Partida Rol por web

Al ver que volvemos arriba, tengo que contener la risa por la situación tan absurda. Miro a mis dos compañeros, especialmente a Morrigan y me pongo las manos en la cintura y los ojos en blanco

- Creo que nos habíamos dejado algunas salas que explorar abajo, aunque si no queréis seguir no voy a ser yo quien vaya solo... ¿Pero no deberíamos coger al menos los huesos a por los que hemos venido? Que sí, que están llenos de carne podrida y babas de skuldr pero eras tú la que quería ayudar, ¿no? ¿Bajamos, los cogemos y nos vamos? - pregunto, sin moverme de la plataforma, ya preparado para darle a la palanca de vuelta.

- Eso parece.- contesta la peliblanca a Ekron y Morrigan. Mientras se apoya en una pared, se la podía notar algo cansada pero no por ello menos dispuesta.- Quizás, podíamos ir a los dormitorios de aquí y coger lo que queda de sus sábanas para cargar los restos. No es que vaya ser muy respetuoso pero será mejor que cargar con ellos a pelo, ¿no?

La posibilidad de obtener beneficios de este paseo tan horrible me hace frenar en seco - No sé de qué va eso de los huesos y tal, pero tal vez encontremos algo de valor. Cuanto antes vayamos, antes terminaremos...

Me encojo de hombros, asintiendo a la propuesta de Meriel. 

- No es mala idea. Al menos es mejor que llevarnos los restos en brazos. - comento, haciendo un gesto para que suban a la plataforma y podamos volver a bajar. Se me escapa la risa al oír a Ekron - Creo que ya te lo habíamos contado... O no, pero bueno. Nos pidió Wirtan que volviéramos a por los huesos o restos de los sacerdotes del templo para poder darles una buena sepultura. Y sí, el mismo Wirtan al que estaban esperando y seguramente si hubiera llegado antes a avisarles, no habrían perecido todos... Imagino que busca algún tipo de redención con esto. Aunque poco puede hacer ya. - digo bajando un poco la sonrisa. 

Se había olvidado por completo de Wirtan. Su mente embotada y cansada no daba para mucho más. Crujió con cuidado su cuello con un par de leves movimientos y asintió a Feniel _{- teneis razón. Vayamos -} su voz ya de por si susurrada sonaba arrastrada y bajo mínimos.

Se aseguró que el cuadúpedo estaba cerca de ella y no se quedaba atrás mientras escuchaba la idea de la otra mujer. Ella parecia tener la mente más lucida pues era un buen punto a tener en cuenta

Morrigan comprueba, tranquilizándola, que Perro no se ha separado de ella y está atento para seguirla hacia donde vaya. Por su parte Meriel al ver que estáis de acuerdo espera a que alguno le acompañe y vuelve con los restos de mantas y sábanas que aún podían usarse.

Ya preparados volvéis abajo para el nada agradable trabajo de recoger los cuerpos y después de unos diez minutos nada agradables termináis vuestra labor.

Por otra parte la curiosidad de los dos hombres es bastante grande y terminan por retroceder aún más pasos y avanzar hacia las salas que habían dejado atrás. Por lo que se separan de las mujeres para que Morrigan pueda descansar un rato bajo el cuidado de la peliblanca y su fiel chucho.

Ekron y Feniel, bajo la promesa de volver pronto, avanzan por las catacumbas dejando a las mujeres en el piso de arriba. Afortunadamente para ellos parece no haber ninguna sombra o bestia más acechando las abandonadas salas y pueden comprobarlas con bastante tranquilidad.

Por un lado encuentran una pequeña sala con un altar y escombros de lo que debían ser ídolos en algunos de sus arcos. Claramente una sala de rezo como la del piso de arriba pero más pequeña y probablemente dedicada a los rezos más privados y ocultos de la orden.

Además de ello encuentran una habitación donde los restos de una puerta con cerradura indican que debía ser de claustro, para la meditación profunda y rezos solitarios. Al igual que en otras salas el símbolo de Eothas se encuentra engravado en el suelo y destaca un relieve de un rostro solar en una de las paredes.

Por último y no menos importante, encuentran lo que parece una morgue o cripta. Con varias tumbas menores y un sarcófago en el centro que destaca por ser más elaborado.

Meriel ayuda a Morrigan a sentarse para que descanse en la sala del piso de arriba para así evitar el mal olor estancado mientras el bardo y el hechicero se marchan para terminar de saciar su curiosidad.

Una vez ve que ya está lo más cómoda que puede estar en un suelo de piedra de un templo abandonado y hasta hace poco infestado de bestias le pregunta con calma.

