Partida Rol por web

RESUMEN DE LA PARTIDA POR SKYPE

En la habitación el grupo se encontró a 8 writghs, Garathos resucitado y el cuerpo sin vida de Mal¡Tagherith.

Pronto se inicio un combate en el cual el grupo dominó sin problema a los no-muertos a pesar de que los poderes de dominación del antiguo líder Ogro les causaron problemas, por desgracia pronto descubrieron dos problemas. El Ogro era inmortal, Mal'Tagherith estaba volviendo a su cuerpo.

Un extraño portal se abrió sobre el cuerpo de la succubu. Quarion mantuvo un pulso mágico contra la extraña fuerza, pero fue vencido. Cuando la energía estaba a punto de volver al cuerpo de la exarca, Helen se lanzó en plancha impidiéndoselo y procedió a encerrarla en el Nanok.

Con el alma de Mal'Tagherith encerrada en la caja mágica creada desde el cuerpo de Rynas, Garathorn se desvanecio y el grupo derroto con facilidad al resto de los espectros.

Al salir del castillo encontraron el cuerpo sin vida del príncipe Geofrey, muerto por su propia mano...

Quarion recoge al niño con sumo cuidado.

Nadie más que nosotros sabe que esta criatura ha nacido. El hijo de un príncipe del reino y de una de las demonios más poderosas de la existencia...

Por un instante, la solución de acabar con el problema de la forma más rápida se le cruza al eladrin por la cabeza. En manos inadecuadas este crío podía ser una herramienta muy poderosa para el mal...

Como buen estratega, la idea comenzó a surgir en su mente. Una herramienta no es buena ni mala sino que todo depende de cómo se utiliza así que había que procurar que el pequeño acabara en las manos adecuadas. Manos expertas en modelar oscuras fuerzas y convertirlas en herramientas para el bien. Manos expertas que no hicieran preguntas acerca del origen del pequeño...

Un par de días después, el eladrin se encontró ante la puerta de uno de los monasterios dedicados a Bahamut más recónditos de la region. En lo alto de unas montañas, donde las nieves no se deshelaban nunca...

Allí fue recibido con cordialidad por el abad y los monjes. Como él supuso, los monjes no hicieron preguntas. El abad, por cuyas venas corría la sangre de un dragón azul, entendía perfectamente la lucha que se iba a librar en el interior del crío cuando comenzase a crecer. Disciplina marcial y quietud espiritual serían los pilares de la educación del niño. Encomendándolo al dragón de platino, Quarion se aseguraba que este joven tuviera las armas para derrotar el mal que se presentaría en su futuro...

Al salir del castillo encontraron el cuerpo sin vida del príncipe Geofrey, muerto por su propia mano...

... Junto a un gimoteante niño, mitad hombre, mitad demonio, pero totalmente inocente. Se juro un pacto de silencio para mantener el secreto de su origen, para salvaguardar el bebe y el reino. Quarion se ocupo de su suerte.

Recogieron el cuerpo del principe e iniciaron el largo camino de vuelta a la civilizacion. En Dunberford, se hizo un funeral a la altura del Principe, al que se le llamo Heroe, Martir, Rynas reencarnado. Se creo una Orden de guerreros en su nombre, para defender las tierras del norte que el habia protegido sacrificando su vida. La historia real solo la conocian unos pocos y estos callaron.

El Hombre Gordo mantuvo su control sobre los barrios bajos durante muchos años. Se rumorea que gracias al apoyo de la Corona en la sombra y a los contactos que tenia en la corte.

Lady Aliana volvia a contraer matrimonio y dedico los años siguientes a la muerte de su marido a erradicar cualquier vestigio del culto al Innombrable de Durbenfold. Fue una lider fuerte y habil, que mantuvo la paz en su zona de influencia. Durante su egida Durbenfold volvio a florecer, aunque el negocio de la madera nunca volvio a llegar a los limites de produccion que se habian conseguido con su marido.

La afable Madre Tara, despues de compartir con los heroes lo que sabia sobre Hellring y el Nanok y como destruir a uno y proteger a otro, siguio liderando su Iglesia hasta su muerte, poco despues debido a su avanzada edad.

