Partida Rol por web

Iris iba andando alegremente pegando unos cuantos brincos aquí y allá mientras que te miraba - Ha sido genial desayunar de esa manera ¿Verdad? ¿Es eso lo que se suele sentir al viajar en un grupo tan grande? - preguntó con los ojos brillosos de plena admiración - Sin duda es increible. Te lo pasas muy bien no solo con los pokemon, sino también con los que te acompañan - fue entonces que la niña se dió cuenta del detalle y se adelantó un poco para pararte en el camino a mirarte.

-Maestra... ¿Has viajado todo este tiempo tu sola? - pues a fin de cuentas, ahora te acompañaba ella y no había nadie más alrededor - Jo... Viajar en soledad no te es un poco triste - preguntó alejandose pues del objetivo del viaje y tratando de hacerte ver el viaje en si, lo que hay entre medias, aunque no de forma consciente lo hacía, sino por el propio significado de la frase

Mi pokemon bicho es un scyther. Iba comentando al no oírlo en lo que habían dicho. Suponía que por que no era uno con ventaja. 

Encantada iris! Espero que nos veamos pronto. Dije pegando saltitos olvidando por un momento lo del gimnasio sin embargo, aquello duró poco puesto que Amber marcharía por otro lado devolviendome a la realidad. 

El camino fue tranquilo imaginando que dentro de poco podría ir a un nuevo lugar con mis nuevos amigos. Brock! Te reto a un combate! Dije completamente seris para poco después volver a tocarme la cabeza por debajo del gorro.

O no se dice así. ¿Podría participar en un combate por la medalla? Quizá más educada. 

Señor Brock querría participar en la liga y necesito combatir contra ti. Aturullada comencé a juntar los dedos. En fin, ¿por qué no combatimos y ya? Si tienes tiempo claro. 

​​​​​

- Hmmm... ¡supongo! - rió Amber cuando Iris le pregunto si aquello era lo que se sentía al viajar en un grupo grande. Encogiéndose de hombros, la chica sonrió a su pupila, quien de repente parecía preocupada por la soledad y por si Amber había estado viajando sola hasta ese momento. - ¿Que si he estado viajando sola? - preguntó la chica, quien pronto negó con la cabeza. - Pues claro que no, mis amigos me han acompañado. ¿Verdad?

Subida a su cabeza, Aipom asintió y saludó a Iris con su mano-cola mientras Totodile daba un paso al frente y asentía también. Al mismo tiempo Pichu, a quien Amber ababa de liberar de su Pokéball, se subió al hombro de la entrenadora peliazul. Amber sonrió.

- Me he criado en una Guardería Pokémon, estoy acostumbrada a que sean mi compañía. - explicó Amber. - ¡Y ahora también te tengo a ti! - dijo sonriendo ampliamente, aunque luego ladeó la cabeza. - ¿Por qué lo preguntas? ¿Preferirías viajar con ese grupo grande?

Se que no era mi conversación, pero no pude evitar reír levemente al escuchar a Jade decir aquello de que no hay muchas cosas verdes volando en el cielo -Jeje, eso es que no has visto el cielo de Arborada... A veces hay más verde que azul, jeje- dije riendo levemente... y es que entre hojas, Tropius, Skiploom y alguno más, no era raro aquello. Como suponía, Ray ante mi comentario comenzó a dar una buena charla sobre las bondades de los tipo bicho, al nivel de mis charlas sobre pokemon de tipo planta, lo cual me hizo sonreír. Me alegré de saber que Pichu estaba bien y le iba estupendamente en el entrenamiento... y con eso nos despedimos de ella, para ir unos cuantos al gimnasio pokemon.

Al llegar al gimnasio, me quedé mirando el gimnasio con curiosidad pues no había visto demasiados, y entonces escuché a Miaka emocionarse de golpe gritando que había venido ha retarle... Unas tres veces -Je... si, venimos acompañando a ella, que quiere retarte a un combate de gimnasio- respondí a la pregunta de Brock con educación, riendo levemente por las múltiples peticiones de Miaka -Yo también estoy pensando si retarte o no... pero tampoco quisiera molestar si ella quiere hacerlo si o si y además después de los combates empecemos el camino hacia Ciudad Celeste... Por cierto me llamo Rick, un placer- dije al final, también presentándome de forma educada.