- Si quieres, mientras eso dos cabezas de chorlito terminan de asustarse y volver ante la mínima trampa puedo intentar analizar el anillo que has encontrado.- aunque se refiere a ellos de esa manera, se puede notar que está algo preocupada y que realmente busca una excusa para mantener la mente ocupada.- Y ya de paso me puedes comentar como has terminado viajando con ellos, ¿qué te parece?

Una vez le entregas la sortija, la mujer empieza a dibujar un pequeño circulo en el suelo con tiza. Poco a poco le va añadiendo detalles con runas más o menos detalladas y algún símbolo que te resultaba familiar pero no estabas segura del todo. Al poco rato coloca el anillo en el centro. Hasta ese momento te estaba escuchando e incluso preguntando algún detalle sobre lo que le comentabas, sin embargo ahora te hace un gesto de disculpa y empieza a concentrarse cerrando los ojos, la tiza empieza a brillar con un tono violáceo y generan un aura alrededor de la joya que termina por elevarse apenas unos centímetros en el aire manteniéndose así durante un par de minutos. Finalmente sonríe y te devuelve el anillo.

- Como no se podía ser de otra manera de un clero solar. Este anillo protege contra el frío, invoca el calor del sol y protege a su portador de las temperaturas más extremas. Sin lugar a dudas una buena recompensa para una buena acción.- te explica con tranquilidad y afirmando con la cabeza.

Después de despedirnos de Morrigan y volver a revisar lo que nos falta del lugar, no puedo evitar sentirme aliviado al ver que lo que quedaba de skuldrs estaba en la sala que habíamos ahumado. Eso o hemos tenido la suerte de no encontrarlos... 

En la primera sala, me acerco a lo que parece más obvio que falta por revisar, que son los escombros. En la segunda sala, la verdad es que no veo nada que sea realmente interesante... Excepto el relieve del sol en la pared, por lo que me acerco a él y miro a su alrededor por si hay alguna forma de empujarlo o abrirlo. Y respecto a la tercera sala...

- Eh, ya sé que dijimos de buscar algo de valor... Y la del centro es la más bonita, eso no te lo niego... Pero, je, tampoco vamos a ponernos a abrir tumbas, ¿no? - pregunto a Ekron, alzando una ceja sin tener muy clara su decisión al respecto. Que si decide abrir la tumba, yo le ayudo... Pero no quiero ser el único que se coma una maldición.

A ver si lo entiendo - digo mientras sigo a Feniel - Morrigan y tú salís a haceros arrumacos ¿Voy bien? Entonces el tal Wirtan os interrumpe teniendo la desfachatez de recibir una paliza. Os cuenta una triste historia de no-sé-qué huesos que están aquí y que quiere enterrar para darles un descanso eterno y tal. Por cierto: cosa que creo que acabamos de hacer cuando acabamos con aquellos espectros o lo que fueran. Ya sé que eres bardo y eso, pero la próxima vez que pregunte qué hacemos en un sitio no me lo vayáis contando por capítulos ¿de acuerdo?

Pues vaya, yo que pensaba que íbamos a arreglar algo de esas extrañas visiones. En fin, podría decirse que ha sido divertido. Al menos, más que mirar al techo en la posada o ver las tendencias de decoración del señor local.

Lo de saquear tumbas no lo veo - contesto a la pregunta - Por hoy ya he tenido mi ración de muertos sin descanso y no estoy por interrumpir el de otros. No quiero fantasmas, espectros, aparecidos, ghouls, ghasts, momias ni zombies intentando morder mi maravilloso trasero.

Al final parece que no voy a sacar nada de valor de aquí - Bueno, ha sido un viaje interesante. Creo que este sitio tiene la temperatura y humedad adecuadas para instalar una bodega. Tendré que enterarme de si este sitio tiene dueño y, si lo tiene, saber cuánto pide por él. Es difícil mantener la sacralidad de un lugar cuando una horda de bichos orejudos lo han estado usando de comedero, vivienda y letrina...

Mientras el par de dos discuten sobre sus cosas no tardan en explorar los lugares que faltan.

En la sala del pequeño altar, Feniel encuentra varios saquillos entre los escombros que resultan ser algunas reservas de dinero y gemas. Sin embargo lo que realmente le llama la atención se encuentra en el altar, escondido en un falso fondo descubre varios pergaminos de conjuro y una redoma con un líquido anaranjado.

Por otro lado cuando fueron al claustro el bardo necesito la ayuda del hechicero para encontrar un pulsador que abría un pequeño receptáculo en el que había 5 frascos con un líquido rojizo.

