Partida Rol por web

Proyecto Mutante X (X-Mutant Project)

#2.4 Consecuencias. Jason

Cargando editor
01/07/2013, 20:12
Directora

Si el avión es una puta pasada, cuando llegas a su "Casa" y ves el "viejo" sofá simplemente flipas. El edificio entero es su casa, una enorme mansión de estilo neoclásico por fuera y completamente reformada y modernizada por dentro.

La casa es enoooorme, plagada de habitaciones y con un mayordomo al servicio! Al principio no entiendes nada, es esta la famosa mansión playboy o qué? Pero no tenían pinta de ser viejos pervertidos y tampoco has visto chicas en bikini... bueno, sí ves una, pero tiene cola de gato, y rayas, y su piel es... rara aunque tiene unas tetas y un culo impresionantes. El boy-scout la llamó Tigra, el mayordomo no paraba de pegarle bronca y de echarla de la cocina, decía algo de unos ratones y de que estaba harto de que le robara la comida, que si quería algo que sólo tenía que pedirlo.

En fin, que tras tanto impacto te acabaron llevando a una sala y explicando quienes eran realmente: los Vengadores, un grupo de superhéroes mundialmente conocidos (los habías visto más de una vez por la tele, en las noticias). El boy-scout resultó ser el famosísimo Capitán América, héroe de guerra, luchador incansable, ha contribuido con varias causas sociales para la Comunidad y es considerado Patrimonio Nacional, todo un puñetero símbolo! El otro hombre se hace llamar Ojo de Halcón y resulta que es el tipo con mayor puntería del planeta. Pero las dos mujeres, las dos macizorras que te salvaron la vida en el bareto no resultaron menos espectaculares: la rubia es Miss Marvel, una superheroína de otra galaxia (sí, de repente resulta que los aliens existen y tu sin saberlo! Roswell es real!!) y la pelirroja es una agente secreta de la organización de defensa nacional, SHIELD.

Lo primero que hacen nada más llegar a la Mansión es darte de comer y dejar que te des una buena ducha. A insistencia del Capitán América, tras prometerte que después haríais una sesión de combate en el gimnasio y te enseñaría un par de golpes, el doctor Henry Pym te espera en la enfermería para revisar las heridas que recibiste. El sitio parece un hospital mega-moderno por el tamaño y la cantidad de cosas que tiene. Dinero, aquí hay mucho dinero y parecen dispuestos a compartirlo contigo con una única condición, la que te comentaron en el avión: mantener la boca cerrada respecto a todo lo que has visto y verás desde el incidente en el bar, que respetes sus identidades y lo que veas u oigas en la Mansión.

Cargando editor
01/07/2013, 20:54
Henry Pym, el Hombre Hormiga

-Siéntate en la camilla por favor y súbete la camiseta. El Capitán me dijo que recibiste algunos buenos golpes, quiero asegurarme de que no hay nada roto ni muy grave- el hombre, de unos 30 y poco años, tiene un aspecto regio, muy serio. Es rubio, con el pelo corto bien peinado, con elegancia. No es muy alto, de hecho mide lo mismo que tú (aunque tú todavía estás en fase de crecimiento), tiene los ojos claros y está muy musculado, la bata de médico le queda clavada, como un traje Armani a George Clooney. Se le ve muy profesional como tal. Lleva un estetoscopio colgando del cuello y lleva en la mano una tablet ultrafina y ligera, con la que va apuntando cosas en el aire, cosa que no entiendes hasta que ves que tiene un teclado luminoso. Flipas aún más.

Cargando editor
01/07/2013, 21:53
Jason GreenWood

Bueno, ¿qué puedo decir? Creo que en realidad todo esto es un sueño. Sí. Seguro que mi padre me ha dado la paliza de mi vida y estoy medio muerto, lo suficientemente vivo como para soñar que estoy en un jet con los únicos adultos del planeta que molan lo suficiente como para no darme asco. Sí. Definitivamente. Esto es un sueño. Y cuando despierte, volveré a la pesadilla diaria de mi vida como granjero. Joder. Qué mierda. Prefiero no despertar. Todo parece tan real.

