Partida Rol por web

Tras decidir que hacer entonces el Buneary desaparecería poco minutos después por su propio pie, aunque al irte tu de ahí no sabes ni cuanto tardó ni de que manera lo hizo.

Ya en Ciudad Verde no había nadie en el centro pokemon, al menos no que conocieras, los que quedaban por allí eran entrenadores que ninguno iba a luchar por una razón evidente, además de por el cuidado de sus pokemon... Estaban comiendo. El combate te hizo olvidarlo pero el olor de allí te lo recordó como un golpe. Aún no habías almorzado y ahora tenias incluso más hambre que antes. Podría ser buena idea detenerse un momento a descansar y reponer fuerzas, ya fuera en el centro pokemon o en casa de Green, o probar suerte intentando buscar aunque fuera posiblemente dificil de encontrar alguien quien quiera luchar ya a estas horas.

Tras salir de la ruta 1, volví a dirigirme al Centro Pokémon de ciudad Verde. En esta ocasión, allí no había nadie que conociera, por lo que los demás debían de haberse marchado a casa de Green o estarían en algún lugar de la ciudad. Además, el delicioso olor a comida que había en el Centro Pokémon me recordó que yo aún no había probado bocado. Conteniendo mi hambre, esperé pacientemente a que la enfermera volviera con mi equipo y, una vez lo hizo, guardé a mis compañeros en mi cinturón y me dirigí a casa de Green. Era probable que el resto del grupo estuviese allí, así que yo también aceptaría la amable oferta de Green, y de paso vería si el rival de mi ídolo tenía cualquier pista sobre su paradero.

Recojo la pokeball y, mirándola muy atentamente, digo-Bienvenida al grupo pequeña. Te llamaré... Canela. Espero que podamos ser muy buenos compañeros- Luego me giro hacia Sal y le acaricio la cabeza muy vehementemente -Y tu te haz lucido Sal ¿Crees que puedes aguantar uno más antes que volvamos al centro pokemon?-

Al abrirse la puerta de Green, la verdad es que lo último que me esperaba es que abriera otra persona que no fuera él. Me pilló un poco de sorpresa... ahora mismo no conseguía ubicarla mientras que los demás y ella misma parecía conocer a Ruby y a Miaka -¿Erika?- tuve que preguntar, rascándome la nuca algo confuso.

Al final se presentó, y entonces ya lo recordé -¡Ahhh! La lider de Azulona y mujer de Green... mucho gusto. Yo me llamo Rick Ganger, futuro ranger- me presenté ante ella con educación y una sonrisa -Muchas gracias por dejarnos pasar- le terminé agradeciendo... mirando de reojo a Angie a ver que hacía frente a otra famosa como Oak.

Al entrar junto con mi pokemon y el grupo, vi a Green cocinando -Hola otra vez Green- le saludé. Cuando Erika se ofreció a ayudar a Green, yo por si acaso me quedé de pie esperando por si podía ayudar en algo... pero al final el dijo que no necesitaba ninguna ayuda, así que al final nos sentamos. Durante la conversación... pues bueno, me sentí un poco desplazado de ella, parecía centrarse en hablar con Ruby y Miaka... obvio también, pues eran las que conocía de antes. Escuché el comentario de Ruby... me dio un poco de pena la pobre, aunque mejor no decir nada por si meto la pata. Y lo que propuso Miaka me gustó -Usted era especialista en pokemon de tipo planta, ¿no Erika? ¿Podría verlos yo también? Me gustan mucho, son mi tipo favorito, y también me gustaría que Leaf conociera a otros- le pregunté y le pedí a la lider de gimnasio, acariciando un poco a mi Skiddo... esperando no meter la pata, ahora mismo tenía miedo de estar confundiendo el tipo de su equipo con el de otra lider.

