Partida Rol por web

Finalmente llegasteis a Ciudad Plateada, y tal y como las describían libros de turismo y en verdad muchas personas, era una preciosa ciudad donde primaba como color un brillante gris jugando con sus distintos tonos e incluso llegando al más plateado del mismo.

El centro pokemon se veía desde la entrada de la Ciudad, pues para bien o para mal, muchos entrenadores necesitaban llegar allí para descansar, reponer fuerzas y cuidar de sus pokemon, así como comer y para aquellos que llegaran más de noche dormir. Por eso estaba en un punto tan especifico como era el centro de la ciudad.

A lo lejos un edificio enorme y grande se alzaba o incluso se incrustaba en lo que parecía una pequeña ladera inical antes de las montañas de alrededor. Su construcción era la más emblematica del lugar como queriendo darle la correspondiente importancia que tiene y debe tener aquel no solo con los colores sino también con la decoración y con el cartel de Museo prehistorico.

Por algún lugar debería estar el otro edificio más emblematico del lugar, el gimnasio pokemon de Ciudad Plateada, pero entre tantas casa y entrenadores apenas podiais ubircarla.

Allí donde os encontrabais estabais por un lado las tres chicas junto a Jade y el chico de Alola, aunque al estar allí al aire libre, hablar en un tono normal significa a que todos se enteren ¿pero que ibais a ocultar?

-Bueno, ya estamos. Deberiamos ir primero al centro pokemon y desde ahí trazar el plan de como entrenar. ¿Os parece bien? - dicho eso y si todas estaban segura empezó a ir hacia allí

Me sentí más aliviado cuando el Pinsir recibió nuestra segunda ronda de ataques y empezó a mostrar cierto cansancio. Por muy fuerte que fuera, éramos demasiados contra él. En eso que me percaté de que Rick se lanzaba hacia el Pinsir con los patines "¿Pero qué hace?" pensé mientras me llevaba una mano a la cara. Tuvo la suerte de no recibir ningún ataque, pero aquello había sido una temeridad.

Fue entonces que me percaté de que había un Pokémon que no debía estar allí "¿De dónde ha salido ese Aipom?" tan centrado estaba en mis pensamientos que no me había dado cuenta de que una nueva entrenadora había aparecido. No la conocía, pero si nos iba a ayudar con ese Pinsir, entonces bienvenida sea.

-Drake, usa Ascuas nuevamente.- le ordené a mi compañero. Tal como dije, me centraría en derrotar a ese Pinsir para que los  otros Pokémon se fueran, así terminaríamos antes con toda esta pesadilla de combate. 

  ¡¡ Vamos Rick !!, ¡¡ demuestra quien manda !! - animaba al ranger que una vez mas se lanzaba poniendo el pecho en un combate contra pokemon's  - Ohhhhhhhhhh... bien allí - al ver como se deslizaba entre los ataques para llegar al debilitado roedor y sacarlo de todo barullo que se estaba montando.

      Por otro lado y viendo los efectos del nuevo ataque de Maggie no puedo mas que felicitarla - Vez mi niña de lana brillante, es cosa de practicar mas y nadie te va detener - para luego mirar a Ray quien nos recomendaba que no solo nos concentráramos en el bicho marron - Vale, pero entonces asegurate de capturarle antes que llame a los peligrosos, que de momento solo son las formas pequeñas... -  y dicho esto apuntaba a uno de los Spinarak que se acercaba por los laterales - Maggie, ¡¡ Thoron !! - haciendo que una vez mas la oveja se cargara de energía para inmediatamente despedirla sobre la pequeña araña.

- ¡Cuidado con esas pinzas, Aipom! - el Pinsir enemigo se lanzó al agarre de Aipom, pero el ágil Pokémon de Amber esquivó el ataque propulsándose con su mano-cola en el suelo. Amber sonrió satisfecha, mientras Totodile a su lado parecía ansioso de entrar en combate. - Lo siento, Totodile. Sólo un Pokémon por entrenador. - le dijo, y Totodile resopló. - ¡Aipom, Arañazo!

