Partida Rol por web

Plus Ultra - La Conquista del Cipango

Bushido (Capítulo 2)

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22/10/2015, 11:00
Martín de Nagakura

Martín empezaba a sentirse a gusto con su adversario, y lanzó un ataque al cuerpo de su adversario. No estaba seguro de querer ganar pues a fin de cuentas no deseaba ganarse la antipatía del escocés. Los nanban eran muy rencorosos con cosas como esta... Pero tampoco podía parecer que le dejaba ganar.

La hoja de su arma se queda corta, otra vez, por muy poco

Karma... Y recordó cierta frase de su sensei, sin acabar de saber la razón. A veces, perdiendo se gana. Otras, ganando se pierde.

- Tiradas (2)

Notas de juego

ataque normal y defensa normal. Te pongo ya la tirada de defensa, por si acaso...

 

Madre mía, qué dados más troll...

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22/10/2015, 12:37
Padre Rodrigo Expósito

Al final ambos grupos de guerreros se habían organizado para llevar a cabo una terna de combates con esas armas romas usadas para entrenamiento y evitar así innecesarios derramamientos de sangre. Rodrigo parecía satisfecho con la decisión:

Dos grupos tan distintos, pero con orgullo común por su talante de guerreros, han sabido encontrar una solución mínimamente civilizada antes que llegar a las manos, o lo que es peor, a las espadas. Aún hay esperanza de entendimiento y organización entre unos y otros, gracias al Señor.

Mientras reflexiona sobre eso, el jesuita se acerca al capitán y al sargento, que contemplan los combates desde una distancia prudencial. Tras saludarlos, comenta con ambos:

-Señores míos, creo que estos combates de práctica van a venir muy bien. Especialmente a nuestros hombres, por tener un primer contacto con el estilo de lucha de las gentes del Cipango. No digo que los nuestros no sean guerreros talentosos y experimentados, pero están acostumbrados a otras armas y otros movimientos de combate allá en tierras de nuestro continente, y todo lo que van a enfrentar aquí va a ser enemigos con estas maneras. Mejor empezar a familiarizarse con ellas cuanto antes, ¿no creeis?

Notas de juego

Dire, he puesto el comentario solo para Don Diego y Don Lope porque entiendo que el resto están lo suficientemente lejos y lo suficientemente enzarzados en combate como para no atender demasiado a nuestra conversación. Si crees que el post debe estar para todos, házmelo saber y lo cambio, o cámbialo tu directamente. :)

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22/10/2015, 20:01
Director

La primera ronda de combates terminó sorpresivamente rápido.

Tras los golpes de tanteo, vinieron los decisivos. Los combates iban a un tocado, lo que se había acordado dada la cantidad de soldados que por ambas partes querían participar en los juegos. Por eso, las suertes fueron diversas. Tras fallar el tajo, Martín recibió una cuchillada en el brazo, que con una espada negra solo dolió en el golpe de la hoja roma. Su oponente se mostró honorable, y le saludó y le ofreció la mano al término del combate.

No pudo decirse lo mismo de Ortega, que tras fallar la primera estocada, y con la segunda detenida, recibió un golpe de bokken en el muslo, que le supo amargo como el desamor de una mujer. Saludó con desgana, y dejó a su rival con una sonrisa en los labios.

Quirós, por su parte, resolvió rápido el lance. Antes de que el lancero nipón pudiera componerse bien en guardia, le lanzó un golpe rápido en la tabla del pecho, que dejó al japonés con cara de no saber que demonios le había pasado por encima. Hubo risas entre sus compañeros, y se mostró agrado. Entre los orientales, la lanza es considerada "la reina de las batallas", así que si los españoles sabían manejarla bien, se quedaban más tranquilos.

- Tiradas (8)
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22/10/2015, 20:12
Jerónimo Sánchez de Carranza

El maestro de esgrima iba a dejar pasar a los siguientes. Pero entonces pasó algo. El capitán Kaneda entró en la liza, y los maestros intercambiaron unas palabras. Entre los españoles comenzó un clamor.

-¡Que salga el capitán Figueroa!

Los hombres se sumaron a esa propuesta, y fue el maestro quien se acercó al capitán con una espada negra, haciendo una pequeña reverencia.