Finalmente en la cripta tienen la decencia de no abrir ninguna tumba, incluso el gran sarcófago que tanto llamaba la atención. Por supuesto eso no quito que rebuscaran por los alrededores, donde Ekron termino encontrando un saco con polvo en su interior. Al principio no parecía nada destacable pero ya fuera su naturaleza mágica o su nariz para los negocios. Pero tenía seguro de que podría sacarle algo de partido.

La guerrera agradeció la ayuda de la mujer mientras se sentaba, estirando ambas piernas y cruzándolas a la altura de los tobillos. Mientras, su espalda, buscaba el consuelo de una de aquellas columnas. Dejó escapar un leve suspiro mezcla de dolor y alivio. Siguió con la mirada la trayectoria del perro hasta que sus ojos se clavaron en la mujer.

_{- Si. Claro -} se lo tendió antes volver a abrir la boca _{- Viajabamos juntos. Fuimos los únicos supervivientes -} compuso un mohín de resignación. Solo eso les había mantenido unidos desde entonces. Y aunque había tenido algunos pensamientos y sentimientos extraños hacia Feniel, sabía que si se separaban, no tardaría en olvidarlo.

Mientras observaba los gestos de la hechicera jugueteó sigilosamente con sus collares y esperó paciente a que acabara sin interrumpirla.

_{- Te estoy muy agradecida. Ahora me siento en deuda -} y era verdad. _{- Si necesitas algo no dudes en pedirmelo. Si está en mi mano... -} se colocó el anillo un poco más contenta, sintiendose un poquito más invencible.

Al principio Morrigan tarda un poco en caer cual era el origen del símbolo pero estaba segura de que su padre le había hablado de él. Así que gracias al tiempo que se toma para realizar el ritual de identificación consigue recordar que es el símbolo de un dios. En particular de Wael, dios de los secretos y conocimientos, suele ser adorado por la mayoría de eruditos y estudiosos y ciertamente tiene un gran dominio sobre la magia.

- Hmm, curioso por como os tratabais diría que os conocíais desde hace tiempo. Nada malo en ello, pero se nota cierta familiaridad entre vosotros.- comenta la peliblanca con clara curiosidad.

Por otro lado cuando te devuelve el anillo, ella se levanta y hace un poco de estiramiento.

- Lo tendré en cuenta.- contesta a tu oferta de ayuda mientras sonríe.- No te preocupes, no me aprovecharé demasiado. Al fin y al cabo si no nos cuidamos entre nosotras quien lo hará...

Anda mira, priva y lectura - digo mirando el pequeño botín. Realmente es más de lo que esperaba - Ya te dije que este sitio sería una buena bodega - me prendo la bolsa de polvo en el cinturón - Y además un saco de polvo misterioso. A menos que te ofrezcas a probarlo habrá que llevarlo a un alquimista - Despliego uno de los pergaminos para intentar leerlo - Bueno, vamos a ver qué hay por aquí...

_{- Si, Feniel siempre parece conocer a todo al mundo y le encanta regalar piropos y adulaciones a toda hembra con la que se cruza unos segundos -} recolocó el culo en el suelo, pues muy cómodo no era y necesitaba una mejor posición. Realmente se estaba extralimitando, pero no recordaba haber llevado otro encargo de su padre que le hubiera exigido tanto como aquel. _{- Y Ekron... tiene buen corazón aunque me cuesta pillar muchas de las cosas que dice -} se encogió de hombros pues realmente no es que fuera algo que le molestara. Solo lo contaba por compartir

_{- Cuanta razón llevais -} sonrió amistosa y algo cansada también cuando ella mencionó que las féminas tenían que ayudarse mutuamente. _{- Aunque mi Kyth no es que me haya granjeado muchas simpatias y ayudas -} su semblante no denotaba angustia ni malestar. Era algo que había asumido hacia mucho y lo comentaba con naturalidad. Cambió de tema

_{- ¿sois de aquí? He podido reconocer el símbolo de tu ritual. Mi padre me habló de él -} Se apreciaba sincera curiosidad

- Es una buena historia, lo acepto. Pero necesita algunas correcciones. - respondo a Ekron sonriendo - En realidad habíamos salido a buscarte después de que tú te fueras a hacer arrumacos con la peliblanca. Por el tema de que habíamos empezado a ver el pasado de la persona que teníamos al lado, y ya sabes que aquí no hay dos sin tres. Llegamos al templo, Wirtan efectivamente había tenido "la desfachatez de recibir una paliza" y sí. Así que además de llevarle a la posada y darle un besito de buenas noches, Morrigan decidió que "eh, por qué no, vamos a ayudarle". - me llevo la mano al pecho con gesto ofendido - ¿Y cómo esperas que venda más por mis historias? Nah, te lo habría contado mejor si no hubiésemos estado rodeados de monstruos. Y para ser sincero, esperaba que Morrigan explicase por qué quería ayudar a ese tipo. Pero imagino que si hay huesos involucrados, es su rollo. - bromeo pensando en nuestra divina favorita. 