Bueno... al menos tengo a alguien animándome- pensé mientras iba con los patines en rescate del Pikachu, aunque sobretodo estaba concentrado en ir a por él. Cuando este fue lanzado por el Pinsir lejos, rápidamente cambié de rumbo, patinando a toda la velocidad que podía para alcanzar al pobre pokemon debilitado... el cual conseguí atrapar en mis brazos antes de que chocara en el suelo -¡Le tengo! No te pasará nada pequeño...- les indiqué a todos mientras me giraba de nuevo hacia ellos y hablándole un poco al pokemon...

Dándome cuenta entonces de que a la pelea se había unido alguien nuevo, una chica -¿Quien es esa?- pensé confuso... aunque me encogí de hombros. Toda ayuda era bienvenida, sobretodo ahora contra ese bruto de Pinsir -¡Que alguno prepare un Revivir chicos! ¡Snover, repite Nieve Polvo!- les pedí a mis compañeros, tanto humanos como pokemon... Ya buscaría alguna estrategia más compleja para atacar... pero ahora estaba más concentrado en volver con ellos con el Pikachu en brazos para intentar ayudarlo.

Se echaba de menos las vistas al mar desde todos los puntos cardinales de las Islas de Alola, pero era refrescante ver que las grandes ciudades de Kanto tenían su bonito estilo, y ciudad Plateada era preciosa asi de mañana... era mucho más monocrómatica que Hau'Oli, pero combinado con las montañas terrosas la daba un buen contraste.

No tardé mucho en llegar a Ciudad Plateada caminando por la ruta alternativa del Bosque Verde, mientras Manuka y Vaiana me seguían a su ritmo, uno avanzando y ladrándome para que avanzara más rápido y la otra sobrevolando mi cabeza, intentando colarse entre las copas de los arboles que rodeaban la ruta. Pensé que lo mejor sería guardar a mis dos compañeros en la Pokeball para que no causaran muchos estragos en la ciudad, o peor aún... los perdiera. -Hey, Vaiana! vente conmigo! - Estuvo un poco reticente al inicio, pero al final accedió a meterse dentro de esta. pero Manuka desapareció al instante, y eso que solo estábamos en la entrada de la ciudad. -Manuka! ¿Dónde te has metido? - A veces el pequeño se emocionaba por conocer cosas nuevas y salía pitando en busca de la aventura. Por suerte lo pude localizar cerca mío, ladrando amigablemente y jugetón a un grupo de gente que estaba también por allí. -MANUKA! No te largues tan rápido!- en cuanto me acerqué a el y ese grupo de personas, me abalancé sobre este sacando la pokeball y le metí rapidamente dentro. -Uf... lo siento, a veces es demasiado...-  Tardé un poco en fijarme que ese grupo eran parte de los entrenadores que me encontré luchando contra los Scyther en el bosque. -Oh...ehm.. Alola!- Eran la hija de los Hemlock, la que se fué corriendo después de que el otro chico llamado Arion le dijera algo, Miaka que fué detrás de ella y el chico de ojos verdosos. - ¿Qué tal todo? Nos volvemos a ver al parecer...-  Les pude escuchar que iban a entrenar después de ir al centro pokemon... - Perdona entrometerme, pero no os importaría que os acompañara verdad? Yo también necesito entrenar un poco y de paso conocer la ciudad... - El pokemon que tenía en mente y quería investigar seguramente sedría potente, además de que también tenía que hablar con ese "líder"...

Miré cada parte del camino hacia ciudad Plateada, por si algún día volvía al bosque poder salir de allí, claro que no era del tipo de personas que recuerdan esas cosas, por no hablar de que paraba a ver cada rincón como si hubiera un tesoro en ello, Papá decía que había que recordar los caminos y habría que hacerle caso.

Al salir estaba ese chico al que dejé con el resto tras irme con Ruby, le gustaba hacer fotos, ¡Hola Makani!

Perdón por irme así la última vez. ¡Claro! cuantos más mejor, ¿tú también quieres las medallas de gimnasio?, Pregunté con curiosidad, ¿qué clase de pokemon tendrá? Pensaba mientras miraba a mis compañeros esperando la misma respuesta, al fin y al cabo había hablado por todos y eso no estaba bien, suponía que por eso decían que era impulsiva, o quizá fuera por otras razones.

Jade ha dicho que con tiempo nuestros pokemon pueden aprender ataques geniales, No eran tan geniales como se pudiera pensar, pero haría más fuertes a los pokemon y por tanto me daría más posibilidades de ganar la primera medalla, algo importante para comenzar la aventura, ¿cómo me sentiría si pierdo mi primer combate?.

