Partida Rol por web

 Por la apariencia de aquel gimnasio se podría decir que su líder se dedicaba a algo más que a ser un líder de gimnasio pokémon. El escenario de batalla parecía una oficina de trabajo. Gran cantidad de mesas, sillas y ordenadores dificultaban el movimiento de cualquier pokémon, lo que limitaría esquivar los ataques y por tanto aumentaría la evasión de los que allí se encontraban.

¡Hola! Dijo algo distraído el joven que parecía ser el líder. Tú debes de ser el aspirante, ¿verdad? Ya veo que has conseguido la medalla rama. Así que, déjame un momento... El líder del gimnasio estaba delante de un ordenador parecía estar trabajando porque movía a gran velocidad sus dedos por todo el teclado que tenía delante. Espera un segundo. La verdad que incluso empezaba a resultar molesto que hiciera perder el tiempo de esa forma. Hoy era un día muy importante para él como para que el líder no prestara la atención adecuada.

Vale sí. Pues eso, dijo sin tan siquiera levantar los ojos del ordenador, vamos, un combate a dos pokémons y gana el que termine con los otros. ¿Sí? Izzy seguía a lo suyo, con su ordenador cuando sacó un par de pokéballs y las dejó caer a escasos centímetros de él.

De ella salió una hermosa Alakazam de color rosado. Una variedad de color muy rara de haber visto antes.

Y por último un Slowbro con un color también muy extraño:

Tras las últimas derrotas los animos de Yoh estaban un poco resquebrajados por lo que decidió ir a lo que usualmente puede ser seguro, los pokemon de tipo bicho son resistentes a los Psíquicos y ello quizás podía darle cierta ventaja pero nunca hay una seguridad total al respecto. Al llegar al gimnasio u oficina o quizás más acertadamente ofinasio Yoh de lo primero que se percata es de la cantidad de obstáculos presentes en el mismo, sin duda el líder no parecia darle la importancia pertinente a el acondicionamiento de dicho lugar o quizás era la manera correcta para este de manejar cierta ventaja.

Lo cierto del caso es que tras un tiempo de espera que no era del todo necesario por fin se digno a sacar a sus pokemon para iniciar el combate, sin embargo los colores de sus pokemon eran diferentes, su Alakazam era rosado y su Slowbro era azul, muy diferentes al color marrón y rosado respectivamente que solían tener esos, pero sin embargo ello no amedentro a Yoh quien venía decidido a ganar.

Llama, Tijeras a luchar, fueron sus palabras al momento que dejaba salir a sus 2 compañeros, quienes sin poseían sis colores comunes.

Llama inicia con Danza Aleteo, fortalezcamos nuestro poder...

Y de esa manera el insecto empezó a danzar para incrementar su fortaleza.

Por otro lado Scizor no perdería tiempo e iniciaría su ataque sobre quien podía representar el mayor dolor de cabeza,

Tijeras utiliza picadura en ese Slowbro, empecemos a menguar su vida y así proteger a tu compañero. 

Izzy no parecía tener mayor interés en el combate pues parecía demasiado atareado con el trabajo que tenía pendiente. Tan solo alzó un momento la cabeza y Alakazam dio un salto sobre una de las mesas. Parecía como si ambos tuvieran una conexión telepática pues sin decir nada, el pokémon empezó a agitar sus cucharas para lanzar una poderosa onda sobre Volcarona que lo dejó gravemente herido.

A pesar de las heridas, Volcarona siguió las órdenes de Yoh y empezó a agitar sus alas realizando un hermoso baile que potenció así sus características. Tras aquello, Scizor lanzó una fuerte picadura contra Slowbro confiando en que aquel movimiento fuera suficiente para derrotarlo. Pero no fue así, pues Slowbro era un pokémon lento pero muy resistente y un hueso duro de roer.

Y una vez más, sin que Izzy tuviera la necesidad de decir absolutamente nada, Slowbro sin hacer apenas ningún movimiento lanzó un poderoso chorro sobre Scizor. Cualquiera hubiera esperado que aquello fuera agua, nada por lo que preocuparse con Scizor, pero por desgracia, aquel pokemon era capaz de realizar movimientos de tipo fuego que dejaron K.O. al instante a Scizor. Y contra todo pronóstico, Scizor se movió a toda velocidad para esconderse detrás de uno de los escritorios y no recibir el golpe.