Ellos hablan y apenas me prestan atención. O eso creo. Incluso me permiten cambiar el canal de la tele cuando -con algo de miedo, no sea que me vayan a dar de tortas como mi Padre- les pregunto si puedo hacerlo. Y vaya, si me dejan. Incluso me dejan ver unos dibujos que mis padren me tenían vetado por ir contra la Natura y la Creación de Dios: Pokémon. Es una serie un tanto infantil, vale, lo reconozco, pero joder, siempre he querido verla y nunca he podido. Pero claro, la cosa es esa, que es infantil. Así que, como si simplemente hubiese parado en ese canal por casualidad, sigo haciendo zapping hasta que encuentro un canal que realmente va con mi persona: un partido de la Superbowl. Realmente odio ver fútbol en la tele, ya que es lo que siempre mira mi Padre y lo único que se veía en casa, pero joder, las formas son lo primordial. No puedo permitir que esta gente crea que han llevado a un bebé con ellos.

- ¡¡FALTA!! ¡¿ESTÁS CIEGO, ÁRBITRO HIJO DE PUTA?! -Grito, emulando a mi Padre sin pisparme. - Ups, perdonad. -Añado, al ver que lo he dicho a voz de grito.

Pasado un rato, llegamos a una... bueno, llamarlo casa es un insulto. Es LA casa. La Casa de las Casas. La Señora Casa. Joder, una pedazo de mansión en la que en el maldito comedor cabe toda mi puta casa y el puto establo. Con un impresionante sofá en un pedazo de salón donde cabría toda mi puta casa y el puto establo, joder. ¿Quién coño es esta puta gente? Venga ya, no me creo que sean buenos samaritanos. Deben tratarse de algún tipo de secuestradores o esclavistas, sino no me lo explico. Claro que, en caso de ser esclavistas, estaré jodido. Bien jodido. Aunque almenos todo tendría coherencia. Sí.

Veo a una mujer, pero no es una mujer, sino que es un tigre. Pero con tetas y culo y a dos patas, incluso habla. Y vaya tetas. No puedo evitar mirarla un poco embobado. Miles de preguntas se me pasan por la cabeza, pero la verdad es que la visión de sus tetas hace que lo olvide. Ni siquiera me planteo cómo sería pasar la mano por su... ¿piel? ¿pelaje? Lo único que me importa es que me gustaría tocarle las tetas. Y, qué coño, hacer con ella todo lo que he hecho con Kaylee y más.

Kaylee... durante unos momentos, vuelvo a entristecerme. Dios, creo que estoy enamorado. Estoy enamorado de Kaylee. Yo. Enamorado. Increíble. Pero no pienso mucho más en ella, no por el momento. Porque estoy EN LA CASA DE LOS VENGADORES!! Los Vengadores en carne y hueso. ¡¡JODER!! Steve Rogers es el Capitán América. ¡¡EL CAPITÁN AMÉRICA!! El héroe de mi vida. El protagonista de todos los comics que tengo bajo el tablón suelto de mi cama. El que siempre soñé que venía a buscarme a casa, daba una paliza a mi Padre y se convertía en mi nuevo padre. Joder. ¡¡El Capitán América!! Y los otros son Ojo de Halcón (vale, a este no le conozco tanto, pero igualmente, ¡es un superhéroe!), Miss Marvel, una alienígena auténtica (aunque hay que reconocer que tiene muy buenas formas humanas, ya sabes) y la del acento ruso es una agente secreto.

Como en un cómic. Ahora me siento como si estuviese de lleno en un cómic. Por dios. Estoy flipando. Ni siquiera tengo voz de lo impresionado que estoy. Cuando me piden que mantenga su identidad a salvo, apenas puedo farfullar un "por supuesto". Suena a algo así como "p..porpuesto". Dios. Dios. Dios. Joder. Si no fuese porque no soy una tía, me echaría a llorar de la emoción. Pero no lo soy. Soy todo un hombre, ya. Así que disimulo tan bien como puedo mi sorpresa-alegría-emoción o lo que sea que siento ahora, no estoy muy seguro. Es algo bueno, eso sí lo tengo claro.

