Partida Rol por web

-Que muestre respeto por sus salvadores y yo ayudo encantado -digo sonriendo. Saco las ganzúas y las muestro-. Con una disculpa me vale.

El emperador sigue expectante a que Yador venga.

Me empiezo a enfadar más aún, notáis como unas llamas verdosas empiezan a salir de mi túnica, los dos cadaveres se acercan hacía Yador e intentan agarrarlo.

Me quito la capucha y podéis como una luz verdosa brillante sale de mis ojos llenos de furia.

"ABRELO YA"

Empujo de su hombro para que avance hacia la celda

Notáis como Baäl se enfada más aún, unas llamas verdosas empiezan a salir de su túnica, los dos cadaveres se acercan hacía Yador e intentan agarrarlo. Una vez atrapan al desprevenido Yador, Baäl se quita su capucha revelenaod de nuevo su calavera. Con unos ojos llenos de furia y con llamas verde lanza una imperiosa orden con una voz de ultratumba.

"ABRELO YA"

Yador se queda paralizado e incluso hipnotizado ante Baäl. Con unos pequeños toque de Ssirt, Yador se dirige a la celda y empieza a abrir la puerta.

Baäl te produce un miedo terrible, es inexplicable, pero obedeces para evitar que la cosa se ponga peor. Vas a estar un tiempo aterrorizado.

Yador finalmente abre la puerta y es apartado violentamente por el emperador, que entra sin demora.

Os asomáis y veis a una criatura tambien reptiliana, con alas y cuernos.

(Sin las armas ni equipo obviamente)

Entráis.

La criatura abre lentamente los ojos. Está encadenado de pies y de manos. Unas lanzas atraviesan sus alas, lleva mucho tiempo así a juzgar por la sangre del suelo.

"Como serviste a mi padre, me serviras a mi." - Dice el emperador.

La criatura asiente debilmente.

Os dais cuenta demasiado tarde que Yador ha ido cerrando lentamente vuestra puerta y volviendo a cerrarla completamente.

Al ver lo que Yador hace hago un gesto con mi mano para que los dos no-muertos le ataquen. A uno le ordeno que lo agarre, y al otro le ordeno que le muerda en el cuello.

"Yador, liberanos...O te unirás proximamente a mi ejercito de No-Muertos"

La idea es empujar a un no muerto y huir. 

Los muertos intentan agarrar a Yador, pero lo hacen demasiado tarde y este se zafa, por lo que sale corriendo a la izquierda.

Me acerco a los barrotes. - "Yador. ¿Cómo piensas convencer a Akal Zaus de que te premie con un arma?"

El emperador masculla da un grito de frustración al sufrir la repentina traición.

Girándose a Baäl, extiende sus manos mostrando sus grilletes.

"Tenemos que sobrecargar los brazaletes. ¡Vamos!"

"Agh tendría que haberlo matado cuando tuve oportunidad, lo voy a desollar vivo cuando lo vea" -cuando me calmo me giro hacía el emperador.

Poso mis esqueléticas manos en los grilletes y las lleno de magia.

Los grilletes empiezan a evaporarse lentamente. Notáis como hace daño al emperador, pero este aguanta el dolor y solo pone una mueca de fastidio.

"Es mio, ni se te ocurra tocarle. Ahora liberemos a Abishai, empieza a mover esos tornos."

El emperador se dirige a los ya mencionados tornos rodeados por cadenas y empieza a desenrollar la cadena metálica.

Sigues corriendo a la izquierda, pareces estar rodeando algo circular.

- Si majestad. - me acerco a hacer como dice.

"Cuando termines con el...Déjamelo a mí" -me acerco a uno de los tornos y ayudo como puedo.

Vais aflojando los tornos y la criatura va bajando al suelo mientras escucháis el eco de los pasos de Yador.

Una vez en el suelo Abishai se levanta lentamente como puede, sus pies y manos están engrilletados impidiendole moverse con libertad, además de sus arpones en las alas.

El emperador examina al lastimosa criatura mientras se levanta poco a poco.

"Vamos, no tengo todo el tiempo del mundo."

- "Los arpones pueden servir para hacer palanca en la puerta, majestad." - miro al Abishai como pidiendo permiso.