Partida Rol por web

El gimnasio de Joe no se encontraba precisamente en un edificio, para llegar al Gimnasio Océano había que tomar un barco hasta una diminuta isla. Allí tan solo se podía encontrar unas pocas casas y un centro pokémon. Para comprar cualquier cosa sería necesario tomar el ferry y viajar a la ciudad más cercana. Por eso quien llegaba hasta allí siempre solía ser para enfrentarse a Joe, el líder que poseía la medalla Confianza, un entrenador de tipo agua.

El joven de apariencia seria y confiada estaba en la playa con su caña de pescar cuando vio llegar la pequeña embarcación que se dirigía hacia la isla. Dejó su caña y se dirigió a recibir al aspirante. ¡Buenos días! Dijo alegremente. A pesar de estar en la playa y del buen día que había hecho durante todo el viaje, en la isla había un gran nubarrón negro y no hacía más que llover. Imagino que vendrás a retarme, esta isla y esta playa no se caracteriza por el buen tiempo, ¿verdad?

Entonces el líder se fijó en la persona que acababa de poner los pies en tierra firme. Veo que ya tienes dos medallas, eso quiere decir que la Medalla Confianza puede que sea tu tercera. Pero para eso tendrás que derrotarme en un combate triple.

Joe agarró la pokéball y la enfocó hacia el mar. ¡Adelante Primarina! ¡Defensamos la medalla Confianza!

Después agarró dos pokéball más y las sacó también hacia el mar. ¡Wailord, Walrein, también lo hago en vosotros!

A Lay no le gustaba demasiado el emplazamiento de su siguiente gimnasio, aunque eso no era algo que la fuera a frenar en conseguir su nueva medalla. Perder contra Misty la había hecho comprender que no pelearía haciendo que sus propios Pokémon salieran malparados por sus propios compañeros; y también le había cargado las pilas para ponerse a entrenar durante el camino al gimnasio océano.

-Buenos días, así es.- respondió sonriente al chico que se dirigía hacia ella tan decididamente . -Supongo que eres Joe, el líder, ¿verdad?- aseguró para luego presentarse. -Mi nombre es D'Layla.- terminó, dándose cuenta de que el combate ya estaba empezando, al ver como el líder sacaba en seguida a sus 3 Pokémon. -Bien, pues ahora vamos nosotros, ¡salid!- apuntó dos de sus pokéballs, Metagross y Roserade, hacia la zona arenosa del campo, y otra hacia el cielo, encima de la zona oceánica, Vikabolt. -¡Empecemos, Beldy, Puño Bala contra Primarina! ¡Vik, Trueno también contra Primarina!- ordenó, apuntando al Pokémon de Joe. -¡Rose, ataca con somnífero contra Wailord!- terminó, esperando el contraataque de su oponente.

El combate daba comienzo y cada uno de los entrenadores había destinado a lugares estratégicos a su equipo. Metagross fue el primero en actuar y encajó un duro golpe contra Primarina que fue incapaz de esquivarlo. Tras él fue Roserade que decidió optar por dormir a su rival, pero el polvo que lanzó sobre Wailord no logró surtir efecto y el pokémon seguía despierto y preparado para atacar.

¡Vamos, Wailrein, Wailord empecemos protegiéndonos, usad acua aro sobre vosotros mismos y recuperad cualquier daño que os hagan! 

Primarina, no lo dudes, estoy seguro de que tus compañeros estarán bien, ¡lanza surf contra todos! Ya verás cómo se recuperan. ¡No te preocupes!

Primarina comenzó a dar vueltas sobre sí misma a gran velocidad y entonces del océano salió una gran ola que dañó a compañeros y enemigos. Vikabolt y Metagross se llevaron la peor parte, sin duda quedando ambos completamente inconscientes, pero Wailord y Wailmer también fueron dañadospero sanaron sus heridas gracias al manto de agua que habían creado para protegerse.

El gimnasio de Joe no se encontraba precisamente en un edificio, para llegar al Gimnasio Océano había que tomar un barco hasta una diminuta isla. Allí tan solo se podía encontrar unas pocas casas y un centro pokémon. Para comprar cualquier cosa sería necesario tomar el ferry y viajar a la ciudad más cercana. Por eso quien llegaba hasta allí siempre solía ser para enfrentarse a Joe, el líder que poseía la medalla Confianza, un entrenador de tipo agua.