Siento tanta emoción en el cuerpo que apenas puedo probar bocado de la deliciosa comida que me ofrecen. Bueno, miento, la verdad es que tengo tanta hambre que casi me porto como un maleducado, engullendo todo como un cerdo. La ducha de después, aunque no me tiro más de 10 minutos, se me hace eterna. Porque, coño, tengo ganas de salir para seguir mirando al Capitán América, no vaya a ser que desaparezca o que cuando salga de la ducha esté de nuevo en mi casa. Porque eso sería terrible, coño ya.

Una vez aseado, vuelvo a buscar al Capitán América y, sísísísí, ahí sigue estando. ¡Y me dice que podré practicar con él! ¡Con el Capitán América! ¡YO! ¡BUAH! Estoy tan emocionado que ni siquiera protesto cuando me obligan a ser visto por un doctor. Y es que, yo, odio a los médicos. En realidad, no es que los odie realmente, pero en mi casa se me ha inculcado la idea de que los médicos son unos mata-sanos, que son agentes del Diablo y cosas similares.

- Estoy bien, de verdad. -Le digo, obedeciendo y quitándome la camiseta. Me siento. - No ha sido nada.

Cargando editor
02/07/2013, 19:26
Henry Pym, el Hombre Hormiga

A pesar de tus "protestas" leves, el doctor Pym hace la revisión de tus heridas, que comprueba que se han cerrado prácticamente solas, lo único que indica que habían estado alguna vez ahí, son los rodales y moratones, como único testigo mudo. El hombre de semblante frío ni se inmuta, parece acostumbrado a ver cosas por el estilo, no le sorprende. Te empieza a extraer sangre cuando se oye un pequeño sonido musical procedentes de la puerta y entra una mujer bajita pero muy guapa y bien vestida, como una de esas modelos de pasarela, elegante a lo actriz de película antigua.

Cargando editor
02/07/2013, 19:28
Janet Pym, la Avispa

Morena, con el pelo recogido y cortado con mucho estilo, entra con paso seguro y elástico, subida sobre unos zapatos de tacón carísimos, caminando con suma elegancia, como si no fuera apoyada en unas simples agujas de apenas unos milímetros de superficie.

-Cariño, Hankie en la 3. Lleva un buen rato llamándote pero dice que no le haces ni caso- su voz es aguda y melosa, acorde a un cuerpo tan curvilíneo y pequeñito.

Henry levanta la cabeza al ver entrar a su esposa.
-Jason, esta es mi incombustible esposa, Janet. Dile que ahora no puedo, que le llamo en un rato- responde éste, con la misma frialdad que uno hablaría del tiempo.

Janet mira con disgusto a su marido y pone morritos, molesta visiblemente con la respuesta de su querido maridito.
-Dice que es urgente, que te pongas YA- insiste ella, con cierto rin tintín, mientras se acerca a una tablet que hay en una de las mesas y toca una serie de "teclas", aunque tu no tienes ni puta idea de lo que está haciendo, porque obviamente como chico de pueblo que eres, no has visto una de esas en tu vida. Sabes que existen sólo por la publicidad en la tele, vamos. A los pocos segundos se pone en marcha una pantalla de luz, como si fuera una webcam que hubiera tenido un hijo con un proyector de cine.

Cargando editor
02/07/2013, 19:30
Henry Pym, el Hombre Hormiga

-Janet, te he dicho que no tengo tiem...- protesta éste mientras acaba de soltar la ligadura de goma para liberar tu brazo y que la sangre circule más rápido. Entonces oís una voz masculina en la pantalla y al mirar ves a una especie de mono azul con ligeros rasgos humanos, vestido con una bata y una chica, delgada y morena, a un lado, detrás suyo.

Cargando editor
02/07/2013, 19:31
La Bestia, Hank McCoy

-Doctor Pym, Henry, no quiero interrumpirte pero esto es importante, hemos descubierto una nueva droga sintética que modifica el ADN mutante, tienes una lista de laborator...?- su petición se ve interrumpida por algo que dice la chica, que le pone claramente en alerta.