— El punto sería dormir a la intemperie y estar atentos en la noche, de otra manera incluso si despliegan luz propia no es que los vayamos a poder ver dentro de un centro pokémon o una tienda de campaña… — parecía que la Hemlock amaba contradecir a Jade, pero al menos en ese punto algo de razón tenía. En todo caso luego agradeció la preocupación del ajeno con una sonrisa al tiempo que escuchaba a Rick hablar de aquella ciudad de Hoenn, ¿acaso el ranger sería de allí?

— Ju, ju, ju, ¿entonces lo grito? — en similar cariz a su comentario anterior, Connie respondió todavía en voz baja al nervioso entrenador, solo que esta vez además de su típica sonrisa el rostro de la coordinadora en aras exhibía un leve rubor. Lástima que Jade desviara la mirada…

— ¿De verdad me ayudarías? ¡Por mi encantada! — respondió con emoción a la chica de ojos verdes ya que su ánimo se le contagió; eso la impulsó en parte a expresarle lo que ella supuso sería información útil para su próxima batalla.

— ¿Así que Dustox y Beedrill, eh? — a pesar del consejo que le acababa de dar a Miaka, cuando el rubio explicó lo que Rick había dejado entrever la chica de Fucsia no tardó en dirigir su atención completa hacia el tal Ray; cuando se encontraron en el Bosque Verde le había parecido un tanto huraño, sin embargo ahora tenía otro aire, sin contar los conocimientos que demostró. Connie no lo dijo en voz alta pero aquel le recordó un tanto a su propio compañero de viaje, ¿cómo sería un duelo entre ellos?

Quitando lo anterior la también científica seguía teniendo una opinión clara sobre los problemas de enfrentar bichos contra rocas, sin embargo le había picado el gusanillo de la curiosidad y nunca mejor dicho…

Ya ante Amber, gastly ensanchó su sonrisa y hasta hizo tiritar con mayor ahínco su fantasmal fuego, signos inequívocos de que la bolita de gas estaba feliz ante el cumplido de la compañera de Aipom. — Se llama Nebbia — por su parte la entrenadora aprovechó para completar las presentaciones, aunque no pudo evitar mirar hacia la risueña criaturita con una mano al final de su cola, curiosa por si tenía algún nombre específico.

Fue entonces que Rick se agregó a la conversación mostrando su lado más amable; en ese momento la Hemlock miró al pequeño bicho venenoso que seguía por allí como queriendo comprobar si estaba atento, pues fuera de las bromas y la diversión de antes, si al skorupi se le “pegaba” esa cualidad del ranger, ella estaría más que contenta.

En paralelo la rubita estalló en risa pero por suerte no tanto como para luego ser incapaz de hablar. — Je, je je, mucho gusto, Iris — tras ver eso una divertida Connie le respondió también con una leve inclinación, aunque no como el juego que practicaba con cierto joven de ojos verdes…

Llegada la hora de comenzar a moverse se despidió del peculiar dueto de maestra y alumna que al parecer tenían ya un itinerario, acto seguido asintió hacia Rick y luego miró tanto a la futura retadora como a su compañero de viaje. — Yo sé dónde está el gimnasio, fui con Jade, podría llevarte — dijo a Miaka aunque no sabía si el ranger también necesitaría ese tipo de guía. En cualquier caso devolvió a Riccardo a su descanso para luego partir seguida de Nebbia, aunque tras dar el primer paso volteó para ver de reojo al entrenador de Spike como si quisiera algo…

Una vez dentro de uno de los lugares más famosos de Plateada, la Hemlock se quedó en silencio pues ella nuevamente iba como espectadora, de ese modo permitió que los mayores interesados en estar allí en ese momento expresaran sus objetivos, aunque eso sí, en cuanto pudo aprovechó para saludar a Brock con un grácil gesto de su mano acompañado por un guiño.

