Partida Rol por web

Miro la puerta y hago un gesto para que los no muertos para que empiecen a tirar de la puerta hacia atrás. Después me giro sin decir nada y arranco una de las lanzas que tiene Abishai.

Baäl intenta sacar uno de los arpones de su ala. El arpón cede un poco, pero no lo logra sacar. La criatura experimenta una agonía indescriptible.

El emperador asiente ante la idea de Ssirt e intenta sacar el mismo arpón que Baäl, finalmente consiguiéndolo y provocando que la Abishal grite de dolor.

El lagarto rojo le tiende el arpón a Ssirt.

"Adelante."

Sigues corriendo hasta finalmente ver el puente a lo lejos. Escuchas el grito de dolor de una criatura, ha sucedido a la derecha del puente, donde no tienes visión.

Uso la parte más contundente del arpón para golpear cerca de la cerradura.

Miro como no he podido sacar ni el arpón y miro hacia la puerta.

"Ha quedado claro que no tengo fuerza, yo mantendré a estos dos tirando de la puerta pero os lo dejo a vosotros."

Me siento en el suelo a mirar que hacen

Estás unos minutos golpeando la puerta con la ayuda de los muertos hasta que finalmente esta cede. Mientras te disponias a romper la puerta, el emperador le ha arrancado el otro arpón a Abishai.

Por fín la puerta está abierta.

"Vamos, ya hemos hecho mucho ruido aquí." - Comenta el emperador.

Miro hacia atrás. ¿Hay mucha distancia con los no muertos? De ser así dejo de correr y avanzo en sigilo, si no sigo corriendo. 

Los muertos están reventando la puerta. También escuchas como están golpeando con algo metálico la cerradura.

Vas subiendo por las escaleras hasta casi llegar a la puerta por la que entrasteis. Vuelves a escuchar la violenta tormenta del exterior y tambien multitud de guardias que se mueven rápidamente registrando la zona.

"Y ahora qué, ¿quieres ir a por esa rata inmunda que nos ha encerrado? ¿O seguimos hacia delante?"

Al escuchar a los guardias valoro mis posibilidades. Viendo todo tan negro veo una única salida. Con gesto de dolor introduzco las ganzúas en mi cavidad rectal. Después, me quito la capucha y avanzo hacia los guardias con las manos en alto, en símbolo de rendición. 

- "Ya no está con nosotros. Os pido disculpas en nombre de Akal Zaus. Majestad. Ahora iremos donde nos indiqueis. Habíamos venido con intención de encontrarnos a vuestro padre en el trono. Recibid nuestro más sentido pésame."

Si tu intención en volver a tu mundo normal, deberías pedir clemencia al emperador. Sin embargo, si tu objetivo es sobrevivir lo máximo posible aún con la posibilidad de quedarte para siempre en este mundo, puedes probar suerte e intentar meterte en una alcantarilla y esperar que te lleve a algun lugar seguro.

Abres la puerta poco a poco y sigilosamente buscando una alcantarilla, pero con lo primero que te topas es con un guardia que te descubre.

¡XALASAK LIFTASS! - Grita el hombre lagarto al verte mientras se dirige hacia ti.

Abres la puerta y sales corriendo sin mirar nada más que al guardia que te ha visto. Sin que puedas hacer nada, notas como una lanza te ensarta y atraviesa tu estómago, había guardia delante de la puerta que no habías visto. Contemplas la terrible herida y sientes como otra lanza te atraviesa la espalda.

No hay mucho que puedas hacer salvo morir agonicamente.

El emperador os mira con asco.

"Sí, más os vale no comportaros como ese simio."

Abishai se mueve lentamente tras el emperador y todos salís.

"Los guardias estarán ya alerta, preparaos para luchar. Esta vez vendrán los amos y no los esclavos." - Dice el emperador mientras cruza el puente.

- "Si, si." - vuelvo a sacar el estoque, preparado para el combate le sigo.

Sin gustarme un pelo la actitud del emperador saco el espadón y les sigo. Hago un gesto para que los no-muertos nos sigan.

Volvéis a subir las escaleras por donde habéis venido, el emperador os empieza a dar instrucciones.

"Nuestro siguiente objetivo es llegar a la armería y recuperar mi equipamiento y el de Abishai. Una vez lo tengamos todo nos dirigiremos a la sala de portales, hay mucho que hacer antes de recuperar el trono. También hay que encontrar al traidor."

Notáis como las heridas de Abishai se van regenerando y más o menos empieza a caminar correctamente, pero aún está muy débil. Cuanto más subís, más notable se hace el ruido de la tormenta y el de los guardias. Antes de llegar arriba reparáis en que la puerta por la que entrásteis está algo abierta.

Hago una señal a todos para indicar que voy a adelantarme un poco.

Me muevo en sigilo hacia la puerta mientras escucho con atención lo que haya al otro lado y observo por la rendija cualquier movimiento.