Partida Rol por web

Polvo de Escorpión

12. El Tanatocultor

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25/04/2020, 23:25
Iskal

Iskal dejó un instante para que los arietes contundentes y punzantes se ubicaran en el cuerpo a cuerpo mientras él trataba de quitar de enmedio al último moscardón que revoloteaba en torno a la basura mayor. Volvió a agarrar dos flechas de su carcaj y las volvió a disparar seguidas.

- Tiradas (5)

Notas de juego

Bufos: +2 ataque, +3 daño, +1 moral a las TS contra miedo (+1 ataque y +1 daño por Arma Mágica. +1 ataque y +1 moral a las TS contra miedo por Bendecir. +2 daño por enemigo predilecto)


Iskal usa disparo rápido contra el tipo azul (me he hecho un lío de mil demonios porque pretendía usar 1 PA para tirar 1d20 extra y quedarme con la tirada más alta en el segundo ataque. Pero luego me he dado cuenta de que la regla diferencia entre tirar 1d20 y una acción estandar así que ignóralo)

Primer ataque: 13 Daño (si aplica) 5
Segundo ataque: 17 Daño: 6

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26/04/2020, 17:27
Corianne

—¡Nekaua, Gordon es mío! —le gritó a la goliath, pero dudaba que la escuchara en el estado de frenesí en el que se encontraba.

La pirata corrió a su lado, buscando de nuevo el flanco, y asestó una cuchillada a la mediana. Veríamos si daba tantos problemas estando acorralada contra los barriles.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Corianne mueve a R3. Ataca a Adora, golpe (26). Daño: 5.

Efectos activos

Arma mágica (se convierte en arma +1 durante 3 minutos)

Bendecir (+1 ataque y TS mora contra miedo durante 3 minutos)

Protección contra el mal (+2 CA contra malos, +2 TS contra malos, contrarresta control mental, mantiene a raya ajenos malignos durante 3 minutos)

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26/04/2020, 17:45
Daha Phiatabel

Daha se movió rápidamente hacia Nekaua. Se estaba exponiendo demasiado y si no hacía algo enseguida, la iban a matar. Ella podía sanar sus heridas gracias al poder de Alcor y eso haría.

Una vez estuvo a la espalda de la goliath, invocó el poder de su dios y sus manos se iluminaron con luz sagrado. Entonces tocó la espalda de Nekaua y sus heridas comenzaron a cerrarse, aunque no lo hicieron por completo y Daha decidió entonces utilizar su varita de curación.

Entonces volvió a pedir a Alcor por sus compañeros. Invocó su divina protección para que la armadura de sus aliados fuera más dura y más difícil de atravesar.

¡Rendíos o no volveréis a ver un nuevo amanecer! - Daha les dio una oportunidad. Dudaba que despidieran las armas.

- Tiradas (2)

Notas de juego

  • Muevo a S7 ( falta confirmar posición por Estigia)
  • Curo 6 pg a Nekaua con curar heridas moderadas.
  • Utilizo 3 puntos de acción y curo con varita de curar heridas leves 8 pg.
  • Conjuros restantes:

- Nivel 2: Cerrar heridas 

- Nivel 1: Protección contra los elementos

  • Activo Protección devota. +2 a CA sagrado a todos mis aliados a 30' de distancia de mi. (Acción inmediata).
  • PG: 14 CA: 23 (+2 escudo de fe, +2 dote)
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26/04/2020, 18:51
Armando

Con esos últimos movimientos el combate quedó completamente decantado. Nekaua acabó con el matón que estaba en el suelo y derribó a Gordon anulando su hechizo. De la misma manera Iskal y Corianne acertaron en sus ataques. El único matón que quedaba, partió la flecha que tenía clavada en el hombro y echó a correr. Si realmente tenía fe en Izar, estaba claro que esta no era muy fuerte.

Entonces llegó la primera gran sorpresa. El semielfo, dando una voltereta lateral se alejó lo suficiente de Nekaua, como para poder sacar una poción de su cinturón y tomársela. En un abrir y cerrar de ojos, Armando desapareció.

Matón azul huye.
Armando se mueve a N5 usando piruetas para evitar AdOs. Saca una poción como acción gratuita (cinturón de pociones) y se la toma como acción estándar. Al tomársela desaparece.

- Tiradas (1)
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26/04/2020, 19:19
Adora

—¡Maldito perro traidor!—exclamó, furiosa, Adora—. ¡Vuelve!

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26/04/2020, 19:20
Gordon

Gordon no hizo gesto alguno para levantarse, sino que en lugar de eso, se sentó con gesto resignado y levantó la mano para parar a la mediana.