Bien chicos, ¿a donde vamos?, Dije mirando a mi alrededor dando saltitos.

— Y no olvides a Nebbia, que seguro también querrá ver cómo pelean los otros — encendido pues su ánimo por la respuesta de Jade aseguró, dejando a Lanciere fuera de la ecuación porque todavía hacía falta conocer el real carácter de Kakuna.

Oyendo a Ruby y ya que nadie más le respondía su pregunta a la chica de ojos rojos, Connie se le acercó — Los Silcoon evolucionan a Beautifly, muy similar a como Metapod pasa a ser Butterfree — explicándole según sus conocimientos — A mí personalmente me gusta más Cascoon, que se convierte en Dustox, un tipo veneno, pero creo que si evolucionas a tu Silcoon igual y podrías tener un as bajo la manga contra los tipo roca — aunque mejor dicho era un arma de doble filo, pues el pokémon mariposa podía aprender ataques como absorber o mega agotar, de tipo planta, pero al mismo tiempo por su combinación de tipo era extremadamente débil antes los ataques con piedras. Si tan solo Connie fuera más amante de las batallas quizás habría podido orientar mejor a la compañera de Midori.

Por fin que siguiendo al resto del grupo la llegada a Plateada se presentó más pronta que tardía, cautivando al menos a la que era científica y artista la visión de los varios elementos presentes en la arquitectura, mismos que se mimetizaban bien entre la naturaleza, especialmente la que concernía a lo mineral, por lo que la “ciudad de los riscos inaccesibles” se ganaba a pulso su nombre.

— Waaah un cambio necesario después de tanto verde en el bosque ¿no? — alegre dijo, y eso que realmente no habían pasado tantos días internados en la arboleda. Poco después junto a sus compañeras de viaje estaba escuchando al mayor en estatura cuando su atención fluctuó hacia una serie de peculiares ladridos hechos nada más y nada menos que por un pokémon imposible de ver en Kanto a pesar de ser un tipo roca.

— Yo a ti te conozco… — seguida por Nebbia se acercó al Rockruff, no tardando en saludarle con amistosas caricias allí donde el perrito tenía una especie de collar natural hecho a partir de rocas; la Gastly por su parte le sonrió a la par que bajaba al nivel del piso, pues también lo reconocía por el encuentro previo.

Tal y como la Hemlock sospechaba pronto llegó el compañero humano del cachorro excusándose por el comportamiento de su pokémon — Hola Makani — para ese entonces Miaka ya le estaba explicando al de piel bronceada , así que la nativa de Fucsia no vio el caso en repetir las palabras de la pequeña entrenadora, no obstante al tratarse de un colega de profesión era inevitable sentir interés por sus avances pese a que no hubiera pasado tanto tiempo — ¿a ti cómo te ha ido? —

Mientras esperaba la posible respuesta, recordó que Jade había pedido opiniones hace apenas un par de minutos — Tengo curiosidad de ver cómo superarán la dureza de los tipo roca, así que por mi vale… así de paso saco a Lanciere un rato en el centro pokémon y nos conocemos mejor — aportó.

Ray y Moetan dispararon sus ataques de ascuas para debilitar finalmente al Pinsir, que junto al Impactrueno del Mareep, el arañazo de Aipom y el ascuas de Charmander, dejaron a este en las últimas. - Ahora se podría capturar - mencionó Ray, no obstante aún seguía peleon el Pinsir, y fue corriendo a por el último que le atacó esta vez, siendo de un ataque critico en forma de agarre con las pinzas apretando a más no poder

Uno de los Spinarak lacayos del Pinsir, lanzó su disparo demora para ralentizar a uno de vosotros, pero no sirvió de nada, pues nada más llegó el turno de Snover, el Pinsir estaba tan agotado que apenas podía moverse...

No obstante este miró con mucha ira a todos y cada uno, casi como si por detrás estuviera preparando un ataque muy poderoso pues su gruñido empezó a ser gutural... Justo entonces el Pichu de la familia de Pikachus, con lagrimas en los ojos, salió corriendo de entre los brazos de Aiko y Angie mientras cargaba electricidad por lo que le había hecho a su padre, cargó mucho más, tanto así que lo convirtió en su propia estela y su velocidad incrementó pasando por entre vosotros y finalmente...

