Partida Rol por web

Jade sonrió ante la respuesta de Connie a la pregunta de Ruby, realmente se le pasó responder a la hija de Red, pero por suerte el resultado fue mejor de lo que esperaba. - Bien dicho Connie. Puede ser una buena alternativa si.

Al final fuisteis llegando pues a la Ciudad, o al menos a su entrada y allí os unisteis a Makani el cual llegó por intrusión de sus propios pokemon, pero antes Jade respondió un poco a Connie - Si bueno, Kanto tiene sus ciudades nombradas por el color principal de las mismas. Así que si, cambiar de ambientes está bien de un lugar a otro. Y ya verás cuando lleguemos a Celeste, por lo menos allí estará mucho más animado que esta ciudad, ya verás.

Finalmente con Miaka hablando todo el plan y Makani incorporado, Jade se encogió de hombros - A mi me da igual, uno más al equipo es una oportunidad más para entrenar... Aunque bueno, tu pokemon es tipo roca, podría servir de entrenamiento para todos. Nos faltaba un pokemon tipo roca y eso al mismo tiempo te servirá de entrenamiento

No obstante Ruby habló acerca de lo que tenía en mente y Jade por supuesto sonrió - Tranquila, es la idea. Dejaremos que les hagan un chequeo a todos y puedan descansar. Y mientras nosotros hablaremos de que hacer. Así que venga, bienvenido al grupo Makani, vamos al centro pokemon - dijo con seguridad y avanzando por la ciudad directo hacia el centro pokemon

Una vez allí, Jade fue el primero en dejar sus pokemon, su Pikachu incluido y tras eso os esperó para ir juntos a una mesa. - Bueno, aunque realmente ya tenemos planeado mucho, pero aseguremonos. Quereis aprender entonces movimientos para vencer a Brock... ¿Y tu Makani? ¿Solo quieres mejorar? - Mencionó para así asegurarse de que queriais hacer todos.

¡Vaya! no me acordaba del centro pokemon, tengo que estar más atenta. Pensaba mientras caminaba con ellos para que curasen a nuestros pokemon después del Bosque Verde.

Sin embargo, recobré rápidamente la sonrisa que siempre llevaba y comencé a preguntar de camino, Esta ciudad es enorme, ¿qué quereis hacer?, Pregunté con curiosidad al ver una señal que indicaba el museo de los fósiles, Es verdad, está aquí, yo quería ir. Dije preguntando, Tenemos tiempo, podemos ir esta tarde si quereis.

Una vez en el centro pokemon, Jade dijo algo que me hizo pensar, era un buen momento para entrenar antes de ir al museo, Claro, dijiste que podías enseñar cola ferrea  a Vulpix ¿verdad? ¿me harías el favor?, Dije mientras entregaba a mis pokemon a la enfermera Joy. Me gustaba la idea que ver a Vulpix lanzando agua, pero eso me ayudaría a ganar a Brock, y de paso podría ver como entrenar con un pokemon, Jade seguro que sabía hacerlo bien.

¡Decidido!, así entrenaremos todos, si quereis, Dije sonriendo a todo el grupo.

      Es la hija de Crystal y Gold, los entrenadores legendarios de Johto. ¿De verdad no la conociais?

       Hmmmmm... la verdad es que no - decía mientras miraba en la dirección por donde había marchado la misma - aunque me suena de algo... - para voltearme y asegurarme de que no se nos quedaba nada ... ese color de pelo...

      Asintiendo a las palabras de Aiko empiezo andar hacia las zonas menos boscosas, pues desde donde estábamos iba ser un buen trecho a donde queríamos ir ... por lo menos si vamos por esta zona va ser pocos los peligros que nos pueden asaltar... hasta que después de una buena caminata terminamos dando con otro claro, o por lo menos con la entrada de el.

      Vaya... parece que el pequeño se siente algo mejor....- mirando la determinación con la que se movía aun después de haberse comido una buena cantidad de daño ... ojala Maggie se pueda recuperar así de bien... 

