Partida Rol por web

Kenryu al entrar noto una serie de recortes de los casos resueltos por la lider Mara, justo cuando se topa con una que habla sobre Jessie y James, un toque en el hombro llama su atencion y sin previo aviso se topa con una de sus mayores debilidades, una chica bella que sin previo aviso le impacta con dos besos, el chico quedo sonrojado y sin habla un largo momento aun que la risa de la ex-oficial hizo que sonriera asi la siguio en silencio, pero su interes seguia en la hermosa peliroja que ya lo habia rechazado.

He... el chico titubeo por un momento, hermosa damisela, es cierto que he venido a luchar por la medalla, pero tambien vine a averiguar mas sobre los lideres James y Jessie, ademas seria un placer escuchar sobre sus grandes asañas, ¿quisa podria contarme algunas historias despues del combate? despues de ello llamo a sus amigos al combate.

Bueno es hora de empezar, Meitsuki dale cariño a Scar, Konami humedecete, Adelantate Shoko.

A pesar de las ultimas batallas Shoko y Meitsuki seguian teniendo fe en el entrenador, sin embargo Konami decidio obedecer a pesar de tener dudas.

El combate triple contra Mara dio lugar y ni la entrenadora ni el aspirante se anduvieron con chiquitas. Mara asintió ante la pregunta de Kenji, era mejor dejar aquella conversación para el final.

Lucario empezó mirando fijamente a Conkeldurr para preveer qué era lo que iba a hacer y copió su movimiento ejecutando un potente golpe con el quicio de su mano, pero Gallade fue capaz de frenar el golpe y evitar que acabara con él. Tras soltar su mano, dio un fuerte golpe con su cabeza pero prefirió lanzarse contra Vaporeon pues así se lo había ordenado la ex-agente Mara. 

La resistencia de Vaporeon era increíble y logró aguantar el golpe sin mucho problema, así que aprovechó para recubrir su piel de una película de agua que lo sanaría lentamente cada asalto. Gardevoir aprovechó para acercarse a Scrafty cuando éste no miraba y plantarle un beso. Aquel gesto, lejos de ser algo cariñoso, drenó hasta el último ápice de aliento del pokémon siniestro y lo dejó totalmente fuera de combate. Y finalmente y tal y como Lucario había previsto, Conkeldurr alzó una de las vigas que llevaba entre sus manos para impactarla con una descomunal fuerza que lo dejó gravemente herido.

El tímido aspirante sonrió alegremente ante la respuesta positiva de la atractiva líder de gimnasio, sabía que era hora de concentrarse en la batalla.

Kenryu sabia que el beso de Meitsuki seria devastador contra Scar, pero le preocupo ver a su amigo Shoko caer ante los poderosos puños de Conkeldurr, quedaban 2 a 2 y Konami no estaba en muy buenos términos, además el poderoso Conkeldurr era una preocupante amenaza.

Vamos Meitsuki, usa tus poderes psíquicos, Konami espera un poco, Meitsuki se alisto para usar su psicocarga contra Conkeldurr, mientras Konami se protegía.

El combate seguía en su máximo esplendor y la agente Mara ordenaba a su Gallade que se lanzara sobre Vaporeon para acabar con él. Pero para sorpresa de la expolicía el pokémon se recubrió con una fina película de agua que le protegió del golpe recuperándose ligeramente gracias al manto que el envolvía.

Mientras tanto, Gardevoir y Conkeldurr se enfrentaban en una lucha sin cuartel. El primer lanzó una onda psíquica destructora sobre el tipo lucha, mientras que el segundo contraatacaba con un puño cargado de energía ígnea a la cuál Gardevoir era muy débil.

Cuando se despejó el humo provocado por ambos impactos, ambos pokémon estaban tendidos en el suelo prácticamente inconscientes. Aunque la sorpresa se la llevaron cuando Conkeldurr fue capaz de ponerse en pie aunque tenía claros signos de fatiga.