Al ver el terrible daño sufrido por Volcarona Yoh se da cuenta que debe tomar acciones rápidas antes de que sus compañeros terminen de caer, Alakazam estaba completo de energía pero no así era el caso de Slowbro que había sufrido un daño importante tras el ataque de Scizor y se encontraba al borde de la muerte. La nueva fortaleza de Volcarona le permitiría atacar de manera más efectiva gracias a su danza Aleteo que lograba incrementar sus especiales y velocidad.

Aquí era cuestión de atacar primero al menos teoricamente hablando por lo que el primer movimiento quizás lo realizaría Scizor para acabar con Slowbro.

Tijeras Puño Bala en Slowbro, terminalo para ir contra Alakazam.

Por otro lado muy a pesar de que había sufrido bastante daño su nuevo poder quizás  podría ayudarlo, Llama utiliza Zumbido contra Alakazam, utiliza toda tu fuerza.

Con un poco de suerte esto equilibraría la balanza a favor de Yoh quien estaba en una posición muy cuesta arriba.

Yoh optó por aprovechar la capacidad de velocidad de sus pokémon para enfrentarse al problema que tenía delante. Decidió que fuera Scizor quien golpeara a Slowbro con su puño de acero, pero apenas le hizo daño. El problema era que Slowbro ya estaba muy herido, por lo que no resistiría un nuevo golpe por muy débil que fuera.

Volcarona también aprovechó su aumento de velocidad para golpear con toda su energía a la Alakazam. Alakazam tenía pánico a los bichos y aquel zumbido provocó que cayera inconsciente en el acto. Con Alakazam fuera de combate y Slowbro tan herido lo único que sucedió fue que Slowbro se dio media vuelta y se echó a dormir. No, no estaba usando Descanso, no, no estaba usando Relajo. Lo único que quería era ignorar aquel combate y dejar de luchar pues ya no tenía ningún sentido.

Tienes la medalla colgada detrás de la puerta. Dijo Izzy sin más. 

 Por la apariencia de aquel gimnasio se podría decir que su líder se dedicaba a algo más que a ser un líder de gimnasio pokémon. El escenario de batalla parecía una oficina de trabajo. Gran cantidad de mesas, sillas y ordenadores dificultaban el movimiento de cualquier pokémon, lo que limitaría esquivar los ataques y por tanto aumentaría la evasión de los que allí se encontraban.

¡Hola! Dijo algo distraído el joven que parecía ser el líder. Tú debes de ser el aspirante, ¿verdad? Tienes pinta de no tener ninguna medalla todavía. Así que, déjame un momento... El líder del gimnasio estaba delante de un ordenador parecía estar trabajando porque movía a gran velocidad sus dedos por todo el teclado que tenía delante. Espera un segundo. La verdad que incluso empezaba a resultar molesto que hiciera perder el tiempo de esa forma. Hoy era un día muy importante para él como para que el líder no prestara la atención adecuada.

Vale sí. Pues eso, dijo sin tan siquiera levantar los ojos del ordenador, vamos, un combate a un pokémon y gana el que termine con el otro. ¿Sí? Izzy seguía a lo suyo, con su ordenador cuando sacó una pokéball y la dejó caer a escasos centímetros de él.

De ella salió una hermosa Alakazam de color rosado. Una variedad de color muy rara de haber visto antes.

Entró en la oficina-gimnasio, observando a todo atentamente. Izzy parecía un tipo distraído, o al menos ocupado. ¿No podía mirarla al menos cuando hablaba?

- Eh... yo...

Entonces salió Alakazam y Edna tuvo que contener un grito de excitación. "¡ES ROSAAAA! ¡WAAAAH! ¡QUÉ MONOOOO!". Pero en lugar de achucharlo y acariciarle los bigotes, sacó su propia pokeball y la lanzó.

- En fin... Adelante, Gengar. Usa Bola Sombra.

Gengar salió de la bola y de un veloz movimiento, lanzo una pelota de oscuridad hacia el Alakazam.

Antes de que Izzy pudiera dar ninguna orden a su pokémon, Gengar envió una esfera de oscuridad contra él. Por fortuna, el pokémon psíquico aprovechó el campo de batalla para alzar con su mente una silla y protegerse del impacto que podría haber recibido.

A continuación y sin que su entrenador dijera nada, Alakazam lanzó la silla que había elevado para golpear a Gengar con ella. El mueble impactó de lleno en el oscuro cuerpo de Gengar y como no pudo evitarlo salió disparado contra un armario que había poco lejos de allí.

El pokémon cayó al suelo completamente inconsciente. De no haber fallado el ataque, Edna habría ganado el combate de un solo golpe, pero a veces los entrenadores sabían usar el terreno de combate en el que luchaban a su favor. Eso había sido lo que Edna no había tenido en cuenta y por eso no fue capaz de hacerse con la medalla conocimiento.