      Por las palabras de Moetan y por la mirada de pocos amigos del resto de roedores se notaba que los entrenadores o desconocidos no eran muy bienvenidos.

     Chicos, igual y-yo creo que ya hicimos suficiente...- musitando a la vez que intentaba no llamar la atención de todo el grupo - y...ya están con los suyos, aquel señor marron no les va causar problemas y desde aquí ya podrán criar bien al que viene en camino... p..puede que sea buena idea ir les dejando ya...

... Por Shinya conozco el pavor de huir de una manada molesta... no me gustaría sumar a esa lista a toda una de ratones eléctricos...

Asintió a Jade y marchó con todos al centro pokemon, donde dejó a sus pokemon para que los revisaran mientras ellos esperarían en una de los tantos lugares de espera que había ahí dentro.  - Sí, quiero aprender movimientos... ¿Has dicho que la evolución del pokemon duro ese era clave para vencerle o bueno, que sería bueno... Así que creo que me centraré en entrenar a mis pokemon y a evolucionarle.  Asintió a Miaka y miró a los otros dos compañeros. 

-¿vosotros qué haréis?

Manuka intentó dar un lametazo al Ghastly antes de que le pudiera atrapar con esa pequeña embestida. MIentras me levantaba oí a Connie hablarme de como ha ido. -Puees... bastante emocionante! Descubrí una ruta que rodeaba el bosque y pude encontrar un santuario Pokemon lleno de criaturas... aprendí bastante de los pokemon del lugar por suerte... y de otrá información jugosa...- Estaba excitadisimo por conocer a ese líder y pedirle permiso para ir a buscar a ese pokemon. -Os lo cuento si me acompañáis un día de estos. En cuanto a lo de entrenar con Manuka, a mi no me importa ayudaros a entrenar cuando queráis, yo también he de mejorar.- Así que me uní a ellos para acompañarles al centro pokemon y ya de paso estar con esta gente.

Jade me habló de mejorar... -Eso sí, pero primero yo tengo que hablar con un líder de un... gimnasio? - Les miré con una cara algo extrañada, el gimnasio era algo raro, solo reconocía el Dojo Pokemon que teníamos...  -, no sé donde voy a encontrar ese edificio pero sé que está en esta ciudad... - Seguro que ese pokemon costaría horrores de investigarle, asi que cuanto más fuerte fuera mejor también... -Yo me adapto a lo que digáis, pero dejadme la mañana para encontrar ese líder...-

Ante los reconocimientos por su ayuda, la de Fucsia asumió una pose orgullosa y hasta un poco presuntuosa, esbozando su típica sonrisa de Meowth a la par que en sus ojos brillaba el ánimo por saber lo que sabía; no es que lo hiciera con malas intenciones, de todas formas, si no que su personalidad era así…

— Debe de, si ahí se celebra un concurso: seguro el arte y el espectáculo brillarán allá por donde mires — por otro lado a Jade respondió con emoción de novata, ansiosa por llegar a la ciudad acuática aunque no por ello desmereciendo la importancia de su ubicación actual; similar a su entrenadora, Nebbia hizo “arder” con mayor ímpetu la corona de flamas que la rodeaba.

Ya unidos Makani y Manuka el pasado más reciente del bronceado intrigó a la Hemlock — ¿¡De verdad!? ¿Y eran pokémon muy raros los que había allí? — siendo que no tardó en preguntar pese a lo que Makani mismo decía, — Un gimnasio es fácil de notar: suelen ser los edificios más imponentes en las ciudades donde hay — empero agregó, acto seguido se dirigió junto al resto hacia el mentado lugar donde restaurarían la salud de sus compañeros aunque en su particular caso no era realmente necesario.

Apenas llegar al lugar, Connie esperó su turno para dejar a Nebbia y a Lanciere en poder del personal médico, ello para que les pudieran quitar a los pokémon cualquier tipo de agotamiento o estrés que tuvieran, pues tampoco iba a desaprovechar la oportunidad; una vez hecho eso dirigió su atención de nuevo a la plática grupal.

