Partida Rol por web

- Encantado, Flora. Soy James, y no, no estoy hablando a través de Lili. Soy psíquico, así que si quieres que te ayude alguna vez, solo tienes que decírmelo. Espero no haberte molestado hablandote por aquí. A decir verdad, no estoy acostumbrado a hablar en voz alta. Hazme una señal y leeré mentalmente lo que quieres decir ¿Vale? - La voz de James de esta forma sonaba menos cordial, y si mucho más animada y amable.

- Ciudad Azafrán. - Dijo las dos palabras, quedándose callado después. Entonces miró hacia Rauru, cuando este le miró y alzó las cejas. Parecía que estaban hablando sin decir palabra alguna. Hecho esto, carraspeó y volvió a comenzar. - Soy de Ciudad Azafrán. Fuí el pupilo de Caterina, la anterior lider del Gimnasio de Azafrán hasta que se retiró. Y como comentó antes Wynn, soy doctor en psicología.  - Quizás los más puestos en el tema, recordarían que Caterina solo aceptaba psíquicos como aprendices, lo que explicaba la indumentari de James, incluido el uso de guantes incluso en interior.

Le llamó la atención que Lilla mencionara que era de Alola. Según había leido, algunos pokemon allí eran diferentes. - Me alegra saber que nos acompañarás, tengo curiosidad sobre la región de Alola. - Quizás podría preguntarle después. Volvió la vista hacia Flora cuando escribió cual era su objetivo. Dejó hablar a Emily, quien parecía concidir en objetivos con ella. Habló de sus padres, algo que él no hizo, ni haría. Para él, su madre y mentora era Caterina, a quien le tenía igual o más aprecio que a su propia familia. El chico de gafas parecía tener objetivos similares a los suyos, aunque las motivaciones y los fines fueran distintos. - Estaba pensando lo mismo. - reconoció cuando habló Alex. Ahora si sabía su nombre, que lo había dicho para presentarse a Lilla. - ¿Es cierto que los pokemon allí son diferentes, aun siendo de la misma especie? - preguntó con curiosidad.

La chica entonces llamó a su pokemon, Keo, un Vulpix que mostró a Alex. Si que era cierto, y aquello le parecía fascinante e interesante a pertes iguales. Ya después añadiría preguntas, que comenzaba a agotar su cuota de palabras del día, y aun era por la mañana. Además, con la presentación del Vulpix, ya había pasado la ronda de explicar que motivaciones tenía para el futuro. Si le preguntaban, ya se lo contaría a quien le interesara.

Quedó en segundo plano, escuchando a los demás hablar mientras el tomaba su té, haciendo los gestos al unísono con Rauru. Hasta que salió Aqua, llamando a Rowan.

Salió Aqua llamando al Juez, así que bajó su taza de té y lo siguió con la mirada. Aunque Kat no estuviera de acuerdo, él si lo estaba con lo que había dicho el chaval del Deino. Después de todo, él también quería entrar en el CEREN por algo. Y todo aquel viaje era en realidad, una especie de peaje que debía pasar por petición de la Lider de Azafrán.

Desde aquella posición de ventaja -la que te daba estar callado y ser un observador neutral en todo aquello- pudo ver como se hacía evidente que Alex e Ian no parecían estar de acuerdo con aquella restricción o control. Le gustaría debatir con ellos las motivaciones de tales afirmaciones, las verdaderas razones de trasfondo de lo que movía aquella opinión. Su vista fue entonces a Aqua, cuando soltó toda la artillería del tirón.

Incluso Rauru abrió los ojos con cierta sorpresa, sin decir nada. Ni siquiera mentalmente. Y el mismo gesto se le quedó a James, volviendo la vista hacia Lilla y hacia Alex, con cara de poker sin saber como se habían torcido así las cosas, de repente. Sí, hasta Lilla se había quedado pálida. No era cosa de él. Tras unos segundos de silencio, casi agradeció seguir siendo invisible para los presentes. Y casi como todo comenzó, terminó. Y así, Lilla y Aqua salieron por la puerta en busca de los primos de la primera. 

Aun intentando comprender que había ocurrido, se giró hacia la puerta al escuchar alguien llegar. Era el tímido, Skye, que traía una incubadora con un huevo dentro. Entrecerró los ojos, con curiosidad al verlo, pero no dijo nada. Parece que venía de Alola y se lo habían entregado a él. Tenía curiosidad por los pokemon de Alola, se preguntaba si sus mentes funcionarían igual que sus variantes de aquí. Después de todo, si habían adaptado su físico, su mente también ¿No?

