Partida Rol por web

Mientras hablaba, la científico señalaba constantemente el transmisor, tratando de indicar al Tornes que mientras eso estuviese cerca no pensaba hablar. La actitud del jefe de ese grupo de locos no solo la asustaba, ahora estaba empezando a enfadarla. Nadie podía ser tan estúpido involuntariamente, había que poner mucho empeño.

-Lo que digo- explicó tragando saliva- es que no nos entretengamos en entrar casa por casa

Si logramos salir de esta

-200 habitantes...¿recuerda? ¿Realmente cree que ustedes tres podrán con 200 de estos tipos? Esto...esto es más que una droga...-la joven cogió fuerzas para arrancar y seguir- ¿No recuerda las palabras del General Graham? Porque yo las recuerdo palabra por palabra , "La prioridad será el reconocimiento, necesitamos saber que ocurre por encima de cualquier otra cosa" "evitar el combate"

Sabiamente, Elizabeth evitó pronunciar las ordenes sobre protegerla ya era el momento bastante delicado de por sí, como para añadir más tensión

Nutty se giró, tratando de localizar los puntos anti-incendios. Sabía que un extintor o incluso mejor un hacha serían las delicias en un entorno cerrado.

Mientras, soltó el cargador mientras comprobaba la munición, y volvió a insertarlo con una sonrisa.

Miller, esos dos para ti. - dijo señalando a los del suelo - Ahorra munición. Yo me encargo del saltarín.

Tornes, sea como sea, aquí es donde tenemos que prepararnos. Es una comisaría, tiene que haber armas y munición, llaves de vehículos, comida, medicinas, una radio...

Los que se arrastraban estaban cerca ya de los dos soldados. Miller se retiró unos pasos sin dejar de apuntarlos.

-Señor, no se que mierda han tomado estos tipos pero parecen salidos de una pelicula de terror. Creo que deberíamos matarlos a todos y tratar de comunicarnos con la base desde aquí. Ahi fuera no hay quien salga-exclamó Miller.

Con las prisas apenas habían prestado atención a su alrededor. Ahora el Sargento Tones observaba la situación con sangre fría buscando ventajas tácticas en lo que les rodeaba. Nunca se habían visto en una situación como aquella.

Todo estaba revuelto tanto en la sala principal como en las dos que habían abierto. Junto a la puerta había un par de bancadas con sillas de plástico para que la gente esperase. Exceptuando las dos columnas que había en la sala el camino estaba libre de objetos hasta las escaleras que subían al segundo piso. En el centro de la sala había un recibidor semi-circular donde, en el suelo, se encontraba lo que había caído de éste, es decir, la pantalla del ordenador, lápices y otros materiales de oficina. Tras esto la silla de ruedas estaba tirada junto a un cuerpo lleno de heridas. Salvo que este no parecía moverse como algunos otros que había en la sala. Las dos salas que habían abierto tenían lo que cualquier despacho común: un escritorio, una silla, material de oficina, una estantería con archivadores y algunos cadáveres... bueno quizás eso último no sea tan común.

Las paredes estaban salpicadas de sangre y algunas tenían agujeros de bala, así como los cristales que habían resultado rotos, probablemente en el tiroteo. 

Tras examinar el lugar visualmente, Tornes respondió a Nutty, el cual se movía en dirección al hombre que había caído de la planta de arriba.

Nutty. Tendremos que examinar la parte de arriba, aquí abajo solo hay oficinas y seguramente en las otras dos salas no encontremos nada más que... gente así.

Miró hacia la parte de arriba para ver si distinguía alguna cosa o si había más gente. Mientras se dirigió a la mujer.

Mientras nos movemos de aquí le sugeriría que se subiera al recibidor. Le será más fácil defenderse en caso de que nosotros no podamos.

Se sube por las escaleras, y desde donde estais no veis nada de la parte de arriba.

Nutty cierra el puño y le da dos ligeros golpecitos a Miller en el hombro para indicarle que forman unidad.

Acto seguido, comienza a silbar otra de sus irritantes cancioncillas infantiles* mientras empieza a subir las escaleras ligeramente inclinado para favorecer a su compañero el que le pudiera cubrir con su arma.

Antes de que terminara de hacer la sugerencia a la mujer, Miller y Nutty se encaminaron en dirección a las escaleras.

Bueno, pues vamos con ellos. Sitúese entre ellos y yo.

Tornes cerraría la formación para asegurarse de que ninguno de aquellos tipos se acercara demasiado a ellos. El olor a vísceras todavía le llegaba y tenía que hacer esfuerzos para no echar lo poco que tenía en el estómago.

Nutty. ¿Qué ven?

Las escaleras se abrían en dos alas. Algo os decía de ir primero al lado derecho, quizás por que era el lado desde donde llovía yonkis, o zombis o lo que fueran esas cosas. El aspecto del piso de arriba era desalentador. El espacio era un espacio amplio lleno de cubículosdonde se situaban los escritorios de los detectives y agentes al fondo se podían ver tres puertas cerradas que daban a los despachos de los jefes y a una sala de reuniones grande. Todo lo que se veía era destrucción. Las sillas, monitores, papeles, lapices...todo estaba tirado por el suelo como si hubiese pasado un huracan. Había restos de sangre por el suelo y las paredes, igual que en el piso de abajo y podíais ver varios cuerpos tirados en el suelo, llenos de sangre. pero el problema no eran los cuerpos del suelo si no los que andaban, frente a vosotros había cuatro agentes de policía, cubiertos de sangre que andaban lentamente hacia vosotros. Había un par mas dentro de la sala pero estaban mas lejos. 