El Rey mantuvo su corona, una vez destruidas las evidencias de su participacion con la Roca Gris, siempre escoltado por su Protectora, una mujer vestida de negro y siempre escondida bajo una capucha de donde solo se podia entrever unos mechones pelirrojos y unos penetrantes ojos verdes, frios como el hierro. Siempre llevaba la mano en una espada enorme que nunca usaba. Siglos despues, las Leyendas de Hellring dirian que Helen era capaz de resistir el poder de la Espada gracias a su sangre demoniaca, y que tenia al Rey embrujado. Lo cierto es que el Reino volvio a conocer una epoca de paz y prosperidad durante aquellos años, manteniendo el legado de Rynas.

Cuenta la Leyenda que una noche otoñal, unos años despues de lo acontecido en el Castillo Durbenfold, Helen fue visitada por un grupo de encapuchados. A la mañana siguiente tanto la Espada como ella habian desaparecido y no se volvieron a ver sobre la faz de la tierra. Pero eso es otra historia y sera contada en otra ocasion.

Tras la lucha con los secuaces que trataban de revivir a Mal'Tagherith, los ejercitos enemigos se dispersan. La Madre Tara les ha confiado que cree que solo una fuerza divina sería capaz de contener el poder de la espada de Orcus, Hellring. Y solo ve un método seguro para destruirla, en el lugar donde fue forjada. Asher aprovecha las celebraciones en el castillo para partir. Su ausencia es comentada, pero rápidamente olvidada.

Sus viajes le llevan a impresionantes catedrales de Pelor y Bahamut, a consultar a los sacerdotes enanos de Moradín en las profundidades de sus tuneles. A visitar los sabios ermitas de Avandra incluso en aquellos puntos más alejados.

Su corazón flaquea. Nadie parece disponer de medios para contener el poder de la espada y el tiempo se acaba por muy ferrea que sea la voluntad de Helen, como lo demostró en el último combate, Hellring acabará por poseer su alma.

Está apunto de desfallecer cuando en un callejón oscuro se topa con unas figuras embozadas, desenvaina para defenderse de los ladrones, pero la sangre se le hiela en las venas cuando le exigen información sobre Hellring, rodeado por cuatro competentes guerreros ve la muerte demasiado cerca... hasta que una figura se materializa a su lado. Un eladrín. Luchando espalda contra espalda logran repeler el ataque.

He estado siguiendo tus pasos en las sombras - Has llamado demasiado la atención - le recrimina - estos solo han sido los primeros, los sicarios de Orcus tienen tu descripción y han puesto precio a tu cabeza, vivo, para poder sacarte la información de Hellring bajo tortura.

- Ahora sigueme y que tu corazón no desfallezca. Aún hay esperanza, mi señora se ha movido en secreto
preparando los acontecimientos. - El eladrín le guia através de callejones hasta entrar en una tienda, pasar al almacen y abrir una trampilla hacia las alcantarillas. Allí avanzar con paso seguro en todo aquel laberinto hasta dar con una elfa. Las manos del eladrín se mueven en complicados gestos. La elfa sonrie.

- Te esta esperando - el eladrín se para para dar un apasionado y prolongado beso que Asher está convencido no forma parte del santo y seña necesario para entrar en esta cueva de ladrones. Cuando paran para tomar aire la mano de la elfa se mueve hacia algún resorte aún invisible a los ojos de Asher y parte de la pared se abre.

Tras pasar por una sala con media docena de sicarios llegan a una habitación llena de lujos, y presidida por un halflin repachingado sobre una docena de cojines - Hola - dice sonriente - toma asiento - dice agitando una mano indolente - teniamos la esperanza de contar con algo más de tiempo, pero creemos que podemos aligerar las cosas.

- ¿Aligerar el que? - pregunta Asher un tanto impaciente - Aligerar la cruzada contra los orcos, ogros... Hemos conseguido que buena parte de los paises se unan para erradicarlos. El ejercito que lograron reunir ayudo - sonrie..

- Y eso ¿Qué tiene que ver conmigo? - pregunta el explorador sin saber aún de que va la historia - Pues todo por supuesto, los seguidores de Sehanine nos hemos enterado hace ya tiempo de tu problemilla con cierta espada y hemos buscado una solución por nuestra cuenta. - Se gira hacia el eladrín - Te imaginas la cara de todos esos reyes y generales al mando de sus ejercitos si llegan a saber que tan solo son carne de cañón para atraer la atención de Orcus mientras nuestro amigo y sus colegas se infiltran y destruyen la espada.

