Partida Rol por web

Nunca digas lo que piensas a alguien fuera de la familia.

- El Padrino -

15 de Febrero de 1954
Un día antes de la detención.

Nicola miraba su reloj de oro con insistencia, como si sintiera que que estaba perdiendo el tiempo en aquella reunión que él mismo había convocado (o había ordenado convocar).

Todos sabían que la paciencia no era una de sus virtudes (ni el liderazgo, ni la templanza, ni...), pero nadie se atrevía a señalar éste u otros defectos por miedo a las represalias. Porque, para bien o para mal, Nicola tenía una personalidad arrolladora; no encantadora, pero sí fuerte.

- ¡Muchachos! - Comenzó sin previo aviso y harto de esperar a que estuvieran todos presentes. - No se trata de un rumor, todo lo que habéis oído es cierto; mi padre ha muerto.

De nuevo estalló el griterío, mezclado con el ruido de sillas conforme algunos rezagados entraban en el local y tomaban asiento. - ¿Cómo? - Se escuchó entre la algazara.

- Asesinado. - Admitió con cierta reluctancia. - Pero no es ése el tema que nos ocupa, o al menos no el principal. Claro que, si alguien diera con el asesino, sería recompensado. Bueno, a lo que iba; tenemos que demostrar al resto de las familias que seguimos siendo los más fuertes. No podemos dejar que nos arrebaten el poder que tanto nos ha costado lograr. Pronto se elegirá un nuevo Don y está claro que seré yo. No obstante, debemos asegurarnos de que los demás también lo entienden y nos apoyan en este continuísmo. A Grimaldi muerto, Grimaldi puesto. - Terminó para sí.

Estefano, fue el primero en acudir a la reunión orquestada por Nicola, como siempre no abrió la boca ante la sarta de estupideces proferidas por el estúpido hijo de Don Andrea, tan solo permaneció callado e inmóvil, si la muerte de Don Grimaldi le había ocasionado algún tipo de emoción, nadie podría adivinarla en su rostro. ¿Nicola el nuevo Don? Sin su padre para protegerle tiene los minutos contados. -Pensó Estefano.

Escuchaba atentamente las palabras de Nicola, el niño mimado del Don. Siempre impulsivo, poco estratega. Demasiado confiado.

La algarabía de los presentes me incomodó, ninguno de ellos respetó al 100% las reglas del Don como para rasgar sus vestiduras en su muerte. Todos querían su puesto, sí, podrían quererlo, pero querían su poder y su posición. En este mundo el dinero no vale tanto como los favores y la confianza.

Su discurso arrogante de seguro ya se habría ganado detractores entre los mas viejos. Los mas jóvenes tal vez se veían reflejados en esa necesidad egocéntrica tan marcada. ¿Ayudarlo? dudo que alguien lo ayudara a ser el nuevo Don. Tal vez Grimaldi no esperaba que fuese su sucesor, al menos jamás me lo dijo. Sin embargo, eran muchas las cosas que la cabeza de la familia guarda siempre para sí

Ivanna se encontraba en la casa de sus padres atendiendo algunos asuntos cuando recibió la convocatoria de Nicola. Nadie lo tomaba en serio, pero era mejor cumplirle para no ganarse problemas innecesariamente con un hombre tan narcisista como él. Podía fastidiarle sus negocios en la ciudad y aunque ella no se metía con nadie, era mejor prevenir.

Se alistó para salir con su acostumbrada gabardina roja, su sombrero rojo y aquel velo negro que siempre cubría su rostro. Se subió a la limusina con la intención de dirigirse a la ciudad y avisó a su servidumbre que pasaría una temporada por fuera. Si algo le sucedía, ya sabrían qué hacer. Se subió a la limusina y partió hacia la casa de Nicola.

Al llegar, se encontró con que no era la única a la cual habían citado y la muerte del jefe de la familia era lo que les reunía. Cuando habló, Ivanna levantó una ceja por detrás del velo que recubría su rostro y miró a otros que parecían reaccionar igual que ella.

Ivanna suspiró y dijo tras su velo - Querido Nicola, ¿por qué estás tan seguro que serás tú quien representará a nuestra familia como el nuevo Don? Créeme que no me interesa la posición, pero tal vez a alguno de los presentes sí -.

El Don ha muerto.. Aún no me lo quitaba de la cabeza. Ya era duro pensar que lo estaba, pero es que además.. Asesinado. Éso sí que no podía permitirse.