— Nosotros solo venimos a observar el o los combates y a animarlos, aunque a este paso creo que deberé sacarme un carnet de visitante casual… — ya luego bromeó pues para ella era la tercera vez que veía al líder de gimnasio, la segunda en acción.

En ese punto Connie estaba muy curiosa de cuáles serían las elecciones de Miaka  y también de Rick si este llegaba a participar, no obstante se apartó para por ir yendo hacia una zona donde no estorbara. — Mucha suerte — pero antes dijo independientemente de si se quedaba solo la pequeña chica de ojos verdes o también el chico de los goggles. Nebbia la imitó con un ruidito fantasmal.

Aunque la situación en el centro pokemon, puso a Jade muy a la defensiva en cuanto a Connie se refiere, teniais que ir pronto al gimnasio si queriais avanzar la aventura de vuestras vidas. Por ello, luego de despediros de amber pusisteis camino al gimnasio de Brock, lider de Pueblo Plateada. Fuera, y de alguna manera en que apenas lo notase nadie, Jade tomó de la mano a Connie suavemente mientras ibais caminando

Al ver pues la emoción con la que entró Miaka, Brock no pudo evitar tan solo reir sin más, hasta que algo más calmado alzó la mirada y respiró hondo - Da igual como se pida el combate, lo importante es saber que quieres hacerlo, y siendo una señorita como tu, está bien que lo hagas como veas, educada, casual... Es indistinto. Solo ten en mente que debes demostrar que te mereces la medalla. - Así pues, el lider del gimnasio, comenzó a acercarse a una maquina cercana al campo de enfrentamiento donde comenzó a transferir dos pokeball, pero antes de ello miró confundido a Rick

-¿Tu también vas a querer participar? - dijo mirando al Ranger - En ese caso... Y solo si quereis, puedo proponeros hacer el combate en conjunto. Un combate doble de gimnasio. Si ambos manteneis a vuestros pokemon ilesos cuando me derroteis, ambos recibireis la medalla Roca. Pero en caso de que no querais, puedo realizar un combate individual a cada uno, me da igual como lo prefirais en verdad.

Escuchar a Connie decir que solo iban a observar el resto, hizo que el lider marcara una sonrisa antes de señalar las gradas donde les indicó a todos que podían sentarse. Así pues, Jade, Angie, Moeko, Aiko, Ray y Connie, podrían sentarse tranquilamente allí

-N-no - negó rápidamente Iris ante la pregunta de viajar en un grupo grande - B-bueno... N-no diría que no... P-pero yo quiero viajar contigo Maestra. Aún tengo mucho que aprender de los pokemon y... B-bueno contigo es divertido... P-pero pensé que a lo mejor... T-te molesté al e-empezar a viajar contigo... - se sinceró entonces, viendo un terrible susto en su interior si la respuesta era afirmativa.

-E-es decir... que pensé que a lo mejor habias estado sola con tus pokemon porque lo preferías así y yo sobraba... P-pero me alegro que me tengas en cuenta en tu grupo - rauda, se lanzó a tus brazos para darte un suave achuchón - Me gusta poder viajar contigo y no sola con mis pokemon. A-además, dicen que, cuantos más mejor, más divertido es el camino. Así que si encontramos a alguien con quien viajar, compartiremos diversiones. - ya más alegre, Iris volvió a ser quien era, dando a entender que para ella le importaban mucho los lazos de amistad.

Quizás esta aventura no se tornaría en un viaje de aprendizaje solo para Iris, pues a veces los maestros tienen cosas que aprender de sus alumnos.

