Partida Rol por web

Regresó al Centro Pokémon, contento tras una victoria sencilla. Ya tenía una medalla en su poder, lo que lo situaba un paso más cerca de su meta. Caminó hasta la enfermera Joy y le entregó su Pokémon.

-Cúralo, por favor.- dijo simplemente para después pasar a observar la lista de los líderes de gimnasio. Entonces vio algo interesante. Al parecer alguien había perdido contra el líder Izzy, y eso significaba puntos extra.

-Gracias.- dijo al recuperar su Pokémon. Ya lo había decidido. Quizá no estuviera en sus planes desde el principio pero la situación lo ameritaba.

Toshio regresó al Centro pokémon rápidamente para curar a su Feraligatr que había sido debilitado en combate. El entrenador había elegido mal su primer desafío, confiando en que el tipo de su Feraligatr contra el fuego de Aura sería suficiente. - Claro que tampoco me esperaba ese desarrollo de acontecimientos - pensó al recordar cómo su rival había ganado en velocidad a Mordisquitos.

Mientras la enfermera Joy atendía a su debilitado pokémon de Agua, Toshio volvió ha acercarse a la pantalla gigante con los gimnasios y sus líderes. - Tal vez ir a por el tipo "débil" no sea lo más sensato. Todos estarán más que preparados para lidiar con sus debilidades. Tal vez sea momento de ir a por algo neutral... - empezó a descartar los gimnasios sobre los que su pokémon de agua tendría "ventaja" y se centró en aquellos que podría plantar cara fácilmente. Cuando su pokémon ya estuvo recuperado, lo recogió y se encaminó hacia la puerta para ir a por su siguiente reto - Decidido, el gimnasio Rocket de tipo Fantasma. No se si será buena o mala idea, pero allá vamos, Mordisquitos.

Vilke entro al centro pokemon casi que saltando de la emoción, había vencido a su primer gimnasio, tomo un gran riesgo pero le salió bien y obtuvo su primera medalla y un nuevo compañero de equipo. Fue a donde la enfermera Joy y le dio a sus pokemons para que los curara, su gengar se gano un merecido descanso y su nuevo compañero necesitaba recobrar sus energía porque el siguiente gimnasio iba a ser de gran ayuda.

Cuando la enfermera Joy le dio a sus pokemons, le agradeció y fue directamente a retar a su próximo gimnasio, el gimnasio aura

   Bueno... si, Usopp es resistente, solo que ese ultimo golpe fue demasiado justo, como si ese pokemon anciano tuviera el poder leer la mente - le responde Akamatsu a la joven que se le acerca para conversar, quien al acercarse para entregarle el dulce al pequeño, se le podía percibir cierto aire de pena en la mirada de la chica - ¿ tampoco le fue bien en su intento señorita ? -

mientras degustaba el niño de su caramelo, la señorita le empieza a preguntar por su siguiente objetivo - se me ocurre el Gimnasio Iris, no pienso rendirme en que la ventaja de tipo puede ayudar.... aunque espero que no sea tan abrumador como el señor Izzi - el solo recordar, como solo tecleaba y se mantenia ajeno al combate, le daba mas coraje al pequeño y le motivaba mas a darle vuelta a todo para poder retarlo de nuevo -y sobre lo de compañía no veo el problema, solo que no se si el mismo tren que voy a tomar, pase por su destino señorita - dice el pequeño mientras se iba acercando al mostrador para ver que tal iba el tratamiento de su compañero - Ha, por cierto me llamo Akamatsu, un placer -

La chica entró emocionada al Centro Pokémon, dirigiéndose de forma directa al mostrador de la enfermera Joy. -Por favor, enfermera Joy, sane a mi Beldy, que ha tenido un combate bastante duro.- pidió con su cálida sonrisa D'Layla. Mientras su pokemon se recuperaba, aprovechó para dirigirse a la máquina de comida, comprar algo, y luego dirigirse al tablón de gimnasios, a valorar su siguiente combate. Permaneció mirando el listado, evaluando los líderes de gimnasio e imaginando los terrenos y pokemon que poseerían, y comparándolos con los que ella tenía.