Impactando contra el Pinsir el cual se electrocutó con dicho ataque antes de que el Pichu retrocediera dañado a causa del mismo impacto... Sin duda el ver a su padre no lo soportaría, y mucho menos que todos le ayudarais a el y su familia y estuvierais en peligro por un pokemon tan peligroso - PICHUUUUUUUUUUUUUU - gruñó incluso queriendo seguir luchando, pero ya no hacía falta.

El Pinsir estaba derrotado de antes, aquel sonido gutural era la antesala a caer derrotado, pero que el mero orgullo se lo impedía, el ataque del Pichu solo sirvió para dejarlo de nuevo contra el suelo, y otro más podría resultar letal.

-Se acabó... - dijo Ray pues al ver como los Spinarak se iban dejando solo a su lider que ya se descubrió seguían por temor. El Pichu por su lado, fue corriendo a los brazos de Rick para ver a su padre y lamerle las heridas. La mama Pikachu seguía con su huevo junto a las chicas y el Skiddo. Y finalmente el Pikachu en brazos de Rick despertó, estaba KO, pero no por ello muerto. El descanso y los cuidados de los entrenadores harían la mayor parte del trabajo.

-Bien... Pues ahora es mi turno. Si como habeis dicho nadie lo quiere - dio Ray sacando una Pokeball. - Lo capturaré. - y se preparó a lanzarla si no había intromisiones*

- ¡Genial! ¡Bien hecho, Aipom! - Amber chocó la mano con Aipom, que usó su mano-cola para ello. Ambas parecían contentas, mientras que el Totodile a su lado soltó un suspiro por no haber participado en la batalla. - La próxima vez, Totodile. - le dijo Amber a su Pokémon, y se giró hacia Ray cuando vio que estaba a punto de capturar al Pinsir. - ¡Qué suerteeee...! ¡Ese es un Pinsir muy poderoso! - se llevó las manos a la cintura. - Pero yo he llegado casi al final del combate, así que no sería justo que intentara capturarlo. ¡Ya cogeré otro en algún lugar! - dijo, no estaba muy claro si hablaba sola o con sus Pokémon. Con el grupo de gente presente en la escena, desde luego, no.

Por otro lado, Totodile llamó la atención de su entrenadora con un par de toquecitos en su pierna. Amber lo miró, y Aipom señaló a los Spinarak que acababan de huir al perder a su líder.

- ¡Aaaah! - exclamó Amber. - ¡Spinarak! ¡Tampoco tengo ninguno! - la entrenadora salió corriendo sin previo aviso hacia la vegetación por la que se habían marchado aquellos Pokémon, con Totodile y Aipom siguiéndola, aunque se detuvo antes de perderse entre los árboles. - ¡Ah, espero que estéis todos bien! ¡Cuidad de esos Pikachu!

Y se fue.

Por el camino Connie le explicó que el Silcoon evolucionaba a Beautifly lo que se apresuró en buscar en su pokedex, agradeciendole el gesto a su acompañante con una cálida y amigable sonrisa animada. -¡Gracias!

Llegaron sin dificultad a la ciudad y entonces atendió a las palabras de Jade, asintiendo completamente deacuerdo. Aún no se había dado cuenta de la presencia de Makani, se dedicaba a revisar que todo estuviera en su sitio tras haber pasado la noche en el bosque cuando Miaka saltó la primera a saludar al chico de Alola, momento en el que, claramente ya no podía ignorar su presencia allí. 

-¿Eh? ¡Ah!... Hola. Sonrió alzando la mano y abriéndola como saludo antes de darse cuenta de que había sido su culpa el separarse, momento en el que se le subieron los colores a las mejillas. - Siento mucho lo de ayer... 

Entonces comenzaron a pensar a donde ir, pero realmente Ruby seguía con el consejo de Jade en la cabeza por lo que al final decidió seguirlo a pie juntilla, era el que más sabía o al menos más que ella seguro. - Preferiría... Ir primero al centro pokemon para que revisen a los pokemon y cuando vea que están bien ir ya a entrenar o ... lo que gustéis. Se quedó esperando respuesta de los chicos, no se iría sola por allí porque fijo se perdía, no sería tan estúpida e impulsiva como lo fue en el bosque, bonita lección la de perderse. 