Pero poco a poco, ya parecía que todo se iba calmando y finalmente la Ruta 3 se abría ante vosotras - Ojalá nos encontraramos con un Jigglybuff y con un Clefairy. Serían tan preciosos para que nos acompañaran ¿Verdad? - pero si te ponías a calcular, tras lo dicho por Iris, ella ya tenía seis pokemon... Igual no sabía lo del PC

La también científica por su parte se encontraba muy tranquila, feliz luego de haber logrado conseguir uno de los materiales que necesitaba para su investigación de una forma tan aleatoria. Ciertamente el dueto compuesto por Amber y Iris le había causado bastante interés, así que esperaba encontrárselas luego, sin embargo la atención de Connie terminó yendo hacia otros lares de una forma irremediable, más precisamente al chico de ojos verdes que pese a sus nervios fue rápido en comprender los gestos de ella. Así pues su sonrisa se ensanchó mientras avanzaban y una curiosa motivación la llenó, sumándose a la ya antes descrita…

*****

Ya ante Brock, pese a que en su caso no iba a participar activamente, la Hemlock no tardó en sorprenderse por el curioso giro que el líder ofreció a Miaka y a Rick; claro que quedaba por ver si ambos aceptarían, pero al menos desde el punto de vista de la que amaba los espectáculos, aquel sin duda era uno que le encantaría presenciar. — Puff, ojalá Rick acepte, nunca he visto una batalla de dos contra uno, y menos que sea complicada para los que van en par… — comentó en voz baja más para el grupo de observadores que para los entrenadores que se encontraban cerca del líder, aunque no estaba intentando evitar ser escuchada precisamente. Huelga decir que incluso entonces continuaría con su mano cómodamente pueda entre la del Oak, a menos que por cualquier razón él la soltara, en ese caso Connie simplemente lo dejaría estar.

Ahora bien, ya camino a las gradas la novata aspirante a coordinadora trató de buscar un lugar desde el cual poder ver claramente el campo de batalla, pues si era posible además de mirar, quería animar a la o los retadores. Nebbia también estaba muy puesta aunque igual y solo era por reflejo...

¿Si? De verdad? Pregunté al líder. Aunque parecía algo extraño enfrentarme en dobles por mi primera medalla, podía servir de entrenamiento para el siguiente. 

Por mi genial! Seguro que Rick es un gran entrenador. Dije dando saltos mirando al Ranger a ver que opinaba. Además, así podríamos salir antes si ganábamos. 

Que opinas? Pregunté al chico. 

- ¡Si no quisiera que viajaras conmigo te lo hubiera dicho! - rió Amber ante la simple idea de que Iris pensara que la molestaba estando con ella. - ¡No te preocupes por eso! ¡Me gusta tener a mi encantadora pupila conmigo! - la tranquilizó, cruzándose de brazos mientras caminaban. - Aunque prefiera no viajar en grupo, no me disgusta la compañía, ¿sabes? Lo que ocurre es que me gusta viajar a mi ritmo, y en un grupo hay que tener en cuenta a mucha gente... - explicó Amber.

Mientras viajaban hacia el este de Ciudad Plateada, Amber consultó las noticias mientras Iris hablaba...

- Uhm... parece que ha habido un derrumbe y las entradas del Mt. Moon están bloqueadas... - murmuró Amber hacia Iris, pero se encogió de hombros. - Oh, bueno. Tal vez cuando lleguemos ya esté arreglado y si no, tal vez podemos ofrecer nuestra ayuda. - sonrió, guiñándole un ojo a Iris mientras hablaba de Jigglypuff y Clefairy. Amber parpadeó. - Oh, uhm... ¿Iris? - la llamó. - ¿Sabes que las normas de la Liga Pokémon prohíben que un entrenador lleve consigo más de seis Pokémon al mismo tiempo? Y tú ya tienes seis en tu equipo. - le recordó. - Jigglypuff y Clefairy son geniales, pero tal vez no nos puedan acompañar todo el tiempo. - explicó a su alumna.

Miré con curiosidad a la máquina con la que Brock transfería los pokemon, sonriendo después de oírle reirse sobre el tema de como pedir los combates por parte de Miaka. Entonces, ante mi comentario de que a lo mejor yo también quería retarle, parece que se sorprendió -Si, he estado pensando si desafiarte o no... Pero solo si no es molestia claro- le dije de forma educada.