-Vendetta.. Venganza -murmuré, herido en lo más hondo de mi orgullo. Quien mató a nuestro Don, merece morir del mismo modo.

Nicola. El estúpido y engreído niño mimado que había crecido para convertirse en un un hombre estúpido, engreído y sanguinario. No se le veía afectado por la muerte de Andrea. El pobre niñato no se merecía el amor que le daba su padre. Si le dejan el solo se cargaría la organización en semanas, con cientos de bajas en el camino.

-Nicola entiendo tu preocupación por la posición de la familia. No creo que nadie vea debilidad en la situación pero lo cierto es que hay mucho estúpido en las familias. No dejaremos que eso pase. Pero que tal si nos centramos en algo mas importante y nos ocupamos de resolver el asesinato de TU PADRE- inconscientemente levante la voz recalcando el "tu". Nicola me saca de mis casillas- Ponerle unos zapatos de cemento y mandarlo a dormir con los peces es el mejor recordatorio y ejemplo para cualquier otro que nos ataque: "si nos jodes, te joderemos a ti, a tu hermana, a tu madre y a tu abuelita"

Coincido. Apenas fue un susurro, perfectamente audible, pero completamente átono.
 

Bueno, bueno, amigos. No os irritéis. Todos sabemos como acaba esto. Unas pocas quejas, un poco de disconformidad,
pero a la hora de la verdad, el único aquí que es hijo de mi padre soy yo. - Mira significativamente a Jackie Estacado, el hijo adoptivo de Andrea.

Así que centrémonos en lo importante. Por supuesto que encontraremos al culpable. No quepa duda. Por eso ni me preocupo. Dejemos que las otras familias se encarguen de perseguir fantasmas mientras nosotros nos organizamos para afianzarnos en el puesto de Don. Después de todo, si yo, que soy el legítimo heredero, ocupo el puesto, vosotros y todos los que me ayudéis tendréis una posición inmejorable garantizada.

Os dedica la más irritante de sus sonrisas. La sonrisa de alguien que se cree con derecho y poder para controlaros.

Nicola mira su reloj de muñeca. Un ejemplar de Rolex edición especial del 20 aniversario de la empresa. T Edición limitada, tremendamente cara con cadena de oro de 24 kilates. Otro despilfarro más del niño de papá.

Ahora si me disculpáis. Debo ocuparme de otros asuntos que no pueden retrasarse más. Os he escuchado a todos y tenéis mi bendición.

Como si de un noble se tratara abandona la habitación despidiéndose de vosotros.

Una sola palabra no pronunciada (aún) resuena en vuestras mentes: "cretino".

-Gente, ¿Cómo veis la situación? ¿Tenéis algún sospechoso? 

- Es pronto para aventurarse, pero el comportamiento del padre Filippo es cuanto menos curioso, creo que esta noche le haré una visita.

-Filippo tiene una patada en la cabeza sea o no sea el topo. Pero preferiria mandarlo a dormir con los peces por soplón en vez de por idiota, después de todo sigo siendo católico y no creo que el jefe viese con muy buenos ojos que acabase con uno de sus siervos, por mucho que lo pida a gritos

-Yo no sé a quién votar. En serio. ¿A Filippo? ¿Os parece?

- Yo acabo de votar y no ha sido a él, le mandé una nota para hablar en privado esta noche y ha aceptado reunirse conmigo, le dejaré que me explique su comportamiento.

- Mi voto es para el meapilas de Hogan, hablar de sucesión cuando el cadáver de Don Grimaldi sigue caliente, me parece inaceptable.

- Personalmente, tampoco he votado al padre. Creo que es simplemente un hombre apresurado -.

-Yo le votaré, aunque sin motivo aparente. No hay razones, esta votación es más un tanteo.. Quizás fijándonos en los resultados más adelante podemos plantearnos el votar con más estrategia familiar, ¿os parece bien? 

Supongo que solo el Padre y yo hemos sido conscientes de que no existian culpables reales a la primera. No como Jackie que ha asumido que yo uso armas. Que barbárico. Me ofendes. Si estoy aquí no es por ser un matón como tú, sino porque Grimaldi me enseñó a sobrevivir y le debo este favor a él, por educación, por decencia...

-¿Es por eso que no votaste? No lo pregunto con suspicacia, sino con curiosidad.

Sí, no tengo nada que ganar acusando a ninguno de los presentes sin pruebas. Mi propuesta fue sincera y prefirieron echar por la borda cualquier intento de paz que pudiese existir entre nosotros...