Partida Rol por web

Edward regresó al centro Pokemon satisfecho, se había hecho con su primera medalla para clasificarse, ¡y además el combate había sido fabuloso! No podía estar más satisfecho...

- Enfermera Joey, haga el favor de curar a mis dos compañeros... - dijo refiriéndose a Durandal y Kaiju que recientemente había adquirido en el camino de regreso... Y observando a su alrededor no pudo evitar volver a ver a la muchacha que le llamó la atención al principio, que estaba rodeada de otros chicos... "no me extraña su popularidad, es la única entrenadora guapa que hemos visto por el momento" pensó para si mismo...

Aunque no pudo evitar ver su cara triste, debía de haber sucedido algo... ¿una derrota quizás?, pero aquello hizo que Edward se acercase al pequeño grupo... - Muy buenas, mi nombre es Edward... ¿qué ha pasado aquí para que a una dama tan encantadora tenga esa cara tan larga? Espero que no la estéis molestando... - dijo con un tono claramente burlón, intentando animar el ambiente... - ¿Lleváis mucho tiempo ya como entrenadores? Yo prácticamente acabo de empezar con los combates de gimnasio... - siguió hablando, dejando ya una pausa para una respuesta...

Taro, recién llegado a la región, arribó al Centro Pokémon. Su Duchesse estaba en plena forma, así que no necesitaba hacer una visita a la Enfermera para curarla. Al contrario, se dirigió directo al tablón de anuncios donde se encuentran todos los entrenadores y su ubicación. Chistó con la lengua, con desagrado. Una tal D'Layla se encontraba en el primer gimnasio al que quería visitar. Misty debía esperar...

Tras observar detenidamente la lista, se dio cuenta que Duchesse no tenía gran ventaja contra demasiados tipos y que aquellos contra los que sí la tenía ya habían perdido parte de su valor en puntos, por lo tanto, aunque supusieran una victoria casi segura, no era algo que le fuese realmente rentable.

Se lo pensó durante un momento antes de escoger su próximo destino. Un duelo entre Pokémon de Tipo Planta parecía lo mejor para empezar, puesto que sus dos primeras opciones estaban ocupadas por el momento. Además, quería ver si esa tal Mimi era tan princesa como quería hacer ver con el nombre de su gimnasio.

Saito entró con prisas al centro Pokémon, no tenía ganas de perder más tiempo. Cruzó la sala directo a la lista de gimnasios y decidió rápidamente su próximo destino, sacó de su mochila la única pokeball que tenía y le dijo. -Hanzo, tarde o temprano conseguiremos nuestro objetivo. ¡No podemos rendirnos!.- Ya había tomado una decisión, guardo otra vez su pokeball y salió del centro Pokémon a toda prisa. -Rumbo al gimnasio plateado.- Parecía como si todas las derrotas no le afectaron a su ánimo.

Vilke entró al centro pokemon, fue a donde la enfermera Joy y le entregó a sus Pokemon, era el tercer gimnasio que perdía, pero no se desanimaba, esta no es la primera vez que tiene una mala racha por lo que se le hacia más fácil seguir adelante, igual tenia que ganarle a Fraye.

Cuando sus Pokemon estuvieron listos los agarro y se fue al próximo gimnasio que iba a retar, lo vio de camino de regreso y sabia perfectamente que podía hacer.

Fraye se queda mirando a Elle hasta que un ligero olor a quemado impregna el ambiente al percatarse ve que su cabello se quema y empieza a correr por todos lados desesperado por apagar ese fuego golpeando su cabeza para acabar con el oxigeno de las llamas en su cabeza, luego regresa cansado de correr y se percata que un chico que no había visto se acerca a hablar con ellos - Hola soy Fraye y no la estoy molestando, solo hablábamos - Luego dirigiendo su mirada hacia Elle el le dice con una sonrisa - Por cierto no te lo comente pero perdí en el gimnasio Ula-Ula, es un líder bastante fuerte, ¿Quieres acompañarme a curar a Justice? - Pregunta a Elle para poder tener un rato mas hablando con ella.

Cabizbaja y llorando llegó D´Layla al Centro Pokémon. Dejó sus compañeros con la enfermera Joy y fue a comprar una botella de agua, para después sentarse a reflexionar un rato. -Esa Misty...- murmuró para sus adentros. -No entiendo que pueda ganar, después de haber tratado así a sus propios pokémon.- empezó una conversación consigo misma. -¡Ni leyenda, ni magikarps en vinagre!- espetó finalmente, llevándose las manos a la boca, dándose cuenta de que tal vez lo había dicho más alto de lo que se esperaba. 

