Partida Rol por web

Un día como otro cualquiera, en una fecha no escrita todavía, el sol hace pocas horas que ha salido, el sonido de las olas chocando con el astillero, y el de los marineros saliendo en sus barcos al mar, es como cada mañana, estimulante.

La ciudad?, que importa, el lugar?, aún no está claro, sea como sea, el destino para el que cada persona a sido preparado, comienza a tomar forma, ahora lo que aquí se relata son sus comienzos, como nuestros héroes forjarán su primera amistad, una amistad que los llevará al mas grande de los tesoros o a la mas terrible de las muertes.

Aquí comienza la historia del Mal Fario, la historia de su capitana Reese GoldenSkull, y lo que a ella y sus camaradas les tiene reservado el futuro ...

Reese se caló el sombrero cuando salió de su estupor al contemplar el magnífico navío que ante ella, con amarre pagado por el Comodoro Silverskull, su padre, se alzaba ante ella... A su lado, su recién nombrado segundo al mando y único miembro de su tripulación actualmente...: Asbjörn Urthson, a quien ella llamaba "Little Björn".
Carraspeó. No había en el mundo nada que debiera dejar boquiabierta a una pirata como ella... Así se lo dijo su rufián padre antes de regalarle el barco por su veintiuno cumpleaños...
No obstante, el viejo lobo de mar había sido claro:

"Tendrás un barco... Busca a la tripulación, no voy a perder el tiempo en ello y será una buena manera de mostrar tus dotes como capitana."

Reese habría ladeado una sonrisa de autosuficiencia y compañerismo, pues en eso se basaba la relación con James Silverskull: eran más compañeros de pillaje y amigos que padre e hija, pues el comodoro era un hombre duro, que quería convertir a su única descendiente (reconocida) en aquello que él mismo era... Un ser cazador de fortunas y emociones...

Contaba con otro miembro en su tripulación: Una cocinera increíble, también conocida por sus malísimos enfados y sangre fría... Bai Neleng, hija de un buen amigo de su padre, Xon-su-Yeon Neleng, más conocido como "el Carnicero de Singapur", capitán difunto del hundido "Yin-Yue"*, perteneciente a la flota, habitualmente conocida y temida por sus tres abanderamientos rojos, del Comodoro Silverskull.

Tortuga brillaba en una mañana excelente, Bai ya había estado ahí y visto el barco, tras lo cual se dió prisa en buscar formas de abastecerlo mientras Reese y Björn se ocupaban de juntar una buena tripulación...

Se decía que un vigía del pequeño mediterráneo se había dejado caer en Tortuga y había demostrado en uno de los barcos de su padre una capacidad magnífica en su puesto... También le habían informado sobre la presencia de un español que al parecer, era un verdadero espectáculo a la hora de empuñar la espada. Alguien se lo había dicho, pues al fin y al cabo, Reese no era famosa sólo por ser el retrato del alma de su padre, sino también por poseer una belleza que pocas veces se había visto en tierra o mar...

- Bien... Ya sabemos que hay un vigía llamado Iskandar Seabdule y un espadachín español, Ramírez Quiroz, que estarán, según me han dicho, prácticamente esperándonos - comentó a Asbjörn con una sonrisa lobuna - ... Está bien: A la taberna se ha dicho. No hay como ir a ese lugar si buscas a alguien sin barco...

Desde su llegada a Tortuga, hace más de veinte años, la presencia de Asbjörn en aquella isla no pasó desapercibida a nadie... Bien poco se conocía de su pasado, aparte de que llegó de forma abrupta e inusual desde el Viejo Mundo, pero su torso y su rostro llenos de cicatrices hablaban de una vieja y, probablemente, dolorosa historia...
Bajo las órdenes del comodoro pirata James Silverskull durante todo ese tiempo, cuando no se le encontraba blandiendo su enorme hacha, su gran espada o su lanzable martillo de guerra, se le veía en compañía de Reese Goldenskull, desde que fuera una niña, y de Bai Neleng.

Se le conocía una brutalidad y un arrojo en las batallas propios de un hombre que no conoce el miedo, así como una lealtad tal hacia James Silverskul que, probablemente, sería capaz de dar su vida por él, de buen grado... Y ahora, por inercia, también la daría por su hija y actual capitana.
Con el rostro apacible y tranquilo seguía los pasos de Reese, a quien llamaba por su nombre de pila a menos que se encontrasen en público...

-Sí... Respondío con su fuerte vozarrón, mientras caminaba. Buen lugarrrr parrra buscarrr alguien sin barrrco, o también pelea... Última vez que irrr encontrrrarrr tanto prrroblema que parrreserrr Ragnarök... Después serrr bueno irrr a ayudarrr a Bai, serrr pequeña parrra llevarrr mucha carrrga... No prrroblema parrra mí...

- Deja a ese diablo de ojos rasgados que se busque la vida... Cuando tengamos tripulación será más sencillo abastecer el barco, es un razonamiento plenamente lógico... - Reese echa andar en dirección a la taberna - Y no sufras: Ya sabes que Bai-Bai sueña con el Ragnarök dulcemente todos los días...