Entonces, nos propuso aquella "poco ortodoxa norma": Un combate doble. Desde luego resultaba bastante curioso aquello, y la norma también, de que si nuestros dos pokemon acababan el combate, nos darían la medalla a ambos -Hmmm- me lo quedé pensando unos segundos. Fui escuchando mientras tanto también los comentarios de los demás, como aquello que dijo Connie de que ojalá aceptase para ver algo que no ha visto nunca; y a Miaka que sería mi compañera pues también estaba contenta diciendo que "yo soy un gran entrenador"...

Al fina sonreí levemente y asentí -De acuerdo, ya que nos has hecho esa oferta, no la desaprovecharé. Muchas gracias Brock- le dije al lider de gimnasio asintiendo... Y ya en mi cabeza pensando que pokemon elegir. Aunque si voy a combatir junto con Miaka, creo que ya sabía cual sería... creo...

Mientras iban ocurriendo y sucediendo conversaciones, todos los que no iban a participar se fueron sentando en las gradas poco a poco para ver el espectaculo, aunque la conversación en voz más baja de Connie, no pasó desapercibida entre ellos - Depende de Rick - dijo Ray acomodandose un buen tanto. - En un combate doble y con los pokemon que tiene Miaka, si elige al correcto ganará seguro. Depende del que elija Rick el ganará o perderá... Bueno... igual me adelanto, ya que también depende de como se sincronicen, no solo con sus pokemon, sino entre ellos - en un tono de voz bajo, intentó unirse a la conversación de Connie, pero de forma que ninguno de los dos retadores pudieran oirlo, pues solo causaría más nervios.

Por suerte para todos, había una chica que sin duda ayudaría muchisimo en ese tema, pues cuando Rick parecía aceptar el resto de un combate doble dado por Brock, al igual que Miaka, Angie se puso en pie, empezó a botar y a gritar - BIEN DICHO RICK, DALE SU MERECIDO, GANA LA MEDALLA - aunque quizás las palabras no eran las más apropiadas, pero siguiendo el animo que tenía la peliverde, Nebbia, Pollo y Spike se acercaron a la barandilla para empezar a animar también. Ikki, el Riolu de Aiko, no se acercó como ellos, pero de forma algo más timida trató de animar también.

Por supuesto ante tales consecuencias, Moeko y Aiko se levantaron para unirse a Angie y gritar los animos hacia Miaka y Rick

-Bien, entonces os explicaré las normas. Son sencillas: Es un combate de dos contra dos, es decir, yo solo usaré dos pokemon, y vosotros la mitad, 1 cada uno. Elegid bien pues será vuestra única oportunidad. No se pueden usar objetos en medio del combate. Cualquier acto ilegal en el combate os hará quedar descalificado. El primer equipo de dos pokemon que caigan debilitados perderá siendo que los ganadores son aquellos quienes al menos tengan un pokemon no debilitado - dio las reglas, tanto de su gimnasio especifico, como de los combates dobles en general.

-Bien... Si estais preparados, id a vuestras marcas - dijo entonces señalando una parte del campo de combate. - Mis elecciones son: Onix, Geodude, al combate - y lanzó dos pokeballs de las cuales salieron:

-En cuanto saqueis a vuestros pokemon, dará lugar el combate de Gimnasio por la Medalla Roca... Así pues, dad lo mejor de vosotros.

Por suerte, supiste tranquilizarla ante los malos pensamientos que envolvían a Iris en su cabecita, siendo que esta sonrió al escuchar tus gratas palabras hacia ella - Bueno... eso es verdad. Pero si llegasemos a ir por el mismo camino... Al final acabariamos viajando con dicha gente ¿No? - preguntó, siendo que dijo algo bastante lógico... No podías no compartir un camino con gente cuando el camino era en una sola dirección - Por cierto maestra... ¿Cual es tu ritmo? E-es decir, yo te quiero seguir, pero... Si es por algo que quieres hacer según llegamos a cada ciudad, q-quiero ayudarte a lograrlo - obviamente se referiría en tu caso, el tema de capturar a todos los pokemon. Pero ella no lo sabía del todo todavía ¿no?