El joven de apariencia seria y confiada estaba en la playa con su caña de pescar cuando vio llegar la pequeña embarcación que se dirigía hacia la isla. Dejó su caña y se dirigió a recibir al aspirante. ¡Buenos días! Dijo alegremente. A pesar de estar en la playa y del buen día que había hecho durante todo el viaje, en la isla había un gran nubarrón negro y no hacía más que llover. Imagino que vendrás a retarme, esta isla y esta playa no se caracteriza por el buen tiempo, ¿verdad?

Entonces el líder se fijó en la persona que acababa de poner los pies en tierra firme. Veo que ya tienes dos medallas, eso quiere decir que la Medalla Confianza puede que sea tu tercera. Pero para eso tendrás que derrotarme en un combate triple.

Joe agarró la pokéball y la enfocó hacia el mar. ¡Adelante Primarina! ¡Defensamos la medalla Confianza!

Después agarró dos pokéball más y las sacó también hacia el mar. ¡Wailord, Walrein, también lo hago en vosotros!

Valla caminito venia susurrando Ryu mientras llegaba al gimnasio. No era mentira, había sido largo y en una pequeña barca, solo pensaba en porque no había ido volando en su dragón. 

Los tres pokemon del contrincante le extrañaron un poco, no Le veía la sinergia en un principio, pero seguro que la tenía así que había que comenzar.

Estoy listo! Adelante todos! Dijo mientras Jumpluff se ponía delante de Primarina, Metagross en el medio e Hidreigon en frente de Wailord. 

Comenzad! Jumpluff usa somnífero en Walrein, Metagross tu ataca con un poderoso terremoto y tu Hidreigon usa pulso umbrío en Primarina! 

El combate acababa de dar comienzo y el primero en ejecutar sus movimientos fue Jumpluff que sobrevoló el océano para dejar caer sobre Walrein un polvo que lo dejó completamente dormido. Después fue Hydreigon quien aprovechó a lanzar un rayo de oscuridad sobre Primarina quien lo aguantó perfectamente debido a su fortaleza contra la oscuridad.

Después fue Metagross quien aprovechó que sus rivales no podían sufrir ningún daño para ejecutar un movimiento que hiciera temblar todo el campo de batalla. A pesar de que los pokemon de Joe se hallaban en el océano, el temblor llegó hasta allí y todos fueron dañados seriamente y Primarina debilitada por completo.

El rostro de Joe quedó desencajado al ver como la constitución de sus pokémon se veía mermada por la potencia de aquellos ataques así que se sintió ligeramente bloqueado. Las órdenes que había dado a sus tres pokémon se ejecutarían demasiado tarde y ya no servirían de nada. Y más con uno de sus pokémon totalmente dormido.

Es inútil que intente algo contra ti. Dijo al ver la fuerza de sus pokémon. Está claro que has sabido entrenarlos a la perfección y además has aprovechado el terreno de batalla a tu favor. Está claro que has entendido como funcionan los combates contra los líderes de los gimnasios. Y por eso pienso darte la medalla que te corresponde. En ese momento devolvió a sus enormes pokémon para que descansaran y después sacó la medalla Confianza. ¡Enhorabuena, te la mereces!

El gimnasio de Joe no se encontraba precisamente en un edificio, para llegar al Gimnasio Océano había que tomar un barco hasta una diminuta isla. Allí tan solo se podía encontrar unas pocas casas y un centro pokémon. Para comprar cualquier cosa sería necesario tomar el ferry y viajar a la ciudad más cercana. Por eso quien llegaba hasta allí siempre solía ser para enfrentarse a Joe, el líder que poseía la medalla Confianza, un entrenador de tipo agua.

El joven de apariencia seria y confiada estaba en la playa con su caña de pescar cuando vio llegar la pequeña embarcación que se dirigía hacia la isla. Dejó su caña y se dirigió a recibir al aspirante. ¡Buenos días! Dijo alegremente. A pesar de estar en la playa y del buen día que había hecho durante todo el viaje, en la isla había un gran nubarrón negro y no hacía más que llover. Imagino que vendrás a retarme, esta isla y esta playa no se caracteriza por el buen tiempo, ¿verdad?