Tranquila Adora—dijo con voz calmada—. La muerte es inevitable, todos seremos juzgados. La derrota es clara, asúmela y deja que la rabia de estos llamados héroes caiga sobre nosotros.

El hombre se quedó con la cabeza alzada, esperando a la muerte. Era normal que no la temiese, a fin de cuentas había consagrado su vida a ella.

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26/04/2020, 22:41
Corianne

Corianne se deslizó por la espalda de Adora en cuanto Gordon y ella se rindieron y, sin ceremonias, le hizo un tajo de oreja a oreja. La mediana empezó a sangrar a borbotones por la segunda sonrisa que la pirata le había dibujado en la garganta  y se llevó las manos al cuello, buscando una ayuda que no iba a llegar. Corianne contempló cómo se desplomaba en el suelo, con el rostro torcido en un gesto del desdén más absoluto.

—Esto es piedad en las Islas de Betria —apostilló, posando la mirada en Gordon—, pero contigo no seré tan piadosa.

Miró su espada, cubierta de sangre. Una hoja inmunda para un trabajo inmundo.

—Habrá huesos partidos, y mucha, mucha sangre. Te daré un motivo de verdad para desear la muerte, llorar no te servirá de nada...

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27/04/2020, 08:02
Daha Phiatabel

Por suerte se rindieron y no iba a derramarse más sangre. Eso fue lo que pensó la alcorita justo antes de ver como Corianne descargaba sus frustraciones sobre la mediana. Al ver como la degollaba alzó una mano y fue a decir algo por tal de impedirlo, pero fue demasiado tarde. Del cuello abierto de la mujer, brotaba una cascada de sangre y aunque pensó en lanzar su conjuro de cerrar heridas, sería algo inútil, pues ya estaba muerta. Entonces amenazó de muerte a Gordon. De una muerte lenta y calculada, pero pronta.

Corianne... - Intervino la alcorita. - Creo que convendría interrogarle. - Sugirió. - Puede que no sea el único grupo que opera en la zona. Puede que tras un buen interrogatorio se desvelen asuntos de vital importancia para la Repú... 

La mirada de Corianne hizo callar a la sacerdotisa. Era una mirada cargada de ira y desde luego una amenaza en toda regla. Era normal que se sintiera traicionada por un hombre en el que había depositado su confianza y que había entregado su amor a su propio padre. Ahora que se había desvelado como el tanatocultor, todo se ponía en entredicho.

Piénsalo al menos... - Añadió entonces. - Son las autoridades las que deberían decidir su suerte...

No quiso ni mirar. Se giró de inmediato y vislumbró el campo de batalla. De nuevo había muertos por doquier. Rezaría por el perdón de sus almas, aunque sabía a ciencia cierta que era una completa pérdida de tiempo. Ningún dios les perdonaría sus actos y no había redención posible para ellos. Pero rezar, no obstante, era lo correcto.

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27/04/2020, 11:27
Nekaua

Nekaua volvió a levantar el escudo, muy alto, con ambas manos, fuera por completo el brazo de las correas que lo mantenían bien sujeto cuando peleaba. Sería tan fácil aplastar el cráneo de aquel monstruo que aguardaba su fin sentado, con la placidez de quien había aceptado la muerte como inevitable.

No tienes derecho a rendirte, gruñó. Tú no. Eres un cobarde.

Al acercarse Corianne con el filo de su espada empapado de la sangre de la mediana, Nekaua no solo tuvo que luchar con su deseo de acabar con la vida del tanatocultor, sino con su propio instinto, para no matar ella misma al gurú izarita, y para no mandar a la pirata rodando de un topetazo.

Beltegeuse respetaba la fuerza, y ella entrenaba cada día para tener un cuerpo fuerte. Pero allá donde sus fuerzas propias no bastaban, en el interior de sí misma, en los agujeros de su espíritu, el Martillo Tronante le prestaba las fuerzas que le faltaban cuando se las pedía con una sencilla oración. Una serenidad fría la invadió, haciendo que sus brazos temblaran y sus dientes castañetearan un instante, mientras recuperaba el aliento.

El tanatocultor, cuyo rostro reconocía ahora que volvía a mirar con lucidez no merecía clemencia. Beltegeuse no aprobaría que lo ejecutaran, pero ella no era todavía, ni estaba segura de ser capaz de ser alguna vez, una de sus paladinas. Él no lo aprobaría, pero lo entendería. Sin embargo, hincó una rodilla sobre el pecho de Gordon e interpuso su escudo. No le estaba protegiendo a él, sino a Corianne.