— Yo debo ir al museo a ver qué puedo aprender, así que si quieren ir en grupo por mí no habría problema — declaró animada — así mismo acompañaré a quien quiera retar al líder, y en cuanto a entrenar… — por un momento volteó a ver hacia la zona donde había entregado sus pokeball como si desde su actual posición fuera capaz de ver a sus criaturas, más si bien no podía, eso le sirvió a la artista para tomar determinación.

— Sí, creo que nos podría venir bien a mi equipo y a mí, así de paso Nebbia y yo vamos conociendo mejor a Lanciera y quizás hasta se nos ocurra alguna buena combinación para lo que viene — al fin y al cabo por mucho que no tuviera ambición de ganar medallas Connie tenía la meta de reunir cintas de concurso, y para eso también necesitaba practicar, pensar y acumular experiencia…

Cuando Aiko empezó diciéndonos que esa chica era famosa porque era la hija de entrenadores famosos de Johto, Gold y Crystal, negué con la cabeza -¿Y porque tendría que conocer a la hija de dos entrenadores famosos?- le pregunté a la chica con cierta confusión. Sobre lo otro -Quizás simplemente le gusten los pokemon, y no buscar fuertes...- dije encogiéndome un poco de hombros... tampoco le quería dar muchas vueltas, prefería preocuparme por la familia Pikachu. Así que cuando dijeron de ir a ver si estaban, asentí, tanto a ella como a Moe-tan -De acuerdo... a ver si están ahí. Tampoco queremos que llegues tarde por ayudarnos- le dije a la bruja, saliendo en camino con el Pichu y su padre en mis brazos.

Angie se me acercó entonces... parece que se echaba la culpa por haber dejado suelto al hijo de la familia Pikachu, por lo que yo sonreí y le revolví un poco el pelo -Tranquila Angie, no pasa nada... solo ha sido el susto, y se que estos dos no nos los darán más, ¿a que no?- le dije a mi compañera sonriendo, mirando de reojo a la pareja padre-hijo al preguntar lo último -Estamos a punto de lograrlo... solo falta llegar y listo... podrán estar tranquilos y felices. Y tranquila... se que no lo hemos hecho solos- le terminé diciendo. Cuando escuchaba a Ray, no pude evitar sonreír levemente, aunque no dije nada sobre ello... no fuera que sobre esa imagen de insoportable chico malo se avergonzara un poco -Seguro ese Pinsir y tu formáis gran equipo- le terminé diciendo al rubio mientras caminábamos.

Cuando salimos del bosque... noté en mis brazos como Pikachu se revolvía, y volvía a escaparse de los brazos de un Ranger al igual que su hijo -¡Espera Pikachu!- exclamé algo preocupado empezando a perseguirle... ¡que aún no estaría recuperado del todo! Y no quería que ya tan cerca de su destino le pasase algo malo. Al final... llegamos a la guarida de los Pikachus, la cual seguro que muchos entrenadores querrían conocer. Ver como recibían al padre de familia, me hizo sonreír de forma sincera mientras me ponía de cuclillas para verlos mejor, escuchando como Moetan traducía... parecía no importarme en lo absoluto los pokemon en guardia -Pues parecía que no mentías Moetan... de verdad hablas con ellos...- dije sin mirarla, sonriendo abiertamente -Te acabas de ganar que te siga para que me enseñes como... jeje- le dije riendo en broma... medio broma medio en serio. Es verdad lo que decían, no hacía falta quedarnos aquí, nuestro trabajo estaba hecho... Pero a mi me quedaba un par de cosas por hacer. Abrí mi capturador, y seleccioné a Pikachu... era momento de "Liberarle", pulsando el botón para ello -Pikachu...- le llamé para que si pudiera dejase de hablar con el otro. Saqué mi tubo de comida con bastante comida todavía, el objeto que lo había empezado todo... y lo dejé ahí, sonriendo -Dile que es suyo, que se lo ha ganado protegiendo tanto a su familia... y que no se preocupe, ya conseguiré otro, y no le diremos a nadie que este claro existe- le dije a Moetan aún sin mirarla, por si podía hacer de traductora... aunque mirando al Pikachu, extendí levemente el brazo hacia delante, con el índice extendido... como si con él quisiera darle su pequeña mano con él -Ha sido un placer ayudarte Pikachu, espero que volváis a ser felices y nos volvamos a ver alguna vez...- le dije al pokemon eléctrico con una sonrisa sincera.