Tras un rato dándole vueltas a la cabeza, y tras acabarse la botella de agua, Lay fue a pos sus pokémon un poco más tranquila, aunque aún molesta. -Muchas gracias enfermera Joy, siento no haber saludado antes. Estaba muy afectada, esa Misty me ha fastidiado mucho.- tomó sus pokéballs y las colgó de nuevo de su cinturón. -Gracias de nuevo, ahora voy a ver si decido dónde dirigirme; aunque creo que antes haremos una parada para entrenar.- explicó a la enfermera mientras se daba la vuelta y se dirigía a la tabla de líderes de gimnasio.

Analizó detenidamente la tabla, y decidió su próximo gimnasio. Salió del Centro Pokémon, desplegando su bicicleta, rumbo al Gimnasio Océano.

Toshio regresó algo cansado al centro pokémon. Dejo su Feraligatr en manos de la enfermera Joy mientras se sentaba en un sofá, cerca de la tabla donde se mostraban los líderes y gimnasios, y dejó reposar su cuerpo un rato mientras tanteaba cuál sería su siguiente desafío.

Por ahora no le había ido nada bien, dos derrotas consecutivas. Y eso que en la primera había tenido la "ventaja" del tipo. Pero no iba a tirar la toalla tan fácilmente. Cuando hubo descansado lo suficiente y la enfermera Joy le devolvió a su pokémon completamente recuperado, volvió a elegir rival. - Mordisquitos, esta vez vamos a por un reto mayor. - Le dijo a su Feraligatr mientras señalaba el panel de los gimnasios, apuntando al gimnasio Verde y su líder Giovanni. Acto seguido, entrenador y pokémon salieron a toda prisa del Centro Pokémon en dirección al gimnasio de tipo tierra.

Al ir al gimnasio y encontrárselo ocupado, Taro vuelve al Centro Pokémon. ¿Es posible que haya leído mal? Efectivamente así es: el Gimnasio Princesa está ocupado, y no quedan muchos gimnasios que conserven su valor original, o que no hayan bajado. Aparte del Mente y el Cascada, está el de Mara, el gimnasio de tipo Lucha llamado Orden. 
— Qué remedio... — masculla, airado, hablando consigo mismo —. Tocará ir a por ella...

Edward regresó al centro Pokemon satisfecho, se había hecho con su primera medalla para clasificarse, ¡y además el combate había sido fabuloso! No podía estar más satisfecho...

- Enfermera Joey, haga el favor de curar a mis dos compañeros... - dijo refiriéndose a Durandal y Kaiju que recientemente había adquirido en el camino de regreso... Y observando a su alrededor no pudo evitar volver a ver a la muchacha que le llamó la atención al principio, que estaba rodeada de otros chicos... "no me extraña su popularidad, es la única entrenadora guapa que hemos visto por el momento" pensó para si mismo...

Aunque no pudo evitar ver su cara triste, debía de haber sucedido algo... ¿una derrota quizás?, pero aquello hizo que Edward se acercase al pequeño grupo... - Muy buenas, mi nombre es Edward... ¿qué ha pasado aquí para que a una dama tan encantadora tenga esa cara tan larga? Espero que no la estéis molestando... - dijo con un tono claramente burlón, intentando animar el ambiente... - ¿Lleváis mucho tiempo ya como entrenadores? Yo prácticamente acabo de empezar con los combates de gimnasio... - siguió hablando, dejando ya una pausa para una respuesta...

 Fraye se queda mirando a Elle hasta que un ligero olor a quemado impregna el ambiente al percatarse ve que su cabello se quema y empieza a correr por todos lados desesperado por apagar ese fuego golpeando su cabeza para acabar con el oxigeno de las llamas en su cabeza, luego regresa cansado de correr y se percata que un chico que no había visto se acerca a hablar con ellos - Hola soy Fraye y no la estoy molestando, solo hablábamos - Luego dirigiendo su mirada hacia Elle el le dice con una sonrisa - Por cierto no te lo comente pero perdí en el gimnasio Ula-Ula, es un líder bastante fuerte, ¿Quieres acompañarme a curar a Justice? - Pregunta a Elle para poder tener un rato mas hablando con ella.