No tiene derecho, pero se ha rendido. No está luchando. Matar a alguien que no ofrece resistencia es… cómo explicar lo que ella misma no tenía claro, es una ofrenda a Izar.

Otra más, añadió, mirando las marmitas que aún derramaban las últimas gotas de su contenido al río. Ojalá no fuese suficiente, que hubiesen llegado a tiempo, porque si Clea no había tenido éxito, habría muertos en la ciudad.

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29/04/2020, 17:13
Iskal

A Iskal le importó más bien poco el modo de zanjar sus asuntos con la mediana que puso en práctica Corianne. Aquella tipa era escoria, el tipo  de escoria que no dudaba en hacer daño a gente que ni conocía ni le había hecho nada sólo por las estupideces de su estúpida diosa.

No se había perdido nada, de hecho, la hierba del suelo había ganado bastante: ahora tenía abono.

—Ahórrate la condescendencia digna sobre el amor,  la ausencia ira, el sentido lunático que le da a ambas tu estúpido culto, el hacerte el mártir sobre que esto te duele más a ti que a nosotros y demás memeces filosóficas en general—dijo—. Sois unos asesinos de mierda, lo adornes con lo que lo adornes.

«Igual deberíamos darte a probar un traguito de una de esas marmitas, a ver si te "duele" más eso o verterlas al río, hijo de mil padres»

Y más le vale que vuestro amiguito el de la poción se la haya tomado para huir como la otra rata—añadío sin bajar el arco—. Cualquier otra cosa sería una pésima idea.

No se fiaba de aquella gentuza, ni rendidos ni sin rendir.

Estaba demasiado harto de aquel asunto y de la tontería que parecían tener encima los izaritas. Cuando más veía las marmitas más asqueado se sentía. Le daba igual tanto si Corianne se hacía una capa nueva con el pellejo de aquel tipo allí mismo como si Nekaua prefería entregárselo a las autoridades y que se pudriera en una celda oscura y húmeda el resto de su miserable vida mientras respondiera por lo que había hecho. Lo único que realmente le importaba en aquel momento era que Clea hubiera tenido éxito a la hora de avisar a quien tocaba... y hubieran podido evitar el desastre.

Cogió una gran bocanada de aire tratando de enfriar la cabeza y miró de reojo a sus compañeras.

—Bueno, ¿qué hacemos con este saco de basura?

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29/04/2020, 18:15
Gordon

Gordon, estoico a las palabras de los aventureros y tumbado bocarriba por la paladina, miró el cuerpo de agonizante de Adora y musito una oscura y tenebrosa oración.

Todo muere. En la muerte se encuentra la paz, en la muerte se abandona el sufrimiento. La muerte es inevitable.

Luego el hombre desvió su mirada a Corianne.

—Desconocía que la piedad de Betria fuera como la de Izar—dijo con ironía—. Lástima que no me interesasen sus sacerdotisas—entonces el hombre habló con sentida (y no fingida) pena—. De verdad, que siento que las cosas acaben así.

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29/04/2020, 19:01
Daha Phiatabel

- ¿Y cómo te gustaría que hubiera acabado? - Preguntó Daha.

Realmente le importaba poco la motivación que tuviera aquel hombre para hacer lo que había hecho, pero igual si daba las pertinentes explicaciones, igual podría intentar entender que era lo que pasaba por la mente de un izarita, un kurnita o cualquier otro seguidor de un dios del mal. Eso a la larga, podía llegar a ser interesante para combatir futuras amenazas de cultistas y sádico similares. 

Fuera como fuera, habían llegado a tiempo para detener a aquella sarta de asesinos y salvo un par de cobardes que ha habían escapado y el tontocultor supremo que había sido capturado, ahora todos estaban muerto y serían pasto de los gusanos. Habían cumplido con su parte. Ojalá Clear y las autoridades de Mena de Oro, pudieran evitar la desgracia que aquellos dementes habían tratado de provocar.  

- Creo Corianne, que sería más justo un juicio rápido y una ejecución pública. El daño que ha causado es al pueblo de Mena de Oro y merecen ser participes del castigo. - Propuso la alcorita.

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29/04/2020, 21:03
Corianne

Notas de juego

Hola.

Dejadme postear.

HOSTIA.

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29/04/2020, 21:23
Corianne

—¡Cerrad la puta boca! —estalló Corianne, furiosa.

Su rabia no parecía dirigida, ahora, contra Gordon sino contra Daha y Nekaua. Las miraba con ojos inflamados de llamas, su pecho subía y baja mientras la furia le impedía respirar normalmente, y sus nudillos estaban blancos de apretar las empuñaduras de sus espadas cortas. Parecía enajenada, fuera de sí misma.