Asiento, sonriente, sin cambiar la expresión tranquila del rostro.
-En Vikingheim cosas serrr más fasiles... Trrripulasión prrreparrrada y dispuesta cada día... No prrreocuparrr porrr motines, todos conosidos... Esperrro no encontrrrarrr marrrinerrros rrrebeldes... Tenerrr bastante con corrrsarrrios y estúpida marrrina rrreal... Escupo con fuerza al suelo, despectivamente, a un lado. Basurrra...

- Oh, desde luego, no podría estar más da acuerdo contigo - concede Reese, llegando a la puerta de la taberna y abriéndola.

Cuando una mujer hermosa entra en una taberna de Tortuga, se suelen acontecer una serie de gritos groseros y proposiciones más que indecentes por parte de los rufianes que la componen, no obstante, la belleza de Reese iba más allá, y no sólo eso, si no que la conocían bien: sabían quién era su padre, y sabían que no es malo tentar al diablo, por lo que, en lugar de las groserías, como mucho se oía un silbido mientras varios sombreros se inclinaban (los más educados), y el resto callaba antes de, segundos después, proceder a continuar la rutina de taberna.
La presencia de Asbjörn también silenciaba muchas bocas, pues si en Reese lo que asustaba era la fama y su linaje, en el nórdico lo terrible quedaba patente en sus dos metros diez de rígida musculatura, amen de un ceño que prometía ser un hombre que no pestañeaba al abrir en canal a una persona con sus propias manos.

Reese se detuvo, en un alarde de seguridad en sí misma, cruzada de brazos, en medio de la taberna...:

- ¡Ramírez y Quiroz! - gritó, con voz clara y firme - ¿Alguien responde a ese nombre o conoce al mencionado?

Con una botella de ron en la mano solo he levantado la cabeza cuendo he escuchado mi nombre, mientras mi mano va a la empuñadura de la ropera que cuelga como siempre de mi cinturon, cuando giro la mirada me encuentro con que es una bella mujer la que pregunta mi nombre

¿Sera una estratagema de algun mercenario?, no creo, aqui en tortuga no

Me levanto de la mesa la botella todavia en la mano izquierda y me acerco a la mujer que acaba de preguntar

Ese es mi nombre, puedo saber quien es la belleza que parece venir buscandome?

Reese sonríe burlona...

¿Un pirata de buen ver? Debe ser mentira...

- No intente acercarse a mí con un nombre falso, señor... Estoy buscando al espadachín Ramírez y Quiroz, cuando le haya encontrado tendremos tiempo de charlar... Pero vos teneis muy buena planta para ser el espadachín del demonio que ando buscando... - hace una pausa para aumentar de forma desafiante su sonrisa - Soy Reese Goldenskull, capitana en la flota de James Silverskull - se presenta orgullosa.

Una sonrisa ironica se forma en mi cara

Y vos sois demasiado hermosa para ser una capitana de un navio, asi que parece que estamos a la par en ello

Despues de una pausa continuo hablando

Soy Ramirez y Quiroz, y lo unico que tengo que demuestre quien soy es mi espada, si quereis probar os aseguro que sere cariñoso

Frunzo el ceño observando fijamente al individuo sentado en la mesa, llevando una mano a la empuñadura de la espada que cuelga de mi cinto, muy diferente a los sables y espadas actuales. Se trata de una espada bastarda, un arma de tamaño considerable, de tiempos pasados.
-Rrramirrrez y Quirrroz... Nosotrrros saberrr que tú buen guerrrrerro... Capitana Goldenskull te ofrrrece puesto en su trrripulación... Venirrr con buenas intensiones... Perrro si querrrerrr serrr carrriñoso con espada... Asbjörn conoserrr una que estarrr sedienta...

- Dicen que Quiroz es un espectáculo andante... ¿Cómo lo demostraréis? No creo que un showman necesite siquiera de un adversario para mostrar sus habilidades... - sonríe - No me subestimeis... Toda la taberna ha cerrado el pico cuando he entrado... Puede creerse que yo soy capitana o puedo dejar que se lo explique - señala con el pulgar, por encima de su hombro, al gigante de dos metros diez que es Asbjörn - ... mi segundo al mando.

Sonríe a Quiroz, de nuevo desafiante. La hermosura de Reese es inhumana, pero sus ojos muestran claramente quién es en realidad...

- Como dice él... Si eres capaz de demostrar que eres ese famoso espadachín... Te ofreceré un glorioso puesto en mi nuevo y flamante navío - pone los brazos en jarra, esperando una respuesta de Roberto.