Miré extrañado a Aiko cuando mencionó que esa chica era hija de Gold y Crystal. Por supuesto que a ellos los conocía, aunque nunca me había interesado en si tenías hijos o no. Este descubrimiento me llevó a pensar que estaba conociendo a los hijos de muchas leyendas durante este viaje, esperaba que se hicieran tan fuertes como sus padres y poder retarles. Dejando eso de lado, una vez que Ray se hizo con el Pinsir pusimos rumbo hacia ciudad Plateada.

Justo cuando ya podíamos ver la ciudad a lo lejos, la familia Pikachu decidió tomar otro rumbo distinto y nos vimos obligados a seguirlos a toda prisa, no se fueran a perder o hacer daño. Sin embargo, grande fue mi sorpresa cuando nos llevamos hasta un lugar lleno de otros Pikachus, sin duda debía de ser su manada. Me preocupé un poco por la actitud que mostraban hacia nosotros, ¿nos iban a atacar?

-Creo que estoy de acuerdo con Levy, será mejor despedirnos de ellos y marcharnos a la ciudad.- dije queriendo evitar el conflicto con esa manada. Ya habíamos hecho nuestro trabajo llevando a la familia hasta allí, ahora sería mejor irnos antes de que se pusieran furiosos.

Sin embargo, parece ser que Rick tenía otros planes. Observé con algo de tensión y preocupación cómo el castaño se acercaba a los Pikachus y les ofrecía algo de comida. Esperaba que los Pokémon la tomaran y no se enfadaran, no fuera a ser que su buen gesto desencadenara una batalla campal ahí mismo.

Como todos los demás, os siguieron hasta donde llegaron los Pikachus guardando las distancias, solo que para sorpresa no huisteis de golpe sino que incluso además Rick trató de entablar amistad final con para todos los Pikachus de allí. - No va así Rick, solo puedo traducir y entender lo que dicen los pokemon. Ellos nos entienden a nosotros

Al contrario de lo que pudierais pensar, el Pikachu se acercó a Rick y empujó el tubo hacia este y empezó a hablar, y como era logico Moetan empezó a traducir - A ver... "Gracias, pero ya no lo necesitamos. Encontrar comida en el bosque es dificil, aunque a veces vamos. Aquí en nuestra "guarida" tenemos comida para todos. Gracias por traer a mi familia a salvo" - Dicho eso Pikachu miró a lo alto de los arboles y lanzó un rayito hacia una baya que cayó a sus manos. Una baya aranja la cual comenzó a comerse.

Ya todo parecía estar listo, y poco podiais hacer más que marcharos e iros a seguir vuestro destino... A excepción de que Pichu salió tras vuestra - Pi pi pichu. - de nuevo Moetan tradujo - "Quiero ir con vosotros" Vaya... Eso si es una sorpresa - Pero el Pichu siguió hablando - "Quiero hacerme más fuerte para poder proteger a mama y a papa y a mi hermanito cuando nazca, por favor llevadme con vosotros". ¿Estas seguro pequeñin? - pero apenas dió tiempo a que respondiera saliendo su padre por detrás hablando con el. Algo que Moetan no tradujo y os miró directamente a los demás.

-Parece que realmente Pichu quiere venir y no parece que el padre se oponga. - Moetan se encogió de hombros y sonrió - Yo no necesito un Pichu además que me van otro tipo de pokemon. Todo vuestro - Así como Moetan lo dijo Aiko se negó igual que Ray y Angie se escondió. La decisión recaia sobre vosotres tres. Llevaros el Pichu uno de vosotros o dejarlo con su familia.*

Resuelto el tema del Pichu, tan solo quedaba recorrer pasos atrás y la entrada a Ciudad plateada estaba allí:

Tal y como las describían libros de turismo y en verdad muchas personas, era una preciosa ciudad donde primaba como color un brillante gris jugando con sus distintos tonos e incluso llegando al más plateado del mismo.