¡ES ERIKA!- exclamé asombrada y contenta cuando vi quien abría la puerta... ¡era la lider de Azulona! ¡La lider que mejor olía de todo Kanto! -¿La has visto Pollo? ¡Es Erika!- le dije a mi Torchic abrazado a mi mientras yo tenía cara de pánfila hipercontenta -¡Yo me llamo Angie mucho gusto!- no tardé ni un segundo en presentarme haciendo cien reverencias por minuto... mareando un poco a Pollo.

Al entrar, no paraba de mirar contenta todo mi alrededor... ¡estaba dentro de la casa de Erika y Green! ¡Estaba pisando el suelo en el que vivian! ¡Y estaba a punto de comer con ellos comida que prepararan ellos! La ilusión de mis ojos no se podía ocultar ni aunque los cerrara y me pusiera gafas de sol bajo una máscara con capucha. Me acerqué a ver el Eevee bonito comiendo tranquilamente... ¡aquí todo era más mono! ¡Hasta Pollo se veía más pollo-tastico! Aunque puede que siga un poco mareado tal vez... así que lo dejé en el suelo para que jugara con los demás pokemons.

Cuando todos ya nos relajamos esperando a la comida, me apresuré a sacar la libreta que su marido me había regalado junto con el boli -¿Podría firmarme un autógrafo? ¡Porfi porfi! Si no le molesta claro... ¡porfi!- le pedí a la mujer, contenta y alegre de tener la oportunidad de hacerlo.

Sal tan solo te miró con lentitud y vaguería ante tu pregunta mientras intentaba dar la vuelta para luego poner su zarpa en el estomago. Tras eso se mantuvo un rato quieto y derente sonó un rugido bastante grande de hambre. Habías dejado a tu pokemon en el centro pokemon para que lo revisasen mientras comía, pero el aún no lo había hecho, y era logico que sintiera hambre a pesar de las bayas aranjas que pudieras haberle dado antes.

Tras ello un quejido de su boca salió indicando ese hambre que había realzado su rugido interior antes... Obvimente a destiempo por lo lento que podía ser.

Erika sonrió al ver como las pequeñas que tanto había conocido tanto por Green como por verlas estaban muy bien y quizás algo mejor ahora que iniciaban su viaje pokemon - Claro que sí. El profesor Oak siempre ayuda a todo el que lo necesita, por muy lejos que esté. Una vez nos envió un cargamento de objetos curativos a azulonas cuando estuvimos en crisis - El suspiro de Green resonó profundamente al oir aquello, y es que era algo que nunca olvidaría, un gran cambio para el.

-Y Ruby, no te preocupes. La familia es lo primero se suele decir, y estoy segura de que tu madre jamás querría la infelicidad para ti. Tan solo busca tu protección, por eso seguro que te llamará cada poco para saber como estas. Tu madre te quiere, y eso siempre será primero, por encima incluso de los pokemon, pero ya verás como gracias a ti incluso se reconcilia con ellos. - Dijo con una sonrisa muy abierta y que denotaba cariño.

Se sorprendió con la efusividad de Angie, más por la expresión de fanatismo que parecía guardar que por otra cosa. - Así que esta era la fanática de los famosos que habías dicho ¿Eh Green? Claro. Claro que te firmaré un autografo - Dijo mientras cogía la libreta y hacia lo propio mientras respondía a los demás.

-Claro que podeis ir a ver a los pokemon de la granja, estarán felices de poder jugar con otros pokemon. - De nuevo su sonrisa tan brillante como un Sunflora al sol - Aunque... Rick ¿No? Para gustarte tanto los pokemon tipo planta has obviado a uno aquí presente - dijo con un rostro pillín y juguetón - Vileplum, vamos a ver a los pequeñines. - Dijo antes de que la seta de la maceta saltara del cuenco de ceramica con un fuerte sonido - VIIIIIIIIIIIIILE PLUM - Era una seta enorme con cuerpo y sobre todo con vida la cual se dirigió hacia fuera de la casa por una entrada medio abierta y grande que llevaba al pequeño rancho.