Entonces el líder se fijó en la persona que acababa de poner los pies en tierra firme. Veo que ya tienes dos medallas, eso quiere decir que la Medalla Confianza puede que sea tu tercera. Pero para eso tendrás que derrotarme en un combate triple.

Joe agarró la pokéball y la enfocó hacia el mar. ¡Adelante Primarina! ¡Defensamos la medalla Confianza!

Después agarró dos pokéball más y las sacó también hacia el mar. ¡Wailord, Walrein, también lo hago en vosotros!

Zakkai ya no podía sorprenderse había visto tantos gimnasios,uno que era un observatorio,uno que prácticamente era el ego en forma física,siendo honesto este era el menos extraño que había visitado además de que para él tenía bastante sentido que el gimnasio de tipo agua que se encuentra en una isla tan pequeña se encontrará junto al océano y que los combates se desarrollaran en la arena y mar.

Lo que para él si fue una gran sorpresa era ver como el líder de Gimnasio era demasiado tranquilo pescando tranquilamente mientras esperaba por algún entrenador que quisiera hacerse con su medalla,lo cual no sería un reto fácil pero Zakkai no pensaba rendirse ante nadie -¡Vamos a combatir chicos!- el joven entrenador llamó a sus compañeros para empezar otra batalla.

Primarina puede ser muy peligrosa Dragalge,Aggron ataquen con Cabeza Hierro y Bomba lodo- ante la señal de sus entrenador los pokemones se dispusieron a atacar pero aún quedaba otro pokemon que tenia en frente otro adversario que podría suponer otro peligro -Iron Puño drenaje adelante.

Ninguno de los pokémon que había en aquella playa eran pokémon muy rápidos. Joe era consciente de la velocidad de sus pokémon, pero cuando vio a sus rivales llegó a la conclusión de que quizá tenía una esperanza. ¡Es una locura lo que vamos a hacer! Le gritó a sus pokémon. ¡Pero tenemos que hacer ataques en área aunque nos hagamos daño los unos a los otros! ¿Entendido? Sé que lo entenderéis. Dijo cerrando los ojos al tiempo que daba las órdenes.

¡A la de una, a la de dos y a la de tres! Dijo mientras se tapaba la nariz y se tiraba al mar junto a sus compañeros.

Walrein, crea una ola que devaste toda la playa y acabe con todo el mundo.
Primarina, congela las gotas de humedad que queden en el ambiente y acaba con todos esos dragones.
Walrein, acaba con los que aún queden en pie, golpea el suelo y provoca un potente terremoto.

Los pokémon obedecieron las órdenes de su Joe, aunque Kommo-o fue el primero en actuar pegando un fuerte puñetazo a Walrein que lo dejó ya gravemente herido. Después, la ventisca de Primarina debilitó a Kommo-o de un solo golpe, y el resto fueron capaces de esquivarlo. Después, Primarina creó una ola que dañó a todos los pokémon, incluidos sus aliados lo que provocó que Walrein cayera gravemente herido y quedara fuera de combate.

Pero quien puso el broche final al combate fue Wailord que con su orondo cuerpo, golpeó el suelo y el horrible terremoto que causó terminó debilitando a Aggron y a Dragalge.

Joe salió del agua y se acercó a Zakkai. Lo lamento, soy un experto en combates triples. Mis pokémon están enseñados para luchar así, aunque eso suponga que se causen daño entre ellos. A veces hay que saber qué estrategias seguir con el fin de ganar el combate. Dijo un poco avergonzado mientras se rascaba la cabeza por lo que acababa de decir.

Espero que tengas más suerte contra Misty.

El gimnasio de Joe no se encontraba precisamente en un edificio, para llegar al Gimnasio Océano había que tomar un barco hasta una diminuta isla. Allí tan solo se podía encontrar unas pocas casas y un centro pokémon. Para comprar cualquier cosa sería necesario tomar el ferry y viajar a la ciudad más cercana. Por eso quien llegaba hasta allí siempre solía ser para enfrentarse a Joe, el líder que poseía la medalla Confianza, un entrenador de tipo agua.

