hicieran que me precipitara en mis suposiciones acerca de su identidad al comprobar su rango.

Presunción, ignorancia y osadía. Tres rasgos que Xaar había podido comprobar a lo largo de su existencia como los rasgos preponderantes y característicos de una humanidad cuyo único rendimiento real era el de su inconsciente y abrumadora capacidad reproductora. Un virus que crecía, parasitaba y acababa con su anfitrión. No negaba la presencia esporádica de elementos, de individuos capaces, mutantes entre los suyos. La mujer que hablaba no parecía ser uno de ellos.

- Sí, Alférez, ha supuesto demasiadas cosas - dijo devolviendo su cabeza a una postura erguida, evidentemente insatisfecho por su respuesta -. Y ese es un rasgo que deberá modificar por su propio bien. Por algún azar que no alcanzo a comprender y que no responde a los principios de un silogismo lógico, su suposición de que soy el Teniente Xaar Ixval Mitaal ha resultado acertada. Pero la casualidad no debería regir sus pasos. Es usted una militar y por ende, ¿enfermera ha dicho, no? - preguntó sin esperar respuesta alguna, ante lo que constituía una redundancia forzada y voluntaria -. Espero que en su trabajo se guíe por un conocimiento fundamentado y no por, ¿cómo lo llaman ustedes? ¿Intuiciones? Sígame.

Xaar comenzó a andar en dirección a la gran nave cuyo montaje había estado supervisando, sin fijarse en si la mujer humana le seguía o no. Ello no fue óbice para que él siguiera hablando.

- Soy el militar de mayor rango adscrito a esta nave. Es la única razón por la que debía presentarse ante mí. No hay nada que le deba hacer presumir que yo formaré parte de ninguna tripulación en la que usted esté destinada. No salvo confirmación expresa por mi parte. Respecto a sus capacidades, solo cuando la vea trabajar, hecho harto dudoso por su escaso interés, podré evaluarla. Hasta ese momento, permita que las ponga en tela de juicio. Lo visto hasta ahora no ha sido demasiado alentador - señaló con la concisión de quien enumera la tabla periódica -. De un lado está su ignorancia sobre biologías no humanas, una carencia que en su ámbito considero escandaloso. Máxime tras mencionar su fatuo deseo de dispensar auxilio a seres cuyas funciones vitales ni siquiera alcanza a imaginar. Y de otro lado, su mención de que solo médicos e investigadores podrían solucionar la Enfermedad Consumidora me permite aseverar que su ignorancia es absoluta al respecto. Sin embargo, ese no ha sido su peor traspiés pese a su indudable gravedad - dijo deteniéndose ante la nave -. Su tono ha mostrado ese extraño deje que la humanidad considera especialmente valioso y cuyo valor siempre he considerado no solo nulo sino perjudicial. Compasión. Alférez Dalira Eyesight, si desea hacer algo útil, fórmese en condiciones, actúe como corresponde a su rango y profesión y deje la compasión en el compartimento de descarga de su vida. Si no es capaz de ello, le aconsejaría que renuncie a su actual puesto, regrese a la vida civil y se dedique a algo más productivo.

Xaar Ixval se volvió en última instancia hacia ella.

- Bien, ya se ha presentado ante mí como exigía el protocolo. Puede retirarse y buscar su alojamiento, en el caso de que haga caso omiso de mi última recomendación. Hallará en diversas zonas de esta estación paneles que le indicarán su destino. Bastará con que se identifique. No es muy difícil.

Tras sus últimas palabras, el in´valiano prosiguió su andar hacia la nave, en torno a la cual varios técnicos pululaban, sin duda a la espera de que concluyera su charla. 

Dalira caminó tras el teniente escuchando la arenga que estaba soltando. Estuvo tentada de contestarle con lo que se le estaba pasando por la cabeza a los comentarios ácidos que estaba lanzando contra ella, pero tras un par de respiraciones profundas y en recordarse más de una vez que el ser que tenía delante de ella era un superior directo y por ende de mayor rango de la estación espacial, decidió simplemente hacer una pequeña anotación sobre algo que parecía no haber quedado claro o simplemente para ella había sido evidente, no así para el teniente, y que no podía dejar pasar por alto.

-¿Escaso interés en el desempeño de mi labor? Lo dudo. Tal vez no el suficiente desde su punto de vista que, evidentemente, no tiene que coincidir con los cánones humanos al respecto. Pero le puedo asegurar que si usted forma parte de la tripulación de la nave, procuraré aprender sobre su raza. Y si no es usted sino que es cualquier otro individuo de otra raza el que suba a esa nave, lo haría igualmente. Tengo una labor que cumplir y procuraré poder dar mi servicio a todo el que lo necesite. Antes, pensé que si era parte de la tripulación podía ayudarme usted en ese aspecto.