Cargando editor
02/07/2013, 19:32
Kitty Pryde, Shadowcat

El rostro de la muchacha es una máscara de terror: parece estar muy nerviosa y asustada, y que queda claramente reflejado cuando suelta muy bajito un "Hank! Creo que están aquí...". Ves como la chica mira a los lados, como si buscara algo que no consiguiera encontrar.

Cargando editor
02/07/2013, 19:34
Henry Pym, el Hombre Hormiga

El doctor Pym se queda callado, extrañado no sólo por la petición si no por la advertencia de la muchacha. Y la pantalla finalmente muestra a sus espaldas lo que están oyendo: una enorme cabeza de insecto, de ojos amarillos y dientes muy afilados, asomando por un hueco del techo.

Pym se queda tan en shock que se olvida de que te ha dejado la aguja ahí clavada en el brazo...
-Qué demonios?!

Cargando editor
03/07/2013, 16:49
Jason GreenWood

A pesar de que es totalmente innecesario y, estoy seguro, él se da cuenta, parece ser que el buen doctor decide que hay que extraerme sangre para comprobar que esté todo bien. No tengo muy claro qué tiene que ver la muestra de sangre con los golpes, pero ya que me acogen en su casa, ¿qué más da? Total, tengo mucha y tampoco es que sea un experto en medicina, que digamos. Y soy muchas cosas, pero rácano en cuestión de compartir, no.

Así que estiro el brazo y permito que me clave la aguja y empiece a sacarme sangre. Entonces entra una mujer preciosa que, por el amor de Dios, no sé cómo no siente vértigo con esos zapatos que lleva. Pero se la ve muy desenvuelta, la verdad.

- Hey. -Saludo cuando el doctor me la presenta. Entonces, en algún lado aparece una imagen como si estuviese viendo un televisor, solo que no es un televisor. Me asombra la tecnología que tiene esta gente, sin duda es cosa del futuro. Bueno, para mí lo es, ni siquiera tengo móvil. En la pantalla en cuestión, aparece como una especie de oso azul o algo por el estilo. Se me ocurren un montón de comentarios, algunos lo suficientemente insultante como para que me echen de la casa, por lo que decido callarme la boca.

- ¿Qué coño es eso? -Pregunto, al final, mirando al oso azul. Jodido Jason, no te puedes estar callado. - Joder, si habla.

Aunque, lo que me llama la atención no es el oso o mono azul o lo que sea. Es la chica que hay detrás. No puedo evitar mirarla con cierta lascivia, porque está jodidamente buena. Aunque las prefiero rubias. Pero eh, ¿quién soy yo para hacer ascos a una pivón así?

Entonces aparece una criatura horrenda. Parece sacada de una película de terror. Un alien, o algo así. El doctor expresa en voz alta lo que yo pienso, aunque yo más bien habría dicho "¿qué coño...?". Parece ser que no soy el único que se pregunta qué jodida mierda es esa. Eso está bien, comenzaba a sentirme como un paleto de pueblo, sin enterarme de nada.

Y la aguja aún en mi brazo. Miro la aguja, miro al doctor y de nuevo a la aguja. Parece ser que alguien se ha olvidado de quitármela. Me pregunto qué pasaría si se cerrase mi piel en torno a la aguja. No quiero averiguarlo, la verdad.

- Esto... ¿me puedo quitar la aguja?

Lo pregunto por ahora, porque como el doctor se quede mucho más rato mirando a la criatura y no me la quite, lo haré de todas formas.

Cargando editor
15/07/2013, 20:17
Henry Pym, el Hombre Hormiga

Pym reacciona finalmente ante tu intervención, saliendo de su estupor ante las imágenes que están desfilando de él y se acerca a ti.

-Si, en seguida. Perdona- en pocos segundos y con gran habilidad te extrae la aguja tras acabar de llenarla de tu sangre. Ni notas que te han pinchado prácticamente, es condenadamente bueno poniendo inyecciones, está claro. El rubio doctor pone el contenido en los tubitos de muestreo y los guarda en la nevera cuando oís en la pantalla una tercera voz, la de un muchacho, pidiendo disculpas.