-Señor capitán, si tenéis la bondad y gustáis de demostrarnos vuestro saber hacer... Éste sería un lance a tres tocados, a diferencia de los otros.

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22/10/2015, 20:52
Don Diego de Tarantela y Villegas

Don Diego miró, primero con asombro al capitán, y después con mala cara al interlocutor

-Los clamores populares son de eso, del populacho, y aquí somos todos del ejército de su alta majestad el rey de España-

-Sólo si el capitán quisiera, y no por imposición de nadie, batirse en noble duelo personal con el capitán de los del Cipango, sería legítimo-

No es que le hiciere mucha gracia, pero el capitán la última palabra tenía que decir sobre aquel asunto

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23/10/2015, 19:50
Lope de Figueroa y Barradas

Lope se giró hacia su sargento y le habló en voz baja, pero lo suficientemente alto para que los soldados que estuviesen cerca de ellos se hiciesen sabedores de sus palabras.

- Diego, hoy el soldado Quirós se ha ganado una ración doble de aguardiente.

Aunque no era partidario de distracciones en la guerra, tales como bebidas o mujeres, sería ingenuo al pensar que podría tener contento a un ejército alejado de casa sólo con disciplina y rezos al Señor. Por tanto aprovechaba siempre que podía para que hombres que hubiesen mostrado valor o destreza tuviesen su justa recompensa, y así incentivar al resto del tercio a esforzarse para conseguir estas pequeñas dádivas.

Al capitán le sorprendió ver a un señor de tan alto rango como él entrar en estas lizas. Entendió que era más común en estas tierras tales actos y, como le enseñaba habitualmente el padre Rodrigo, era fácil ofender a nobles y personas importantes de Cipango. Cabe sumar que demostrar cobardía ante el ejército aliado podría conllevar dificultades posteriores.

Todos aquellos pensamientos cruzaron por la cabeza de Lope antes de consentir el duelo.

- A buena fe que acepto, Jerónimo.- Cogió la espada oscura, dejó pertenencias que le pudieran molestar al sargento Diego y anduvo hasta el centro del círculo que formaban los hombres.- Espero que mis envejecidos huesos aún sean capaces de responder velozmente.

Pensó en las palabras del padre Rodrigo y en su acertada observación. Habría sido de gran utilidad este tipo de entrenamientos antes de los enfrentamientos, tal y como lo tuvo él mismo en el galeón.
No sabía muy bien cómo presentarse ante el capitan de Cipango, por lo que intentó hacer una reverencia con la cabeza. Estaba convencido de que ambos contendientes no sólo demostrarían audacia, sino también caballerosidad.

- Pido a Dios Todopoderoso y al apóstol Santiago que me fuerza y valor.- Dijo en voz más alta para que todos sus hombres le escuchasen claramente.

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24/10/2015, 00:06
Capitán Kaneda

El maestro de esgrima entregó al capitán sus propias protecciones, plastrón y guantes de defensión. Iba a ser un enfrentamiento a espada sola, ya que se decía que ésta era la forma de combate más elegante de ambas escuelas, y también la más compleja técnicamente.

Los adversarios se saludaron, cada uno a su estilo. Y cuando bajó la banderola, el capitán japonés se acercó con un movimiento recto* atacando por la línea del diámetro. Fue uno de esos ataques desenvainando, que menos mal que le pilló con la espada en la mano, tras saludar, por que si no solo habría podido esquivarlo.

Atacaba con energía y ganas, haciendo honor a la máxima "la mejor defensa es un buen ataque".

- Tiradas (1)

Notas de juego

Debes superar una tirada de defensa (parada o esquiva), completa o normal. La defensa normal puede ser una respuesta.

*En la terminología de la verdadera destreza:

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28/10/2015, 10:26
Lope de Figueroa y Barradas

El ímpetu del capitán japonés cogió a Lope por sorpresa y sus algo desentrenados brazos no respondieron tan raudos como esperaba ni como lo hacían en su juventud. Su espada no pudo parar a la de su rival, y cuando ésta entraba en su defensa no pudo hacer otra cosa que dar un paso lateral para salvaguardar su pecho.