Hablar de padres, todo el mundo parecía ser hijo importante de alguien. Y él, en cambio, había renunciado a hablar de su familia. Por suerte, el único elemento conocido de su familia jamás utilizó su nombre o apellido real en sus obras o éxitos. Así que resopló largamente, escuchando a los demás hablar y memorizando cuanto pudiera. Saber era su objetivo, después de todo. Miró la pared en blanco, perdiendose en sus pensamientos, en el pasado.

Pensando en sus cosas, fue gracias a Rauru que reparó en las dos puertas que se abrían. Por un lado, alguien nuevo. Por el otro, Rowan había vuelto. Por un lado, que alguien llegara ahora quería decir que llegaba tarde, por otra, que él no era el último en llegar. James seguía sentado a un lado, junto a su Abra, Rauru. Ambos parecían sincronizados en la mayoría de gestos, como en mirar a las personas o tomar el té. Asintió con la cabeza cuando se presentó el chico.

- Un placer, Ryan. Soy James. - Se puso en pie, pero no le ofreció la mano. Lo mismo hizo Rauru, que levitó de la silla hasta el suelo, poniendose en pie y asintiendo con la cabeza, para después tomar asiento los dos a la par. Su mirada se dirigió a Rowan en esta ocasión, cuando llamó a Alex como si fuera una chica. Resopló, el comportamiento de ambos estaba siendo ligeramente infantil.

Pero bueno.

Una vez más, Alex reparó en todos los presentes menos en él. Definitivamente, debía ser algún tipo de truco mental nuevo que había aprendido, y lo hacía invisible a los demás. Puede que existieran más explicaciones, pero aquella era la más... plausible.

Y así, en aquel cómodo y extraño segundo plano, volvió a dar un sorbo más de su té.

Sonrió al ver cómo te referías a tu hermano. 

—Tu hermano es vago, lo que no quiere decir que tenga un pelo de tonto —contesto meneando la cabeza. 

Parecía que había visto suficientes Wada como para no distinguir el patrón. 

—¿Los chicos? Están en el jardín encargándose de los pokemon de la clínica. Puedes pasar luego a saludarles si quieres, les hará ilusión. 

Mientras tanto, fuiste contándole tus conjeturas. 

—Bueno, el término adecuado para el eevee de mi hermana, Hazel, es "versátil". Fue el único que consiguió una versatilidad del 100%. Sus hermanos apenas llegaron al 40% en el mejor de los casos. Este eevee es descendiente de Hazel. Sin embargo, me temo que es un eevee completamente normal. Queda por ver si es un gen recesivo o si se ha extinguido por completo. 

Cuando mencionaste lo del huevo, hizo un aspaviento con la mano. 

—Conociendo a mi sobrina, seguro que ni te ha dicho de qué es el huevo. No puede considerarse una elección siquiera. Además, el huevo es, o era, suyo. No tengo nada que ver con lo que ella decide con lo que se trajo. Seguro que será un pokemon sano y feliz. 

Por último, pasó a explicarte cosas sobre el pokemon: 

—Pensé que rockruff te gustaría. ¿Sabes que tiene tres formas evolutivas? Pero las tres son el mismo pokemon. Es el único hasta el momento que tiene este tipo de evolución. Entonces, ¿te quedas a rockruff?

Green se agachó al ver a tu Chimchar. 

—¡Vaya! Este lo hemos criado aquí. Hola, Chimchar... Mejor dicho, Piro —dijo mientras le tendía la mano. 

Chimchar se la estrechó. Te dio la sensación de que era un juego que tenían entre ellos. 

—Has tenido mucha suerte, ¿lo sabes? Tu entrenadora es genial. Ahora hay que estar a la altura, ¿eh?

- Encantado, Flora. Soy James, y no, no estoy hablando a través de Lili. Soy psíquico, así que si quieres que te ayude alguna vez, solo tienes que decírmelo. Espero no haberte molestado hablandote por aquí. A decir verdad, no estoy acostumbrado a hablar en voz alta. Hazme una señal y leeré mentalmente lo que quieres decir ¿Vale? - La voz de James de esta forma sonaba menos cordial, y si mucho más animada y amable.

 Flora te miró desde la distancia que os separaba. Parpadeó, confusa. Miró al Espeon, pero después te miró a ti y pareció poco a poco ir asimilando. 

"Gracias" dijo con una sonrisa. 

