Partida Rol por web

En principio no tienes ninguna forma de comunicarte con ellos, excepto esperar al contacto con el príncipe (un hombre con un tatuaje con tres estrellas en su hombro).

Aunque puedes enviarle un mensaje por correo normal, si quieres.

La maldición funciona mas o menos igual que en tercera, tienes que buscar a alguien que tenga la habilidad de arcana o de religión a un nivel lo bastante alto.

En cualquier caso, mientras lo decides puedes volver al templo y anunciar que has encontrado al barquero, para que el resto pueda jugar ;).

Helen aparece al poco rato

Bueno chicos, parece que he encontrado a nuestro hombre. ¿Nos ponemos en marcha?

Vayamos.- dice Quarion con una sonrisa mientras coge a la pequeña Iresha en brazos y la cubre con su capa.

Deberíamos despedirnos de la Madre Tara. - dice el eladrin antes de salir de la sala donde se encuentran.

Masticando los restos de su tercer desayuno, el dracónido se une al grupo

- Orejas largas, entonces esperamos problemas?

Sigo a mis compañeros mientras con las manos en alto y los brazos abiertos comento ¿estáis seguros de que no va a haber ningún problema?

Helen suelta una risita por lo bajinis cuando ve a Aaron con los brazos en alto y le dice a Truvio al oido, señalandole:

¿Siempre es tan grandilocuente? ¡Qué divertido!

Acudes con el sello al templo de San Cuberth. Te atiende el superior del templo personalmente, y tras examinarte con sumo cuidado durante unos minutos, da varias vueltas alrededor tuya con un incensario y dice:

- No detecto ningún tipo de maldición activa en ti.

Por cierto: tu habilidad en Arcana es lo bastante alta como para darte cuenta que lo del incensario es solo teatro.

El grupo abandona el templo siguiendo a Helen y se dirige al cercano puerto. La calle de los templos se encuentra llena de gente, se pueden ver grupos llorando y vestidos de luto mezclados con otros mas animados en los que reina la esperanza. Una carroza funeraria muy suntuosa espera en la puerta del templo de Wee Jas, cerca de ella el grupo puede oír como un clérigo explica a una llorosa matrona el estado de un herido.

El resto del barrio noble esta extrañamente quieto a pesar de que es una hora en que normalmente hay bullicio.

En breve alcanzan la parte norte del pueblo, un escarpado precipicio de 30 metros de alto al pie. Cuando se asoman al precipicio, pueden ver el lago al fondo, y un intrincado sistema de escaleras de cuerda, poleas, y montacargas que suben y bajan gente y mercancías a los muelles. Helen los guía hasta un andamio de madera, por el que una angosta escalera baja hasta el lago.

Una vez abajo, en un muelle viejo y desvencijado, Helen se dirige hasta un bote de vela con aspecto descuidado. Un hombre joven, cubierto de prendas de lana gruesa, le hace un gesto con la cabeza desde el bote. El grupo sube, sin cruzar palabra con el tripulante.

En pocos segundos el barco, que estaba totalmente preparado, parte hacia el lago.

Cita :

- Qué va. A menudo es peor ;)

Mientras siguen a Helen por el barrio rico, dirigiéndose a Quarion le pregunta.

- ¿Qué te parece aquella arboleda joven que se veía a cuatro horas de aquí río arriba? Puede ser un buen sitio para quedar y encontrarnos de nuevo. Recuerda que yo debo ir con la baronesa. En ese lugar podreis esconderos si no veis una situación clara.

Cuando llegan al puerto Truvio ve desde lo alto como van descendiendo sus compañeros y como se suben a la barca. Cuando han zarpado da media vuelta y se dirige a comer algo, haciendo tiempo hasta la hora de la cita.

-Sigamos el plan propuesto antes. Supongo que evitará sorpresas.- dice Asher, esperando a que el eladrin "haga los equipos".

Es un buen lugar para quedar. Es mejor que Asher viaje con vosotros. Helen, yo preferiría que viajaras con ellos pero a cierta distancia. Eres la mejor en pasar desapercibida y querría saber si hay algún problema con ellos. Además, no creo que te puedan relacionar con nosotros.

Subiendo con cuidado al barco con la oculta chiquilla, Quarion comenta.

Eyshan, Aaron y yo os esperaremos allí.

De acuerdo. os seguiré entre los arboles y estaré atenta a cualquier tipo de problema que pueda surgir.

Finalmente Asher asiente al planteamiento del estratega y se dispone a marcharse. Sabe que lo que intentaba era evitar que pudieran arrebatarle la información de la posición del grupo de Iresha a ninguno de ellos y que por eso ideó así su plan, pero ñél no es un general: era mejor dejarles los planes a otros. Además, no le apetecía argumentar, ni discutir. Así, Truvio y él se fueron, seguidos no muy de lejos por Helen.