Partida Rol por web

-Bien entonses acabemos con esto- Digo para seguidamente ponerme atras de mis pokemon los cuales miraban a los enemigos sin hacer nada aun, así que decido tomar la iniciativa -ahora hiken asucas, taillow picotazo, atacad al mismo objetivo- digo con una voz calmada, confiaba en mis probabilidades de ganar así que no me sobre salte mucho

El Taillow de Luke resulta ser el más rápido de los tres pokémon voladores y se lanza de cabeza ha asestar un picotazo a uno de sus congéneres. Gracias a su habilidad, Agallas, el pokémon recién capturado por Luke saca ventaja de las quemaduras que sufre desde la batalla contra Chimchar y asesta un potente golpe.

El Taillow salvaje que ha sido picoteado emite un gruñido que parece intimidar un poco a los pokémon de Luke. Mientras tanto el otro Taillow hincha su pecho se prepara para la batalla.

Chimchar es el último en moverse pero no por ello el menos importante. Ataca al mismo objetivo que su  compañero de equipo, tal y como había ordenado Luke. A pesar de que su ataque se ha visto afectado por el Gruñido del pokémon salvaje, Chimchar suelta una bocanada de fuego que achicharra a su rival y lo deja fuera de combate.

-Bien echo ahora ambos repitan contra el que queda e iremos a descansar y curar compañeros- digo feliz por la maniobra que me habia salido en mi segundo combate, solo esperaba que taillow resistiera un turno mas y atacara antes de quedar K.O.

Repite el gesto, dijo mirando al ojo a su Magnemite, seguro que conseguimos acabar con él con un nuevo impactrueno. 

Luke repite sus ordenes y sus compañeros pokémon las acatan a la perfección. Nuevamente su Taillow es el más rápido y le asesta un picotazo al Taillow salvaje, pero esta vez resulta menos dañino ya que su ataque había disminuido. 

El Taillow salvaje se lanza a por Chimchar con otro picotazo. Por suerte el pokémon de fuego consigue aguantar y activa su habilidad Mar Llamas. Un aura de calor rodea al mono de fuego y sus ojos brillan con fuerza. Cuando Chimchar lanza su ataque Ascuas un fogonazo sorprende al pokémon salvaje y éste cae debilitado, poniendo así fin al combate.

- Ya está, ya pasó - comenta Sophia que estaba protegiendo al niño que había salido de la hierba alta con su pokémon debilitado en brazos. El chico tenía lágrimas en los ojos pero aún así pudo sonreír al ver cómo Luke despachaba a los Taillow que le habían atacado, y le dio las gracias al entrenador entre sollozos. 

- Luke, creo que deberíamos volver cuanto antes a un centro pokémon. No solo el Sentret de este chico está debilitado, tus pokémon están exhaustos. No aguantarían otro combate. Sobre todo Taillow. - Sophia parecía realmente preocupada por tu equipo. - Estamos a medio camino entre Chicole y Ventópolis. ¿A cuál deberíamos ir?

Poochyena hinca sus afilados colmillos en el duro cuerpo de metal de Magnemite. El Mordisco es muy potente pero no hace retroceder a su rival. Al contrario, Magnemite vuelve a cargarse de electricidad y le da una última sacudida con Impactrueno al Poochyena de Mari. El pokémon siniestro cae debilitado y Hiroshi obtiene la victoria!

- Nooo, Poochie! - Mari sale corriendo a abrazar a su Poochyena. Durante unos instantes había quedad inconsciente pero enseguida recobra el conocimiento. No podría luchar de nuevo hasta que fuese atendido como es debido en un centro pokémon. - Bueno, he de admitir mi derrota y pagar el precio de la derrota. - La chica te obsequia con 50$ - Toma, llévate esto también, yo tengo de sobra y a ti te hará falta para continuar tu camino. Mi Poochie le ha dado un buen mordisco a tu Magnemite, jeje - Seguidamente te ofrece una Poción y, tras meter a su Poochyena en la pokéball, Mari se despide de ti. 

- Ha sido un placer luchar contigo. Algún día volveremos a vernos y te echaré la revancha - dice la chica sonriendo y se aleja levantando la mano - Hasta luegoooo!

Decidió que no tenía mucho tiempo que perder, deseaba poder ver más lugares y a pesar que el sendero parecía algo interesante sentía que se había retrasado demasiado ante las demás personas que habían estado con él, lo mejor ahora sería correr un poco para poder llegar a la siguiente ciudad o incluso a una nueva ruta que le permitiera ver nuevos tipos de pokemon. 