-En cuanto a eso de tu pokemon - dijo esta vez centrandose en Levy - Creo que tengo una solución, acompañanos por favor. - Le dijo siendo que, con los que quisieran ir a ver a los pequeñines, salieron afuera a verlos y junto a Erika, la cual se echó a un lado guiando a Levy - Sigueme - Ambos se fueron a un pequeño cobertizo, mientras que los demás podiais ver cientos de pokemon entre ellos la mayorían era tipo planta, algunos pokemon eran muy caracteristicos por haber sido los iniciales tipo planta de cada región hasta la fecha, otros eran de tipo normal, algunos había de tipo tierra o veneno, incluso alguno tipo volador como un majestuoso Pidgeot. Y por supuesto una camada de Eeveelutions

Al estar en el cobertizo con Levy, Erika sacó una especie de cepillo de metal - Esto es un cepillo de alambre estatico. En Johto tengo entendido que algunas granjas usal la electricidad estatica de los mareep para alimentar sus generadores, pues un amigo mio de allí me explicó que estaban desarrollando algo similar para poder usarlo en los pokemon tipo electrico. Le pedí uno por si acaso lo llegaramos a necesitar, pero no llegamos a usarlo nunca, además no es el tipo que le pedí a mi amigo. - Al dartelo viste que tenía una pequeña toma en donde se podía enchufar cosas. - El cepillo guarda la carga estatica de los pokemon electricos cuando los cepillas, y se almacena en una batería que puedes usar con las maquinas cuando te sea necesario. Es muy util si acampais mucho. Tomalo como un regalo

Erika se lo aproximó a Levy con toda la inocencia y sinceridad del mundo, pero antes de que lo pudiera tomar se lo retiró - Pero, debes contarme que te incomoda ¿Vale? - dijo lanzandole un guiño al pequeño granjero antes de volver a darselo. Sin duda le pilló

Tras llamar a la puerta de la casa de Green tras encontrarla tuviste que esperarte un buen rato para confirmar que o bien te habían ignorado o bien estaban tardando mucho, incluso que no te hubieran oido. Tras llamar por segunda vez empezaste a oir pasos en tu dirección pero aún tardaban demasiado en abrir la puerta, no fue hasta que estuviste a punto de llamar una tercera vez, que la puerta se abrió - Siento la tardanza... Oh, eres tu. Vaya bienvenido. Ya pensaba que habiais rechazado mi oferta algunos. - Dijo con un presumible alzar de cejas

-Bienvenido a la morada de los Oak - Terminó de abrir la puerta ofreciendote paso - Sientete como en tu casa, aunque bueno, me pillas aún cocinando - No te diste cuenta hasta entrar que justo tenía un mandil puesto en la cintura.

    En cierta manera la invitación de la señorita Erika para salir y el tener algo que hacer mientras la comida se terminaba de preparar, me ayudaba a calmar un poco mi leve angustia ... no es tan simple... ¿ vale ?..., por lo que siguiendo al grupo terminamos saliendo al enorme jardín interior con su gran variedad de pokemon's , algunos que se veían en los bosques cercanos de donde vivía... y otros que solo conocía de lejanía, siendo compañeros de aquellos turistas que se paseaban por Trigal en épocas de festivales.

    Ahhh...ehh...vale...- decía al notar que la señorita quería que la acompañara a un sitio un tanto mas alejado, a una estructura de madera y colores mas leñosos ... esto si lo conozco...

    Ohhh... t-tiene uno de estos...- saliendo un poco del cascaron tímido al encontrarme con un objeto con cierta nostalgia ... llevo uno~dos dias fuera de casa... pero estas cosas siempre recuerdan a ella... me quedo mirándole - S-si son bastante útil la verdad... no sabe el incordio que es cuando empieza la época de primavera y los Marrep o el resto de su familia no a botado parte de su carga...  la lana  causar problemas entre las otras especies... no pueden dormir tranquilo por culpa de sus propias descarnas... ahhh y olvídese de trabajar la lana en natural... tendrá que esperar hasta verano como siempre para que el calor de la estación ayude a disipar la electricidad como en la antigüedad, recuerdo las historias de padre de como antes de este tipo de herramientas se popularizara se tenia que tener constantemente a los Ampharos en faros y en navíos, o en.... L-lo siento me deje llevar... - digo un tanto avergonzado al notar que estaba hablando de mas.