Izzy tan solo dijo un breve: Lo siento. Y su Alakazam se dio media vuelta y se colocó junto a él a mirar como trabajaba.

 Por la apariencia de aquel gimnasio se podría decir que su líder se dedicaba a algo más que a ser un líder de gimnasio pokémon. El escenario de batalla parecía una oficina de trabajo. Gran cantidad de mesas, sillas y ordenadores dificultaban el movimiento de cualquier pokémon, lo que limitaría esquivar los ataques y por tanto aumentaría la evasión de los que allí se encontraban.

¡Hola! Dijo algo distraído el joven que parecía ser el líder. Tú debes de ser el aspirante, ¿verdad? Ya veo que has conseguido tu segunda medalla. Así que, déjame un momento... El líder del gimnasio estaba delante de un ordenador parecía estar trabajando porque movía a gran velocidad sus dedos por todo el teclado que tenía delante. Espera un segundo. La verdad que incluso empezaba a resultar molesto que hiciera perder el tiempo de esa forma. Hoy era un día muy importante para él como para que el líder no prestara la atención adecuada.

Vale sí. Pues eso, dijo sin tan siquiera levantar los ojos del ordenador, vamos, un combate a dos pokémons y gana el que termine con los otros. ¿Sí? Izzy seguía a lo suyo, con su ordenador cuando sacó un par de pokéballs y las dejó caer a escasos centímetros de él.

De ella salió una hermosa Alakazam de color rosado. Una variedad de color muy rara de haber visto antes.

Y por último un Slowbro con un color también muy extraño:

Bueno, bueno. Parece que- Himitsu no pudo terminar esa frase porque su cara estaba en el suelo. Se había tropezado con una de las torres repartidas por el suelo de la sala.

Tardó unos segundos en levantarse.

¡Ugh! ¡¿Por qué?! ¿Por qué tenemos que combatir aquí? Dijo. ¡Una mente clara trabaja mejor en espacios claros! ¡Y, y bien delimitados! No gastó mucho tiempo más quejándose, pues estaba claro que Izzy no le estaba haciendo ningún caso. Eso molestó al aspirante aún más.

Oh, ¡oh! Tanta confianza tienes en tus habilidades que puedes no prestar atención, ¿eh? ¡Mejor para mí, entonces!

Himitsu lanzó sus dos Pokéball. Su primer y su nuevo Pokémon aparecieron en escena.

Su nuevo Pokémon, Flatwoods la Beheeyem, era una captura bastante curiosa. No tenía mucha capacidad ofensiva. Su único ataque, Psicocarga, no era lo más destructivo que podía tener.

No. La función de Flatwoods era confundir.

Himitsu ya había colocado su trípode, y había comenzado a grabar el combate.

...Veamos, veamos lo que pasa. ¡Flatwoods! ¡Zona Extraña!

Si no recordaba mal sus clases de Biología, Slowbro, a pesar de ser un Pokémon de Tipo Psíquico, tenía una Defensa mayor que su Defensa Especial. Eso significa que, tras los efectos de Zona Extraña, los ataques físicos serían más útiles que los especiales. Por desgracia, Hubble no tenía ninguno.

Pero por fortuna para él, Hubble actuaría primero.

¡Hubble! ¡Rayo sobre el Slowbro!

Los pokémon de Izzy tenían que estar sincronizados mentalmente con él porque no recibieron ninguna orden, pero sí que se pusieron en guardia y empezaron a actuar. Las cucharas de Alakazam se juntaron y de ellas salió una esfera de oscuridad absoluta que golpeó con gran fuerza sobre Beheeyem, pero no fue suficiente para derrotarle.

Después, Magnezone lanzó una fuerte descarga sobre el Slowbro del líder del gimnasio dejándolo fuera de combate de un solo golpe. 

Finalmente, Beheeyem usó zona extraña sobre el terreno de batalla, y toda la sala se sacudió tirando muebles al suelo y cambiando todo a su alrededor. Ahora la defensa y la defensa especial de los pokémon se habían intercambiado pero Izzy seguía sin inmutarse pues continuaba inmerso en su trabajo.

¡Eso parecía ir bastante bien! ¡El segundo turno y ya eran 2 contra uno! Para estar Izzy tan tranquilo, no parecía tener demasiada suerte. Si la tuviera, no le habría tocado un Pokémon Eléctrico contra el suyo acuático.

Tal vez fuera la soberbia afectándole, pero Himitsu Ayumu no se pasó mucho tiempo pensando en una nueva estrategia. Si el Rayo de Huble seguía funcionando, lo seguiría usando. No sería tan fácil derrotar a la Alakazam como al Slowbro, pero... su rival seguía en desventaja, ¿no?