El combate ahora parecía estar del lado de la Líder Mara, pero lo cierto es que si Vaporeon aguantaba el golpe de Gallade y era capaz de contraatacar con un movimiento que causara daño a todos los pokémon como era el clásico movimiento surf, podría hacer que Kenryu se hiciese con la medalla Ley.

La pelea llegaba a su final, Conkeldurr estaba casi fuera de combate, pero eran 2 a uno, Kenryu estaba nervioso, ahora todo depende de Konami, ella puede atacar a ambos, pero para ello debe resistir el ataque de Gallade pues es mas rápido, finalmente le dio una instrucción a su ultimo compañero en pie, aun no.

Konami entendía la situación, y debido al desarrollo de la batalla empezaba a sentirse mas confiada en su entrenador pero se veía un poco cansada, quizá demasiado para protegerse nuevamente.

Solo resiste, el chico espero nervioso el resultado de esta nueva ronda.

El combate llegó a su fin porque la protección de Vaporeon falló. Aquella técnica podía ser muy eficiente, pero si se repetía continuamente descendían sus posibilidades de éxito y eso es lo que ocurrió. Gallade se lanzó sobre el último pokémon en pie golpeándolo fuertemente con su cabeza y dejándolo fuera de combate.

Kenryu lo tenía muy complicado ya, pero al menos había aguantado todo lo que había podido.

¡Ha sido un gran combate! Exclamó la Ex-agente Mara. Espero que tengas más suerte cuando te enfrentes a Tilo. Y tras esas últimas palabras, le tendió la mano y se despidió.

Kenryu vio un poco desconcertado la mano de la agente Mara, un poco confundido la tomo, si fue una gran batalla y le agradezco sus buenos, y aunque ansió llevar a mis amigos al centro Pokemon, aun quiero tener esa platica con usted, el chico se le quedo viendo, esperando con ilusión su respuesta

Pues tampoco sé mucho de ellos, solo lo que cuentan los rumores o lo que se ha hablado de ellos. Nada que no puedas conocer cuando les visitas en sus gimnasios. Comentó. La verdad que yo no traté con ellos en su etapa más maligna.

Bueno, no es lo que esperaba, pero agradezco su atención, dijo con una gran sonrisa, a sido un placer, espero nos podamos encontrar en alguna otra ocasión, se volteo hacia la puerta y giro la cabeza hacia la oficial, gracias, ahora debo ir a curar a mis compañeros Pokemon

El gimnasio Orden no se encontraba muy lejos de allí, Mara era su entrenadora y muchos sabían que ella antes había ejercido como jefa de policía de la ciudad, pero ahora había colgado la placa y había decidido convertirse en entrenadora pokémon y líder de aquel gimnasio.

La mujer, lejos de olvidar su pasado había decorado su gimnasio como si se tratase de un centro de policía. Las paredes tenían decenas de fotografías de Mara resolviendo casos, salvando pokémons o deteniendo villanos. Cuando el aspirante estaba observando una de las fotos, la ex agente le dio un golpecito en el hombro para llamar a atención.

¡Hola! Dijo dándole dos besos. Imagino que habrás venido a luchar, ¿verdad? No creo que hayas venido a ver esas fotos. ¡Ni que esto fuese un museo! Dijo entre risas para relajar el ambiente. ¿Quieres acompañarme? Te diré donde nos enfrentaremos.

La sala tenía una puerta trasera y tras ella se encontraba un campo de batalla de tierra y arena. Algo muy común y habitual. Además, la líder Mara había tomado la decisión de continuar llevando su antiguo uniforme de trabajo, lo cuál daba a entender que no quería olvidar su pasado.

Tú colócate por ahí, dijo señalando el otro extremo, nosotros lucharemos aquí. ¿Es tu quinta medalla, verdad? Dijo con una sonrisa. Pues si derrotas a tres de mis pokémon en un combate individual, la medalla ley sería tuya. Y solo estará permitido un cambio.

Adelante, Scar!!

Y un Scrafty salió de la pokéball de su Mara.

Por primera vez desde que Kenji estaba desafiando líderes de gimnasio, uno de ellos había sido bastante amable con él, algo que agradeció en extremo devolviéndole las cordialidades. Por desgracia, aquella dulzura acabó en el momento en que el combate empezó. 