-¡¡¡¡¿¿¿¿EEEEHHHH????!!!! - tal grito que metió Iris cuando le preguntaste aquella obvia pregunta que todos los entrenadores debían saber, hizo que los pokemon más cercanos incluso corrieran a esconderse por miedo. Se preocupó más por eso que por lo del monte Moon... - Pe-pe-pe-pero... E-eso... N-no es posible... Jooooooooooooooooooooooo - y casi se estaba echando a llorar - ¿Entonces ya no puedo capturar más pokemon bonitos y monos? - pero sin duda estaba exagerando... ¿Verdad? Aunque por la seriedad que demostraba, parecía que realmente no sabía ni lo más básico de los pokemon

- ¡Claro, por supuesto! - rió Amber de nuevo. - Si nos encontramos por el camino, ¡podemos pasar tiempo con esta gente! Parecen agradables. - admitió la chica de Johto. - Lo que pasa es que tengo mi propio ritmo, mucha energía y poca paciencia. - rió de nuevo, aquello era algo que le decían mucho en la escuela e incluso sus padres. En ese momento se dio cuenta de que no le había contadoa Iris su objetivo. - Oh, claro, a ti no te he contado el objetivo de mi viaje, ¿no? Es sencillo: quiero capturar a todos los Pokémon que existen. - sonrió ampliamente. - Y después de eso quiero vencer a Red, el legendario entrenador Pokémon.

Y con esa sencilla explicación, poco después el tema cambió al límite de Pokémon... Iris no se lo había tomado bien.

- Vamos, vamos... - la tranquilizaba Amber, tomando a su pupila de los hombros. Aipom le hacía patpat en la cabeza con su cola, y Pichu y Totodile le daban palmaditas de consuelo... pues en las piernas, donde ellos llegaban. - No es que no puedas capturar más Pokémon, técnicamente... es que sólo puedes llevar seis contigo en todo momento. La norma tiene sentido, - intento explicarle Amber con tono cariñoso. - está pensada para que un entrenador no lleve consigo demasiados Pokémon y no pueda cuidar correctamente de ellos. Con seis en el equipo, puedes darle los cuidados que merecen... ¿entiendes? - explicó. - El resto de Pokémon se transportan al PC automáticamente, o al lugar que tú elijas... la mayoría de entrenadores envían a sus Pokémon con el Profesor que les dio su primer Pokémon. En mi caso, mis Pokémon se quedan con mis padres en su Guardería Pokémon. - explicó también. - Pero puedes traerlos de vuelta usando un PC, solo que para poder traer a un Pokémon a tu equipo debes enviar a otro, si es que ya tienes seis.

Hmm, hmmm, dudaba mientras miraba mis tres pokeball, había decidido que dos pokemon usaría para luchar contra Brock pero ahora solo podía usar uno. 

Algodón era más fuerte pero Brisa tenía eso que llaman ataque especial que los pokemon de Brock recibían más fuerte. 

Hmmm, me iba poniendo roja por momentos, decidido! De la pokeball salió un vulpix de Alola. 

Brisa! Podemos ganar en el primer gimnasio! 

Yo seguía bastante pensativo... aunque escuché a mi compañera gritar en voz bastante alta que "diera su merecido", me hizo reír mientras me preparaba junto con Miaka, levantando el pulgar con una sonrisa a mis amigos y pokemon que me animaban de forma tan "animada". Las normas de Brock eran claras: Un solo pokemon cada uno sin objetos ni cambios, y solo ganaríamos la medalla si nuestros pokemon acababan el combate.

