Partida Rol por web

Entrego a Geoda a la enfermera después de hacer que esta vuelva a la seguridad de su pokebola.

"-Es muy amable enfermera Joy, ya hemos librado algún combate, así que creo que se merece un pequeño y reparador descanso".

Le dedico una cálida sonrisa y le saludo cortésmente con una ligera inclinación de cabeza.

"-Esperaré aquí y mientras decidiré que portal escoger esta vez".

La enfermera Joy llamó a Lara cuando su pokémon ya había sido recuperado. ¡Ya lo tienes en plena forma, chica! Dijo con una sonrisa.

Con el pokémon recuperado era momento de que eligiesen un tubo para volver a salir a la Arena de Combate.

"-Muchas gracias enfermera Joy", respondió cortésmente cuando vió aparecer a su pokemon con ella.

"-Es hora de ponerse en camino, ya nos hemos tomado más tiempo del necesario", miró de nuevo a los portales y escogió uno casi por defecto.

Hola! Bienvenidos al centro pokémon. Aquí están prohibidos los combates. ¿Necesitas que cure a tu pokémon? Dijo la enfermera Joy cuando llegó el participante. Dame unos segundos y cuando termine te lo devolveré totalmente curado. Dijo esperando a que se lo entregaran para poder curarle.

"-Hola enfermera Joy, ya estoy aquí... de nuevo", le entregó su bola pokemon donde esperaba su Rypherior para ser reanimado.

Se giró hacia el resto y saludó con la mano agitandola enérgicamente.

"-Hola de nuevo, me alegra ver tantos entrenadores juntos. No os veía desde la elección de los tubos", su rostro risueño cambió drásticamente.

"-No os hacéis a la idea lo que nos hemos encontrado Michiko y yo en la Zona de Combate...", hizo una pausa para aumentar la intriga "...un extraño pokemon con multitud de fauces que sacó de un golpe a Geoda del combate".

Se apoyó en el mostrador donde atendía la enfermera Joy y repiqueteandolo con la uña esperó impaciente a su pokemon.

"-Espero que siga allí luchando con Michiko, en cuanto se recupere Geoda pienso volver", miró de nuevo al resto de entrenadores, "-Por cierto, ¿alguien se apunta?

El combate terminó antes de que Arion pudiera siquiera asimilarlo. Ese extraño ser, o lo que fuera, había atacado a su compañero con un Joya de luz tan poderoso que lo había dejado fuera de combate de un solo golpe. Antes de que Arion pudiera ir a ver el estado de su amigo, ambos fueron transportados al Centro Pokémon.

-Maldita sea...- gruñó el moreno mientras apretaba su puño con furia. Una voz lo sacó de sus pensamientos, y entonces se dio cuenta de que la enfermera Joy le hablaba y de que no era el único allí -Ah, se lo encargo enfermera.- entregó su pokeball a la mujer y después observó a los demás, reconociendo especialmente a una de ellas.

-Hola, volvemos a vernos.- dijo hacia Lara, aún recordaba su encuentro anterior -A mí me ha pasado algo similar, esa cosa era demasiado fuerte.- gruñó mientras entrecerraba los ojos con enfado, nada parecía estar yéndole bien en aquella competencia. Al oír la sugerencia de Lara, negó con la cabeza -No creo que sea adecuado gastar fuerzas contra esos seres. Y aunque lo hiciéramos, ¿quién se queda con el premio después? Creo que pasó.- contestó declinando la oferta. Después de vencer a esa cosa tendrían que pelear por el cristal, y no acabaría bien.

Aquí tenéis a vuestros pokémon. Dijo la enfermera Joy entregándoselos a todos los presentes. Esas extrañas criaturas han devastado algunas salas de la Arena de Combate, pero eran parte del torneo. Dijo interviniendo en la conversación que estaban teniendo.

Joy señaló los tuvos del principio y había algunos con un cartel que ponía "fuera de servicio".

Lara no esperó ni un segundo, y agarrando la pokebola que contenía a Rhyperiorse lanzó a coger el portal Hada.

Había estado haciendo cálculos y estaba casi segura de que era la forma mas rápida de volver a la arena donde estaban Michiko y aquel extraño pokemon.

"-Mucha suerte...!", alcanzó a decir antes de desaparecer por el tubo.

Arion tomó su pokeball de la bandeja en cuanto la enfermera Joy regresó con ella. No le interesaba volver a encontrarse con esos raros Pokémon, así que evitaría ir a dónde sea que fuera esa chica. Tras mirar los tubos disponibles con algo de duda, se encogió de hombros y fue al que tenía más cerca, que resultó ser el de fuego.

Hola! Bienvenidos al centro pokémon. Aquí están prohibidos los combates. ¿Necesitas que cure a tu pokémon? Dijo la enfermera Joy cuando llegó el participante. Dame unos segundos y cuando termine te lo devolveré totalmente curado. Dijo esperando a que se lo entregaran para poder curarle.

Menuda torta... - comentó Jorge sorprendido del excesivo poder de ataque del Raichu de Motoo. - Por favor señorita Joy ¿podría curar a mis pokémons?  - miró a Michiko con sorpresa. - ¡Hey! ¿Cómo estás?

-Hola, Jorge... nos acaban de dar una paliza también. Así que vengo a que curen a Fras - dijo, señalando al goldluck - ¿Cómo te va hasta ahora?

Michiko entregó al pokemon a la enfermera con mucho cuidado. Volvería perfecto, ya lo sabía, pero no podía evitar que le doliese el corazón al verlo así después de una valiente lucha.

Me iba bien, me iba bien... Hasta que me crucé con Motoo. Ese chico es una bestia. - comentó con cierta admiración. - ¡Quiero volver a luchar contra él! ¡Esta vez le ganaré! - revisó las vidas de Michiko. - Ostras, es tu última vida ¿quién anda molestandote?

-Un rhyperior gigantesco... A  ver si al siguiente intento me va mejor, sino... vacaciones, ¡y que gane el mejor! - le contestó. Estaba preocupada por su pokemon, y para nada decepcionada. Siempre  habían dado ambos lo mejor de sí, así que si caían de nuevo, se iría orgullosa. Sobre todo de su amigo, el que más se arriega siempre.

Aquí tenéis a vuestros pokémon. Dijo la enfermera Joy entregándoselos a todos los presentes. Esas extrañas criaturas han devastado algunas salas de la Arena de Combate, pero eran parte del torneo. Dijo interviniendo en la conversación que estaban teniendo.

Joy señaló los tubos del principio y había algunos con un cartel que ponía "fuera de servicio".

¡Gracias Joy! - dijo con una sonrisa. - Ahora toca escoger tubo, como al principio. Te dejo escoger a ti primero, Michiko, que vas algo peor y me gusta el juego justo. - le levantó el dedo pulgar, mostrando su aprobación ante la idea.

-¡Mucha suerte, amigo! - le deseó a su compañero antes de fijarse en la elección que tenían que hacer una vez más. 

Se lo pensó bastante, a ver si ahora tenía más suerte

Hola! Bienvenidos al centro pokémon. Aquí están prohibidos los combates. ¿Necesitas que cure a tu pokémon? Dijo la enfermera Joy cuando llegó el participante. Dame unos segundos y cuando termine te lo devolveré totalmente curado. Dijo esperando a que se lo entregaran para poder curarle.