Partida Rol por web

El detective también se acerca adonde mira Alex y observa con expresión de detective*.

La mujer se queda mirando a los chicos perpleja.

-¿Qué hacéis?

Nadia pasa la mirada por cada uno de los cuatro sin entender mucho tampoco, pero decide tomar parte por sus compañeros.

-¡No se haga la loca, señora!

La mujer le devuelve una mirada de ¿Qué carajo?

Bruce palpa y observa la pared detenidamente mientras Nadia "entretiene" a la mujer. De vez en cuando mira a su alrededor, no vaya a ser que le llegue cualquier indeseable y le de un repentino golpe en la cabeza y lo deje inconsciente.

Ambos chicos llegan a la conclusión de que esa pared no tiene nada de especial (si acaso, que está sólidamente construida), y también que la mujer está aprovechando para seguir su camino calle arriba. Teniendo en cuenta que es bastante pasada la medianoche, que hay peligro de derrumbe en la zona circundante (el suelo que hay ahora mismo bajo vuestros pies parece bastante firme, pero veinte metros más allá igual no puede decirse lo mismo), que hay agentes de policía con megáfonos por todas partes y que carga una voluminosa caja, no tiene pinta de querer quedarse ahí mucho rato.

Más adelante hay una boca del subterráneo por la que siguen saliendo algunas personas... y una enorme encina que hunde sus raíces en el suelo como si tal cosa. Es posible que por los huecos entre sus raíces sea posible descender (o por el hueco entre las raíces de cualquiera de los otros árboles que salen de puntos aleatorios de la calle), aunque las agentes Mara ordenan enérgicamente por sus megáfonos que nadie se acerque a los árboles por el peligro de caídas o desprendimientos.

Bruce observa la boca de metro y el árbol que ocupa parte de la entrada. Si consiguieran escabullirse de la vista de las implacables agentes Mara, quizás podrían continuar su búsqueda en los subterráneos. Pero... ¿Cómo podrían hacerlo? Intenta mirar algún grupo nutrido de gente que salga.

- Podríamos intentar escabullirnos entre la gente para que la policía no se percate de nuestra presencia. Creo que en los subterráneos será más fácil encontrar a Shiert- 

Sin decirle nada a Bruce miré el gentío y como las agentes Mara estaban ocupadas para luego comenzar a caminar disimuladamente y escabullirme entre el árbol para acceder a la parte de los subtes.

Alex se escabulle entre los viandantes. Algunas personas lo miran raro por ir en dirección contraria a la que se esperaría, pero tampoco es que le digan nada: tienen asuntos propios de los que ocuparse, por ejemplo, regresar ilesas a sus hogares.

Visto esto, el detective hace ademán de seguirlo, pero no bien ha dado tres pasos cuando una agente Mara repara en él.

-¡Eh! Eh, ¿tú no eres el detective Jones?

El muchacho se queda un poco estupefacto. La agente de policía se acerca, megáfono en ristre.

-Sí, estuviste aquí cuando los sucesos de la Torre Radio, te ofreciste para ayudar en la investigación...

-Eh, esto...

La conversación entre los dos sigue. No parece que el chico pueda escaparse de las garras de la agente Mara demasiado fácilmente, y las preguntas que le hace son cada vez más difíciles de esquivar (¿Has venido a echar una mano también esta vez? ¿Tienes alguna pista? ¿Has venido solo? ¿Dónde te alojas?). En cualquier caso, la mujer parece alegrarse de verlo.

Nadia mira del detective al lugar por donde se ha ido Alex, sin decidirse sobre si seguir con el "plan de infiltración" o intentar echar un cable a su compañero. Sin embargo, en cuanto pierde de vista un segundo Alex y vuelve a mirar, ya no es capaz de localizarlo.

En el centro de la calle crece un enorme árbol. Su tronco tiene un grosor superior al de seis personas de pie una junto a otra y sus nudosas raíces se retuercen como enormes brazos que atraviesan la tierra. A juzgar por su aspecto, podría llevar perfectamente cien años allí. El suelo de la calle, que a su vez es el techo del subterráneo, está completamente quebrado, aunque los trozos, si bien están levantados o hundidos en ángulos bastante pronunciados, se mantiene sujetos por las propias raíces. Medio sepultada, la entrada del subterráneo donde se encuentran las agentes Mara sigue escupiendo una o dos personas a cada rato, pero por detrás del tronco del árbol, entre las raíces, Alex puede encontrar un hueco lo suficientemente ancho como para que quepa una persona. No parece que se pueda salir por ahí, pero saltando con cuidado por las raíces y los cascotes, probablemente se pueda entrar.

A sus pies, entre las raíces del árbol, no se ve más que un boquete negro.

Nadie parece estar prestando atención a Bruce, que se ha quedado algo apartado. Sin embargo, el chico puede ver la espalda de Alex, junto al árbol.

Al ver aquel lugar me decidí a agarrarme a los bordes antes de bajar, teniendo particular cuidado de donde pisar.

Bruce sigue a Ale cuidadosamente y se asoma al negro abismo, teniendo precaución de no caerse y pisar suelo firme.

- Ten cuidado al bajar, podrían desprenderse las rocas o los cimientos de la propia calle- le daba un poco de miedo. Las raíces del árbol podrían arrancar la acera o todo lo que hubiese debajo en cualquier momento sabiendo a la velocidad que habían crecido los árboles. No podían fiarse de esa naturaleza.

Alex consigue bajar saltando por las raíces y los escombros sin demasiados problemas. Quizá no haya sido una entrada grácil y elegante, pero lo importante es que está sano y salvo.

Tide lo sigue de un par de saltos.

-¡Ñaau! -El vaporeon anima a su entrenador desde el fondo del agujero, dejándole espacio suficiente para bajar.

A la luz de la pokégear, Alex puede ver un pasillo medio derrumbado que se extiende hacia adelante. Por el techo se extienden o se descuelgan retorcidas raíces como si fueran enormes ekans de color negro. Desde ahí, el camino hacia la salida del Subterráneo estaba bloqueado por el grueso de las raíces del árbol, pero alguien ha cortado algunas de las raíces para abrir paso, quizá con un pokémon o quizá con un hacha. El pasillo que se interna hacia las profundidades subterráneas de la ciudad aparece relativamente despejado.

Las tiendas oscuras y muertas a ambos lados del corredor tienen un aspecto fantasmal. Están en la parte comercial "legal" del subterráneo.

Avanzando por algunos pasillos y a través de un almacén situado entre una cafetería y un restaurante de menús del día sabes que se puede llegar a uno de los almacenes de suministros principales del Team Rocket. También hay una zona de descanso y algunas otras dependencias que os pertenecen.

Veo como el Vaporeon salta y se queda a mi lado animando a su entrenador a bajar.

-No es tan complicado como parece, lo complicado será subir- dije al chico mientras miraba los alrededores con la ayuda de la linterna del pokégear.

-Este lugar es un laberinto, pero a través de alguna tienda seguramente podremos abrirnos paso, además se nota que alguien anduvo por aquí...-

Poco a poco, y mirando donde posa los píes y agarra las manos, Bruce llega abajo del agujero y sonríe a Tide. Observa el pequeño mercado subterraneo y comienza a pensar.

- Podríamos hacer marcas en las paredes o el suelo para no perdernos. Así, sabremos por donde hemos ido y será más díficil que nos perdamos- le sugiere a Alex.