Partida Rol por web

El coche por suerte, era bastante más rápido que los zombis y lograsteis dejar a la mayoría atrás aunque los veíais caminar por el retrovisor. La parte mala era que en aquel pueblo tan silencioso el motor del coche armaba mucho jaleo y las criaturas cercanas comenzaban a seguiros. Por fín, pasadas cuatro manzanas lograsteis ver un supermercado en una calle poco concurrida por lo que decidisteis parar frente a este para buscar algunas medicinas y poder descansar un rato.

La mayoría de las tiendas de la calle estaban cerradas, aunque el supermercado tenía la verja a medio subir. Por la calle había otros coches aparcados, un par de ellos y solo se veían a tres caminantes que estaban lo suficientemente lejos como para que os diera tiempo a pasar al supermercado antes de que se acercasen, pues ya habían empezado a andar hacia vosotros.

Señor, ¿bajan y sigo moviendome con el coche? - medio preguntó, medio indicó Nutty. - Luego, si eso, ya entraré yo a recoger algún químico... ahora, vendas, comida, antibiótico...

Venga. Saquemos a Miller y metámonos dentro.

Tornes se bajó del coche para ayudar a sacar al soldado y meterlo dentro del supermercado.

Ayúdenme con él. Entraré primero para asegurarme que no nos encontramos con nadie, pero síganme de cerca.

Dijo, dirigiéndose a los dos otros ocupantes del asiento trasero.

La chica dejó que Claus se encargase de ayudar a Trones a sacar a claus, mientras vigilaba que no hubiese ningún zombie cerca. La chica miró a su alrededor y se dispuso a seguir ordenes.

—Tambien deberiamos coger calmantes para ustedes—comentó a Nutty, aun con los dedos crispados por lo nervios pero pareciendo haber recuperado ya parte de la compostura.—Y unos Redbulls. Nos haran reaccionar mas rápido y cuando controlemos las heridas de Miller, le ayudará a recuperar la consciencia.

También harán que el corazón bombee más rápido y se desangre antes. - respondió Nutty, acostumbrado a que los civiles no supieran de heridas serias.

Pero unas patatitas no estaría mal. - dijo aún con el brazo por la ventanilla. - Y un paquete de Camel.

Por eso he dicho cuando controlemos las heridas.—respondió la chica poniendo los ojos en blanco. Habia abierto decenas de monos, de otra cosa no entendería una mierda pero de biología básica la chica sabía de lo que hablaba. SIn embargo mientras seguía a los tres hombres no pudo evitar volverse y añadir— ¿Algo más? ¿Una cervecita?

Pero que no sea sin. - respondió Nutty, tirado más que sentado en el asiento pero con su impertinente sonrisa en el rostro.

Y una de verdaz para mi- Aunque aún no podía andar por si mismo, ni podría hacerlo en breve, parecía que el pitido de los oídos estaba empezando desaparecer, acababa de oír Eli y Nutty hablar de cervezas.

Tornes sujetó a Miller con fuerza y junto con Eli cruzaron la calle hasta llegar a la verja. Dentro del lugar estaba todo tirado, y se mantenía en penumbra pues no había luz en su interior. Era un pequeño supermercado que debía estar abriendo sus puertas cuando todo ocurrió. 

Nutty aceleró con el coche calle arriba y el sol empezaba a descender en el cielo...

Tened cuidado. Voy a asegurarme de que no tenemos problemas dentro.

Tornes avanzó con el cuchillo en la mano. No quería hacer más ruido del necesario y que vinieran más visitantes.

Nutty seguía silbando la cancioncita mientras se alejaba, siguiendo la calle en dirección a las afueras, quería ver cuál era la situación exacta.

Comprobó la aguja de la gasolina y echó un ojo, tanto por las ventanillas como por el retrovisor, a ver cómo estaba la situación con los hostiles que les habían atacado y empezó a ojear los coches aparcados o en mejor estado para buscar un vehículo más robusto, algo que pudiese llevarse por delante varios cuerpos en caso de necesidad...