El centro pokemon se veía desde la entrada de la Ciudad, pues para bien o para mal, muchos entrenadores necesitaban llegar allí para descansar, reponer fuerzas y cuidar de sus pokemon, así como comer y para aquellos que llegaran más de noche dormir. Por eso estaba en un punto tan especifico como era el centro de la ciudad.

A lo lejos un edificio enorme y grande se alzaba o incluso se incrustaba en lo que parecía una pequeña ladera inical antes de las montañas de alrededor. Su construcción era la más emblematica del lugar como queriendo darle la correspondiente importancia que tiene y debe tener aquel no solo con los colores sino también con la decoración y con el cartel de Museo prehistorico.

Por algún lugar debería estar el otro edificio más emblematico del lugar, el gimnasio pokemon de Ciudad Plateada, pero entre tantas casa y entrenadores apenas podiais ubicarla.

-Pues ya hemos llegado. Gracias por esta aventura chicos, pero ahora tengo prisa. Y Rick, si nos encontramos te diré mi secreto para entender a los animales, peeeeeeero, es muy dificil conseguirlo - Moetan sonrió dulcemente antes de correr atravesando la ciudad a su cita con ese alguien misterioso.

-Guau... Ya hemos llegado, pensé que nunca saldría del bosque que alivio. Aquí hay cientos de cosas que hacer pero... Me ha gustado tanto ir con vosotros que no me gustaría separarme. Aunque igual seguimos en la ciudad sin separarnos ¿os pareceria que cuando abandonemos Ciudad plateada avisemos al resto? - Dijo con su perfecta inocencia la hija de Silph mientras os sonreía a todos

-Eso podrias haberlo preguntado en el centro pokemon, en vez de retenernos. Consejo de entrenador: Siempre que veas un centro pokemon... - no dijo el resto ya que era una obviedad logica lo que había que hacer, y como tal respondiendo a esa logica, Ray avanzó el primero dirigiendose hacia el centro pokemon

Totodile se preocupaba bastante,pero ante tus palmaditas se tranquilizó, no como Spinarak, el cual al ponerlo de nuevo de pie en el suelo corrió huyendo de ti, al menos hasta que le preguntaste. Se quedó quieto y te miró con mala cara. Dió un par de pasos hacia ti y se dió la vuelta lanzandote Disparo demora pero sin llegar a darte, esperando ver alguna reacción de contraataque por tu parte.

Ante ese hecho Aipom solo rió, no como Totodile que intentaba sacarte de su punto de mira. El Spinarak empezó entonces a hablar, por supuesto cosas ininteligibles, pero su tono parecía amezanate y trataba de hacer que le tuvieras miedo pero sin llegar en ningún momento a atacarte. Realmente el pobre parecía dispuesto a hacerse parecer el fuerte y no el debil, quizás porque antes era el lacayo del Pinsir.

- ¡Ah, así que estás bien! - dijo Amber con una sonrisa al ver que el Spinarak se había recuperado. En cuclillas ahora en el suelo, para estar más cerca del nivel visual del Pokémon bicho, la chica casi ni se alteró cuando el Pokémon le lanzó su Disparo Demora. Aipom rió, y Totodile se alteró un poco y se puso frente a su Entrenadora, pero ésta le palmeó la cabeza para tranquilizarlo. - ¡Está bien, está bien, Totodile! ¡Es normal que Spinarak se haya enfadado, después de todo lo he tirado al suelo sin querer!

El Spinarak empezó a vociferar ante ella y ante Totodile (Aipom seguía por ahí), y Amber asintió ante el Pokémon bicho.