Entonces, pareció volver a sorprenderse. No dijo nada más pero supusiste qué era. La pregunta no formulada era: ¿es así como sonaría mi voz? 

Al cabo de unos segundos, cuando parecía que ya nadie la estaba prestando atención, viste que se tocó la garganta pensativa y, quizá, un poco triste. 

La respuesta era no, no era su voz. A lo sumo era cómo se la imaginaba ella. 

Me sirvo un nuevo vaso de agua y mientras me acomodo en el sofá me presento al recién llegado.

-Rowan Wynn.

Deino ha saltado a mi regazo y lo acaricio de forma distraída mientras reviso las notas y nombres en mi bloc. Entonces reparo en que Flora me ha preguntado algo a mi y leo lo que ha escrito.

-He elegido un Tepig. De las opciones presentadas era la que más me convencía de cara al futuro. Y uno siempre debe estar preparado para el futuro.

Dibuje una media sonrisa en mi cara cuando hoy al profesor hablar de mi hermano -Más que vago, lo que le pasa es que prefiere hacer mil cosas más en lugar de lo que le toca hacer- le comenté. La verdad es que me hizo preguntarme por donde andaría... aunque conociendole seguro que esta pasándolo genial -Entonces iré a verles luego junto con Emily- le dije. Esperaría a que Emily escogiese pokemon y entonces me iría con ella al jardín a visitar a Green y Sunny.

Sobre su descripción del Eevee que me ofrecía, era interesante saber que era descendiente de Hazel; aunque decepcionaba un poco saber que no era "versatil" -Espero que sea un gen recesivo... sería una pena que Hazel fuera el único Eevee asi- le comenté al profesor.

El profesor adivino el hecho de que desconocía que pokemon saldría del huevo, por lo que asenti -Si... ella ha preferido que sea una sorpresa. Sólo me ha dichó que sólo se encuentra en Alola... Y la verdad lo prefiero asi. Asi lo cuidare con mas ganas para saber que pokemon es. Solo espero que no sea otro Rockruff- terminé diciendo un poco en broma. Supongo que la chica sabiendo que pokemons me iban a ofrecer no escogería un huevo de Rockruff... ¿no?. En fin, me alegró saber que podía escoger entonces un pokemon además del huevo -Muchas gracias profesor. Entonces si, cogeré a Rockruff, ha acertado pensando que me gustaría- le agradecí y le confirme -Ya tengo curiosidad por que evolución me tocará... sin duda es un pokemon muy interesante- terminé diciendo con una sonrisa. Me hacía ilusión tener a un nuevo integrante en mi equipo y un amigo... ni siquiera una persona tan sosa y sería como yo puede evitar sonreír contenta por ello -Además, seguro que a Emily le gustaría tener a ese Eevee en su equipo- añadi bastante convencida de la elección de mi amiga. Seguro lo usa para concursos.

- me tendrás que contar cual es ese rollo de coleguillas que os traéis, aun y así me conformaré si soy yo quien está a la altura de Piro - acababa de cepillar el lomo de aquel Mudsdale y pasaba la mano con calma asegurándose de no haberse dejado ni un solo nudo. El calor corporal del pokemon era intenso, y le hizo pensar que sería agradable dormir a su lado sentada en la paja en los inviernos fríos.

Saltó de la banqueta poniéndose al lado del Chimchar agachada - esperemos que podamos hacer algo grande.

El profesor te sonrió y recogió las restantes. 

—Muy bien, me alegro mucho por rockruff. Estoy seguro de que será un pokemon estupendo. No te preocupes por Emily, ella ya tiene asignados sus pokemon para elegir—dijo mientras se acercaba a un cajón y sacaba una bolsa cerrada. 

Dentro había varios objetos. Cojeando, se acerco de nuevo a ti y te la dio. Se trataba de un cámara lucha, unas pokeballs y un cuaderno con el símbolo del laboratorio. Esto último parecía una cortesía especial del profesor. 

—Esto es para ti. La cámara lucha te será útil. Con ella puedes registrar evoluciones para su estudio posterior. Las pokeball son para que captures a tus primeros pokemon, fuera os daremos la inducción. Las pociones, no tienes, pero úsalas siempre que veas que la salud de tu pokemon se deteriora. Cuida de su estado tras cada combate. No fuerces a los pokemon y acude regularmente al centro pokemon. Sé que es de sentido común y que seguramente lo sepas, pero es un sentido que abunda poco... Ah, y ten cuidado con los cuidados de rockruff, especialmente al bañarlo. Es un cánido, pero sigue siendo de tipo tierra. Además, este pequeñín pelea por su vida cuando ve que toca remojarle... 