   E-esta segura... m-muchas gracias señorita Erika, prometo cuidarlo y atesorar - mientras le agradecía contento al saber que Maggie no iba a tener que pasar por esos problemas, pero... no era tan fácil... 

   Ehhh...- perdiendo hasta tono en mi color de piel - ejjej...b-bueno... e-es complicado... - mirando a todos lados para comprobar que el resto no me estaba escuchando ... son mis problemas... no quisiera que el resto se afecte por mi opinión... -S-soy de granja... n-no soy mucho de eso de estudiar, comprobar con mis ojos o escuchar de boca en boca...  siempre pensando que la tecnología y herramientas solo deben apoyar la naturaleza pues cosas raras empiezan a pasar cuando se intenta jugar con ella... p-pero... pero...- un poco nervioso... sabia que mi opinión iba a incomodar... pero si no me lo sacaba ahora... tarde o temprano igual iba a explotar... - E-eso de i-involucionar...n-no es natural... e-el cuerpo de estas criaturas siempre se adapta para seguir adelante.... sobrevivir a nuevos ambientes... a...ha... n-no se.. se que debo sonar tonto...- dejando de ver a la señorita y dejando mi vista pegada a la muralla de madera - t-tal vez solo es cosa mía no mas... l-lo siento si la incomode señorita Erika...

Mi hambre había ido aumentando conforme me acercaba a la casa de Green. Había pasado cerca de otras casas, y el agradable y delicioso olor que salía de los hogares a esta hora del día no había hecho sino aumentar mi apetito. Por suerte, no tardé demasiado en llegar a la casa del joven Oak.

Tuve que llamar varias veces para que me abrieran, y mi impaciencia aumentaba conforme llamaba una y otra vez. Cuando casi iba la tercera, me abrió la puerta el chico castaño. Ante su comentario sobre rechazar su invitación, negué con la cabeza.

-En absoluto, es sólo que he estado entrenando.- dije con una sonrisa desafiante, quería que supiera que me estaba tomando esto muy enserio. Cuando me ofreció pasar, me adentré en la casa sin dudar, agradeciéndoselo.

En un principio no vi a nadie, lo cual me resultó extraño, los demás deberían estar aquí. Justo cuando Green mencionó que estaba cocinando, me llegó el delicioso olor de la comida. Intenté concentrarme en que mi estómago no hiciera ruido, pero sin duda sería complicado. Un poco dudoso de hacia dónde dirigirme, intenté escuchar algún ruido e ir hacia lo que creía que sería el salón.

-Pues no te culpo, pero va a haber un pequeño problema Sal... estoy sin pasta. Así que tendremos que o cocinar o vencer a alguien para comprarte algo de camino al centro pokemon- Tras decir esto le acaricio la cabeza antes de meterlo en la pokeball y me preparo para volver al centro pokemon, siempre con un ojo atento a si alguien quería retarme. No iba a meterme en una pelea compleja en un momento así, pero si lo veía fácil no veía por que no. 

La verdad es que sí, Contesté alegre hablando del profesor, no sabía que hacía cosas más allá de guiar a los nuevos entrenadores, aunque mi padre me había hablado una vez de que también tenía un programa de radio.

¡Genial!, gracias Erika, Dije mientras salía al exterior, sacando ambos pokemon de la pokeball y viendo como se desenvolvían con los pokemon del patio. Volvería cuando la comida estuviera hecha. Acaricié a mis dos pokemon, Jugad con ellos si quereis, también teneis que conocer a otros pokemon ¿verdad?. Dije mientras ayudaba a Algodón a acercarse, al fin y al cabo no había salido en el combate en la ruta y alomejor aún se sentía algo tímido.