El joven aspirante tenía un plan en mente que pronto se vió truncado al ver al primer pokémon rival. No esperaba esa combinación de tipos que inutilizara prácticamente a su pokémon psíquico, pero estaba claro que no se llegaba a líder de gimnasio sin tener algunas crontamedidas contra tus adversarios. Cabía la posibilidad de que su Akira acabara con el enemigo, pero era muy arriesgado jugar su mejor carta al principio, porque si fallaba, se quedaba prácticamente sin posibilidades de ganar, dado que no confiaba en que aguantará muchos golpes de su rival. 

Rápidamente volvió de sus pensamientos y decidió mandar a luchar a su Serina.

- Adelante, mi piedra marina. - Exclamó arrojando la pokeball de su pokémon elegido. - Te necesito para esto, usa carantoña sobre ese Scrafty. 

Su pokemon de agua era su otra gran baza para este gimnasio, pero temía arrepentirse de usarlo demasiado pronto. De todas maneras, había preferido eso para tener libre su último pokémon para algun imprevisto que surgiera durante el combate.

Ninguno de los dos pokémon que habían salido al campo de batalla eran especialmente rápido, pero afortunadamente para la Líder Mara su Scrafty atacó antes de Azumarril pudiera contraatacar. Los movimientos de tipo hada eran sumamente vulnerables contra su pokémon, aunque ella no se había convertido en líder de gimnasio si no fuera capaz de derrotar a los pokémon de aque tipo.

Desgraciadamente el tipo agua había descolocado a su Scrafty así que optó por un ataque algo más potente aunque no devastador. El objetivo era hacer el mayor daño antes de caer. 

¡Al cielo y acaba con una patada super alta, Scar! Le ordenó a su pokémon justo cuando ya sabía que aquello no sería suficiente y que no aguantaría el golpe. 

Por suerte el golpe fue mucho más devastador de lo que cualquiera hubiera imaginado, aunque ni de lejos serviría para acabar con él. 

En cuanto el pokémon de Kenji se repuso del impacto, hizo una fragil  y linda carantoña a Scrafty que se estremeció y cayó gravemente debilitado. 

El pokémon de Mara estaba fuera de combate.

¡Agh! ¡Ese Azumarril parece más fuerte y resistente de lo que se ve! ¡Espero tener alguna otra posibilidad con el resto! 

¡Adelante, Medicham!

Las palabras de la líder Mara alegraron tanto a Kenji como a su pokémon, que agradecieron el halago tras derrotar al primer rival. La batalla había empezado con buen pie, pero el nuevo enemigo era tan intimidate como el anterior y Kenji no sabía si Serina, habiendo sido duramente golpeada por una gran patada, sería capaz de aguantar un golpe de ese Medicham para poder volver a usar una carantoña, así que prefirió asegurar con la esperanza de mantener la ventaja que había ganado en el primer enfrentamiento.

- Muy bien Serina, has acabado con uno. Ahora, a por el segundo, usa Acua jet. - Fue lo único que ordenó a su compañera deseando que los ánimos infundados permitiesen aguantar un poco más en combate. 

Su pokémon ya había cumplido con creces, pero en su interior deseaba no tener un encuentro tan ajustado como su último gimnasio. 

Cuando vio aparecer a Medicham, Kenji sabía que su Azumarril no tendría muchas posibilidades contra él por lo que decidió adelantar el golpe con un ataque de máxima velocidad. Ni Mara, ni su pokémon fueron capaces de imaginar aquel golpe y le pilló completamente fuera de juego recibiendo un brutal impacto.

Aún así, el pokémon psíquico fue capaz de aguantar y convirtiendo su brazo en una especie de aguijón venenoso acabó con el Azumarril del aspirante.

El combate sin duda pintaba mal para Mara, pero aún estaba lejos de ser derrotada y seguiría luchando y confiando en su equipo.

Serina cayó fulminada ante el ataque del pokémon rival, no sin antes golpear al rival. Orgulloso de su actuación recuperó a su pokémon, no sin antes declararle unas palabras de agradecimiento. 

