Partida Rol por web

Stan mira como el doctor corta las lonchas de carne y empieza a poner mala cara.

-Puede que la brisa sea buena para la resaca- dice agarrándose las tripas- ¡Pero este bamboleo no lo es!- y va corriendo a la borda, vomitando todo lo que tenía en el estomago. Mayormente alcohol.

Se pasa un rato allí para que le de el aire y después vuelve con sus compañeros.

-Dame esa botella, tengo que quitarme el mal sabor de boca. Puedes irte a dormir si quieres- le dice al médico- A mi ya se me ha pasado todo entre el ejercicio y la vomitona.

Pillmore acababa de perder, por lo que Raven pareció perder el interés en las posibles trampas de la Alferez. Entonces, escuchó la explosión y cómo los rumores comenzaban a volar de un lado para otro.

Ains.... Ya tardaban, y encima me privarán del asalto en alta mar...

Al entrar la chica presentada como María, Markus vuelve de los pensamientos en los que había estado inmerso mientras la Capitana hablaba con el mecánico y prestó atención a sus noticias.

Lentamente el pirata se levantó de la mesa ajustándose la espada en el cinto y mirando a Mery preguntó.
Bien, Capitana. ¿Nos toca rescatar a las pobres doncellas de sus celdas? Jej, parece que estos tres días sí pasaran volando finalmente...

Los que están en el barco, podéis ver como desde una de las barandillas, un pirata asoma su cabeza, para acto seguido, saltar sobre la cubierta. Tiene la ropa desgarrada por varias partes, y algunos cortes en la cara, pero por todo lo demás, está en plena forma.

Sus marcados músculos se notan en las rajas de su camisa mientras que en sus manos, brillan dos sables bajo la suave luz de las estrellas.

- Os voy a matar a todos, malditos piratas. Habéis matado a mi hermano y ha llegado la hora de mi venganza... Vuestras tripas conocerán el acero de mis espadas... ¡Malditos! -, grita con fuerza el pirata, que al parecer, estaba colgado de unos de los cabos de amarre que colgaban del barco.

ya solo faltaba esto!!! si no quieres morir tu también suelta el arma, aunque después de las molestias que te has tomado...

Al otro lado de los barrotes, con los brazos cruzados, observo la pinta del carcelero y digo.
Por si no te has dado cuenta, somos inocentes. La casualidad quiso que nuestro navío, que era a donde nos dirigíamos, se hallara atracado muy cerca del barco de Jacob. Por tanto, deberías borrar esa sonrisa. Ya que, si termina de desagradarme, la recordare cuando salgamos de aqui.
Y no creo. Añado. Que te guste demasiado lo que podría llegar a pasar.
Tras mis palabras, comienzo a pasear lentamente por la celda. Podría parecer al azar, pero me fijo detenidamente en la solidez de los barrotes y en la resistencia de las bisagras y el cerrojo de la puerta.

Peter, claro que sigo teniendo la misma... Pero entonces un estruendo la sacudió y se aferró a Peter para no caer, ya que de por sí le costaba mantenerse de pie. Tras pasar la explosión, se intentó mantener de pie apoyándose en una mesa.

Qué demonios... Escuchaba con el ceño fruncido como las voces empezaban a hablar sobre la explosión. Esos...malditos...piratas... Pegó un fuerte puñetazo en la mesa para pasarse el efecto del ron. Volvió a herirse la mano.

 Justo cuando intentaba dar los primeros pasos, aclarando su mente, entró esa chica, María. La escuchó con el ceño aún fruncido.

Aún no podemos zarpar, quiero recuperar a mis hombres. María, descansa un poco y luego vuelve al barco. Markus, Vamos. Tenemos que sacarlos de ahí... Su cara aún estaba roja por el ron, y sus gestos aún torpes. Peter, tengo que irme, espero que nos volvamos a ver Intentó despedirse con una sonrisa, pero la situación se lo immpedía. Salió de la taberna como pudo, buscando el camino hacia los calabozos.

Stanley se coloca detrás de Rodrigo y saca su su pistola.

Los calabosos se encuentran a poca distancia de la taberna. Están en los sótanos de la mansión del gobernador, donde está el cuartel de la guardia de Kingston. Allí, un viejo decrépito os atiende. Podéis ver detras las celdas, aunque no veis a vuestros amigos. El viejo está allí abajo, junto con varios de los guardias que los han traido prisioneros y el gobernador.

- ¿Siiiiiiiiiiiiiiiiiii? -, dice el carcelero con una fina voz. - ¿Que deseaiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiis? -

- ¡¡¡Os voy a mataaaaaaaaaaaaaar!!! -, dice hecho una furia el pirata mientras se lanza corriendo con ambas espadas hacia vosotros.

Yo...busco a mis tres hombres Dice mientras observa de arriba a abajo al carcelero. ¿Están aquí? Pasea su mirada por los calabozos.

Stanley entrecierra los ojos y apunta su pistola a la entrepierna del pirata. Acciona el gatillo intentando no asustarse demasiado con el ruido del disparo.

- Siiiiiiii, están aquí. Han sido recluidos por haber hecho volar por los aires un barco en el puerto. Aún se está investigando los hechos, pero esto... je, je, je. Tiene muy mala pinta. -, te dice el carcelero sonriente, enseñándote los dientes amarillentos.

Al ver que Stanley lo tiene apuntado me echo a un lado y espero a que dispare con el sable en la mano rodeandolo por un lado por si mi compañero falla el disparo

Este tipo esta como una chota, lo vamos a coser a tiros... Claro que después de destripar a su hermano...

El español se aparta unos metros hacia su derecha, dejando que su compañero dispare primero.

El disparo de Westen impacta en toda la entrepierna del pirata, que se coge la misma con una mano, para después mirarse su mano cubierta de sangre. Esto hace que se enfurezca mucho más y cargue con fuerza hacia Stanley.

-¡Ah!- Stanley grita asustado cuando ve a la mole piratil venir hacia él.

Se mete la pistola en el cinto e intenta sacar la espada, pero esta parece atascada. Empieza a forcejear con su cinturón para sacar el sable mientras le grita a su compañero.

-¡Dale! ¡Dale español! ¡Dale!

Rodrigo ve que el pirata se dirige montado en colera hacia su compañero y con un barrido le hace la zancadilla