Dicho esto, se acercó hasta la puerta. 

—Esto es todo por ahora. Enhorabuena de nuevo. Dale recuerdos a tu familia si la ves antes que yo. Por favor, dile al siguiente que pase si eres tan amable. Creo que ahora le toca al chico de Azafrán... James. 

Flora arrugó la nariz cuando Ryan le preguntó que de qué se sonaban. Negó con la cabeza y se encogió de hombros, hasta que entonces Ryan mencionó Aquamarine. En ese momento, sus ojos se iluminaron en señal de que parecía tener una pista. Se puso rauda a escribir en su cuaderno. 

"Voy a la Academia Danubio. Estudio danza" decía lo que había escrito. 

Acto seguido, volvió a enzarzarse en su escritura y volvió a mostrar el texto a todos. 

"Actuamos el año pasado en el Festival de Celeste como invitados. Nos invitaron porque la orquesta Aquamarine quería poner la música a una obra y pensaron que sería estupendo que nosotros tomásemos parte bailando. Puede ser de ahí". 

En su columna, la sonrisa de Luca se ensanchó considerablemente. Como si hubiera sabido desde el principio que Flora era de Danubio. Sin embargo, siguió guardando en silencio. 

En ese momento, Ian salió de la habitación de la Profesora Auris contento y lozano. Volvió a sentarse junto con los demás. No llevaba cinturón, pero todos pudisteis ver que bajo su manga asomaba el famoso capturador ranger. 

Apenas unos segundos más tarde, salía Alex de ver al profesor cargando con su huevo. Tampoco lleva cinturón de entrenador. Su cara estaba entre la satisfacción y la duda. Al parecer, había sido una decisión difícil la de escoger a su compañero. 

Lilla observó a Alex hasta que sentó, después preguntó al respecto: 

—¿Y bien? 

Claramente, Lilla sabía algún detalle más que los demás acerca de la elección de Alex. Aunque, ahora que Ian había vuelto, sus ojos también se posaron sobre el muchacho extendiendo la pregunta. 

Tras darle el vaso de agua a Ryan volví hacia mi sitio tranquilamente para seguir conversando, hasta que empecé a leer las notas de Flora, aunque no iban ciertamente para mi. - ¡¿Has estado en una academia de danza?! - Me asombré llenandose mi cara de pura envidia. - ¡Que envidia! De pequeña mi madre me enseñaba a bailar y lucirme un poco, pero... comparado con una academia de danza, lo que yo hago es moverme con ritmo. Que suerte tienes Flora. - dije con una sonrisa más envidiosa que otra cosa, pero igual con mucha ilusión - Igual... podría pedirle que me enseñara un poco... - Y mientras mi mente empezaba a pensar por si sola mi interior me empezaba a dar un sentimiento de cosa por tratar de preguntarlo.

-Vaya Alex ya has vuelto - sonreí a mi amiga cuando volvía al fin - ¿Y bien? Cuenta cuenta ¿Qué pokemon elegiste? - También me di cuenta de que Ian también salió pero al contrario que el resto, este llevaba lo mismo que el padre de Alex en la muñeca - Vaya. ¿Eso es un capturador? Pero... ¿también te han dado a elegir un pokemon a ti Ian?

Cogí la pokeball de Rockruff cuando me la dio el profesor con cuidado de que no se me cayera la incubadora -Seguro que lo es... ya lo sacaré de la pokeball ahí fuera para ir conociendolo- le comenté al profesor. Y asenti cuando dijo que Emily tendría los suyos... me gustaría saber cuáles sería.

También cogí la bolsa que el hombre me ofreció con su cojera. Y mientras el me explicaba todo lo que había en ella, yo los observaba con curiosidad y asombro en ver todos los nuevos aparatos que tendría ahora -Guau... muchas gracias por todas estas herramientas profesor Oak, seguro las usaré todas. Usaré su cuaderno para las cosas importantes. Y no se preocupe, mis padres me han inculcado bien que debo cuidar a mis pokemon, por lo que no ha de preocuparse- dije bastante contenta y diciendo que no era necesario lo de como debía cuidarlos, mientras seguía escuchando los cuidados especiales que tenía que seguir con mi nuevo compañero -De acuerdo... lo limpiare con cuidado. Gracias por el aviso- le agradecí por eso y por todo al profesor.