Un chico se les acercó, pensando que estaban molestando a Elle, como si eso pudiera pasar con Phox ahí, o por lo menos eso pensó el pokemón mientras quemaba el cabello de Fraye que estaba corriendo intentando apagar las incipientes llamas dejando un fuerte olor a pelo chamuscado. Elle intentaba ayudarlo cuando Edward se les acercó. 

— eh?... no... no, no me molestan — estaba con sus manos intentando apagar las llamas — ¡ey, Phox. no era necesario! — reprendió a su pokemón que sólo se cruzó de brazos y desdeñosamente miró hacia otro lado — lo-lo siento mucho Fraye, Phox es muy celoso, no deja que muchos se me acerquen — se encogió de hombros, para mirar al chico nuevo, debía presentarse, y agradecer su preocupación.

— disculpa, soy Elle — le extiende su mano hacia Edward — él es Phox... y bueno, ya conoces a Fraye, y no-no pasa nada, es solo que soy demasiado mala para estas cosas, — se encogió de hombros, Phox también entristeció, y se acercó a su entrenadora, poniendo su mano en el hombro de la chica — tampoco empecé hace mucho, íbamos a concursos Pokemon y creímos que nos iría mejor acá, pero... soy mala y hago sufrir a Phox, lo siento amigo — estaba demasiado apenada como para ponerse roja al estar rodeada de chicos, y sobre todo guapos, en otro momento, estaría muy nerviosa, y complicada hablando con ellos. 

    Sin hacer ningún tipo de pausa en su viaje, llega corriendo el pequeño hasta el mostrador.

-por Favor, enfermera salve su vida por favor!!- dice de golpe a la enfermera de turno, el golpe que el pokemon de la líder Samina había echo en Usopp, había sido fuerte, mucho mas que cualquier otro golpe que hubiera recibido en su vida.

   El niño se había decidido, si su compañero podía resistir este incidente volvería a la villa, aunque era testarudo para todo, no estaba dispuesto a que la vida de su compañero siguiese siendo arriesgada para probar un punto .... espero que el Jefe Koga pueda entender mi decisión....

- Hmmmmm... - murmuró Edward ante las contestaciones de Fraye y Elle... - Bueno, quizás el problema sea esa falta de confianza... ¿sabías que los Pokemon se percatan de ello?, necesitas más autoestima, y ser capaz de atreverte con todo en los combates... - dijo un poco a modo de sermón mientras se frotaba algo el pelo...

- De todos modos si necesitas ayuda o un combate de entrenamiento, puedes pedírmelo cuando quieras... Phox me parece todos menos débil... seguro que ambos aprenderíamos muchas cosas... - dijo posando su mano sobre el hombro de la muchacha, mientras miraba la lista de gimnasios disponibles... "El gimnasio Arsénico parece una buena opción..." pensó para si mismo...

Después de su primera victoria Near se encuentra algo más emocionado, la batalla contra James fue al límite sin duda alguna; llego rápidamente al gimnasio pokemon y como ya era rutina solicito amablemente a la enfermera Joy que le hiciera el favor de curar a Cerebro, quien había resultado bastante debilitado.

Mientras ello ocurría se dirigió al tablón de gimnasios, buscando algo un poco más sencillo en esta oportunidad y, teóricamente hablando al menos los pokemon de tipo normal eran una opción viable, por lo que justo después de recibir a Cerebro se encamino hacia su siguiente destino.

Maldición, pensó Shiryu volviendo derrotado hacia el Centro Pokemon. Estaba seguro que un gimnasio del tipo Bicho habría sido una buena decisión, pero no esperaba verse derrotado tan fácilmente como lo hizo.

En la sala de espera comenzó tratar de reconstruir su estrategia que se había visto tan afectada por aquella derrota. No podía decidir si probar suerte en el otro gimnasio Tipo Bicho, o si debería probar suerte con los Tipo Planta.

Incluso podría llegar a competir en otro estilo de gimnasio. Había muchas posibilidades y no iba a darse por vencido. Se estremeció cuando lo llamaron para retirar a sus pokemones rehabilitados, estaba tan inmerso en sus pensamientos que lo tomaron por sorpresa.

Por suerte, ya tenía decidido su próximo paso. Iría a probar suerte en el gimnasio GRES.

