Partida Rol por web

Ssirt se mueve sigilosamente a la puerta.

Te acercas poco a poco y afinas el oido. Escuchas a dos guardias, por su acento deduces que son lagartos. Están discutiendo por ver quién se lleva la bonita daga del elfo al que ensartaron.

Los guardias se encuentran un poco más adelante de la puerta. Por el hueco abierto no se ve a nadie.

Hago una señal con mi guante a los demás. "2"

Me preparo para salir y espero.

El emperador se acerca a Ssirt por la espalda, parece listo para el combate. Abishai también le sigue, aunque dudáis que pueda hacer algo.

Haciendo una cuenta atrás con los dedos en el momento preciso avanzo con rapidez para abrir la puerta rápido. En cuanto veo donde están los enemigos extiendo mi mano hacia ellos y surge un potente fogonazo de luz.

Si queda acción posible o distancia termino de avanzar hacia ellos y ataco...

Me acerco con el espadón en la mano y en sigilo. Ordeno a los muertos que esperen detrás sin moverse.

Baäl se acerca con el máximo sigilo que puede, pero uno de sus huesos cruje notablemente generando ruido. Todos os giráis hacia el no-muerto con una cara de ¿En qué pensabas?.

Sin perder más tiempo Ssirt abre la puerta rápidamente y lanza un destello cegador a dos guardias lagarto que había delante de la puerta.

Los guardias quedan cegados momentáneamente y expuestos a vuestros ataques. El emperador alza sus manos por encima de Ssirt y lanza rayos hacia ambos guardias, creando derritiendo un poco sus armaduras y electrocutándolos.

Al lado de los guardias se encuentra el cuerpo de Yador. Tiene dos agujeros en el pecho, probablemente producidos por las gujas de los lagartos a los que os enfrentáis ahora. A su lado se encuentra el cuchillo por el que pagásteis hace unos días en Visirtán.

Sin pensarlo mucho mando a los no-muertos a que ataquen, mientras yo espero en la retaguardia.

Ataco con el fino y afilado estoque a la garganta de uno de los enemigos.

Ssirtash aprovecha que los guardias aún siguen cegados para atacar al lagarto de la izquierda con una estocada a su cuello. La hoja atraviesa la armadura y se clava en el cuello del guardía, pero como si fuese un acto reflejo, el enemigo se retira cubriéndose con el escudo.

El emperador dirige con una de sus manos un rayo hacia el guardia que no ataca Ssirtash. El rayo es mandado con tanta ira que quema las escamas del guardia y hace que a su vez se retire también junto a su compañero.

Baäl manda a sus muertos, pero son tan lentos que no llegan a atacar en este turno. A su vez, Abishai corre a por el cuchillo de Yador y lo agarra para instantáneamente alzarlo contra los guardias, ahora si que parece listo para luchar.

Los guardias por fin recuperan su vista y adoptan una posición defensiva, uno de ellos grita.

"¡SXAI'LAXAK KESS LAPHOSS!"

El guardia que grita dice:

"¡El heredero de la tormenta está libre!"

¿En nuestro mundo existe o existía algo similar a lo de heredero de la tormenta?

Siseo en tono amenazante y vuelvo a atacar, al rostro.

Digo en reptil.

- Traidores, rendid las armas.

Mando a los no muertos para que ataquen a los guardias

Ssirtash vuelve a lanzar una estocada, esta vez a la cara de uno de los guardias. Pero este ya estaba alerta y con su escudo desvía su ataque con facilidad. Esto deja a Ssirtash expuesto a la guja del guardia que impacta sobre su hombro, provocando una herida severa y que se quede arrodillado.

El siguiente guardia está a punto de atacar, pero los muertos de Baäl se interponen entre Ssirt y los guardias, abalanzándose sobre estos últimos. Estos se retiran aún más para esquivar sus agarres y un tercer guardia aparece detrás de los dos primeros enemigos, uniéndose a la batalla.

El emperador aprovecha para dejar de lanzar rayos y correr.

"¡Vamos, vendrán más, hay que moverse!"

Abishai agarra a Ssirt y lo levanta a la vez que tira de él para que empiece a correr.

Corro en la dirección que me indican.

Corro con ellos y mantengo a los no-muertos molestando a los guardias.