- ¡Ya veo, ya veo! ¡Eres muy fuerte, Spinarak! ¡Te pido disculpas por haber tropezado contigo! - dijo la joven con entusiasmo, con Totodile un poco alterado y replicando en su propio idioma al Spinarak. - Oye, ¿por qué no te vienes conmigo? ¡Pokémon fuertes como tú me vienen muy bien en mi equipo! - le propuso, inclinándose hacia adelante para acercarse al Pokémon.

El Spinarak despues de todo se te quedó mirando confuso a tus palabras, tanto así que no sabía si retroceder o avanzar, por ello cuando le preguntaste de ir con vosotros haciendo mención a que era muy fuerte, hizo gestos de fuerza y de lo que parecería ser imitar al Pinsir de antes y se te quedó mirando avanzando un par de pasos. No obstante no se lo pensó mucho y se acercó gruñendo y agarrandote el pie hablandote todo el rato casi pareciendo que te pidiera ir en tu equipo

Ese Spinarak, sin duda quería ser fuerte y ahora estabas en una disidia pues desde donde estabas podías ver Ciudad Plateada a través de su entrada...*

Tal y como las describían libros de turismo y en verdad muchas personas, era una preciosa ciudad donde primaba como color un brillante gris jugando con sus distintos tonos e incluso llegando al más plateado del mismo.

El centro pokemon se veía desde la entrada de la Ciudad, pues para bien o para mal, muchos entrenadores necesitaban llegar allí para descansar, reponer fuerzas y cuidar de sus pokemon, así como comer y para aquellos que llegaran más de noche dormir. Por eso estaba en un punto tan especifico como era el centro de la ciudad.

A lo lejos un edificio enorme y grande se alzaba o incluso se incrustaba en lo que parecía una pequeña ladera inical antes de las montañas de alrededor. Su construcción era la más emblematica del lugar como queriendo darle la correspondiente importancia que tiene y debe tener aquel no solo con los colores sino también con la decoración y con el cartel de Museo prehistorico.

Por algún lugar debería estar el otro edificio más emblematico del lugar, el gimnasio pokemon de Ciudad Plateada, pero entre tantas casa y entrenadores apenas podiais ubicarla.

Pero aún no habias acabado de capturar a todos en el Bosque Verde, aunque pudieras encontrarlos más adelante. Debias de conseguirlos ahora.

-Pues sí. Ciudad Celeste es el primer lugar de concurso de Kanto, así que aprovecha, igual llegamos para la feria Celeste también - Mencionó jade en general, siendo que los concursos de los presentes solo le interesaban a dos, pero la feria era un tanto distinto.

Al ver como cada uno se organizaba tan bien Jade sonrió de medio lado - Vaya, me alegra que sepais tan bien que quereis hacer. Y si, Miaka, no te preocupes, os ayudaré a aprender el cola ferrea, así como con la ayuda de Makani os ayudaremos a entrenar. - No obstante la cosa no quedaba ahí, siendo que el ojiverde miró a Ruby - Sip, es una buena baza. Al evolucionar Silcoon evoluciona en Beautifly, el cual aprende un ataque tipo psiquico, bastante potente contra los pokemon fisico como lo son los del tipo roca.

Metiendose quizás un poco en lo que hablaba Makani, este sonrió, y simplemente reafirmó las palabras de Connie - Es el único edificio que no parece un edificio, sino un estadio. No tiene perdida y si vas con alguien cualquiera te lo enseñará. - Por último centró su mirada en la procedente de ciudad Fuscia - Te vendrá bien sin duda. Ya tengo ganas de ver de que eres capaz cuando Gastly evolucione.

No obstante al final el hijo de Green suspiró - Pero bueno, yo en esta mañana no voy a poder acompañaros. Voy a llamar a mis padres antes de que se puedan cabrear más por no presentarme en casa a comer ayer antes de ir al bosque verde... Pero os veré a la tarde, e iré con vosotros al museo. Seguro que lo pasaremos bien.