Se dió cuenta que estaba en una posición desguarnecida, pero lo único que pudo hacer es evitar el toque y ofrecer un blanco más pequeño y dificultoso al próximo ataque.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Como la primera parada no me sirvió, tengo que hacer una segunda para evitar el primer toque; pero me dí cuenta que tiene que ser una Esquiva (no puede repetirse el tipo de defensa para un mismo ataque). Tengo un 7 de dificultad con lo que supero la tirada igualmente.

Ahora rezo a santiago para que falle el japonés en su segunda "media acción".

Si estoy equivocado, hazmelo saber máster (hay que aprender aunque sea a fuego y hierro xD)

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28/10/2015, 16:25
Director

Notas de juego

Ahora puedes atacar tu, por que es tiqui-taca. En el siguiente semiturno el que comienza defendiendo ataca.

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29/10/2015, 13:25
Lope de Figueroa y Barradas
Sólo para el director

Notas de juego

Entonces me he liado. Pensaba que cada Turno son dos semiturnos, pero yo he usado un semiturno para Parada y otro para Esquiva, y estaba esperando el segundo semiturno (del Turno 1) del japonés.
Si hubiese pasado la primera tirada de Parada, sí que habría procedido a darle para el pelo, pero como fallé decidí usar mi segundo semiturno para Esquiva y que no me tocase.

Si me confirmas que me toca atacar, te pongo el post; aunque agradecería una aclaración porque no lo veo claro por qué me toca XD

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29/10/2015, 18:29
Director

Tienes razón, pero en ese caso sería una defensa completa compuesta de dos defensas normales.

Ergo, el enemigo podría atacarte en el segundo semiturno sin oposición.

Y no queremos eso, ¿No? xD

Te regalo un semiturno, por así decirlo.

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30/10/2015, 10:10
Lope de Figueroa y Barradas

Una vez esquivado el lance del capitán, Lope usó su instinto para colocar el peso de su cuerpo sobre el pie izquierdo y girar velozmente lanzando una estocada transversal sobre el pecho de su rival. Ya no es un joven fervoroso, ágil y ambicioso como antaño, pero delante de sus hombres no podía obtener una mala reputación.

- ¡Ah!- Gimió ante el esfuerzo que realizó para tocar a su oponente.

- Tiradas (1)
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30/10/2015, 20:36
Capitán Kaneda

Con agilidad, detuvo la estocada sacando pies y desviando el acero. Aprovechó luego para lanzar un corte al español, a la altura de la garganta. Aunque el arma no estuviera afilada, aquello podía doler bastante.

- Tiradas (2)
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31/10/2015, 12:05
Lope de Figueroa y Barradas

El golpe fue directo a la gargante de Lope, pero anduvo rápido para enfrentar ambas espadas en un ruidoso choque que tuvo que sorprender a los soldados presentes. El capitán español no dudó ni un instante en volver a lanzar un corte de abajo a arriba esperando superar la defensa de Kaneda, que estaba demostrando ser un luchador experimentado.

- Tiradas (2)
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31/10/2015, 12:13
Don Diego de Tarantela y Villegas

Don Diego observaba con atención a su capitán, era diestro, a pesar de la edad.

No por nada alguien ascendía tanto.

Apretó los puños, esperando que su jefe superase con nota el duelo. Él mismo tenía ganas de saltar al ruedo y batirse con alguno del cipango.

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31/10/2015, 15:31
Capitán Kaneda

El duelo se alargaba. Él se las había prometido felices, pero el español paraba todos los ataques, al igual que él. Tenían un buen nivel, pero su arrogancia nipona le hacía creer que se trataba de suerte. El estilo de combate le era tan ajeno que no sabía evaluar bien la destreza del oponente.

Por eso, se lanzó a por todas en el siguiente ataque, con un corte poderoso y en profundidad, buscando su cabeza. Más le valía detener el ataque. Pero si lo hacía, se había quedado tan expuesto que de seguro podría atacarle con impunidad.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Toca parar otra vez, pero la parada puede ser una respuesta. Frente a dicha respuesta él solo podría oponer una esquiva (que fallaría). Acto seguido en el siguiente semiturno (si se opta por defensa normal en el primero), Lope podría atacar sin oposición.

