Partida Rol por web

A Bings no le gustaba nada la situación, estaban perdidos aunque nadie lo dijera, estaban solos, habían sido atacados por error, no había más sobrevivientes, podrían caerles charlies en cualquier momento y para acabarla de joder iba al frente, siempre un hermano tenia que ir al frente.

Y no solo eso, además estaba esa condenada roca, el no sabia nada de rocas, pero esa condenada cosa no tenía nada de normal.

Se colgó el lanzagranadas al hombre, no le serviría nada si las cosas se ponían peligrosas y tomo su subametralladora.

-Tu adelante Moretti, yo te cubro-

Baronetti avanzó delante seguido de cerca por Bings. En medio iban el sargento Mills y el cabo Morriset. Cerrando la marcha Maverick estaba atento a cualquier movimiento en la selva. No querían volver a caer en una emboscada.

El camino de piedras continuaba entre la selva. Las piedras se distanciaban entre sí a intervalos regulares de unos tres metros y no tenían otra característica más allá de ser rectangulares y estar bien clavadas. Ni inscripciones ni nada. En algunos puntos la selva se hacía más espesa y la maleza dificultaba un poco el paso, indicando que el camino era poco transitado.

De repente Baronetti hizo una señal para que el grupo se detuviera. Todos se agacharon y Bings se adelantó para ponerse a su lado. A una señal la unidad se reagrupó donde estaban los dos hombres de cabeza.

Durante el último tramo habían estado ascendiendo gradualmente. Habían llegado a un desnivel desde el cual se podía descender: un río atravesaba esta zona de la selva. La loma descendía para cruzar por el río. El caudal era bajo, apenas cubriría por los tobillos, y el lugar casi parecería idílico para hacer una parada si no fuera porque este era territorio enemigo y muy descubierto. Al otro lado del río el camino de postes continuaba.

-¡"Baronetti!, no... no ... no es tan difff...icil! -pensaba el soldado mientras contemplaba el rio.

Agachado desde mi posición, agarré firmemente la M16, pues el lugar no había bajado la guardia respecto a nosotros, y, acto seguido, percibí el rio... Quería notar si había algún artilugio en su interior, tales como trampas.

Desde lo alto resultaba difícil atisbar si había algo bajo la superficie del río. Baronetti podría jurar que no había nada pero probablemente sería mejor una revisión más cercana...

Analizando la situación y el lugar, Morriset sabía que era perfecto para que algunos francotiradores situados entre la maleza del otro lado estuvieran agazapados esperando que algún incauto se atreviera a pasar por el río. Esperando las órdenes de Mills, Alan decidió buscar mientras tanto una posición más o menos cómoda pero sobretodo privilegiada en cuanto a visibilidad de la orilla contraria y ayudado por la mira del arma descubrir enemigos.

Así, el cabo terminó por tumbarse y colocar bien su rifle, comenzando tras ello a dar una ojeada por la maleza cercana a la orilla y por las rocas cercanas.

Morriset se situó, listo con su rifle. ¡Algo se había movido! No sabía lo qué, pero al otro lado del lecho del río algo había movido la maleza. ¿Un animal o un amarillo? Fuera lo que fuera pareció el movimiento de las hojas delataba que se había alejado del borde de la maleza, internándose en la espesura. O quizás aguardando en una posición menos visible.

Mientras Morris buscaba una posicion desde la que poder ver el rio, Maveric, hizo todo lo contrario. Se tiro al suelo y se escondio entre la maleza plantando el bipode de cara al rio, cubriendo parte del mismo y la otra orilla por donde transcurria el sendero.

Comprobo que el arma no estubiese obturada por el barro y le hizo una señal a Mills para indicar que estaba preparado.

Por ultimo se dispuso a esperar que Morris les hiciese señas, indicando lo que veia. Una vez mas froto el colgante del pecho y murmuro unas palabras.

Bings, estaba preocupado la situación le resultaba cada vez mas extraña, una serie…, una maldita y jodida serie de dificultades y situaciones extrañas; y de no ser por que era imprescindible mantenerse callado se habría quejado de nuevo. Así pues se limito a agacharse y avanzar con su armamento en mano.