Sin embargo, su atención fue interrumpida por la enfermera, que ya había sanado al completo a su pokemon. D'Layla se apresuró al mostrador de la enfermera para recoger la poke ball. -Muchas gracias, enfermera Joy, de verdad que no tengo palabras para agradecerle lo que hace por los pokemon.- agradeció la chica, mientras se colocaba la bola en su cinturón. -¿Sabe? Creo que ahora iré a por la medalla Fuerza, contra Tilo.- Explicó a la mujer con decisión, mientras se daba la vuelta para volver a salir por la puerta, y buscar su segunda meta en aquel gran viaje que acababa de empezar.

Dash entró como una exhalación en el Centro Pokémon y le dio a la enfermera Joy dos pokeball.

- ¡Por favor, cúreme a mis pokemon!- Exclamó a gritos.- ¡Uno está cansado del gimnasio y el otro es un amigo que hemos hecho por el camino y tuve que zurrarle un poco para que se hiciera nuestro amigo pero ahora está bien y solo necesita que lo pongáis a punto! ¡Muchas gracias!

Después se puso a dar vueltas por el Centro Pokemon, mirando a todos lados. Y compró un refresco en una máquina expendedora. Cuando le devolvieron sus pokebolas, sonrió de oreja a oreja.

- ¡Muchas gracias! ¡Vámonos corriendo!

Y dicho eso, salió disparado hacia el gimnasio Enjambre.

- ¡A por Traaaacyyyyy!

Saito llegó derrumbado al centro Pokémon, ya era el segundo combate contra un líder de gimnasio que perdía. En su cabeza le estaba dando vueltas a las palabras de Mimi, no sabía que hacer en ese momento. Se acercó a la enfermera Joy para entregarle la pokeball que contenía su debilitado Pokémon. -Por favor enfermera Joy, cure a mi Pokémon, otra vez le han vuelto a debilitar debido a mi estupidez.- El joven entrenador avergonzado se fue a sentar en un banco por fuera del centro Pokémon, para reflexionar sobre sus errores y el por qué había perdido los combates. -Se suponía que en el gimnasio de agua tenía la ventaja, pero Misty me sacó aquella bestia y no pude hacer nada. Y contra Mimi más de lo mismo, no pude hacer nada siendo un gimnasio del mismo tipo que mi Pokémon. ¿Qué debería hacer? ¿Retirarme y olvidar el sueño de ser maestro Pokémon? no, eso nunca. Mis padres confiaron en mí. Hanzo confía en mi aun siendo tan mediocre como entrenador... no puedo fallarles, tengo que darlo todo.- Saito se relajó y decidió el siguiente gimnasio al que intentaría derrotar. Entró de nuevo al centro Pokémon, recogió su amado compañero y volvió a salir. De camino al siguiente gimnasio el joven entrenador hizo una pequeña pausa para hablar con su Pokémon, lo sacó de la pokeball y le dijo -Hanzo, no entiendo por qué sigues a mi lado con lo malo que soy como entrenador, te mereces alguien mejor. Que sepa guiarte en los combates y conseguir que no te lastimen.- La tristeza se le veía en la cara. En ese momento Decidueye se le acercó y le hizo gestos de cariño que le hicieron recordar cuando aun era un Rowlet.

Saito seguía triste pero Hanzo acabo haciendo que sacara una sonrisa. -Gracias amigo, sé que nunca me abandonaras. Yo tampoco lo haré, eres el mejor Pokémon que podría desear.- Se quedaron unos minutos descansando y disfrutando del buen día que hacía, incluso Saito se quedo dormido en la sombra debajo de un árbol. Cuando despertó continuó su rumbo hacia el gimnasio que le había recomendado Mimi, el Gimnasio Gres.