¡Pichu no!- exclamé al ver que el pequeño de los Pikachu se lanzaba contra el Pinsir el cual ya se encontraba muy debilitado... ¡pero no podía arriesgarse así! Y mira... admito que su pequeño ataque me impresionó pero... ¡eso no justificaba la estupidez que había cometido! El propio Pichu vino a mis brazos cuando el Pinsir quedó mucho más debilitado que antes, para estar con su padre... yo lo miré con cierto enfado -Pichu, mal... has sido muy irresponsable. Podría haberte pasado algo muy malo... y seguro a tu padre tampoco le haría gracia- le dije con tono serio regañándolo mientras lo acomodaba entre mis brazos junto a su padre... si, ironía que lo diga quien no le importa lanzarse ante pokemon para parar ataques con el cuerpo. Aunque al final, suspiré... sobretodo cuando el otro Pikachu abrió los ojos... -Ains... no lo vuelvas a hacer a partir de ahora, no más sustos para los Pika... ahora solo descanso y dejarse cuidar, ¿vale?- dije rascando levemente la cabeza de Pichu, y viendo si el Pikachu estaba bien.

Mientras sacaba una poción de mi mochila, Ray dijo que ya iba a capturar a Pinsir a menos que alguno lo quisiera... yo negué con la cabeza -Ese pokemon es fuerte, pero necesita mano dura y seguramente cuidados que no sepa darle para ser un buen compañero y controle esa ira... El experto en tipo bicho eres tu, no creo que aquí haya mejor entrenador- le dije al chico, por mi parte dándole permiso. Me acerqué a Snover y acaricié su cabeza -Buen combate colega... menudo bautismo de fuego has tenido, pero bienvenido a la familia... Navidad- le dije sonriendo levemente... dándole ya hasta un apodo, creo que le pegaba. Ahora me pondría a atender a los pokemon eléctrico, sentándome en alguna piedra o tronco para hacerlo más fácil, también acercándome a la madre y al huevo para que estuviesen juntos...

Pero entonces, los gritos de esa chica nueva me llamaron la atención sobre ella... es verdad... no sabía quien... -¡Ey espera!- le dije a la chica, confuso antes de que se fuera -¿Pero quien eres?- le pregunté a la chica... ¡que había aparecido de la nada, peleado, y ahora estaba a punto de irse! Era muy... rara... y no se porque esa actitud como que me recordaba a alguien -Si... los cuidaremos bien...- le dije, aún confuso... ¿pero quien era?

       ¡¡  Maggie !! - gritaba al ver como mi compañera se llevaba la peor parte de todo este conflicto, pues aun con su esponjosa barreara natural la misma quedaba aturdida en el suelo, aunque por lo mismo, aquel insecto estaba demasiado herido para lograr cualquier otro movimiento cayendo casi a los segundos después.

       Y..ya pequeña.. f..fuiste una g..gran luchadora..- acercándome a la misma para revisar si tenia alguna herida muy grave de la cual preocuparme - S..sera mejor que descanses - para meterla enseguida a su pokeball a la vez que hacia lo mismo con Pit y Mandy.

       Ehhh...mh....hmmm.... - aunque era cierto que estaba contento, igual quería enterarme bien quien era la chica nueva o como se encontraba el resto, mis prioridades se habían vuelto el asegurarme de que Maggie pudiera llegar pronto al centro pokemon, por lo que aunque miraba al grupo por si querían decir algo y para saber del estado del pikachu, era obvio que no iba a detenerme demasiado una vez supiera que estaban todos bien.

En esta ocasión, el aluvión de ataques ígneos, junto con otros tipos, fue suficiente para acabar con las fuerzas que le restaban a ese Pinsir. Ya estaba suspirando de alivio cuando me percaté de que se negaba a caer, y en un intento desesperado atacó al Mareep. Hice una mueca de dolor al ver el golpe que se había llevado la pobre oveja, para después observar con sorpresa como ese pequeño Pichu acababa con Pinsir con un grandioso Placaje eléctrico. Me pareció interesante que el ratoncito tuviera ese movimiento, pero aún así no quería hacerme con él.