-Sargento, no cree que deberíamos hacer unos disparos antes de avanzar, si hay algo allí creerán que los hemos visto- Le dijo al sargento algo temeroso de avanzar si saber que podría haber del otro lado.

Baronetti se aburría esperando. Se aburría demasiado: Radios alcanzadas, piedras en mitad de la nada, escrituras "prehistóricas" (pensaba ignorando la cultura sumeria en su interior), y rios de aburrimiento y espera, trampas, y algo más ¿quién sabe? Con su M16 en sus manos y apostado en el rio, al lado de Morriset, comenzó a canturrear por deseperación...

"Oh, ss...sister, when I come to lie in your arms
You sh...ould not treat me li...li...ke a stranger...

Ahora su mirada estaba perdida en el rio, como esperando a que aconteciera algo que le motivara a avanzar...

...Our Father would not like the w.. .way that you act
And you must re....(cough) re... realize the dd...d....danger."

En esos momentos tuvo una idea. Para Baronetti era brillante, pero no había pensado la reacción de sus compañeros de llegar a saberla. Él querría, en el fondo, ser un héroe de guerra, ¡un guardián!, al igual que los héroes  que se había imaginado tiempo atrás, cuando su tio le contaba viejas (o falaces) historias de la guerra...

Oh, sist...ter, am I not a br... br... brother to you
And one deserving o´fff......

-.....¡SS...ssar... sargento! -dijo en un inciso de su repertorio mental- ¡debemos dar un rodeo! -su mente parecía lúcida - aunque...no. Ahora estaba sumido en un trance idealizado, como un héroe de caballería, sólo que en vez de lanza poseía un arma de fuego...-. ¿Po... po... por que no avanzzz... zz...zamos por los flancos? Si su..su...sss...ssupieran que estamos aqu..aqui todos junttt...os nos lanz..zarían un bombazzzz...o a los pies..., ss... señor...

Ahora Baronetti esperaba afirmación de su superior...

Mills fulminó con la mirada a los dos soldados.

- Claro Bings... ¿Y ya puestos por qué no tiramos unas granadas para que si algún charly lo escucha pueda venir a nuestro encuentro?  Y usted Baronetti... ¿por donde nos sugiere que crucemos? ¿Qué le hace pensar que dos kilómetros más adelante no habrá ninguna emboscada? El puto arroyo corta la jodida selva en dos... ¿no ha estudiado geografía en el pueblucho de donde viene?

Hizo un gesto de hastío mientras se incorporaba un poco.

- Putos gallinas... yo iré delante joder. Estoy seguro de que si dan dos pasos...

En ese momento algo se movió entre la hojarsca al otro lado de la selva.

- ¡Besad el suelo mamones! ¡Maverick, Morriset! ¡Atentos!

La unidad se tiró en el suelo apuntando hacia el otro lado. De pronto, de entre la maleza, surgió una figura. Sin darse cuenta los cinco soldados habían quedado estupefactos, con el dedo puesto en el gatillo pero incapaces de reaccionar.

Lo que salía de entre la maleza parecía una especie de simio. Era del tamaño de un hombre y se erguía sobre dos patas. Sin embargo ninguno de los presentes había visto jamás un animal parecido: era peludo pero no tanto como los gorilas. Sus cabellos grises crecían enmarañados sobre su cuerpo. Y la cabeza era alargada hacia atrás, deforme, absurda, casi tan abombada como las que se veían de los jeroglíficos egipcios. En su brutal rostro sobresalían unos dientes afilados, como colmillos, que se superponían al labio inferior. ¿De dónde había salido ese engendro?

La cosa avanzó torpemente hasta el borde del río. En ese momento los soldados salieron de su estado de sorpresa y se dieron cuenta que otras dos criaturas iguales aguardaban en el umbral de la selva.

- ¿Qué puñetas es eso?