Lo que dijo Ray desde luego lo pensaba... A diferencia de Miaka yo solo tenía dos pokemon. Teniendo en cuenta los pokemon que había elegido Brock, tenía dos opciones: ir a lo seguro para ganar escogiendo a un pokemon que sabía que aguantaría golpes y les daría fuerte... O escoger otro pokemon que quizás podría acabar el combate muy rápido, pero a la vez era un gran riesgo porque quizás no aguantase ataques.

Al final Miaka sacó primero su pokemon... y teniendo en cuenta él, también pensé una cosa importante: Si ganase me parecería guay... pero es Miaka la que desde el principio quería ganar la medalla; por lo tanto, creo que debía de escoger a ese pokemon para ayudarla a conseguirlo, aunque fuera un riesgo... si Ray pudo ganar con bichos, ¡nosotros podemos ganar con estos pokemon! -¡Adelante Navidad!- dije lanzando mi pokeball para sacar a mi Snover al campo de batalla -Y ahora que mi compañero esta en el campo, mejor cubransé... ¡porque empieza la nevada!- dije con una leve sonrisa de orgullo, mientras mi pokemon hacía lo suyo y provocaba el granizo en el lugar.

— Eso suena como a preparación para concurso, pero tienes un buen punto allí — al escuchar al rubio Connie no tardó en responder, aunque su atención fluctuaba entre el rubio y el castaño de ojos verdes. — ¿Has participado en muchos combates dobles? — le preguntó al primero.

Apenas escuchó a Rick aceptar, la Hemlock ensanchó su ya de inicio amplia sonrisa de skitty, ello al tiempo que le brillaban los ojotes azules de pura curiosidad; tomando en cuenta lo que acababa de decir Ray, el emparejamiento podría salir de una forma genial o bastante mal, mas si iban a viajar juntos al menos un tiempo lo mejor sería que lograran cierta química en general, no solo en el campo de batalla, ¿verdad?, y al final esa necesidad se extendía al resto de los allí presentes.

Tomando lo anterior en cuenta, no fue muy sorprendente que al igual que las otras chicas allí presentes la científica avanzara poco después que los pokémon más extrovertidos — ¡VAMOS RICK, TÚ PUEDES!, ¡DALE CON TODO MIAKA! — incluso sacó al skorupi que compartía nombre con el ranger para que pudiera observar a aquel con el que había hecho un trato; como no era la primera vez que se ponía efusiva en el gimnasio, la Hemlock tuvo menos reparos que antes… aunque cuando hizo de animadora la primera vez sus ojos brillaban distinto. En cualquier caso cuando empezó a hablar el líder, la novata aspirante a coordinadora bajó un poco la voz para que los retadores pudieran escuchar las reglas bien.

Ver a los dos poderosos pokémon de roca supuso un alza en la emoción de la observadora ya que sabía de lo que eran capaces por separado, ¿pero juntos? Así mismo los dos del otro lado tampoco se quedaron atrás, pues Miaka hizo salir a su hermoso Vulpix de tipo peculiar mientras que Rick… — ¡Un snover! — exclamó sorprendida la oriunda de Fucsia, la cual no dudó en apuntar su RotomDex hacia el pokémon con lucecitas, y de paso hacia Brisa también. A pesar de todo la sorpresa más grande vino cuando el compañero del ranger invocó un clima nevado solo con estar presente, efectivamente haciendo honor a su nombre. Entonces Connie pareció ser capaz de generar luz propia por el nivel de emoción que alcanzó.

En paralelo pero por dentro de ella la Hemlock pensaba en dos cosas: primero en lo genial que sería tener una habilidad así para los concursos, y luego en que, si bien no eran casos iguales al menos hasta donde sabía, el snover le recordaba un tanto a su Festa por lo “temático” que era. Sin duda debería hablar con Rick de eso luego…

-¿Poca paciencia? - preguntó Iris mirandote extrañada. Cierto es que apenas llevabais un día juntas, pero con todo lo que había visto de ti, lo de la paciencia le sonaba extraño, igual porque a ella si mostraste bastante. Pero ya al hablar de tu objetivo, Iris se sorprendió aún más y miró preocupada a la ruta - P-pero... S-si capturas a to-todos los pokemon... N-no dejarás ninguno para los demas ¿No? - quizás un poco más inocente de la cuenta, y exagerado, pero Iris lo pintó muy literalmente, siendo que su susto era más infundado que otra cosa.