Acto seguido, fue consciente de que los dos pokémon de la líder tenían armas contra sus debilidades y, yendo el combate 1 a 1, pensó que era muy arriesgado usar a su Alakazam que, y sin embargo, su mejor baza en el gimnasio que debía utilizar, antes de acabar perdiendo por no utilizarla. Decidido, arrojó el contenedor de aquel pokémon. 

Una vez con su pokémon en el terreno, sospecho de un posible cambio por parte del rival, pero no podía prever qué pokémon saldría al paso, así que optó por el ataque más efectivo en aquel momento. 

- Akira, usa Bola Sombra. - Ordenó a su pokémon. - No podemos dejar que el esfuerzo de Serina quede sin recompensa. 

Confiaba derrotar a aquel pokémon dañado con un golpe y tener la posibilidad de adaptarse contra el último enemigo.

La bola sombra de Alakazam impactó sobre Medicham antes de que éste pudiera hacer nada. La entrenadora se quedó impresionada al ver al pokémon cuya velocidad y ataque no tenían parangón. Es inútil que continuemos este combate. Dijo al ver como su Medicham caía. Ninguno de mis pokémon es más rápido que Alakazam y todos son vulnerables a su tipo psíquico... Con Scrafty y Medicham fuera de combate, lo tengo perdido. Después se descolgó la medalla Ley que llevaba en la chaqueta y se la tendió a Kenji. ¡Enhorabuena, la medalla Ley es tuya!

Kenji no se sorprendió cuando su Alakazam acabó de debilitar a su rival con su ataque, sino más bien que la líder Mara se rindiera sin gastar su última bala. Sabía que su pokémon era fuerte en ese gimnasio y, aunque desconcertado ante la rápida victoria, en cierto modo sentía alivio de no haberse visto contra las cuerdas como contra Giovanni. 

- Gracias agente, líder, señora. - Le respondió sin saber que calificativo adjudicarle. - Ha sido un combate breve pero intenso y, la verdad, lo he disfrutado mucho. Ojalá todos los líderes fueran igual de amables con los aspirantes.

Después de aquel sentimiento de júbilo que sintió saliendo del gimnasio con una, en su opinión, merecida victoria, le invadió un sentimiento de desesperanza. Hasta ese momento podía suplir sus debilidades con nuevos pokémon pero ahora, tendría que llenar el último cupo y planear estrategias completas a la hora de los combates, pues su equipo no iba a fortalecerse más.

El gimnasio Orden no se encontraba muy lejos de allí, Mara era su entrenadora y muchos sabían que ella antes había ejercido como jefa de policía de la ciudad, pero ahora había colgado la placa y había decidido convertirse en entrenadora pokémon y líder de aquel gimnasio.

La mujer, lejos de olvidar su pasado había decorado su gimnasio como si se tratase de un centro de policía. Las paredes tenían decenas de fotografías de Mara resolviendo casos, salvando pokémons o deteniendo villanos. Cuando el aspirante estaba observando una de las fotos, la ex agente le dio un golpecito en el hombro para llamar a atención.

¡Hola! Dijo dándole dos besos. Imagino que habrás venido a luchar, ¿verdad? No creo que hayas venido a ver esas fotos. ¡Ni que esto fuese un museo! Dijo entre risas para relajar el ambiente. ¿Quieres acompañarme? Te diré donde nos enfrentaremos.

La sala tenía una puerta trasera y tras ella se encontraba un campo de batalla de tierra y arena. Algo muy común y habitual. Además, la líder Mara había tomado la decisión de continuar llevando su antiguo uniforme de trabajo, lo cuál daba a entender que no quería olvidar su pasado.

Tú colócate por ahí, dijo señalando el otro extremo, nosotros lucharemos aquí. ¿Aún no has derrotado a ningún líder del Alto Mando, verdad? Dijo con una sonrisa. Pues si derrotas a mis dos pokémon en un combate individual, la medalla ley sería tuya.

Y un Scrafty salió de la pokéball de su Mara.