Después de investigar las salas más o menos a fondo, parece que hemos conseguido un buen botín con la tontería. Me quedo mirando los frascos, intentando reconocer algunos de ellos, y luego echo un vistazo a los pergaminos... Aunque antes de que pueda ponerme a leer, algo de lo que dice Ekron me hace estallar en carcajadas, sin pensar mucho en lo que nos pueda haber oído.

- ¡Ay, jajaja...! Pensaba que tú eras el listo de los dos... Así que por favor, no lo llames priva. - le digo limpiándome las lágrimas, mirando después la botella - Aunque si funciona como el vino, que cuanto más viejo mejor... ¿Quieres que lo probemos o no? Ah, y sabes que eso de probar sustancias desconocidas siempre acaba en situaciones graciosas e incómodas, ¿verdad? - le digo con una sonrisa, acercándome y pasándole el brazo por encima de los hombros - ¿De verdad quieres que pruebe el polvo misterioso, en una cripta oscura y vacía, estando los dos solos? Vaya, vaya... No sabía que te iban ese tipo de cosas, Ekron... - susurro con una sonrisilla traviesa y dejando entrever por dónde iban los tiros. Mientras se decide a responder, aún sin soltarle cojo otro de los pergaminos y lo empiezo a leer sin perder la sonrisa - Eso sí, dime que no estás pensando de verdad montarte una bodega en este sitio, por favor.

Tampoco te creas que fue la gran cosa - suspiro - Resulta que tuve la feliz idea de comentarle una visión que tuve sobre ella y no veas cómo se puso. Bueno, eso y mi bocaza. Siempre me han dicho que miento demasiado mal para ser un buen comerciante, qué le vamos a hacer.

¿Pero qué rayos...? - intento evitar que se arrugue el pergamino cuando Feniel se me echa encima - Bueno ¿Por qué no? - resguardo el pergamino con una mano y con la otra le rodeo la cintura - Te enfrentas a arañas gigantes, máquinas incomprensibles, visiones desquiciantes, bichos nauseabundos, fantasmas cabreados... ¿Y te da miedo un poquito de polvo? - subo la mano hacia su nuca haciéndole cosquillas - Curioso. Es cálido pero no quema - jugueteo un poco con su pelo - ¿Sentiré lo mismo si te beso?

¿No quieres caldo? Toma dos tazas...

- Oh, vaya... Y yo que pensaba que tenías una lengua de plata. - comento con una sonrisa, desviando la mirada. Vaya hombre, entonces no tenía por qué ser amable con ella. 

En cuanto veo que Ekron me sigue el juego, se me amplía aún más la sonrisa y decido que el pergamino... Puede esperar un poco. Me lo guardo con la otra mano y me giro lo suficiente como para quedarme frente a él. 

- Ah, pero qué cosas me dices... Ni que hubiera pasado por todo eso yo solo. Seguro que tú también tienes curiosidad por probarlo. - me río suavemente al notar cómo hace el tonto con mi pelo y en el momento en el que me pregunta eso, dejo de reírme, pero sin disminuir la sonrisa. Con la mano libre, le tomo de la barbilla y me paso la lengua por los dientes, mirándole fijamente - Eso... es algo que me puedes decir tú mismo. 

Sin esperar respuesta ni queja, tiro un poco de él hacia mí y le doy un largo y apasionado beso, saboreando el momento todo lo que puedo y parando cuando ya necesito tomar aire. Después suelto un ligero suspiro y me empiezo a reír, con los ojos brillando ligeramente más que antes y el pelo refulgiendo algo más hacia arriba. 

- ¿Y bien? ¿Algún avance en tu investigación? - pregunto con una sonrisa pícara, aún sin hacer ademán de apartarme.

Acepto el beso de Feniel, disfrutándolo hasta que la necesidad de aire nos obliga a detenernos. No es mi primer baile con un hombre y si el bardo se cree que me voy a conformar con eso va listo - Cuando un buen investigador resuelve una pregunta pasa a la siguiente - Me arreglo la ropa y me dispongo a volver con las chicas - Y en tu caso lo que me pregunto ahora es si tu vello corporal también es fuego - Paso junto a él y le doy una palmada en el trasero - Quizá quieras responderme a esa pregunta ...- lo miro con ademán provocativo - en algún momento...