Sintió como el suspiro se le clavaba, sabía que eran amigos, o bueno, eso se podía ver en las fotos en las que de hecho recordaba haber visto en estas como los dos se lo pasaban bien juntos.
"¿Que dices? Deberías estar enfadada con mi madre, dejó de hablaros de una forma muy fea después de que desapareciera de nuestras vidas. No entiendo a los adultos..." Quizá Erika o Green no estaban resentidos con su madre o su padre pero ella sí y se podía notar en sus ojos, a pesar de que los quisiera mucho a ambos sentía que lo que habían hecho estos estaba muy mal, uno desapareciendo y el otro negando la existencia de personas y seres vivos ( pokemon) hacia su propia hija por miedo a que se fuera... Lo que irónicamente propició que pasara. Quedó callada y no dijo nada en el siguiente rato antes de que la mujer fuera a enseñar el cobertizo al que no marchó, se quedó sentada en el suelo sobre el cojín, bajando la gorra para que nadie le viera los ojos y se centró en observar como su pokemon se dedicaba a jugar con su padre al lado de Green. 

Siempre era alegre, fuerte, pero ver la personalidad que tenían esas dos personas adultas... Se sentía mal, muy mal ya que no sabía realmente por qué Red se había ido en primer lugar de su casa, ¿Quizá ella era la causa? Si era así por su culpa se habían separado unos muy buenos amigos y su madre se había amargado. Procuraba no pensar en esas cosas nunca y justo tenían que salir a flote en ese momento, posiblemente fue provocado por los puros nervios de haber salido por primera vez en la vida de su hogar, de tener pokemon alrededor, tantas nuevas experiencias la estaban agobiando tantísimo y su mente colapsada solo podía pensar en cosas negativas... 

Al final y sintiendose superada se levantó del lugar. - ¿Green? Disculpa... ¿Donde está el baño?... En cuanto obtuvo respuesta se disculpó con sus compañeros sin dejar que vieran su cara lo más mínimo y se encerró en el cuarto.

En cuanto se metió en el baño se sentó en la taza del vater y encogió su cuerpo sintiéndose ansiosa, empezando a llorar en el mayor silencio posible para que no se notase en absoluto mientras sus pensamientos se volvían completamente en su contra. 

Me reí bastante cuando llamaron a Angie fanática de los famosos... encajaba bastante bien en como se comportaba ella frente a esa gente... pero no me podía más que alegrar por ella.

Cuando el Vileplume apareció contento de la maceta a la orden de Erika... ni me inmuté lo más mínimo. Para nada estaba sorprendido, sino que estaba sonriendo contento -Ya lo había visto... solo que no quise acercarme porque pensaba que estaba durmiendo. Ya veo que no- le dije a Erika con confianza -Es un Vileplume hembra ¿no? Por los puntos de sus pétalos a mi me lo parece- le pregunté sonriendo un poco más. La verdad, quería presumir un poquito de lo mucho que se de pokemon tipo planta... ¡Son geniales!

Asentí agradecido a la lider de gimnasio -Muchas gracias por dejarme jugar con ellos- le agradecí sonriendo mirando a Skiddo luego -¿Has oído Leaf? Podrás jugar con muchos pokemons compañeros tuyos... ¿no te hace ilusión?- le pregunté rascándole entre los cuernecitos.

Dicho esto, me dirigí junto con Miaka al exterior... con mucha curiosidad de ver como eran los pokemons que estaban.

Cuando me llamaron fanática de los famosos, me sonrojé mucho e inflé los mofletes -¡No soy una fanática! Solo es que vosotros sois muy famosos- les dije... no era culpa de mi fanatismo, ¡obviamente era culpa de su fama y de lo increíbles que son! Aunque cuando recibí el autógrafo de la mujer, se me pasó todo y sonreí como una boba -¡Si! ¡Tengo el autógrafo de Erika!- grité contenta como si hubiera obtenido una medalla de gimnasio... aunque bueno, para mi casi que lo era -Muchas gracias, se lo agradezco muchichisimo- le terminé agradeciendo.