Eso podrían ser dos tocados en el mismo turno.

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02/11/2015, 10:15
Lope de Figueroa y Barradas

Lope volvió a colocar su espada en horizontal, bien alto para cubrir su cabeza. Otro ruidoso choque sonó en la batalla, pero inmediatamente después aprovechó su fuerza para apartar el arma de su enemigo y lanzó un tajo a su lado izquierdo. El japonés no fue tan veloz esta vez e impactó en su cuerpo.

Se retrasó un paso e hizo un gesto a su adversario con la cabeza en señal de respeto mientras intentó oír los murmullos de sus hombres.

Enseguida el capitán de Cipango quiso continuar. Lope recordó las enseñanzas sobre las espadas que usan, de filo muy cortantes y que realizan ataques laterales. Pensó que quizá no estaban acostumbrados a una esgrima de más finura, por lo que atacó directamente hacia el pecho de su contrincante con la punta de la espada. Dio un paso adelante, con su cuerpo y brazo lo más estirado posible intentando ganar longitud en su lance.

- Tiradas (3)
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03/11/2015, 15:49
Hojo Ujinao

Escuchó lo que decía y pudo notar su turbación.

Podía entender su sufrimiento, y era parte de lo que le fascinaba de ella. Él había tenido acceso a libros y conocimiento que venía del extranjero, y el asunto siempre le había fascinado. Sin embargo, lo que para un miembro de las grandes casas era una extravagancia, para un japonés de a pie podía ser considerado como traición. Y más en aquellos tiempos difíciles. Tiempos en los que el destino de la tierra del sol naciente se iba a decidir. Solo cabía un parangón con la época en la que los mongoles trataron de apoderarse de aquellas tierras.

Sonrió por lo que decía. No hubo contacto físico, pues no se precisaba en aquel momento. Quizá nunca se precisase. Era uno de esos juegos orientales de seducción y una relación senpai-kôhai, tan típica de aquellas tierras. Más que de arriba a abajo, aquella forma de vivir transgredía un poco el rígido órden social, con relaciones de izquierda a derecha, incluso trepando escalones en lo social.

Pero le daba igual, estaba determinado. Ella le fascinaba y le gustaba. Necesitaba de su sabiduría, y quizá de algo más. Algo que no podría conseguir con un matrimonio concertado.

-Sí, es mi deseo -sonrió- Para mi sois alguien muy especial.

Hubo un largo silencio, al cabo del cual se sinceró.

-Estuve prometido con la hija de un clan enemigo. Pero antes de la ceremonia de la boda, trataron de asesinar a mi padre, durante una visita de protocolo. Eso paralizó el acuerdo matrimonial. Y luego vino la guerra, y con ella, no hay tiempo para esas cosas. Tenemos pocos aliados, de hecho cada día menos. Supongo que mi padre es demasiado prudente, en cuanto a la política matrimonial se refiere.

Compuso una expresión como de cansancio o hastío.

-A mi me da igual. En todo caso, se trata de política. Y eso no tiene nada que ver con los sentimientos. Y a mi me importan los sentimientos.

La miró un momento. Era tan bella, delicada, incluso exótica. Se moría por acariciar su suave piel. Pero mantenía la compostura propia de un hombre de su posición.

-¿No creeis que los sentimientos son la sal de la vida? Sin ella, no seríamos más que autómatas sin alma.

Notas de juego

Perdón por la tardanza

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03/11/2015, 16:10
Capitán Kaneda

Los jueces del combate levantaron las banderolas, una por cada tocado. Estaba a uno solo de perder el combate, y eso le tenía enfadado. ¿Como se estaba deshonrando de aquella manera? Los japoneses tenían un concepto muy extraño del honor, y no encajaban la derrota. De hecho, no formaba parte de sus esquemas. Por eso, quizá, los occidentales eran más pragmáticos. Si perdían, sobrevivían para luchar un nuevo día, aprendiendo de sus errores. Ahora tocaba el turno a los japoneses. Debían aprender a pensar como su enemigo, o serían derrotados a causa de su propio orgullo.