Bien capitana, si asi lo quereis os lo demostrare,

Digo mientras desenvaino con calma mi ropera

Mirad esa botella

En el momento que gira la cabeza lanzo la espada hacia la cinta de su sombrero

Despues con la cinta en la punta de la ropera doy un paso hacia un lado y trato de anudarsela en torno a la cabeza al grandote cosa que parece que consigo

Tras eso guiño un ojo a la capitana

Lo siento, os quedaba mejor a vos

Al ver que desenvaina su espada en un rápido movimiento, mi primera reacción es desenvainar mi espadón con presteza... Para cuando ha terminado su floritura, con la cinta colocada en mi cabeza, ya estoy lanzando la mesa a un lado, lanzando una potente estocada con el rostro enfurecido hacia su cabeza, desviándola en el último momento al ver cuál era su intención, para clavarla en la pared tras él. Con la espada ahí clavada le cojo de la pechera y le levanto del suelo.
-¿¿¿¡¡¡QUERRRERRRERRRR PERRRDERRR CABESA!!!??? ¡¡¡DESIRRR AHORRRA, GUSANO DE NASTRRROND, DESIRRR!!! ¡¡¡USARRR ESPADA DE NUEVO DIRRRIGIDA A CAPITANA Y CONSEGUIRRRÉIS VIAJE A ABISMOS DE HEL!!!

Reese se llevó la mano rápidamente a la culata de la pistola al ver que una ropera se dirigía con celeridad hacia ella, pero al ver el espectáculo de la cinta, se gira hacia Björn y empieza a reirse, complacida, mientras coge de nuevo la cinta y se la anuda otra vez al sombrero, descubriendo sus tirabuzones, dorados y perfectos...

- Muy bien... Habeis demostrado ser el tal Quiroz... Me gusta la gente con sentido del humor y más si tienen agallas... Teneis lo que hace falta para ser, diría yo, nada menos que un maestro de armas... - levanta la mirada esmeralda hacia él, con una ceja levantada - ¿Contamos con vos...? - parece tener un tono de voz que reza: "Es la oportunidad de tu vida, desaprobéchala y te arrepentirás siempre".

Todavia agarrado por la pechera del enorme finlandes esbozo una sonrisa y la mirada de la capitana junto con una oferta

Maestro de armas... es muy tentador, cual es su barco capitana?

- Una magnífica fragata nueva y flamante con amarras pagadas que en éste momento se encuentra observando todo el puerto...: El Mal Fario... - contesta sonriendo pícara, mientras va haciendo que Björn lo baje al suelo de nuevo, bajándole los brazos con la mano suavemente - Si lo vierais con vuestros propios ojos, sería amor a primera vista, os lo aseguro - ríe, con gesto lobuno.

Miro a la capitana con ojos de incredulidad por un momento y despues me rio

Un barco llamado Mal Fario, y capitaneado por una mujer, y que mujer. El que forme parte de la tripulacion esta llamado a ser pronto una leyenda o a morir rapidamente y la verdad es que cualquiera de las dos cosas me parece un buen plan vuelvo a reir

Si ese barco es la mitad de lo que decis os tendre que llamar mi Capitana

Reese sonríe de nuevo, tapando la sombra de su sombrero desde la mitad de la nariz hasta donde se cala, mostrando únicamente la sonrisa felina, completamente satisfecha...

Cita:

- Pues teneis la actitud perfecta para pertenecer a cualquiera de ambos planes y a mi tripulación, podeis estar satisfecho...

Cita:

- Pues tened a bien que yo os llamaré mi Maestro de Armas... Celebrémoslo con el mejor trago de ésta elegante taberna... - se acerca al tabernero y luego mira a sus dos tripulantes... - Adelante, pedid lo que gusteis... - sugiere, con aire sobrado y gallardo - Demos un último traguito antes de que reemprendamos la busqueda de nuestro siguiente reclutado... Un vigía, Iskandar Seabdule... ¿Por casualidad lo conocéis, buen Ramírez y Quiroz?

Tras un buen vaso de ron que me han puesto tras un simple gesto, sin decir que es lo que quiero parezco pensativo unos segundos

Me suena ese nombre, si es quien creo y esta en tierra sera cosa de buscarle en alguna de las tabernas

La taberna entera, guarda silencio, tan solo durante unos instantes, se escucha el sonido de alguna jarra cayendo al suelo, mientras las miradas de todos los presentes se dirigen hacia GoldenSkull y Ramirez y Quiroz, puesto que jamás antes habían presenciado tal osadía.

La tensión termina de gestarse cuando el salvaje nórdico, clava su enorme espada en la pared, amenazando al diestro espadachín.

Incluso el tabernero, cuando todo a pasado y ambos piden una jarra, tarda en reaccionar, y cuando lo hace su temblorosa mano, hace que un poco de ron se derrame de las jarras, sobre la sucia y mugrienta barra. Poco a poco, tras la pequeña disputa, la gente vuelve a hablar entre ellos, seguramente comentando lo recién acontecido, cuchicheando sobre la capitana y su fiel guarda espaldas, señalando incluso con mucho disimulo a Roberto de Ramirez y Quiroz.

Tras serviros las jarras, el tabernero sale con un trapo bastante sucio, y se pone a recoger algunas jarras que descansan vacías sobre las mesas de su local ...