—¡Guardaos vuestros consejos, vuestras moralinas y vuestros sermones! ¡Me importan una mierda!

Señaló a Iskal con su espada corta, ensangrentada.

—¡En el peor momento de mi vida, querría que hubiera más gente a mi alrededor que me preguntara qué quiero hacer, en vez de decirme qué debo hacer, qué es justo y virtuoso! Joder, y es a un tío que le puse un puñal en el cuello.

»Me importa una mierda lo que tenéis que decirme. Me importáis una mierda vosotras.

Había veneno en su tono, aunque había llegado un punto en el que estaba tan alterada que no sentía lo que decía.

Se acercó a Gordon y le rebanó la garganta de un movimiento rápido pero certero, asegurándose de que le había infligido una herida demasiado letal para que Daha le curara.

Dedicó una mirada furiosa a Nekaua, y se alejó de la escena a grandes zancadas.

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30/04/2020, 00:22
Iskal

Iskal soltó un hondo suspiro y aplanó las orejas contra la cabeza.

—A la mierda con Izar y su culto—terminó diciendo—. Deberíamos ocuparnos de esas marmitas.

Volvió a guardar el arco y miró primero en la dirección en la que se había ido Corianne, luego volvió a mirar a sus otras dos compañeras y se rascó la cabeza.

—¿Os importa?

Sin decir más correteó tras los pasos de la pirata esperando que no fuera a formase un corro de comentarios entre comprensivos y didácticos a su alrededor o las llamas se avivarían aún más. Prefería entender aquella última muerte como si alguien le hubiese enviado un paquetito a Izar con los restos de su horticultor dentro y una tarjetita de "jódete" pegada.

Ya habría tiempo más tarde de disculpas. Pero el félido sabía lo que era verlo todo rojo después de algo en lo que alguna vez habías creído se diera la vuelta para clavarte un puñal en la espalda. Lo sabía demasiado bien y no se enorgullecía de recordarlo pero tenía que vivir con ello. Y en cierto modo no pudo evitar verse un poco reflejado en la reacción explosiva de Corianne.

«Quién me ha visto y quién me ve»

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30/04/2020, 02:21
Iskal

Cuando Iskal alcanzó a Corianne tuvo la sensación inicial de que había olvidado traer un escudo. Pero ya que había llegado hasta allí, de perdidos al río.

Lo único que hizo en principio fue simplemente posarle una mano en el hombro y seguir andando a su lado sin decir una palabra. "¿Estás bién?" era una pregunta estúpida y retórica. Él pensaba que a veces era mejor el silencio para expresar lo que uno quiere o para transmitir algo que mil palabras de consejo que no terminan siendo más que tópicos vacíos.

Sé que lo último no iba en serio—carraspeó para romper el hielo tras varias docenas de pasos así—. Pero descuida, no voy a chivarme. Les tengo aprecio a mis bigotes.

Intentó sonreir ligeramente aunque enseguida su rostro adquirió un gesto más grave, de hecho volvió a aplanar las orejas.

—¿Cómo estás?—preguntó—. Si puedo hacer algo para que la respuesta sea "mejor", ya sabes.

Hizo una pausa al caer en la cuenta de algo. Entonces matizó:

—Algo que no tenga que ver con objetos a filados.

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30/04/2020, 15:44
Nekaua

El tanatocultor moría a sus pies, con el cuello rasgado. Una muerte rápida en la derrota. No era lo que Nekaua hubiese querido. Gordon no merecía nada mejor, pero todavía creía que Corianne sí lo merecía. Unos segundos antes, Nekaua hubiese devuelto la mirada de rabia de la mujer, pero en la serenidad que seguía a la furia solo cabía impavidez. Y fatiga, que enfriaba su cuerpo como si su corazón bombease agua helada.

Era mejor así, se dijo. No seguirla ni devolver gritos, ni encararla, porque era incapaz de entenderla, y sin comprensión, solo era posible el conflicto. Y volver a dejarse llevar por la ira ciega, y siendo quienes eran, habiendo vivido esas vidas, tomando las armas. Y matándose, como temía que sucedería, un día, con su propia hermana.

Apenas sentía dolor, y respiraba profundamente sin que su pecho estallara en agonía. Se miró las heridas y se sorprendió al ver que incluso las más profundas estaban cerradas. ¿Las había curado Daha? ¿Cuándo?

Asintió a Iskal. Él la conocía de antes. Él, tal vez, sí podría entenderla.