Miller dio una patada al mas cercano separándolo de él.

¿Y ahora que jefe?

Esto está empezando a irsenos de las manos, Tornes. - dijo Nutty al Sargento apuntando a uno de los yonkis. - O encontramos la armería de la comisaría o encontramos un vehículo para marcharnos de esta zona.

Tornes tuvo que sopesar muy bien la decisión que iba a tomar, pues cambiaría muchas cosas... añadiría pesadillas. Pero dada la situación no le quedaba más opción.

Autorización completa para abrir fuego. Cualquier individuo que no se detenga ante una orden expresa será tratado como hostil.

Fue alzando el fusil en dirección al agente más cercano a ellos.

Cuerpo de marines de los Estados Unidos. Deténganse. La orden no será repetida.

Orden totalmente ignorada, pues los policías seguían avanzando. Como si no hubieran escuchado nada o no les importara.

Lo siento hijo.

Pensó mientras apuntaba al que parecía el más joven de todos. Disparó.

La cabeza de aquel policía estalló como un melón. El resto de los policías no parecían inmutarse ante aquello y seguían avanzando hacia vosotros. Nutty se giró y miró la parte contraria. Parecía tener la misma distribución y estar en el mismo estado que esta. Pudo ver a varias personas caminando hacia ellos, con suerte se caerían por las escaleras o algo antes de alcanzarlos. No parecían muy listos teniendo en cuenta las balas que atravesaban sus cabezas, lo que los hacía mas escalofriantes.

Miller gritó un alto y acto seguido disparó contra otro de los policías que también reventó mientras una sonrisa maliciosa se dibujaba en la cara del militar.

Por extraño que pareciese, Elizabeth se iba acostumbrando poco a poco a aquel horror. No podía estar todo el día en un estado de estres tan alto, el cerebro no lo soportaba y había un límite en el cual hacia lo que fuese por protegerse. La joven sabía eso, como tambien sabía que cuando el peligro pasase se derrumbaría. También sabía que la esperaban muchas noches sin dormir... afortunadamente entendía algo de quimica y podría autorecetarse medicamentos. Si sobrevivian claro.

En aquel momento, los ojos de la chica se iluminaron, una idea aparecía por su cabeza y no la gustaba...pero tenía que comprobarlo y hacer algo al respecto. Sidn duarlo se abalanzó sobre la ventana y la abrió de par en par, asomando medio cuerpo para comprobar si se acercaban mas de aquellos seres.

Nutty disparó pero su tiro apenas rozó a uno de los dos que quedaban en pie.

Señor, habrá que pensar en hacer una barricada con esos escritorios en cuanto tengamos esta zona limpia.

Tornes avanzó en dirección al último que quedaba y le golpeó con toda la fuerza que pudo con su fusil.

Y encontrar una salida.

Miró en dirección a la puerta principal.

Esto va a ser una ratonera. El coche no los va a detener por mucho, aunque espero que el suficiente.

Las balas de Nutty entraron en el cuerpo de uno de los policías, casi no se notaba la diferencia puesto que estaba cubierto de heridas y sangre, incluso se le distinguían un par de costillas asomando en el lugar donde acababan de entrar los disparos pero eso no lo detuvo.

Elizabeth miró por la ventana y vió que por la parte trasera se acercaban bastantes personas, todas andando con el mismo ritmo, tambaleandose y dando traspeis por la gravedad de sus heridas. Pero dirigiendose hacia ellos.

Estamos rodeados por completo... y cada vez se acercan más. El ruido de los disparos les está atrayendo...

La mujer estaba visiblemente nerviosa, y no dejaba de retorcerse las manos. Tenían que salir de aquella casa...o hacer algo para que se fuesen o....

¿Tiene material aquí para hacer un explosivo?-preguntó volviendose hacia el soldado que no hacía más que silbar aquellas irritantes melodías, recordando que le había enseñado una pequeña mochila  que según él estaba repleta de material volatil.

Sin pensar demasiado Dan disparó sobre otro de los policías que se acercaba sin perder la sonrisa que había aparecido en su cara, aquello era tan sencillo como disparar a latas de conserva sobre una valla.

¿Sabéis? Cuando explotan estos tipos suenan igual que los armadillos que chafamos con la Chevrolet cuando salimos de fiesta los sabados por la noche.

Una pistolita - dijo Nutty meneando su arma -  y una pequeña carga explosiva. ¿Para qué iba a hacer falta más en una pequeña y rápida misión de reconocimiento?

Su tono indicaba claramente lo irritado que podía estar por la situación.

Ese par de extintores - indicó a la pared - y algo de lejia que seguro que encontramos por cualquiera lado, junta a la polvora de una bala y la batería de cualquier pequeño electrodoméstico me servirían para hacer un IED aceptable. Pero me haría falta una mesa libre sin yonkis que me toquen los cojones. Un pitillo seguro que tampoco venía mal.

Tornes, si acaba con el que queda en pie, monte una barricada con Millers y que la civil venga conmigo a ver lo que encuentro.