Partida Rol por web

Si lo que decía la Hermana es cierto, esta gente ha perdido toda su cordura al seguir el camino del Innombrable. - dice Quarion algo más recuperado.

Deberíamos tratar de no dejar cabos sueltos y largarnos a llevar a Iresha.

Helen abre la última puerta. Tras ella puede ver una habitación pequeña, con un suelo elevado de madera. Dos barras de madera atraviesan la habitación a la altura de los ojos. De ellas están colgadas varias túnicas de color azul medianoche.

Quarion examina cuidadosamente a Iresha. Esta en un estado lamentable, muy delgada y con signos de deshidratación. La mayoría de la suciedad que cubre la túnica esta compuesta de las excreciones de su cuerpo y huele bastante mal. Las uñas están desechas y sus dedos están llenos de sangre, puedes encontrar restos de plomo entre lo que queda de sus uñas. No parece tener mas heridas abiertas.

Quarion mira pensativo a la zona oscura como intentando discernir algo de ella...

-Yo también creo que deberíamos de irnos cuanto antes de aquí. No hay más que basura para descerebrados y descerebrados. Deberíamos de pasar este asunto a los amigos del gobernador, para que lo arreglen discretamente y marcharnos, efecivamente, cuanto antes. Queramos o no, este asunto posiblemente lo arreglaríamos con mucho más revuelo que ellos.- dice Asher, cerrando la truculenta puerta que acaba de abrir y volvíendose luego hacia el resto -Aquí no hay nada que nos retenga, salvo quizá eso.- añade señalando hacia la oscuridad -¿Alguna idea? No me gustaría entrar a explorar para descubrir que precisamente eso fue lo que dejó a los baboseantes del suelo de aquella manera.- terminó, esperando instrucciones.

La zona es un efecto mágico (no proviene de un poder o de un ritual), parece emanar de algo que esta dentro de la oscuridad, y no tiene ningún efecto mas que los evidentes (no se ve dentro de ella).

Mmm, debería entrar alguien. Quedaos con mi hacha y atadme una cuerda a la cintura y entro yo a ver que encuentro

Vigilad el suelo. Es un área de oscuridad pequeña. No me extrañaría que ocultase algún tipo de pozo.

Dice Quarion mientras mira a Eyskhan con preocupación.

Eyskhan entra cuidadosamente en la zona de oscuridad...

Poco después de entrar en la zona tus ojos se empiezan a ajustar a la oscuridad. Te parece ver que todo esta lleno de franjas de nubes purpuras que se desplazan a tu alrededor. El duro suelo tiene una consistencia débil, como si pisaras un colchón. En la periferia de tu visión hay varios pares de extraños ojos amarillos que te observan cruelmente.

Pegado a la pared, ves un bloque de piedra negro, tan negro que resalta en la oscuridad. Tus ojos se quedan fijos un rato en el altar, y sientes una quemazón en tu mano.

Una vez se ha atado, guarda su hacha en el cinto y con suma cautela, entra en la zona de oscuridad, llevando el escudo levantado mientras tantea el suelo con su bota antes de dar un paso.

En la oscuridad va moviendo la mano libre con la esperanza de tocar algo

 Helen se queda pensativa y sigue las ordenes del grupo

Truvio, aún exhausto contempla el buen hacer de sus compañeros mientras, aguantándose las arcadas por el olor que desprende la joven, trata de dar consuelo a la pobre Iresha.

Sin embargo, no está distraido, sino prestando atención a todo lo que pueda oirse desde la zona de oscuridad.

Ois un grito que sale de la oscuridad...

Si me es posible me retiro del lugar saliendo a la luz para observar que le ha pasado a mi mano

El dracónido grita

- Mierda! algo me ha quemado, voy a salir!