Al igual que sus hombres el sargento Mills se había visto sorprendido por la visión de la criatura. De pronto el hombre-mono se detuvo y olisqueó el aire. Luego miró hacia la loma y empezó a aullar agitando los brazos.

- ¡Me cago en la puta! ¡Nos han olido! ¡Fuego a discreción!

El sargento demostró en ese momento por qué era un superviviente nato en el Vietnam. Antes incluso de que sus hombres pudieran siquiera obedecer la orden había descerrajado un tiro contra el mono que venía en cabeza. Sin embargo la criatura seguía avanzando más furiosa todavía.

La cara de Baronetti se encendió. ¡Oh, dios! ¡Amén, que sí!

La ambigüedad de la escena se había convertido en duda total. ¿Que coño era esa cosa? ¡¡Un jodido "King Kong" en medio de la selva vietnamita...!!

Baronetti se asombró, y su maxilar cayó y cayó, hasta perderse casi en el musgo del suelo donde estaba apostado... Sus ojos estaban clavados en la figura, tenebrosa ¡inverosímil! ¡¡Despuntante y aberrante!!

¡Se atusó el casco, una vez más...!
¡Sus carraspeos ahora parecían terremotos en los oídos de los presentes!

¡Su saliva fluía por su garganta!
¡¡Y parecía ahogarse como un desdichado marino en alta mar!!

"¿¡Un mono!? No, no, no, no..., calma, "Barthow", calma" -sus pensamientos no tartamudeaban, sino que ahora eran lúcidos de la impresión. "es un charlie..., es un charlie... -pensó bajito... ¡¡¡un maldito charlie ataviado con  fango de este puto rio, de este jodido país, en esta puta miserable parte del mundooo*!!! -si sus pensamientos fueran pronunciados en forma de gritos, podrían haber ubicado, sin duda,  su posición exacta en un mapa reglamentario.... Ahora la cara de Baronetti se volvió pálida y encendida de ira y temor al mismo tiempo.

¿¡Pe.. pe... pero qué es eso!? -pensó de nuevo.
¡Esto no estaba en tus historias, tio Pelucho! ¡¡Esto no estaba en tus historias!! -pensó con más intensidad.

Finalmente, en medio del desconcierto que esos seres habían creado y el propio miedo e incertidumbre engendradas en sí mismo, Bartholomew Baronetti agarró su M16, se levantó y dio un paso hacia delante, al tiempo el Sargento Mill gritaba "fuego a discreción", aunque el soldado no lo había oído, seguía como en trance.

-¡¡¡Esto no estaba en tus historias!!! -y comenzó a disparar indiscriminadamente a aquel ser:

Maverick estaba alucinando. No no eran alucinaciones, ese "bicho" venia hacia ellos y el sargento estaba disparando.

-¿Que coño es esto?- Dijo mirando el rio, acontinuacion rezo -Ayudame a asolar a mis enemigos y llevate sus almas.

No lo dudo mas y apreto el gatillo al grito de ¡Morid bastardos!.

Baronetti se levantó y empezó a disparar como poseído. Las balas atravesaron a aquella criatura y la derribaron antes de que pudiera siquiera alcanzar la base de la loma. Parte de los impactos pegaron en su pecho y antes de que cayese al suelo otro blanco afortunado le voló la cabeza.

Por su parte Maverick se posicionó listo para barrer la orilla donde las otras dos criaturas elevaban aullidos furiosos mientras empezaban la carrera hacia donde estaban los soldados.

Mav vio como el engendro que cargaba era ametrallado sin compasion por el novato. Tendria que disculparse con el por llamarle crio si salina de esta.

Apreto el gatillo apuntando a los 2 engendros restantes.

Morriset llevaba tiempo apuntando a las criaturas con su rifle de francotirador. Pese a lo bien situado que estaba en el último momento el soporte de tierra sobre el que se apoyaba cedió al moverse sus compañeros y erró el disparo.

Mientras Bings se preparaba para usar su lanzagranadas sobre aquellos dos monstruos Maverick barría la orilla con su ametralladora.