Partida Rol por web

Jus..Jus.. ya queda menos.. - dice para si mismo al ver tan de cerca al pirata supremo. Se lanza a por un esqueleto distinto del que van sus compañeros para acabar rápido con esto y.. acierta.

Coraline, aún en la retaguardia, decide enviar a su mascota al ataque de uno de los esqueletos, mientras ella se queda ahí intentando detener la hemorragia de su herida. Si se le daba mal pelear, herida ya... podía ser un desastre.

Dos de los cinco esqueletos caen masacrados a ambos lados del Capitan Supremo, el cual abraza a un gato con cara de terror al ver como sus esbirros caen a un lado y al otro.

Sin embargo, su boca se abre un poco para ordenar que ataquen a los enemigos y así lo hacen, sin pensarselo.

Pero claro, son esqueletos sin mente y uno de ellos, golpea con fuerza a uno de sus compañeros haciendo que su brazo se salga de cuajo. Mientras el herido comienza a buscar su brazo, otro de ellos aprovecha que está agachado para apoyarse sobre él y saltar sobre Coraline, que está solita, para atacarla con sus garras, haciéndole otro feo corte en su piel.

Ahora al pirata supremo sólo lo protegen tres esqueletos, uno de los cuales está sobre la chica, pero automaticamente salta para colocarse al lado del Capitan enemigo.

Y como siempre, la batalla continúa...

Coraline tiene problemas... Pensó Markus antes de ver que la chica había vuelto a ser alcanzada y al ver la retirada del muerto a su defensivo lugar.

Los esqueletos parecían retirarse cada vez que atacaban para seguir defendiendo al amariconado aquel, lo cual ofrecía la posibilidad de moverse por su frente casi a placer.
Raven se acercó corriendo hasta la posición de coraline y tras mirarla unos instantes cargó contra el esqueleto que ella tenía en frente.

Coraline empieza a perder demasiada sangre, haciendo que no pueda moverse de donde estaba. El grito de dolor hace que su mascota se gire para mirarla, pero Coraline tiene la impresión de que no le va a hacer caso.

Vargo se lo está pasando en grande, con una espada suya y la otra del flipao de las trencitas va repartiéndo yoyas como panes..
Ataca al esquelete que ha perdido el brazo para acabar ya con él.

Miro como Markus se lanza sobre el esqueleto que ataca a Coraline y doy un salto hacia atrás para eliminar al esqueleto que está en el suelo y nadie ha atacado todavía.

Levanto mi pistola y apunto a su cabeza y sin decir una sola palabra, aprieto el gatillo.

Eryzheia, al ver que la cosa por momentos se ponía fea para algunos, decide dejar de atacar y acercarse a la joven del cánido...

Está herida, y la Reina, con una sonrisa que intenta ser tranquilizadora, pone sus manos sobre la herida, y una especie de luz lilácea, con efecto calmante, empieza a producirse en la misma...

Poco a poco, Coraline siente cómo el dolor desaparece y como la herida se cierra...

Como si allí nada hubiese sucedido...

La joven reina de los felinos, se retira entonces y mira a su alrededor...
Parece que busca al siguiente que esté en mal estado...

Esta vez todo pasó mucho más rápido...

La capitana, Markus, Rodrigo, Vargo y todos los que allí estaban actuaron a tiempo para poder destruir a todos los esqueletos que rodeaban al capitan supremo. Eryzheia en cambio, utiliza sus poderes para curar por completo a Coraline, la cual estaba herida por todos lados y también en su orgullo, ya que su perro olfateo alguna hembra en celo del lugar y salió corriendo con dirección desconocida. ( Hacia el norte. )

Pero ahora viene lo bueno, allí delante de vosotros está Supremo, con su carita de porcelana, con sus ojos celestes, su pelo renegrido y por supuesto, su hermoso gato al cual abraza con fuerza.

Er... Dice mientras recula hacia dentro del barco.

¡Deteneos! ¡Esto no es lo que parece! ¡Dejadme que os explique!

Pero en ese momento una piedra vuela desde detrás de vosotros y le da de lleno en el ojo al Capitan Supremo...

Miráis para atrás y el buen Doctor os mira con cara de "yo no fui", a su lado, Iñigo Montoya le guiña el ojo a Markus... quién sabe por que.

Normalmente habría estado de acuerdo con el hecho de dialogar.... pero esta vez, Elisabeth no se lo piensa demasiado. No iba a dejar que ese... malnacido tuviera una mínima oportunidad de redimirse, si es que realmente es lo que quería.

¡Devolvedme a mi gato, alimaña!

Grita enfurecida mientras lanza sus dos cuchillos hacia sus brazos, para dejar caer a su mascota... el primero sí da en el clavo, pero el segundo... 

Lejos de sentirse mal, su propio error consigue que la rubia se enfurezca todavía más, sacando dos cuchillos más, preparada para un segundo golpe.