   Bueno... si, Usopp es resistente, solo que ese ultimo golpe fue demasiado justo, como si ese pokemon anciano tuviera el poder leer la mente - le responde Akamatsu a la joven que se le acerca para conversar, quien al acercarse para entregarle el dulce al pequeño, se le podía percibir cierto aire de pena en la mirada de la chica - ¿ tampoco le fue bien en su intento señorita ? -

mientras degustaba el niño de su caramelo, la señorita le empieza a preguntar por su siguiente objetivo - se me ocurre el Gimnasio Iris, no pienso rendirme en que la ventaja de tipo puede ayudar.... aunque espero que no sea tan abrumador como el señor Izzi - el solo recordar, como solo tecleaba y se mantenia ajeno al combate, le daba mas coraje al pequeño y le motivaba mas a darle vuelta a todo para poder retarlo de nuevo -y sobre lo de compañía no veo el problema, solo que no se si el mismo tren que voy a tomar, pase por su destino señorita - dice el pequeño mientras se iba acercando al mostrador para ver que tal iba el tratamiento de su compañero - Ha, por cierto me llamo Akamatsu, un placer -

 Se encogió de hombros y asintió, sí, no le había ido para nada de bien, el combate había sido muy rápido y su querido Delphox había sido derrotado por el potente ataque de su contendiente, pero no asintió a sus palabras, ya era obvio que ambos estaban bastante apesadumbrados por lo que había pasado. 

— soy Elle, —  sigue en cuclillas, atendiendo que la altura entre los dos era bastante desigual — no sé si es tan real eso de la ventaja, son pokemones de líder de gimnasio, y puede ser más sencillo, bueno, en teoría, pero no se debe olvidar para no por nada han llegado hasta esa posición — busco donde sentarse, tenía un dulce en las manos, pero sin muchas ganas de comer — pues si, nuestros recorridos nos pueden llevar a distintos lugares, pero de todas formas podemos ir juntos, yo iré al ventisca, creo que como tú, creo tener algo de ventaja, pero ya no sé, de todas formas debo ver como está  Delphox y ver si quiere seguir combatiendo — se mordió el labio inferior observando la entrada.

— ¿a donde irás? — le sonríe, ya estarían bien, siempre loe estaban.

Fraye entra al centro pokemon con su compañero Justice con una gran sonrisa plantada en la cara, ya que estaba emocionado por empezar al fin con este desafiante reto

-Hola a todos amigos y por sobre todo amigas, mi nombre es Fraye y serè el pròximo campeòn de esta competencia!!! - Dice con fuerza al entrar para llamar la atenciòn del resto, luego procedio a revisar la listas de gimnasios disponibles - Vamos Justice que ¿quien crees que merezca una paliza de nuestra parte? - Luego de un rato de pensarlo Gallade señala al lider Lario - Asi que ese es el que quieres sera pan comido, me pregunto ¿donde estarà el tonto de Vilke?... 

Shiryu volvió al centro pokemón, encantadísimo de su combate. Volvió, pero su cabeza nunca se fue de la Torre Luminalia. Clem había hablado con mucha emoción del gimnasio de su hermano. Y a Shiryu le habían entrado ganas desde ese momento de medirse en él.

No era lo que había planeado, pero no podía dejar de pensar en ello. Por lo que al terminar de curar a su Flygon (era más un descanso que un tratamiento, ya que poco daño había sufrido en el último enfrentamiento), se decidió por seguir a su instinto y volver a la Torre Luminalia, a por su segundo gimnasio.

Sabía que esta vez se trataría de un combate con más de 1 pokemón, pero tenía un as debajo de la manga, y estaba seguro de que podría alzarse con la victoria. 

Vilke entró agitado al centro pokemon, vio rápidamente a todas partes mientras se recuperaba de la gran carrera que acababa de hacer. Había escuchado que su amigo Fraye ya había llegado y tenia que restregarle en la cara que ya había ganado su primera medalla de gimnasio.- ¡FRAYE!, ¡SE QUE ESTAS AQUÍ!.- Gritó Vilke para intentar localizar a su amigo. 

Fraye escucha los gritos de Vilke cuando entra y de inmediato va donde esta el para poder hablar con el, asì que corre a toda velocidad hacia el y le da un golpe en el rostro al encontrarlo - Vilke idiota ¿por que no me esperaste?!!! - Grito al conectar el golpe en su amigo de Kalos.