Por suerte, quizás la opinión de la niña cambiaría luego de tu explicación sobre los pokemon, o cuantos podían acompañarte o más bien donde acabarían. Tanto así que ya Iris entendería lo que querías decirle - Bueno... entonces solo puedo llevar seis conmigo y... el resto se quedarán con el profesor Oak hasta que sepa donde dejarlos ¿No? - preguntó para asegurarse, dandote así el hecho de que ella no tenía un lugar donde dejar a los pokemon como tu. - Pero... entonces... Si son poquitos no habrá problemas... Pero si son tantos... Maestra ¿capturando a todos los pokemon, n-no les será dificil a tus padres cuidarlos? - lo cual pensandolo era un problema que no se veía a simple vista - Además que no podrás darle tu cariño a todos... Será muy difícil poder hacer que todos estén felices... ¿No? - indagó pues la pequeña, buscando tu respuesta y reacción a una pregunta tan seria como real.

Ver como ambos sacaban pokemon tipo hielo en parte, hizo sonreir a Brock - Pokemon bastante interesantes, hacía tiempo que no veía a un Vulpix. Bueno, espero que esteis listos. El combate oficial por la medalla Roca comienda ya: VAMOS GEODUDE, VAMOS ONIX - al gritar ambos pokemon se pusieron a gruñir como si fueran a desplegar todo su poder*

Por otro lado, en las gradas, el rubio se quedó espectante ante los dos entrenadores hasta que vió la combinación de pokemon que salieron al campo. Una combinación que le hizo sonreir en gran medida. - Supongo que me preocupaba de más... Olvidaba que Rick era un Ranger - mencionó entonces acomodandose en su asiento y simplemente disfrutando del combate.

Al ver tal reacción, Jade miró extrañado al entrenador de pokemon bicho antes de mirar de nuevo a los otros dos chicos, notando entonces lo que veía Ray y las intenciones de Rick al usar dicho pokemon - Puede que tengas razón...

Pero ya acomodado, Ray miró a Connie para responderla - Bueno, no he participado en muchos combates dobles, pero si los he visto. A veces son inevitables, otras veces son extraños... Lo que priman en estos es la intención de ambos entrenadores y como los pokemon respondan no solo ante las ordenes de sus entrenadores, sino también al actuar del otro pokemon conjunto a las ordenes contrarias. Rick ahora a elegido a Snover por una única razón, y gane o pierda, sin duda ya ha realizado una victoria eligiendolo. - aseguró pues aunque los combates dobles podrían parecer difíciles de entender o comprender, parecía que la elección inicial suponía algo grande frente a lo que ocurriera.

Al analizar los pokemon con la Rotomdex, esta empezó a hablar tranquilamente:

Vulpix, pokemon zorro, versión alola. Se dice que los Vulpix que emigraron a las islas de Alola, se fueron a las montañas nevadas del lugar para no invadir el lugar de otras especies, siendo que empezaron a adaptarse al clima transformando su fuego interno en un vaho gelido capaz de alcanzar temperaturas muy bajas.

Snover, pokemon arbol nevado. Snover es un pokemon cuyo cuerpo está completamente congelado, siendo que adopta la forma de un arbol para camuflarse en los lugares de montañas nevadas con el resto de arboles. Los Snover son unos pokemon juguetones y bromistas, pero al mismo tiempo amigables y simpaticos, buscando solo divertir a la gente. Algunos incluso pueden convocar una ventisca helada.

Fue al oir eso último de la rotomdex, que entonces en el gimnasio empezó a levantarse una ventisca que empezó a formar un granizo que no parecía ser natural, pero sin embargo lo era. Por suerte, las gradas estaban preparadas para ello, y pronto generaron unas paredes de protección para que no les afectara a los de dentro.