El eladrín y el halflin empiezan a reir con ganas, tanto que Asher se pregunta si no se han vuelto histericos. - Estás diciendo que quieres que nos infiltremos hasta la forja donde se creo Hellring - el halflin asiente - Claro, es el único método seguro de acabar esto. Así que en vez de pensar en otra solución, hemos pensado en como hacer lo que parece imposible posible. Orcus estará centrado en una guerra como no se recuerda en mucho tiempo. De hecho no me extrañaría que acudiera en persona. Y si lográis acabar el trabajito antes de que estalle la batalla... ¡Miel sobre ojuelas!

- Pero, pero... - diablos piensa, podría salir bien. Y pensar que este mediano ladrón... nunca saldrá en los libros de historia, pero... sonrie, no sabe porque pero le empieza a caer bien el ratero. - Te imaginas la cara de Malak, ese general que siempre parece que va con un palo en el culo, si se entera. - La risa vuelve a apoderarse de la sala, esta vez Asher se une. Las carcajadas resuenan por las paredes...

Después de los festejos por salvar el reino, bastante deslucidos por tratarse también del entierro del príncipe heredero, los héroes se dispersaron. Helen se quedó vigilando el reino y cuidando de los artefactos, Asher se ocupó de buscar información sobre el Nanok y Hellring y Quarion se ocupó del niño. En cuanto a Nogrod, se despidió de sus nuevos amigos y les prometió indagar información sobre la forma de destruir el Hellring y el alma contenida en el Nanok.

Así que Nogrod continuó con su vida aventurera sin obtener nueva información, manteniendo el contacto con el resto del grupo, aunque cada vez de forma más paulatina. Pero el destino hizo que sus pasos se volvieran a cruzar puesto que en uno de sus viajes se encontró con el hijo del príncipe y Mal'Tagherith, un comando de demonios y orcos estaba atacando el monasterio donde había sido educado. Cuando llegó Nogrod, pudo ver la lucha final entre un gran demonio y el abad, que estaba defendiendo a nuestro niño, ya adolescente. Entre Nogrod y el abad consiguieron destruir al demonio, pero el abad había sido herido mortalmente.

- Yo te conozco, eres uno de los héroes que salvó a Ariel y al reino, tienes que continuar mi labor y encargarte de este niño... es la única esperanza para el reino. Nogrod miró al niño y lo reconoció enseguida, pero al volver la vista hacia el abad, éste ya había muerto.

La herencia de Mal'Tagherith era bastante obvia, así que los dos evitaron las ciudades cuanto pudieron, así que pasó bastante tiempo hasta que Nogrod pudo contar lo sucedido a sus antiguos compañeros. Para aquél entonces, Ariel se había encariñado con el enano y siguieron sus aventuras mientras Nogrod le enseñaba todos los secretos del arte de la guerra.

De esta forma, Ariel estuvo preparado para la batalla de Hellring donde tuvo un papel fundamental en la destrucción de la espada y de la que había sido su madre, aunque a costa de un gran número de bajas... (sí, al final lo conseguimos :-p)

La manera en que los ejércitos de los orcos habían conseguido juntarse y que el propio reino no hubiera tenido posibilidad de maniobrar le pareció totalmente insultante al eladrin.

Una vez hubo cumplido su misión regresó al reino y buscó a Helen. La mujer, seguía conectada con la corona.

Quiero hablar con el rey. Consígueme una entrevista.

El rey entendió enseguida la propuesta del eladrin. No se podía dejar desguarnecido ese flanco del reino, lo que había intentado Mal'Tagerith lo podía intentar cualquiera.

Majestad, solo quiero un grupo de hombres competente y autoridad sobre ellos...

Así fue como Quarion alcanzó el rango de Capitán de las Sombras. Un grupo de hombres con la misión de desbaratar los planes de ogros, orcos y demás ralea antes de que surgiesen. Con la ayuda de su fiel Eyskhan, Quarion se centró en lo que más le apasionaba: pensar los peores escenarios y adelantarse a ellos...