Despojó al tanatocultor de su armadura, sus armas y sus bolsas, e hizo lo mismo con la bruja mediana, dejando todas sus pertenencias en un montoncito, hasta que solo fueron dos cadáveres ensangrentados en ropa interior.

No podemos cargar con todo, ni dejarlo aquí, dijo, tratando de ocupar su pensamiento con la realidad inmanente. Llevaba al tanatocultor al hombro, y a la mediana bajo el brazo. Pateó una marmita y después otra, haciéndolas rodar fuera de su canal. Las enderezó, y dejó caer en una a Alora y encajó en otra a Gordon. Se quedó parada unos instantes, mirando el rostro de piel oscura, preguntándose si el padre de Corianne estaría bien, si estaba al tanto o si siquiera sabía quién era realmente su amante.

Habrán traído todo esto de alguna manera. En carros o en barcas. Tenemos que buscarlos. Con suerte, los peones huidos no se habrían llevado todo en su fuga.

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30/04/2020, 17:32
Daha Phiatabel

Aquella mujer era muy impulsiva. Lo demostraba muchas veces y tenía muy mal carácter. Después de aquella misión, esperaba no tener que volver a juntarse con ella para nada más. Corianne era peligrosa incluso para si misma.

Veo que ha sido declarado culpable... - Dijo la alcorita. - Y una ejecución perfecta. Buen trabajo...

Si pretendían interrogar a Gordon ahora no podrían. Sólo esperaba que en él se acabara su organización y ni tuviera a nadie por encima o a poderosos aliados que pudieran continuar con su trabajo y en una próxima ocasión, finalizarlo con éxito.

Nekaua comenzó a saquear los cadáveres y luego metió el de la mediana y el del tanatocultor en varias marmitas. Al parecer quería transportar los cuerpos en el interior de las mismas. A donde los quería llevar, era un misterio para Daha. 

Alcor... Acoge a éstas almas descarriadas... - Ladeó la cabeza pensativa. - O mejor no lo hagas. Sus pecados no tienen perdón posible. 

Se acercó a Nekaua y la miró con orgullo. Había luchado con honor y había sido letal. Sin duda era una gran guerrera y su un día quería ser paladín, si realmente ese era su objetivo, la alcorita estaba segura de que podría conseguirlo.

Tienes buen corazón Nekaua. Es lo más importante. - Le dedicó una sonrisa. - ¿Te ayudo con algo?

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30/04/2020, 21:03
Corianne

Corianne apretó los labios.

Estaba tan afectada y furiosa que temblaba. Aún tenía las espadas cortas en la mano; cuando Iskal le puso la zarpa encima a punto estuvo de repetir la escena y ponerle un filo en la garganta. Esta vez, empero, abrió las manos. Las espadas, llenas de sangre, cayeron al suelo, sobre la hierba, con un sonido húmedo.

—No tienes por qué hacer esto —dijo la pirata, girando sobre sus talones en un gesto más enérgico del necesario—. No me debes nada y no voy a follar contigo.

Le dio un empellón sobre el pecho, manchando la armadura del félido de sangre.

—No eres mi amigo. Estoy sola, y me va bien así —mintió Corianne, alejándose unos pasos de Iskal.

Suspiró.

—Escucha, te agradezco el gesto. Es sólo que... no sé qué decir —dijo y lanzó un hondo suspiro—. Mi vida es una puta mierda. Me siento una jodida desgraciada que es incapaz de sentir algo por otra persona porque lo único que he conocido... por que no sé lo que es...

Se fue a echar las manos a la cara para llorar pero se detuvo. Las tenía llenas de sangre.

—¡Joder! —maldijo.

No podía lavarse las manos; el cauce del río estaba allá donde había dejado a Daha y Nekaua, y lo último que quería era verlas otra vez.

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01/05/2020, 19:59
Nekaua

Nekaua pensó que un buen corazón no era suficiente. Si lo fuera, todo sería mucho más fácil. No era el corazón de Doña Clavilda lo que empujaba a otros a detenerse y escucharla, a que sus palabras y actos pesaran en el alma. Madre no tenía buen corazón, pero sí tenía eso. Lo que eludía a Nekaua. 

Sin embargo, no era el momento para reflexiones. Así que asintió, agradecida, y apretó el hombro de la semielfa con la mano. 

Ayúdame a buscar los vehículos en los que han traído todo esto, respondió, señalando las marmitas y las cajas, llenas y vacías. Y se puso en marcha, primero recorriendo la ribera con los ojos, por si hubiese barcas amarradas. Después, buscando senderos practicables, lo bastante amplios como para que los trabajadores hubiesen cargado por ellos el material.