El joven de apariencia seria y confiada estaba en la playa con su caña de pescar cuando vio llegar la pequeña embarcación que se dirigía hacia la isla. Dejó su caña y se dirigió a recibir al aspirante. ¡Buenos días! Dijo alegremente. A pesar de estar en la playa y del buen día que había hecho durante todo el viaje, en la isla había un gran nubarrón negro y no hacía más que llover. Imagino que vendrás a retarme, esta isla y esta playa no se caracteriza por el buen tiempo, ¿verdad?

Entonces el líder se fijó en la persona que acababa de poner los pies en tierra firme. Veo que ya tienes dos medallas, eso quiere decir que la Medalla Confianza puede que sea tu tercera. Pero para eso tendrás que derrotarme en un combate triple.

Joe agarró la pokéball y la enfocó hacia el mar. ¡Adelante Primarina! ¡Defensamos la medalla Confianza!

Después agarró dos pokéball más y las sacó también hacia el mar. ¡Wailord, Walrein, también lo hago en vosotros!

El barco estaba vacío. Al parecer él era el único que iba a retar al líder de gimnasio en ese momento. Oh, bueno. Más espacio para él. Podía sacar a todo su equipo de sus Pokéballs.

-¿Por qué eligen todos estos líderes lugares tan remotos? ¡Este es el segundo al que tengo que llegar en ferry! ¿Es para, es para que nadie pueda enfrentarse a ellos? ¿Tan preocupados están por perder su título?-

Sin respuesta de sus Pokémon. Tan solo Flatwoods se había dignado a cambiar mínimamente de expresión. ¡La verdad, había capturado a una serie de muermos!. Pero no importaba. Tendría que ser Himitsu el que pusiese la energía.

Esta vez el aspirante tenía la intención de visitar un poco la ciudad antes de enfrentarse al líder de gimnasio. Hacer un poco de turismo, ¿sabes? Aunque en esa isla sólo hubiesen dos casas, algo interesante debía de haber, también. Como mínimo, un paisaje bonito, que pudiera filmar. No se esperaba, entonces, que estuviera ya el líder allí, en la orilla, esperándole.

-¡Oh! ¡Sí, sí! ¡Por supuesto! ¡Sólo, sólo, dejame unos momentos, para prepararme!- Empezó a rascarse el brazo y miró hacia el cielo. Las primeras gotas cayeron sobre sus gafas. Uf. Eso iba a ser un problema. Iba a tener que ir limpiándolas cada segundo.

Para su quinto desafío, su montaje ya era automático. Ordenador, cámara y micrófono, todos fuera en unos pocos segundos. Cada uno de los miembros de su equipo con su propia lente. Cuatro puntos de vista, simultáneamente reproduciéndose sobre la pantalla.

Sin embargo, iba a haber un cambio, esta vez.

Himitsu se puso frente a la cámara y empezó a retransmitir.

-¡Buenos días, gente! ¡Bienvenidos otra vez al Desafío de la Liga!- En directo, desde una isla vacía, Himitsu Ayumu empezó a dirigirse a sus internete-videntes. Que tenía que admitir, no eran muchos aún. Los videos de entrenadores principiantes no debían atraer a mucha gente. -¡Para los que acaban de llegar, esta puede ser mi oportunidad para conseguir mi tercera medalla en esta interesante y repartida Liga Pokémon!-

Se acercó al que sería su contrincante y le pasó un segundo micrófono.

-¡Estamos aquí en lo que parece ser el Gimnasio Océano! ¡Que está completamente al aire libre, como podéis ver! ¡Y a pesar de que el clima no es muy bueno, estoy seguro de que Joe, el líder, nos dará un espectáculo muy, muy claro! ¡Preséntate, Joe!-

Mientras hablaba, dirigía a sus Pokémon a las posiciones que iban a tomar.

Sus dos Pokémon originales, Hubble y Flatwoods, con los que los espectadores ya estaban familiarizados, en los flancos, uno flotando sobre el agua, la otra dentro de ella.

En el centro, y sobre tierra, una montaña andante. Kailash.

¡Hubble, Levitón! ¡Kailash, Danza Espada! ¡Y Flatwoods, Espacio Raro!

Al parecer Himitsu no iba a atacar el primer turno.

¡Walrein, Wailord empezemos con nuestra táctica defensiva, Acua Aro! ¡Primarina, comienza tú el combate, usa tu ataquel mental sobre Abomasnow!