¡Espera! Gritó Hiroshi a la chica. Vamos juntos al centro pokémon, necesito curar a mi pokémon y a uno que acabo de atrapar. Dijo saliendo corriendo tras ella esperando darla alcance.

Decides pasar de largo y dejar la charca atrás. No caminas ni un kilómetro cuando un chaval joven con pantalones cortos te asalta por el camino.

- Hola! Me llamo Chano y soy un entrenador pokémon. ¿Por casualidad no serás entrenador también? Estoy buscando a un oponente digno, así que te desafío a un combate! - Dice el joven entrenador con mucho entusiasmo y los ojos brillantes, llenos de pasión.

Mari para en seco su carrera y da media vuelta. Parece algo extrañada al principio pero luego esboza una sonrisa - Perfecto. Podemos viajar juntos hasta Ventópolis - La chica te da una palmada en el hombro - Te echo una carrera hasta la charca que hay a medio camino... ¡a ver si eres tan bueno corriendo como echando combates! - tras guiñarte un ojo Mari empieza a correr, tan rápida como un Ponyta!

Sigues el ritmo de la chica a duras penas hasta que finalmente toma un pequeño desvío del camino principal y baja por una pendiente. Al final ves una pequeña charca de agua cristalina, un remanso de paz.

Mari está sentada cerca de la orilla. - Ven, Hiroshi-kun, siéntate aquí - palmea el suelo a su lado - ¿Quieres tomar algo? Tengo un par de refrescos de cola y naranja... ah! y unos pastelitos de fresa. 

Se detiene de golpe al escuchar las palabras del muchacho y con rostro ingenuo le responde. -¿eh? Ehm..Si, lo soy. Aunque apenas estoy empez-- No alcanzo a terminar la frase cuando el muchacho decidió enfrentarse de todas maneras contra él, a lo cual Travis simplemente dio un leve suspiro y esbozo una sonrisa demostrando que estaba listo para aquello. -Muy bien, adelante Litwick

¡Oh! ¡Este sitio es hermoso! Gritó Hiroshi al ver el lugar al que le llevaba la chica. Pero negó con la cabeza. Creo que no hay tiempo para andar tomando nada, tenemos que llevar a nuestros pokémon al centro, están gravemente debilitados y no deberíamos esperar más. Dijo pensando en lo mal que había quedado su Fletchling tras haberle capturado, y lo cansado que estaba su Magnemite. Será mejor que volvamos aquí más adelante, cuando estén todos bien. ¿Vienes? Dijo confiando en que la chica le hiciera caso.

-Mmm, creo que lo mas seguro seria ir a chicole puesto que ya hemos visto el camino, tambien es menos probable que nos ataquen, y si, ya estan al limite, no me gustaria pedirles mas por un bueen rato, por ahora estan ne la pokeball, pero deberiamos apresurarnos-.

digo para tomar mi maleta y ayudar a levantar al chico y a sophia del suelo, -y como te llamas pequeño- digo a la vez que acaricio su cabeza, aun parecia asustado y su pokemon estaba peor que los mios, así que decidi hacerle algo de conversacion para airear un poco sus pensamientos.

- Estupendo. Que comience el combate! - grita el joven Chano con gran ilusión - Adelante Spearow

- Vamos Spearow, utiliza Picotazo!

Al principio la chica duda un poco, pero finalmente tras dar un sonoro suspiro, se levanta. - Tienes razón, no deberíamos hacer esperar a nuestros compañeros. Iré contigo... pero prométeme que volveremos aquí, vale? 

Así los dos os dirigís por el camino principal hacia Ventópolis. Por suerte no tenéis ningún percance más y llegáis cuando ya está anocheciendo...

- Chano... mi nombre es Chano - responde el chico joven cuando le preguntas. - Mi pokémon ya estaba algo débil después de perder un combate contra otro entrenador. No debería haberle echo luchar contra esos Taillow... - comenta totalmente arrepentido de haber puesto en peligro a su compañero.

- De acuerdo Chano, vamos a acompañarte hasta el Centro Pokémon más cercano. Nuestros pokémon también necesitan un descanso, ha sido un día agotador para todos - dice Sophia con dulzura, esbozando una sonrisa para intentando levantar el ánimo del chico.

Así pues los tres os ponéis en marcha, de regreso a Chicole para curar allí a vuestro equipo...