Vilke al recibir el impacto del golpe que fue dado por su amigo este se recupera rápidamente.- ¿¡QUÉ DEMONIOS TE PASA!?.- Grita mientras se soba la cara del golpe.- Aparte fue tú culpa, tardaste demasiado y me aburrí de esperarte, así que me fui.- Dijo un poco más calmado, ya estaba acostumbrado a sus típicas peleas.- Y por cierto Fraye mira esto.- Dice mientras le muestra su medalla con cierto aire de superioridad.- Ya tengo mi primera medalla de Gimnasio y a un nuevo compañero.

Fraye ve la medalla y siente un poco de envidia pero al mismo tiempo se alegra por su amigo, sentimientos que por supuesto no demuestra - Y aparte te me adelantas con los gimnasios, pero bueno eso no importa ya que ganare las ocho medallas necesarias antes que tu y me convertirè en campeòn, ya que por supuesto soy mejor que tu, ¿verdad Justice? - Se dirige a su compañero pokemon el cual coloco una cara de cansancio ya que siempre era lo mismo cuando estos dos se encontraban.

Mientras seguía hablando con el pequeño  Akamatsu, sentados cerca de las maquinas expendedoras de dulces, dos chicos entraron y comenzaron hacer mucho escándalo, al parecer estaban muy hiperventilados, pero pronto notó el porqué, uno de ellos había ganado una medalla, Elle se encogió de hombros, pero de todas formas se repone de eso, poniéndose de pie, no sabe si  Akamatsu la seguirá o no, pero ella debía hacer lo correcto, siempre debía hacer lo correcto. 

—  disculpen, estamos en un centro Pokemon y hay pokemones enfermos o heridos, no es forma de comportarse —  se cruzó e brazos delante de los dos chicos que parecían más o menos de su edad, pero ella se comportaba como una odiosa hermana mayor—  deberían guardar silencio, pfff —  torció un poco el gesto, mirando a los dos chicos, personalidad no el faltaba a la chica. 

Vilke estaba apunto de responderle a Fraye pero es interrumpido por una chica, él solo se encoje de hombro.- Disculpa las molestias, no era nuestra intención molestar a todos, ¿Verdad?.- Esta ultima palabra la dice mientras mira a su compañero con cierta molestia en su voz. "1....2.....3...." Empezó a contar mentalmente Vilke, quería saber cuanto tiempo le tomaba a Fraye empezar a "coquetear con aquella chica".

Mientras Fraye discutìa con su amigo una linda chica se le acerca y los reprende a ambos por su comportamiento, Fraye la ve y entonces se le acerca mucho y la detalla de pies a cabeza - Disculpe ceñorita no medi mis acciones, ¿te interesaria salir a tomar algo con un habilidoso entrenador de kalos?, estoy disponible cuando quieras- El se voltea hacia su amigo y le dice - ves Vilke nada mas estoy llegando y ya estoy atrayendo chicas lindas - Con un tono un tanto creido.

Esperaba que los chicos se quedaran callados, que la miraran sobre el hombre y mascullaran alguna que otra frase malentonada pero no esperaba que uno de ellos se girara y se pusiera tan cerca de ella. Las mejillas de Elle se encendieron, y dio un pequeño paso hacia atrás, si Delphox estuviera ahí, de seguro hubiera puesto su bastón entre los dos, pero  no estaba. 

—  eh... ehh... —  recuperó la compostura, y los miró extrañada, no esperaba que reaccionaran así, de hecho si se hubieran enojado, hubiera sido más fácil —  ey, no me has atraído —  replica, haciendo un pequeño mohín con los labios —  estaban metiendo mucho ruido y se estaban comportando muy hiperventilados en este lugar, sólo eso... —  aunque le gustó que le dijera chica linda, pero algo le decía que no discriminaba mucho sobre ese aspecto.

—  ¿así que son de Kalos? también lo soy, de ciudad Romantis—  de seguro eso explicaba sus pulcros modales — pero realmente no soy buena entrenadora... —  se sujetó su codo con su otra mano y bajó un poco su mirada, mostrando tristeza. 

"5 segundos hicieron falta para que le coqueteara" Vilke golpeo en la cabeza a Fraye por su comportamiento y lo agarra de una oreja.- Que grata coincidencia, nosotros somos de Ciudad Luminalia, y no te preocupes, pronto mejoraras con el tiempo.-  Le dice amablemente mientras retuerce la oreja de su amigo.