Así que trató de obtener por todos los medios un tocado, anulando al oponente en la medida de lo posible. Ejecutó una complicada finta, destinada a desorientar a su oponente antes de lanzar el corte definitivo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Realiza una finta penalizando su tirada en -4. Al acertar, la tirada de defensa de Lope se ve penalizada en 4 puntos.

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04/11/2015, 13:11
Dôa

En cuanto pregunté aquello, me arrepentí. ¿Cómo podía ser tan descarada de afirmar algo que sólo era un anhelo por mi parte? No podía creerme que hubiera ido tan lejos, y temí que en el instante siguiente, aquel hombre que tenía ante mí abriera la boca, y rompiera a reír haciendo que incluso los pájaros cercanos echaran a volar.

Abrí y cerré la boca un par de veces para disculparme, pero nada llegaba a mi mente para poder decir, por lo que estaba callada y sumida en un mutismo que se me hizo eterno. Comencé a buscar cualquier excusa para marcharme y no resultar maleducada, pero no la encontré. En el fondo, yo misma sabía que deseaba que aquella pregunta mía tuviera una respuesta afirmativa.

Y cuando escuché esas sencillas palabras, noté que algo en mi interior crecía y florecía de pronto, como un girasol cuando el astro rey aparece tras las nubes, y la flor se alza para buscarlo.

Yo hice lo mismo. Armándome de valor alcé la mirada para encontrarme con la de Hojo. Y escuché sus siguientes palabras casi ensimismada, queriendo saber más de él y de lo que le rodeaba.

No supe qué decir ante el descubrimiento de que había estado prometido, y fue cuando sentí por primera vez celos. Una pasión fuerte, que mueve mares y montañas. Me sentía capaz de buscar a esa mujer y destrozarla con mis propias manos.

Sin embargo, debía ser coherente, y ante todo recordé las palabras de mi hermana mayor. Ella nunca había tenido danna. Pero su hermana mayor sí, y le había dicho que era el regalo y el castigo de ser una geisha.

Una geisha no puede costearse todos los lujos que rodea su profesión, por ello necesita alguien, un soporte que le sufrague los gastos. El danna, normalmente hombre de negocios, de armas o de ambas cosas a la vez, paga a su geisha todo lo que necesita. No sólo para ayudarla, sino también porque el prestigio del danna se puede vislumbrar a través de su geisha. Mi hermana mayor intentó llamar la atención de varios capitanes del ejército, pero nunca lo logró. Por desgracia para ella, a los hombres no les gustaba compartir geisha, y mi hermana mayor fue descubierta en el peor de los momentos. No tardó en caer en desgracia. Y muchos me señalaron a mí como alguien que iba a cometer el mismo desliz.

No llegué a pensar en ello hasta ese mismo instante. Si bien Hojo era un hombre amable, atento y de mente abierta, cultivado y sabio, lo veía más como un amigo del que podría aprender mucho más que como un amante ocasional. Aunque también era cierto que los dannas no tenían por qué acostarse con sus geishas. En realidad, lo que me daba miedo era no corresponderle.

Mi mente bullía de pensamiento en pensamiento, y me concentré en fingir absoluta dicha en lugar de total confusión. Hasta hacía un par de minutos tener un danna era lo mejor que me podía pasar, pero viendo todo el problema en perspectiva, me daba cuenta de que, quizá, primero, no sabría corresponder de manera plena a Hojo debido a mi bisoñez, y segundo, me negaba a tener que compartirlo con cualquier otra mujer.

-Sí, pero los sentimientos también son peligrosos- respondí, finalmente, mirando a Hojo-. Por eso nos enseñan a ocultarlos desde que nacemos.

No pareció una respuesta muy alegre, por lo que decidí ser totalmente sincera.

-Pero merece la pena vivir y poder experimentar cada uno de ellos.

Yo no podía dar el siguiente paso, y avanzar en aquella particular relación. Era el danna el que debía comenzar a poner los límites y requisitos de nuestra nueva vida. Y me prometí que la viviría feliz, a su lado, todo el tiempo que me permitiera.

Notas de juego

No problemo :)
Escrito desde el móvil. Sorry u.u