Dalira continuó caminando tras el teniente hasta que este se detuvo ante la entrada de la nave.

-He llegado hasta aquí y no voy a volverme por donde he venido, teniente. Buscaré mi alojamiento. Gracias por el recibimiento -le contestó irónicamente.

No iba a servir de nada intentar explicarle un par de cosas a aquel tipo que parecía que solo había respirado aire enrarecido desde que había nacido. Compasión. Así que los in'valian eran una de esas razas espaciales en las que la conocida frase "por el bien de la mayoria" se llevaban hasta las máximas consecuencias sin importar los daños colaterales de las decisiones tomadas. Compasión. Un ser sin compasión era un arma perfecta para ciertas actuaciones, para ciertos trabajos, y no dudaba de que ese teniente había llegado a su puesto haciendo gala de una ausencia absoluta de compasión. A los últimos cinco minutos había que remitirse, menuda bienvenida le había dado. Pero para un médico o una enfermera como ella, desde el punto de vista humano, la ausencia de compasión era completamente descartable. Pero ahí estaba la diferencia, desde el punto de vista humano.

Dalira se dio la vuelta, decidida a encontrar el alojamiento reservado para ella y deseando perder de vista a aquel ser, pensando en que ojalá el teniente solo estuviera destinado a trabajos en el astillero y que, una vez que la Hidden Truth despegase varios años luz los separasen para siempre.

Sistema Thasis: Estrella amarilla brillante. Planetas: 8.

Cinco primeros planetas tamaño terráqueo, los dos siguientes gigantes gaseosos con anillos, y el último un planetoide pequeño.

Tharsis I y II deshabitados e inhabitables.

Tharsis III: Atmósfera de metano. Colonia minera e industria metalúgica de importancia.

Tharsis IV: Atmósfera baja en oxígeno. Planeta árido habitable aunque inhóspito. Muy rico en recursos naturales. Potente desarrollo minero e industrial. Importante comunidad orbital de satétiles artificiales y estaciones industriales, científicas y de comunicaciones.

Tiene dos lunas, la segunda rica en metales pesados y la primera en elementos radiactivos. Ambas tienen importantes minas robotizadas financiadas por industrias Noro.

En órbita a la segunda luna hay una Estación Astillero CAF. El astillero produce cazas, lanzaderas, corbetas y cruceros pequeños, así como naves de exploración. También repara y modifica naves grandes.

- El Capitán de Navío Prescott es Comandante-Director del Astillero y Base Orbital Tharsis.

- Su mano derecha es el Mayor Kindlemann.

- El círculo exterior de la estación es un gigantesco muelle espacial, donde atracan las naves. Tiene gravedad artificial y en aquellos lugares donde no hay techo, existen campos de fuerza que impiden que se escape la atmósfera.

- En los muelles es común ver operarios, robots, vehículos de carga, grúas cargando material y todo tipo de maquinaria pesada.

- En el muelle en el que está anclada la "Hidden Truth" el oficial presente de máxima graduación es el Teniente Ixvaal, quien tiene ya órdenes de embarque para la "Hidden Truth", que va a ser su siguiente destino. Le ha tocado la ingrata labor de supervisar el ensamblaje final de la nave, pese a que es un oficial científico, y no de ingeniería, por tanto no es su especialidad.

- La Alférez Stampthon también va destinada a esa nave, como oficial sanitaria. Se espera la llegada de otros seis tripulantes (cinco humanos y un servo). Los nuevos tripulantes humanos son conocidos de Stampthon, pero no de Ixvaal. Ixvaal sí sabe que no capitaneará él la nave, sino que habrá otro oficial al mando.

- Transcurren unos pocos días.

- La Alférez Sanitaria se instala y se ocupa de que la Enfermería cuente con el equipo necesario.

- El Teniente Ixval observa como los estibadores cargan gran cantidad de alimentos y otros suministros en la nave durante estos días.

- Llega un mensaje de la torre de control principal: La PackMaster Class Carriership "Orgullo de Hroff" llegará en menos de doce horas. En ella van el resto de tripulantes asignados a la "Hidden Truth".

El único y escasamente interesante cambio en la rutina de Xaar Ixval en los últimos días, había sido la llegada de la Alférez Sanitaria. Tras la breve presentación y la charla mantenida, no había vuelto a coincidir con la mujer, cuya existencia ni siquiera había recordado, estatus que hubiera permanecido inalterado de no ser por la recepción del mensaje de la llegada en la próximas horas de una nave con lo que restaba de la tripulación que habría de poblar la Hidden Truth, hecho este que le llevó, invariablemente, a recordarla.