      Vaya... parece que el pequeño se te esta quedando viendo.... - digo a Rick una vez Moetan nos traducía la reacción del pequeño roedor quien parecía estarse armando de valor para irse de aventura, pues siendo el que mas se encariño con ellos es el mas apto para su cuidado ...ademas... primero tengo que acostumbrarme con Pit y Mandy antes de estar pensando en alguien mas....

   Resuelto aquello nuestro destino era claro ... al menos para mi ... por lo que una vez llegamos al centro del lugar, en donde me sentí tan perdido como en las calles de ciudad trigal por sus coloridas callejuelas y la gente paseando por el lugar ... aunque con el edificio de allí al fondo... al menos es mas rápido para guiarse...

  Aunque igual seguimos en la ciudad sin separarnos ¿os pareceria que cuando abandonemos Ciudad plateada avisemos al resto

        me parece un buen plan...- le respondía a Aiko mientras seguía despidiendo a Moe~tan que tan deprisa como llego, la misma se iba ... que chica mas curiosa... - ¡ Oh ! cierto, creo que esto puede ayudar... - mientras sacaba mi pokenav la cual con menos dificultad que antes encendía, para poder buscar entre las funciones el sistema de llamada  - Si tenemos el contacto de los otros sera mas rápido poder localizarnos... o por si pasa algo interesante... - mientras con cierta torpeza buscaba llegar hasta mi propio contacto y se lo enseñaba a Aiko y luego a Ray para que lo anotaran en su dispositivo ... si es que tenían.. , pues al resto los tenia del día en el laboratorio.

       Pues... con Maggie y los dos pequeños tenemos una cita con el doctor...- despidiéndome de los que se fueran a quedar en la plaza... - nos vemos.. - y sin perder tiempo, aun cargando todo el equipo de acampada y demás cachivache parto enseguida al centro pokemon. 

Cuando escuché decir eso a Moetan, sonreí mucho... pues si eso era verdad, mi "manía" de hablarle a los pokemon era totalmente justificada. Al ver a Pikachu devolverme el tubo, sonreí más mientras escuchaba la traducción por parte de la brujita -De acuerdo...- le dije asintiendo... aunque entonces saqué un poco de mi comida del tubo y se la di -Pero al menos acepta esto como despedida. Y de nada... lo dicho, ha sido un placer para todos- le dije al patriarca Pikachu.

Entonces, para nuestra sorpresa, antes de irnos Pichu vino hacia nosotros... queriendo unirse a viajar. Desde luego me sorprendió, e iba a preguntar si estaba seguro de ello... pero no hizo falta porque Moe-tan lo confirmó. Y parecía... que ese honor había recaído en mi -¿De verdad?- pregunté intentando confirmar si de verdad se iba a quedar conmigo... ante lo cual me agaché para mirar al Pichu -No se si yo soy el más adecuado para acompañarte pequeño... mi objetivo no es hacerme fuerte, solo ayudar a los demás pokemon como tu familia- le empecé diciendo... y es que era verdad, ¿como podía ayudar a hacerse fuerte a Pichu si en primer lugar odio los combates? Pero Pichu había pedido algo... ¡y como ranger iba a aceptar su recado! Así que le cogí y me lo subí al hombro -Intentaré buscar un entrenador de confianza que de verdad te saque a relucir el potencial que tienes... y de mientras, seremos compañeros y te ayudaré todo lo que pueda, lo juro. ¿Te parece bien?- le terminé preguntando con una sonrisa. Quizás yo no sea el más adecuado... pero seguro encontraré a alguien que se complemente bien con este pequeño guerrero.

Por fin habíamos salido del bosque... y ahora estábamos en la ciudad... Echo de menos la naturaleza; aunque esos son tonterías mías de forofo de las acampadas. Había guardado a mis pokemon en sus pokeballs para que descansaran, menos a Pichu que aún le tenía en el hombro descansando en él. Cuando la gente decía de ir al centro pokemon, yo asentí -Si, ya es hora de curar las heridas de Scyther y dejarle ya en libertad...- dije haciendo referencia al Scyther que capturé con mi capturador y que seguía con la herida... en el centro pokemon le curarían y podría volver al bosque tranquilamente.