-Es muy irónico que regañes al Pichu por imprudente.- le comenté a Rick con una sonrisa mientras me dirigía hacia Charmander para comprobar sus heridas. No lo decía con maldad, solo era un comentario bromista para picar un poco al Ranger. Al llegar junto a mi compañero vi que se encontraba perfectamente, y además parecía que este combate lo había ayudado a fortalecerse -Has hecho un buen trabajo, descansa.- le dije acariciando su cabeza, para después devolverlo a su cápsula.

-Todo tuyo.- le dije a Ray como última confirmación para que se hiciese con el Pinsir. Estaba de acuerdo con Rick, estaría mejor en sus manos. Tras eso, observé como esa chica del Aipom se marchaba a toda prisa, despidiéndose apresuradamente. La despedí con la mano, estaba seguro de que parte o temprano la encontraría de nuevo. Me detuve a observar el panorama, había unos cuantos heridos, así que debíamos apresurarnos -Será mejor que nos demos prisa en llegar a Ciudad Plateada, estoy seguro de que la familia Pikachu quiere reunirse con los suyos, y tenemos a algunos heridos que deben visitar el Centro Pokémon.- les dije a todos en general.

-¿Estáis bien por ahí?- pregunté hacia la chicas, que se habían quedado atrás. Puede que no hubieran participado en la batalla, pero algún ataque se podía haber desviado en su dirección.

Fuiste corriendo tras tan rápida despedida de los demás detrás de los Spinarak, pues te faltaban y después de haber dejado el Pinsir a quien le correspondiera en un acto muy bueno de tu parte. Así fue como no paraste de correr entre matorrales y arboles ya que la pequeña araña pokemon estaba huyendo del lugar del combate a toda velocidad

Tanta fue tu persecución, que en un punto dado de esta, notaste algo en tu pie que te hizo tropezar sacandote de un golpe contra el suelo de toda la maleza del bosque verde. Lo que estaba en tu pierna, voló también por encima tuya hasta caer delante tuya.

Era uno de los dos Spinarak y estaba dado la vuelta en el suelo intentando incorporarse, pero no podía hacer nada por si mismo. Lo que si te diste cuenta, es que estabas en el limbo, entre el bosque verde y la ruta 2 que conectaba con Ciudad Plateada. Este bicho te había hecho correr mucho, pero ahora el pobre estaba indefenso. ¿Que harías?

Ray asintió ante todos vosotros mientras se acercaba al Pinsir para lanzarle la pokeball, y mientras lo hacía, Aiko y Angie se acercaban con Skiddo, la mama Pikachu y el huevo.

-¿En serio no la conoceis? - preguntó Aiko mientras se acercaba ahora más tranquila al resto del grupo - Es la hija de Crystal y Gold, los entrenadores legendarios de Johto. ¿De verdad no la conociais? - Casi como si pareciera normal la susodicha os miró a todos buscando alguien que la conociera, pero al parecer nadie supo quien era. - Lo raro es que vaya tan a prisa... ¿Tanto le interesa tener un Spinarak? Pensaba que igual querría tener pokemon tan fuertes como los de sus padres.

Encogiendose de hombros y tomando del lomo de Skiddo a la Pikachu hembra y el huevo, Aiko asintió al pokemon planta - Pero bueno, ya nos hemos encargado de lo peor ¿No? Ahora podemos ir a ciudad Plateada, y mejor ir rápido - dijo finalmente mirando a Levy, el cual había sufrido más junto a Pikachu.

- ¡Uuaaaahh...! - gritó Amber mientras tropezaba y salía volando contra el suelo del bosque. Rodó un poco, pero en realidad no se hizo daño. Estaba más que acostumbrada a caerse y revolcarse por el suelo, para ello se había pasado su infancia entera jugando con los Pokémon de la Guardería Pokémon de Ciudad Trigal. Aipom también la había visto caerse cientos de veces y por eso no se preocupó, pero Totodile era nuevo en su vida y se alertó un poco al ver a su entrenadora casi de cara contra el suelo. - Ay, ay, ay... - se quejó la chica, sentándose en el suelo.

Sus dos Pokémon corrieron junto a ella, y Amber tranquilizó a Totodile con un par de palmadas y con una sonrisa. Miró a su alrededor, y se dio cuenta de que estaba prácticamente al límite del bosque. Ah, mala cosa, pensó. En este bosque parece que hay Pinsir, Pikachu... no puedo irme todavía, no hasta capturarlos todos. Ah, y también hay...