Las últimas jornadas habían sido un constante ir y venir de estibadores que habían sustituido la inicial carga de toneladas de chatarra por la de alimentos y demás suministros. Evidentemente, había prisa por rematar el trabajo, pero ¿cuáles eran las pretensiones de quienes habían ordenado la construcción de la Hidden Truth? Pretender pese a los, en su opinión, poco sutiles intentos de enmascararamiento, hacerla pasar por un carguero de mercancías superpesado era cuando menos absurdo. Él sabía perfectamente que no era tal cosa. Por no olvidar todo el secretismo imperante acerca de los miembros que habrían de ocuparla. Xaar Ixval no olvidaba dónde se encontraba, el Sistema Tharsis, ni lo que se hallaba no demasiado lejos de dicho sistema. Un proceso mental basado en la lógica, y sin más referentes que los que él mismo contaba, llegaría rápidamente a una única conclusión. El Consorcio de Mundos Civilizados había decidido fletar aquella nave con un único propósito. Llegar al sector Thom, atravesando el vecino agujero de gusano, cumplir una desconocida misión y hacerlo el primero, es decir, antes de que lo hiciera la competencia, que no era otra que el Imperio Transgaláctico.

Al igual que en ocasiones anteriores, Xaar Ixval decidió recorrer los pasillos del supuesto carguero a la búsqueda de cuanto pudiera confirmar sus sospechas. Una realidad sin datos solo era una ilusión.

TENIENTE IXVAL:

- Inspeccionas las bodegas de carga y el enorme hangar de la nave. La mayor parte del cargamento son mechas semi destrozados de modelos no estandar en el Consorcio de Mundos Civilizados.

- Hay variantes ágiles, seguramente con capacidad de vuelo, catalogados como "VF-2SS". Una rápida consulta en la base de datos de la nave te informa de que las VF son Valkyrie Fighter o Veritech Fighter, un tipo de mecha transformable. Al parecer toda esta tecnología recibe la denominación de "Robotecnia".

- También hay unas cuantas variantes toscas y pesadas, catalogadas como "Destroids". Al parecer se pueden usar como defensa a bocajarro sobre el casco de una nave, o como defensa terrestre contra fuerzas aéreas.

- Al llegar al Puente de la Nave activas sin problemas la terminal del Oficial Científico, que responde de inmediato ante una rápida lectura de retina y sensor de voz. Con suprema facilidad obtienes una lectura de la nave que se aproxima e incluso una imagen para la pantalla prioncipal del Puente.

PACKMASTER CLASS CARRIERSHIP:

- Tripulación: 1500 (incluyendo oficiales).

- Capacidad de Tropas: 3000 pilotos y copilotos, 5000 tropas, una fuerza de 350 tanques y 1200 mecha/armaduras potenciadas.

- Velocidad: Mach 7 en el espacio. No puede volar en una atmósfera.

- Autonomía: Un año.

- Tamaño: 305 m de altura y anchura, 1600 m de longitud.

- Desplazamiento: 50 millones de toneladas.

- Sistema de Potencia: Antimateria, con una vida útil promedio de 50 años.

- Complemento de naves: 600 cazas, 320 Silverhawks, 30 Battlerams, 50 Lanzaderas de Asalto.

Xaar Ixval se tomó su tiempo. Su registro solo podía ser calificado de minucioso y metódico, algo que en el caso del in´valiano no podía ser de otro modo. Tomó medidas, catalogó y registró todo en su computadora personal del bolsillo, de pie, firme en su exoesqueleto en medio de aquel extraño cementerio metálico. Los desproporcionados ojos de Xaar en relación a su cabeza, se entrecerraban periódicamente, y escuetos uhm eran el único sonido que poblaba el silencio de las bodegas primero y del hangar después. Largos y delgados dedos tecleaban rápidas órdenes a la base de datos portátil y una cascada de imágenes se iba sucediendo a otra conforme sus peticiones eran procesadas.

- Confío en que uno de los tripulantes por llegar sea capaz de organizar este desastre y montar algo mínimamente eficaz y útil a partir de esta basura robotécnica - murmuró para sí, tras observar y absorber cuanto la pantalla de su computadora le ofrecía acerca de las características de aquella maquinaria y sus estadísticas de combate -. Una misión en principio problemática y tendente al enfrentamiento. ¿Lo llamarán defensa preventiva?

Tras cerrar la pantalla se encaminó al puente de la Hidden Truth. No tuvo dificultad para dar con la terminal del Oficial Científico, plaza que habría de ocupar él salvo órdenes expresas en contrario. Tras los protocolos de activación, la pantalla principal del puente se iluminó ofreciendo la imagen de la nave que pronto atracaría en los astilleros.

Xaar procedió a desactivar su terminal y regresó sobre sus pasos hasta salir de la Hidden Truth. Su mente era un torbellino acerca de lo que estaba por ocurrir, algo que, cuando menos, no le pillaría totalmente por sopresa.