Alakazam era el Pokémon más rápido de la sala, luego Hubble y, por último, Flatwoods. Si quería aprovechar la habilidad especial de Hubble, tendría que forzarle a ir último.

¡Flatwoods! ¡Cambio de Banda! ¡Y Hubble! ¡Rayo, otra vez!

Alakazam volvió a lanzar una esfera de oscuridad sobre Beheeyem y cuando se quiso dar cuenta, a quien había impactado era al pokémon de tipo eléctrico y no a quién ella había querido. Confusa se quedó mirando a Izzy que parecía seguir enfrascado en sus actividades ajeno a lo que estaba sucediendo en el combate.

Y entonces, Magnezone se cargó de electricidad para lanzar un enorme y electrizante rayo que cayó sobre la cabeza de Alakazam. El pokémon quedó fuera de combate y con él Izzy había sido derrotado. Solo en ese momento, el líder del gimnasio alzó la cabeza y señaló uno de los cajones de la oficina. En el cuarto cajón de aquel mueble encontrarás la medalla. Enhorabuena. Dijo sin emoción alguna.

 Por la apariencia de aquel gimnasio se podría decir que su líder se dedicaba a algo más que a ser un líder de gimnasio pokémon. El escenario de batalla parecía una oficina de trabajo. Gran cantidad de mesas, sillas y ordenadores dificultaban el movimiento de cualquier pokémon, lo que limitaría esquivar los ataques y por tanto aumentaría la evasión de los que allí se encontraban.

¡Hola! Dijo algo distraído el joven que parecía ser el líder. Tú debes de ser el aspirante, ¿verdad? Ya veo que has conseguido la medalla rama. Así que, déjame un momento... El líder del gimnasio estaba delante de un ordenador parecía estar trabajando porque movía a gran velocidad sus dedos por todo el teclado que tenía delante. Espera un segundo. La verdad que incluso empezaba a resultar molesto que hiciera perder el tiempo de esa forma. Hoy era un día muy importante para él como para que el líder no prestara la atención adecuada.

Vale sí. Pues eso, dijo sin tan siquiera levantar los ojos del ordenador, vamos, un combate a dos pokémons y gana el que termine con los otros. ¿Sí? Izzy seguía a lo suyo, con su ordenador cuando sacó un par de pokéballs y las dejó caer a escasos centímetros de él.

De ella salió una hermosa Alakazam de color rosado. Una variedad de color muy rara de haber visto antes.

Y por último un Slowbro con un color también muy extraño:

Uala! Como molan tus pokemon. Ese slowbro es genial. 

​​​​​Yo te enseño los míos. Adelante Flygon y Pidgeot comencemos el combate! 

Flygon usa terremoto! Pidgeot tú usa vendaval en slowbro! Acabemos con ellos. 

El combate doble daba comienzo e Izzy no parecía estar para nada atento a lo que estaba sucediendo. De hecho los pokémon parecían actuar por su cuenta, y fue Alakazam quien empezó el combate doblando sus cucharas para lanzar un ataque metnal sobre Flygon que lo dejó gravemente herido.

Después el pokémon se precipitó contra uno de los muebles de la oficina y causó un gran terremoto. Slowbro logró esquivarlo, pero Alakazam no, y tampoco fue capaz de resistirlo por lo que quedó fuera de juego al instante. Pidgeot también generó un fuerte vendaval, pero Slowbro seguía bien escondido y tampoco le hizo nada. 

Finalmente, el pokémon de agua lanzó un ataque mental sobre el debilitado Flygon de la aspirante y éste quedó fuera de juego.

El combate estaba realmente igualado, ambos tan solo tenían un pokémon, aunque por suerte para Miaka, Pidgeot era más rápido y quizá eso fuese suficiente para vencer. 

Pidgeot! Usa vendaval el combate estaba realmente igualado pero Miaka confiaba en que ese ataque pudiera darle la victoria. O que al menos slowbro no acabará con su pokemon de un golpe. 

Ahí está la victoria! Tu puedes! 

A pesar de que a Izzy solo le quedaba un pokémon en pie, no pareció inmutarse ni lo más mínimo y dejó que su Slowbro continuase el combate. El pokémon pájaro un potente vendaval que a pesar de que Slowbro logró esconderse detrás de un mueble de la oficina, no logró librarse del daño. Aún así, si que lo aguantó y logró poder contraatacar con un ataque que dañó la mente de su rival dejándolo gravemente herido.