- ¡Spinarak! - gritó Amber al ver al Pokémon tendido en el suelo a una cierta distancia de ella. ¡Conque con ese Pokémon era con lo que había tropezado! Se puso en pie rápidamente y corrió hacia éste. - ¡Perdón, perdón! ¡No me he dado cuenta y me he tropezado...! ¿Te he hecho daño? ¡Lo siento! - se preocupó la chica. Una cosa era debilitar a un Pokémon en combate, y otra muy distinta darle una patada, ¡aunque fuese sin querer! La chica de Johto tomó al Spinarak y lo ayudó a ponerse en pie, ya que parecía no poder hacerlo por si mismo. - ¿Estás bien?

Moeko por su lado asintió - Si si, ya hemos ganado y... Aún tengo tiempo antes de mi cita. No os olvideis que la manada de los Pikachu estaba en la ruta 2 - y aunque así fuera y tras la poción que le dió Rick al mismo, este necesitaría un rato para estar mejor, pues se le notaba que el ataque del Pinsir le hizo estragos.

-Vuelve Ledly, lo has hecho genial pequeñin - Dijo pues guardando a su pokemon - Aunque para ser sincera no me esperaba que le derrotasemos. Parecía muy fuerte. ¿Ray seguro que podrás con el? - Se preocupó entonces la brujita por el entrenador de bichos.

Angela preocupada se acercó a su compañero - Lo siento Rick, se me escapó a mi. Quería salvar a su padre, pero no quería parar y... - Angie se encogió al decir aquello cosa que su compañero sin duda a que se debía - bueno, se escapó...

-Pero estais bien y has hecho muy buen trabajo. Se podría decir que misión Ranger cumplida, aunque nos falta devolverlos a su lugar ¿Verdad? - Angie sonrió a su compañero y luego miró al resto - Y no te olvides de que nos ayudaron.

Ray lanzó la pokeball y tras varios balanceos, al final se detuvo la pokeball siendo que el Pinsir acabó capturado - No hay pokemon bicho dificil. Al igual que todos los que son de forma bestia salvaje, y los que han sufrido por humanos... Todos tienen un truco muy tipico que explotar - recoge la pokeball y sonrie

-Zantet fue el más dificil - dijo mirandolo finalmente - Pero haber crecido en una granja con beedrills ayudó bastante - por primera vez Ray contó algo más de si mismo - Por eso me apasionan tanto los pokemon tipo bicho, naci y me crié con ellos. - sin duda era una buena forma de llevar una pasión a gran escala.

Ray se adelantó un par de pasos mientras el resto hablabais y se cuardó la pokeball de Pinsir llevandose consigo también al Larvesta dentro de su pokeball - Con esto ya tenemos un equipo medio decente para pelear contra Brock ¿No crees Zantet? - el Scyther solemne asintió con un leve gruñido - Pero no llegaremos nunca si no salimos del bosque y devolvemos a los Pikachus. Vamos - y dirigiendo el grupo Ray se encaminó en primera linea marcando el camino, llevandose consigo al resto.

Al cabo de un rato, los arboles fueron despejandose mostrando así una ruta y por encima de los arboles de dicha ruta, las partes altas de unos edificios. Estabais muy cerca de Ciudad Plateada. Pero en ese momento cuando el Pikachu ya se recuperó un poco más, se bajó de los brazos de Rick yendo con cuidado en otra dirección que no era la ciudad. Su Pichu, hijo, le siguió olisqueando ambos el rastro. - Pika pi - soltó el padre de familia - Dice que es por ahí - "tradujo" Moetan señalando un leve sendero que era imposible de ver a simple vista.

Así pues, los que decidierais seguir al patriarca ratón electrico veriais que trasn un par de minutos andando por el sendero, llegariais a un claro protegido por los arboles y algunas rocas, lleno de Pikachus que nada más veros se pusieron alerta... Hasta ver entonces al patriarca al cual se acercó uno de los Pikachus a reconocerle y darle la bienvenida pero también aumentando la guardia ante vosotros.

El Pikachu empezó a decirle algo al otro pero Moetan estaba para traducir - Está intentando decirle que somos buenos, que les hemos ayudado. Pero creo que necesita una prueba. Aunque también podemos irnos sin más ya los hemos devuelto con los suyos - y así era pues la mama, el Pichu y el huevo se fueron a ver a los demás pikachus