Nutty se había alejado calle arriba, llevándose a uno de esos zombis por delante. Miller se apoyaba en Claus y la doctora y Tornes se agachó para pasar por la puerta. El sitio estaba hecho un desastre. Las estanterías estaban tiradas y el suelo lleno de cortezas, cereales, leche y refrescos derramados. Había un cuerpo tirado junto al mostrador, tenía una agujero de bala en la cabeza y presentaba varias heridas como si le hubieran mordisqueado los brazos y la cara. El otro estaba al fondo tras una estantería con las tripas desparramadas en el suelo y un zombi  estaba comiéndoselo. Ni siquiera se giró cuando Tornes entró.

Nutty siguió calle arriba alejándose de la tienda. Miró el contador de gasolina pero aunque estaba a la mitad todavía podría hacer un par de viajes a esa distancia ya que el pueblo no era muy grande. El panorama era desolador, la mayoría de los coches estaban accidentados y por todos lados se veían cristales rotos y manchas de sangre seca. Era como si hubiese una guerra en aquel pueblo. Observó como de algunas casas y de algunas calles le perseguían personas ensangrentadas, la mayoría en ropa interior o en pijama presentando algunas heridas atroces. Quizás lo que decía aquel policía fuese cierto. 

Frenó tras girar a la izquierda y a la derecha tras varias manzanas. Era una de las salidas del pueblo. El coche no podría pasar por la carretera pues estaba colapsada de coches accidentados, algunos habían ardido y otros presentaban aún los cuerpos que habían atravesado las ventanas tras el choque. Si quería salir de allí tendría que ser conduciendo campo a traves hasta el control del ejercito. Podía ver una linea a varios kilometros pero no distinguía nada.

Nutty supo instantaneamente que necesitarían un vehículo grande, todoterreno, para poder salir de ese maldito pueblo.

Tenía que encontrar alguno en el pueblo y solo esperaba poder conducir lo suficiente para encontrar uno, quizá algún tipo de concesionario o alguno no demasiado  golpeado.

Dio media vuelta, y comenzó a conducir, tratando de hacerlo de forma más o menos circular al supermercado donde estaban sus compañeros.

Aquello le revolvió la tripas completamente.

Qué asco. Nunca había visto nada igual.

El olor era lo más desagradable. Aquello podría ser pasado igual que una película. Mucha sangre, pero poco más. Pero el olor era otra cosa. Te penetraba hasta el fondo de la cabeza y ahí se quedaba. Tuvo que contener las ganas de vomitar para poder acercarse a él lentamente. Cuando estuvo a su alcance levantó el cuchillo y lo introdujo de golpe en la cabeza de aquel tipo. Lo sostuvo con la otra mano del cuello de la ropa para que no golpeara el suelo y lo fue dejando suavemente en el mismo.
Tornes volvió a examinar los alrededores antes de dar paso a los que estaban fuera.

El cuchillo resbaló en el cráneo del zombi haciéndole un profundo corte en el cuero cabelludo que llegaba hasta la parte de arriba de la oreja. El zombi se empezó a incorporar a medida que se giraba para enfrentarse a Tornes pero no logró agarrarlo.

Tornes no podía creerse lo que había pasado. No había logrado atravesar la cabeza de aquel tipo, quieto y de espaldas. Algo le estaba entumeciendo los brazos y a pesar de haber acertado de pleno, no pudo aplicar toda su fuerza sobre el cuchillo.
Giró la muñeca para poder volver a atacar a aquel devorador de cadáveres a una distancia tan corta y volvió a infringirle otra herida.

La segunda cuchillada atravesó la boca de aquel tipo y se incrustó en su cráneo. Tornes luchaba como si no le importase nada y el zombi se quedó quieto al instante mientras un ligero chorro de sangre oscura caía por el cuchillo hasta el puño del militar.

Ahora pudo dejarlo caer suavemente en el suelo para que no hiciera más ruido del que ya había hecho con aquella pequeña pelea. Limpió el cuchillo donde pudo con la ropa de aquel desgraciado e intentó esta vez echar un vistazo alrededor.

No sé cuanto tiempo les queda a los de fuera para que alguien los vea.

Escuchais un ruido dentro de la tienda, como un leve forcejeo pero enseguida para. Por la calle veis un par de zombis que siguen caminando hacia vosotros y deben estar a unos 6 metros y no hay rastro de Nutty.