Otra vez de vuelta en el centro Pokémon, con mucha prisa como las anteriores ocasiones. Saito entró rápidamente a curar su Pokémon y con la misma vuelve a salir. No cesaba en su empeño de ganar su primera medalla.

Estaba cansado de perder, pero era algo que no podía evitar. Acababa de empezar en el mundo de los combate Pokémon y muchas de las estrategias que planteaba no estaban muy bien pensadas. Tras pensar largo y tendido sobre que gimnasio ir, decidió abusar de los tipos favorables para su único Pokémon.

- Esta vez iremos al gimnasio de tipo fantasma de Samina, Hanzo sigue confiando en mí igual que yo en ti. Todo irá bien a partir de ahora.- Susurraba el joven entrenador a su Pokémon que estaba descansando dentro de la pokeball.

Erol entro contento al centro pokemon, la batalla contra Morti había sido estresante, y después de ella se sentía muy relajado, ademas de ello, había hecho un nuevo amigo, seguro que contento su ayuda le iría bien en el siguiente gimnasio.

Se acerco al mostrador y le pidió amablemente a la enfermera Joy que curara a sus pokemon, Kero y Cera estaban prácticamente ilesos, pero Baki había sido derrotado y necesitaba la atención. Mientras esperaba a que sus amigos estuviesen en forma, se acerco a la pantalla y eligió su siguiente enfrentamiento, sería un combate doble, con los que ya tenía experiencia tras derrotar en uno a Yasmina.

Veamos, repaso la pantalla y eligió uno, ese, no reconozco a esa lider de gimnasio, pero juntos la venceremos, aunque no debemos confiarnos, seguro que guarda algunas sorpresas, recogió a sus pokemon y se marcho -vamos al Gimnasio Princesa-

Toshio regresó de nuevo al centro pokémon, con otra derrota a sus espaldas. El chico llevaba ya unas cuantas y no parecía levantar cabezas. Pero por quién peor se sentía era por su Feraligatr, que al fin y al cabo era el que se llevaba la peor parte.

Entregó a su pokémon de agua a la enfermera Joy y le pidió que lo curase mientras decidía cuál sería su siguiente reto. Lo intentaría esta vez en el gimnasio Mente, si es que nadie se le volvía a adelantar como pasó la última vez que quiso dirigir sus pasos hacia allí.

- Vamos Mordisquitos. Esta vez tenemos que ganar! - Le dijo a su pokémon una vez estuvo curado y ambos partieron rumbo al Gimnasio Mente.

- ¡AAAAAAAAAAAH!- Dash entró a toda prisa por la puerta del Centro Pokemon y entregó las pokeball a la enfermera Joy.- ¡Cúrelos, por favor!

Después se fijó en la clasificación.

- ¡Casi estoy en cabeza! ¿Quién da más puntos ahora?- Comprobó la lista de gimnasios y sonrió.- ¡Este le va bien a mi nuevo amigo!- Gritó, y recogió sus pokemon para salir a toda prisa.- ¡Tai, allá voy!

-Cada vez somos un equipo más completo. Pero cada vez es más complicado. Sigamos esforzandonos ¿Va? Venga, a las pokéballs y vamos a la lista.

Tras hacer regresar a sus compañeros. Aidan entró al centro pokémon. Tras un día de descanso estaban todos a pleno rendimiento, listos para agrontar el siguiente desafío.

-A ver... vaya, hay dos opciones buenas. Pero... mejor la más "segura". Aunque nunca se sabe las sorpresas que se puede uno encontrar, claro.

Silbando una alegre tonadilla, marchó a por su cuarta medalla. Si todo iba bien.

Toshio regresó de nuevo al centro pokémon. Aunque esta vez era diferente pues había salido victorioso y había conseguido su primera medalla. El combate contra Izzy se había desarrollado tan rápido que casi no le dio tiempo a asimilarlo. 

Además había conseguido un nuevo compañero por el camino. Así que ahora tan solo tenía que curar a su fiel Feraligatr y elegir cuál sería su próximo reto. El próximo combate será en modalidad de dobles - murmuró mientras observaba la tabla con los líderes y gimnasios que había disponibles. No era muy bueno en ese tipo de combates, más aún cuando su equipo estaba formado por tan solo 2 integrantes y no tenía una estrategia clara. - Vamos a por el tipo roca. - Dijo a sus pokémon señalando el cartel del gimnasio plateado.