Luego le acompañe hasta la puerta mientras se despedía de mi y me indicaba quien era el siguiente -Les saludare de tu parte, y de nuevo gracias profesor. Avisaré al siguiente. Adios- le termine diciendo mientras salia con mis nuevos atavios.

Salí del laboratorio de Oak con mis nueva pokeball y aparatos en mi mochila, cargando la incubadora del huevo. No se porque... noté que varias personas me miraban mientras me acercaba a un asiento libre -¿Tengo algo en la cara?- pense con cierta confusión. En fin... me senté y coloque en la mesa delante mia la incubadora. Y entonces Lilla y Emily me preguntaron "¿Y bien" -Aaah vale, es por eso que me mirabais todos... ya pensaba que tenía algo en la cara- dije, con alivio al fin de saber porque me miraban todos... y más porque Lilla me miraba más -Escogí a este- dije mientras cogía la pokeball y la abría, saliendo de el un perrito marrón con piedras en el cuello a modo de collar -Es un Rockruff, un pokemon de Alola... el que traiste tu Lilla- les comenté con una media sonrisa por deducir el porque estaba tan interesada en mi respuesta, mientras me acercaba un poco al pequeño -Hola... soy tu nueva compañera, Alex. ¿Como estas?- le dije al pokemon mientras acercaba la mano al pequeño para ver si me dejaba acariciarle.

Entonces recordé una cosa -Es verdad. Le toca a James entrar en el laboratorio, que casi se me olvida- indique de forma general, no fuera que se me olvidase por intentar acariciar a mi nuevo pokemon.

Su vista se desvió hasta las notas de Flora, bajando la taza de té hasta la altura del regazo para poder observarlo con claridad. Danza. Tanto la música como la danza eran potentes catalizadores de la expresión subconsciente del individuo. Él no tenía talento ni para la música, ni para la danza. Mucho menos para una combinación de ambas, aunque no negaría que disfrutaba viendo o escuchando a los demás realizar ambas acciones.

Cuando salieron Ian y Alex, los miró mientras volvía a llevar la taza a los labios, dando otro corto sorbo. Se fijó en esos pequeños detalles, como eran la ausencia de cinturón de entrenador o el capturador de los rangers. Observó a aquel pokemon que acompañaba a Alex. No le sonaba de haberlo visto jamás, así que la explicación de que era originario de Alola fue una gran ayuda. Estudió la situación con curiosidad, según acercaba la mano y se presentaba.

Aquel era un gran momento para documentar, en realidad.

Por desgracia, no podría hacerlo ya que era el siguiente en la lista para acceder a ver el profesor. Abandonó la taza en la mesa, y Rauru hizo lo mismo, podiendose ambos en pie a la par. El Abra comenzó a levitar, pero James le dedicó una mirada, de unos segundos y Rauru volvió al suelo, comenzando a caminar en esta ocasión.

- Me habría gustado documentar el momento. Espero que después podamos hablar sobre este momento. - Le habló a Alex, parándose unos segundos en su marcha en su visita al profesor. Miró a Flora durante unos segundos, y después a Emily. - Si quieres un consejo. - miró entonces de reojo a Flora unos segundos. - Pídeselo. - dijo de forma breve, para acabar asintiendo con la cabeza. - Hasta ahora. - Se despidió, siguiendo sus pasos para ver al profesor.

- Tienes la suerte de poder escoger la voz que más te guste. Esta es una voz bonita y me alegro de poder escucharte. - Intentó animarla, haciendole ver las cosas positivas por encima de las negativas. 
 

Cuando ves escrito lo que Flora ha puesto en la libreta, por unos segundos tu mente se nubla y puedes sentir una emoción que no es tuya. Ves un flash en un recuerdo en el que ves a una chica vestida de blanco y azul, de una forma que recuerda a un Dragonair. De hecho, a su alrededor hay más dragonairs, pero de verdad, moviendose como si estuvieran bailando una coreografía todos juntos. 

Ella, con zapatos de bailarina, envuelta en sedas, danza y gira suavemente mientras, de fondo y con claridad, escuchas una música clásica que te es inconfundible. Se trata de un arreglo para el Lago de los Dragonairs*, que cuenta la leyenda de una princesa que fue transformada en pokemon por un malvado hechicero. 

La intensidad de esa sensación te deja abrumado durante unos instantes. Tanta intensidad, tanta emoción, tanta pasión y a la vez una total paz. Si realmente era ella la que bailaba y bailaba así, era un espectáculo que deseabas ver algún día. 

(Algo así pero con zapatillas de ballet blancas)