Cuando vi al Vileplume... también me inflé de morros al ver a Rick tan tranquilo -Sabiondo... podrías haberte asustado- dije cuando le vi presumir de lo que sabía... joe, con lo fácil que es asustarle y lo divertido que es -Pues si eres tan listo llevate también a Pollo para jugar porfa...- le terminé pidiendo a mi compañero, mientras que yo también iba hacia Green... para mi sorpresa, justamente para lo mismo que Ruby -A mi tambien me gustaría ir, si no molesto claro- terminé diciendo... ¿tal vez Erika y Green son tan famosos e importantes que tendrán dos baños en la misma casa para no tener peleas de famosos por quien entra primero? Tiene mucho sentido.

Un destello se vió en los ojos de Erika cuando Rick mencionó los detalles de su Vileplume - Vaya, buen ojo, si señor. No obstante, siempre estarás puestos por debajo entre los especialistas pokemon de tipo planta. Los datos no lo son todo Rick. - Dijo acariciando el pelo del muchacho con una sonrisa enorme - Pero seguro que aprenderás todo, incluso lo que no aparece en los libros.

Nada más salir todos del lugar, salvo Angie, Ruby y Miu la cual se quedó echada sobre la mesa del salón medio dormida, Green miró a ambas chicas que preguntaban lo mismo mientras la puerta sonaba. Green señaló la dirección del baño para ver acto seguido a Ruby correr siendo que Midori la siguió por detrás y entró antes de que cerrase la puerta. - Me da que tendrás que esperar Angie, solo tenemos un baño, ya que solemos llevarnos bien toda la familia con el tiempo del baño... - Se acercó a la oreja de esta para que solo la escuchara ella - Aunque Erika es la que más tarda - Y tras decir aquello fue hacia la puerta.

Fuera, vuestros pokemon y vosotros mismos estabais disfrutando de como se divertían con los otros pokemon. En el interior se podía ver una adormilada Miu y una agitada Angie - Así que es eso ¿Eh pequeño? Green os ha mostrado el pequeño secretito de Vee... Y os asustó ¿No? Aunque es normal, no todos saben la historia de Vee. - acarició a Levy siendo que le dió un pequeó impulso para que se moviera con ella - No te preocupes por eso. Aunque sea extraño y raro, en Vee es normal. Green se encargará de explicaroslo, no os preocupeis, yo procuraré que lo haga - Se dió un golpe en el pecho muy orgullosa.

Entonces tras ver que todos pareciais muy comodos en la cerca Erika os preguntó - Puedo entonces confiar en vosotros ¿No? Voy a ir a dentro a gritarle un poco a Green, por haber sido malo con vosotros. - Sabía que no ibais a hacer nada malo a los pokemon, no obstante - Vileplume echales un ojo por si acaso - No vaya a ser que pase algo.

Green abrió la puerta y reveló a un joven Arion al cual le respondió - ¿Tanto quieres correr como para retarme? Aunque lamento decirte que ya no eres el primero Arion, y no me han ganado por suerte - Green acarició la cabeza de Arion antes de pasar el pasillo a la cocina.

La casa de Green estaba bastante apartada de todo el lugar, incluso tenia un pequeño campo con algunos pokemon corriendo, entre ellos destacaban Eevees y sus evoluciones. También había algunos pokemon tipo planta, tierra y normal. Casi todos bebes. La casa era un tanto clasica, salvo por los electrodomesticos, la madera era el principal componente de la casa, siendo que los muebles no eran tan de alta gama o lujosos como se cabría esperar de alguien con fama, además había mucho florido por el lugar.

 -Anda, entra antes de que te mueras de hambre - Según Arion se adentró, pudo ver a una Angie agitada y una Miu dormida, y a través de los ventanales a Erika de ciudad Azulona, Rick, Levy y Miaka, con sus pokemon fuera jugando con los otros pokemon, hasta que Erika entró en la casa.