Coraline nota como sus heridas son curadas y reconoce immediatamente de dónde viene ese poder.

Gracias. Le agradece con sinceridad a la mujer, incluyendo un gesto con la cabeza.

Sin más demora, vuelve a llamar a su mascota, e incluso ella misma, con energías renovadas, se pone en pie, levantando la espada y dispuesta a atacar.

El pirata descargó sus habilidades contra su oponente, blandiendo con la fuerza de ambas manos su espadón y concentrándose en acabar con él lo antes posible para seguir combatiendo junto al resto por la victoria.

¡Vamos! ¡A por él!

Eryzheia devuelve la sonrisa a la joven a la que acaba de curar:

-No hay de qué...-señala leve.

Luego vuelve su mirada al hombre que yace frente a ellos, con el gato, y frunce los labios...
No le gustaba que tuviese a ese gato como "escudo"... Porque otra cosa... No parecía...

Cerró los ojos, alzó las manos, y de entre sus labios salieron unas palabras:

-Etéreo vacío entre un ser y otro...
Vacías palabras y vanas acciones...
Palabras que recuerdan al Olvido...
El Olvido que enfurece...

Entonces abre los ojos y en un tono más elevado, añade:

-¡Y destruye!

El hombre es separado del gato, el cual cae despacio, y con sumo cuidado al suelo, a la par que el primero es despedido unos metros más allá...
No lo ha herido demasiado, pero al menos lo ha separado del felino...

Levanto mi espada y me lanzo sobre el Pirata enemigo, para cortarle la garganta en dos, ahora que está en el suelo indefenso.

¡Vamos marineros de agua dulce! ¡Destruyamos al enemigo de una vez por todas!

Los piratas atacaron con todo lo que tenían al pirata enemigo, el cual sólo pudo retroceder, soltar al gato que al tocar con las patas el suelo salió disparado en dirección norte para subirse a una palmera y recibir hasta en el carné de identidad. Los golpes le caían de arriba y de abajo, todos golpeaban sin cesar al pobre Emo, el cual se revolvía en el suelo bañado en su propia sangre...

En ese instante, el perro de Coraline comenzaba a regresar ante el llamado de su ama y la Capitana, bueno, al parecer pisó lo que viene a ser la punta de su látigo y cayó despatarrada en el suelo, junto al pirata supremo...

Sin embargo, por más que sea un emo tristón, también tiene su orgullo...

De su cinturón sacó una espada enorme. Todos os quedastéis boquiabiertos cuando el capitan enemigo extrajo su espada y sonrió de lado.

Tenía a su archienemiga a sus pies y no dudó ni un instante en golpearla.

El ataque del Pirata Supremo no se hizo esperar...

Levantó la espada en el aire y con todo el peso de la misma la hizo caer sobre la cabeza de la Capitana, la cual se partió como un melón maduro ( o también puede que como una sandia ) dejándo los sesos de la misma desparramados por todo el lugar.

Las extremidades de la capitana Mery Red temblaron solo un momento, y después, el silencio sepulcral reinó en el lugar. A lo lejos, se escuchó la voz de un loro, el cual lloraba de pena...

Aún así, con todas las heridas que tenía encima, el Capitán Pirata Supremo iba a dar guerra a los aventureros... bueno, siempre y cuando no lo masacren en el próximo ataque.

El Pirata miró los sesos de Mery Red en el suelo y los escupió, para después, apoyar su bota en la hendidura y pisarlos un poco más, convirtiéndolos en una masa sanguinolenta de mal olor.

¿Eso es todo lo que sabéis hacer, piratas de mala muerte? ¡¡¡Ahora veréis lo que es bueno!!! Dijo mientras trastabillando, se disponía a repeler vuestro ataque y a golpear nuevamente.

Elisabeth no puede reprimir la arcada que llega a su garganta ante semejante espectáculo. ¿Cómo podía alguien llegar a ser tan... desagradable? Y la capitana... la capitana no podía haber muerto así. Así no.

Maldito... Murmura, una vez recuperados los nervios y notando como la ira recorre su cuerpo. Todavía de rodillas en el suelo, agarrando su vientre con sus manos, como si temiera que su estómago fuera a salir disparado por su boca, levanta la mirada furiosa para clavarla en su enemigo. ¡Maldito y mil veces maldito!

Grita con fuerza hacia el emo, cogiendo sus dos cuchillos con fuerza e incorporándose poco a poco. Lanza sus dos cuchillos sin dudar, que salen disparados de manera certera hacia el emo.

¡Tenemos una muerte que vengar, piratas! ¡No os vengáis abajo! ¡¡Ella nos castigaría por ello!!

No sabía si sus compañeros realmente necesitaban palabras de apoyo. Lo que sí sabía es que la mayoría de ellos llevaban mucho más tiempo que ella con la capitana. Y que si a ella aquello la había enfurecido... a ella, que no parecía tener demasiada afinidad con la pelirroja... Para los demás, debía haber sido un golpe durísimo.