Partida Rol por web

El draconico parece sopesarlo por un momento.

"¿Y que noticias son?"

Revolviendote sacas tu cuchillo, el draconico no te echa mucha atención por lo que le intentas atacar a la cara, pero fallas estrepitosamente.

Al ver que le has intentado apuñalar, coge la mano donde tienes el cuchillo, la derecha, y te rompe la muñeca y la mano.

Nada.

"Me he perdido en la montaña, tan sólo quiero sobrevivir" y de la forma más mística, atemorizante y convincente añado: "O todos moriremos bajo el yugo un demonio de hielo!"

El dracónico empieza a reir.

"Crees que voy a tragarme esa absurda historia, ¿Saqueador?"

Sigues siendo llevado por las cuevas, de vez en cuando ves a otros draconicos, te miran con ganas de... ¿comerte quizás?

Saco de la mochila el trozo de cuero con el símbolo de Melzir.

"Existe un mago humano llamado Melzir que no teme a nuestra raza y parece desear que termine nuestro exilio. Él desea luchar contra una amenaza que acabaría con toda vida en esta tierra aun a riesgo de su vida" - comento claramente, sabiendo cuan dracónica es esta acción - "...nosotros somos especialmente adecuados para ser los primeros en sacrificar por el enemigo de Melzir..." - me detengo un momento mirando al suelo - "...lo he visto, se llevan a todos de ciudades enteras como Castamir...su magia es terriblemente poderosa; tanto como para destruir esta montaña si se lo propusiera..." - me estremezco ante la posibilidad de que eso le pasase a lo que queda de mi hogar.

"No he venido aquí a contarte mentiras; creo que está claro...es más; necesitaría que me dieseis algo para avisar a los clanes Zaxiros y Vacik, para que no me atacasen nada más verles...por si les consigo encontrar; esta amenaza va más allá de cualquier enemistad que nosotros tengamos y, aunque sean enemigos de nuestro clan, es el deber de todo dracónico alertar a los demás clanes."

Levanto el símbolo de Melzir, enseñándoselo.

"Melzir, el hombre que está bajo esta insignia es quien nos puede ayudar...es quien proporciona a sus allegados poder para conseguir acabar con ese mal."

- "En tu pueblo también habrá místicos y videntes, pregúntales. Tiene que haber alguna profecía sobre el mesías oscuro también. Solo vine a por unos minerales que necesitaba, no a robar, después me perdí."

"Hmmm, los Bensvelk nunca mentían, pero yo no soy quien para decidir esas cosas... deberías hablarlo con el jefe."

Te invita a pasar.

Ignora lo que has dicho.

Llegas a una especie de salón, allí, te sueltan en una especie de celda y varios draconicos, entre ellos uno aún más grande, parecen hablar entre si en una lengua que desconoces.

Imaginándome que diría eso, asiento y empiezo a hacer un suave sonido rugiente con la garganta mientras me arrodillo en el suelo y me inclino antes de pasar hacia delante.

Tras ese gesto de aceptación de invitación y respeto ante la entrada en el territorio enemigo, me dejo guiar por el dracónico a las profundidades.

Procuro no mirar a ningún lado más que a él y le sigo a una distancia prudencial.

Mientras continuas por los pasillos escuchas cuchicheos, parece que han atrapado a alguien.

Llegas a un gran salón, mientras lo admiras, te fijas en las celdas, ahí está Merebor.

En una situación así solo queda mantener la calma. Me siento arrodillado y trato de asentar la situación de mi mano. Con movimientos lentos y calmados.

Con las vendas consigues poner tu brazo en un cabestrillo, de forma que no sientes más dolor.

Le ignoro por el momento, hago como que no le he visto.

El jefe se sienta en tu trono y te recibe. 

"Entonces, que noticias trae un Bensvelk, ¿El mal viene? ¿Hay pruebas de ello?"

No distingues nada entre sus palabras. El más grande se ha movido y parece estar hablando, pero no le ves.

Los demás escuchan.

Me acerco y muestro simbología de respeto ante el líder del clan Avak - "Ciertamente las hay, no solo las he visto si no que además voy a hacer algo más..." - me levanto de mi pose de haber hincado una rodilla en el suelo - "no soy precisamente un mago...pero voy a contactar con el mago Melzir..."

Me mantengo tranquilo y a la espera. No parece buena idea interrumpir al lider. Disimuladamente gracias a las telas del cabestrillo saco y observo la piedra bruja que hemos obtenido, tratando de descubrir que uso o energía mágica fluye por ella en realidad.

Además de poder absorber hechizos, te das cuenta de que amplifica las habilidades. Requiere una gran cantidad de magia para ello. Las palabras del Melzir resuenan en tu cabeza. 

"Si sale mal al usarlo, desconozco que puede suceder..."

Empiezas a frotar la piedra hasta que se vuelve verde, el jefe y los draconicos te miran con curiosidad. Al cabo de unos segundos un espejismo de Melzir aparece.

Melzir mira a su alrededor y rapidamente hace una reverencia.

"Saludos, ¿Para qué me requieres, Babroth? Esta situacion es.. peculiar." - te dice mentalmente