Entonces miré a Moetan, sonriendo con cierta ilusión cuando me dijo aquello de que me diría su secreto para entender a los pokemon, pero que era algo muy difícil de conseguir -Difícil para mi suena a interesante, me apunto- le dije riendo con las manos en la nuca -Gracias a ti por ayudarnos, adios- le dije... aunque entonces, cuando la chica iba corriendo, me di cuenta de algo -Espera, ¿alguno le ha pedido el número del Pokenav?- pregunté... dándome cuenta de que no... ¿entonces como me iba a enseñar eso? Desplegué los patines de mis zapatos -Voy a pedirselo y voy al centro pokemon con ustedes... ¡que vayan curando al Scyther de mientras Angie!- les terminé diciendo al grupo, antes de partir patinando hacia donde se fue la bruja... ¿como se nos podía haber olvidado pedirle el número?

Justo cuando esperaba que ya pudiéramos marcharnos de allí, el pequeño Pichu vino hacia nosotros con expresión decidida. No lo entendí en un principio, pero la traducción de Moeko nos aclaró que el pequeño quería venir con nosotros. Yo miré a los demás enseguida y negué con la cabeza, no tenía planeado tener un Pichu. Me hubiera dado algo de pena que nadie hubiera querido llevarlo, así que me sentí algo aliviado cuando Rick aceptó hacerse cargo de él.

Un poco después llegamos a Ciudad Plateada y me quedé maravillado observando su arquitectura. Había visto grabaciones y fotos antes, pero verlo en persona era mucho más alucinante. Logré localizar el museo, y aunque el gimnasio era uno de mis objetivos, no me molesté en buscarlo todavía ya que debía entrenar mucho antes de eso.

Cuando Moeko se despidió de nosotros sacudí mi mano a modo de despedida mientras la observaba marchar, aunque Rick decidió seguirla para pedirle su número. Ya que el resto del grupo se dirigía al Centro Pokémon, decid´ir yo también, así les daría un descanso a mis compañeros. Por el camino me acerqué a Aiko.

-Aiko, ¿podrías indicarme cómo enseñarle Excavar a Sandile? Será necesario si quiero vencer a Brock.- le pregunté a la pelirroja mientras caminábamos por las calles. Sabía que mi equipo lo tendría difícil contra los dos primeros gimnasios de esta región, así que debía seguir alguna estrategia si quería superar esa desventaja. Empezaría por enseñarles algún movimiento y después lo entrenaría bien.

- ¿De verdad? - preguntó Amber al notar que Spinarak no solo no se marchaba, sino que además se le agarraba al pie y decía cosas en su idioma de Pokémon. Era casi como si pudiera entender lo que decía, cosas de haberse criado en una Guardería llena de Pokémon desde siempre. - ¡Gracias, Spinarak! ¡Te damos la bienvenida al equipo! - dijo alegremente, tomando a Spinarak entre sus manos si se dejaba coger, y mirando también a Totodile y Aipom. - ¡Mirad, tenemos un nuevo compañero, y es la mar de fuerte! - les dijo alegremente.

A continuación capturaría Spinarak con una Pokéball, era un trámite necesario, pero después lo dejaría salir de la esfera y lo dejaría viajar junto a ella igual que Aipom y Totodile. Como era más pequeño, ¡Spinarak podía viajar en su hombro!

- Mira, Spinarak. Este es Totodile, ella es Aipom, y este es el Huevo que estamos cuidando. Aún no sabemos qué saldrá. - explicó Amber a su nuevo Pokémon, y se quedó mirando al límite del bosque. - Y eso de ahí debe ser Ciudad Plateada, pero aún no vamos a ir a ella. - dijo cruzándose de brazos y asintiendo para sí misma. - Antes debemos capturar a todos los tipos de Pokémon del bosque. ¡Vamos, cuanto antes terminemos antes descansaremos en la ciudad! - dijo alzando su puño en el aire con alegría. Sus Pokémon la imitaron.