Partida Rol por web

Hablo bajo para no provocar que nos detecten - "Bael, bael, ¿qué te pasa?"

-“ ¡No os mováis! Tengo que ir dentro a asegurarme de algo, todo está bien. Esperadme aquí”- digo mientras entro en la sala.

Miro la puerta atentamente tratando de reconocer algo de lo que haya grabado o escrito en ella.

Esta es la puerta, ahora abierta. Tiene inscripciones de matanzas y palabras que supones que son del idioma demoníaco. Los grabados son horripilantes.

Susurro alto intentando disuadirlo y que salga - "Bael, ¡Bael! Esto podría ser una sala de torturas. ¡Sal de ahí!" - me acerco a la abertura de la puerta con el arco preparado. No entro pero espío el interior un poco.

Te acercas al fondo dando tumbos, donde hay dos objetos que captan tu interés. Ambos están en altares.

En la izquierda, tienes un brazalete de dorado con un ojo furioso que te mira.

En el altar de la derecha, hay un cristal que brilla levemente.

Es una pequeña barra de forma hexagonal, pero un extremo esta afilado y es puntiagudo.

"Necesitamos el cristal..."

Veis como Bael se levanta mareado y va dando tumbos hacia el interior de la sala que hay tras la puerta. Parece que algo ha captado su interior, pero desde fuera no lo veis.

-“ De acuerdo, ¿Que puedes decirme de ese brazalete?”- le susurro al libro mientras me acerco al Cristal y lo agarro.

"En nuestro estado actual el conocimiento que tenemos sobre artefactos demoníacos es inexistente... te recomendamos obviarlo."

Bael llega al fondo de la sala, donde hay una especie de altares con objetos. Veis como agarra algo a su derecha.

La sala está llena de vasijas y objetos raros, no sabrías decir para que sirven. Tampoco quieres tocarlos mucho. 

- "Esperad aquí un segundo" - entro al interior.
 

Contemplo la sala desde la parte interior de la puerta, que parece a medias un almacen y un lugar de ofrendas...

Hago señas a Bael para que regrese ya. Mantengo el arco preparado ante cualquier eventualidad.

Me guardo el Cristal lo más rápido que puedo y me doy la vuelta para salir de la estancia.

Observas que en el altar donde Bael se paró hay un brazalete con una mirada furiosa. El otro altar está vacio.

-“ Os dije que no pasaba nada, preferí entrar solo en caso de que fuera una trampa. No hay nada importante aparte de un brazalete que te mira como quisiera matarte...Mejor dejarlo estar...Pero si queréis ir a mirar podéis hacerlo”-

- "Dejaremos estos misterios arcanos aquí, bastantes cosas han salido de este desgraciado lugar. Volvamos con Melzir"

Nada.