Al igual que Himitsu, Joe había usado una táctica más bien defensiva, lo que quizá le daría cierta ventaja también ya que se había ocupado de poner el combate a su favor, aunque lo cierto era que ahora los pokémon de Joe gozaban de cierta protección que quizá complicase el combate al aspirante.

Ah, Joe no parecía querer interactuar con el público, mucho. Normal. Himitsu tampoco sabía cómo hacerlo, la verdad. Una actitud humorística, pero ligeramente autocrítica, ¿no? Eso es lo que le gustaba a internet esos días. La gente ahora no podía vivir sin ironía.

-¡Ah! ¡Así que, así que empezamos ya directamente, ¿eh?! ¡Muy bien, muy bien!-

Bien. Ya habían dañado a Kailash, por lo que sería una estrategia razonable, por parte de Joe, centrarse en él, para eliminar a uno de los combatientes pronto. Lo que no sabía Himitsu es si Joe sabía que él sabía que Joe sabía que esa sería una buena estrategia.

A pesar de que Joe era un líder de gimnasio, y, por lo tanto, probablemente muy competente a la hora de desarrollar tácticas, Himitsu apostó por desconcertar.

...Flatwoods, cambia posiciones con Kailash. Tú al centro y él a la derecha.

El siguiente era Hubble. Bien. Él estaba flotando por el aire, seguro. Aunque, ¿podía aprovechar el agua mientras estaba ahí arriba?

...¿Hubble? Rayo. A Primarina.

Miró directamente a la lente de su cámara e hizo una media sonrisa. Por comentarios en vidoes de competiciones profesionales., sabía que éste era uno de los ataques favoritos de los espectadores.

-¡Y Kailash! ¡TERREMOTO!-

El combate hizo temblar los cimientos del gimnasio Oceano por culpa de los movimientos tan devastadores que hicieron todos los pokémon presentes. El único más suave fue Beheeyem que simplemente intercambió la posición de su compañero Abomasnow sospechando que Joe usaría alguna táctica de objetivos. Aunque se equivocó.

Después Magnezone lanzó una descarga contra la zona del océano donde se encontraba Primarina y aunque el impacto fue terrible, la defensa de Primarina lo era aún más y logró aguantarlo.

Y entonces comenzó la devastación, Abomasnow empezó a golpear con fuerza la arena de la playa para crear un potente terremoto que afectó a todos menos a Magnezone y se llevó por delante a Primarina y Beheeye,. Y finalmente Walrein comenzó a crear una gigantesca ola que acabó con su compañero Wailord que estaba sumamente débil. 

Ya solo quedaba Wailord que se recuperaba lentamente de sus heridas gracias a la película que recubría su piel, un malherido Abomasnow y un Magnezone también herido.

¡UAUAUAUAAAAA! Himitsu se cae de culo. El Surf no se lo esperaba.

Uf. Ese "gimnasio" había acabado algo arruinado, ¿no? Guau. El chat también se había vuelto loco, aún con los 20 tipos que le veían. El ansia de destrucción de internet era algo abrumador.

Aún en el suelo, Himitu gritó. ¡Atacad! ¡ATACAAAD! Los dos Pokémon que le quedaban seguían siendo más rápidos, gracias a Espacio Raro, pero no podrían aguantar otro Surf. Especialmente no Kailash. ¡RAYO! ¡Y MAZAZO! No... no se sentía muy bien sacrificando a su Abomasnow de esa manera. Al igual que no se sintió cómodo haciendo lo mismo con Flatwoods. Uf... Los dos parecían lo suficientemente estoicos como para no enfadarse demasiado, pero aún así... Esperaba que no creciese mucho el resentimiento.

Himitsu no necesitó sacrificar a su Abomasnow porque con el rayo de Magnezone fue suficiente para acabar con Walrein. La estrategia de Himitsu había dado resultado y el líder Joe había perdido el combate. 

El líder se colocó correctamente sus gafas y aplaudió entusiasmado por el combate tan emocionante que habían desarrollado. ¡Enhorabuena, ha sido una pasada! ¡Has demostrado una gran confianza en tus pokémon y por eso es para ti esta medalla! ¡Enhorabuena!