-Sé que es raro, pero vengo en son de paz. Vale. Vamos a morir todos. -no le ves pero está claro por la voz que no es un adulto, es demasiado aflautada y por el ángulo de la cámara no consigues vislumbrar su aspecto. Entonces ves como de repente el mono peludo azul se gira y pega un salto increíble, como un enorme mono y le patea con unos pies enormes, peludos y azules, el hocico del insecto gigante, hundiéndole en la pared. Después oyes un revuelo, al salir corriendo la muchacha saliendo del alcance de la cámara de la red, sólo oyes un "Muévete o moriremos vírgenes aquí!" por parte de la chica que se lo suelta a otra persona, supuestamente al tercero que no ves. Tras eso oyes muy lejanamente un grito femenino de Alieens!! aunque apenas es audible con tanto ruido. No procede de la misma sala, eso te queda bastante claro. Luego ya no consigues oír nada porque salta una alarma sonora estridente que hace imposible oír nada hasta que Janet corta la comunicación, molesta por el ruido.

Cargando editor
15/07/2013, 20:19
Janet Pym, la Avispa

-Qué vamos a hacer maridito? No deberíamos ir a ayudarles? Si es otra invasión del Nido no deberíamos ir a eliminarles antes de que crezcan en número?- dice la bella y elegante mujer, con cara de preocupación y determinación.

Cargando editor
15/07/2013, 20:19
Henry Pym, el Hombre Hormiga

-No. Se han enfrentado más veces que nosotros al Nido, podrán solos. Más de nosotros rondando por allí sólo les dará más posibles huéspedes poderosos donde anidar y causar más desastres- responde éste fríamente. Se gira hacia tí y te palmea un hombro.

-Bueno, ya estamos Jason, esta era la última prueba. Sospecho que tienes un sistema de regeneración magnifico porque no queda apenas nada. Aún así, tómate un par de estas antes de irte a dormir, quieres?- te acerca un bote de analgésicos y lo pone en una de tus manos -Ayudarán con el dolor, ser prácticamente inmortal no quiere decir que no te vaya a doler cuando te machaquen las costillas!- bromea éste. Concluyes que deben ser bromas raras de médicos y superhéroes -El Capi debe de estar esperándote en el gimnasio, creo que te prometió una sesión, no?

Cargando editor
15/07/2013, 20:21
Janet Pym, la Avispa

-Pero y la droga esa de la que hablaba...?- insiste Janet, ceñuda. Pyme se gira hacia su mujer, con una pose de frialdad congelante.

-Estoy seguro que este no es el momento de comentar nada al respecto. Hank volverá a llamar y si necesitan ayuda con el Nido nos mandará un aviso- responde Henry Pyme de forma cortante, dando por zanjada la conversación al respecto.

Cargando editor
29/07/2013, 17:02
Jason GreenWood

Estoy bastante seguro de que la sangre que me ha extraído es para dársela a los de la CIA, como todo buen americano que se precie, debo dar mi sangre a las Agencias Estatales para que puedan experimentar y algún día crear clones que defenderán la Vida Americana por nosotros. No es como si él me lo fuese a decir, pero tampoco me importa mucho. Porque mi atrención se ha visto sutilmente atraída por una voz femenina diciendo "morir vírgenes". No es, en absoluto, que pasase por mi cabeza la idea de solucionar el problema de la chica, pero sí que es cierto que sería trágico que esa chica muriese sin catar rabo.

- No es tan magnífico, no creas. Pero ayuda -Respondo, mirando el bote de analgésicos con indiferencia. No soy un masoca ni me gusta el dolor, pero me recuerda que aún estoy vivo.

Supongo que debería preguntar qué coño es eso que hemos visto en las pantallas, cierta parte de mí desea saberlo por curiosidad, pero la verdad es que no es mi puto problema. Ya podría ser una película y yo ahí, comiéndome la olla. Pues no, tengo cosas mejores en qué pensar. Como, por ejemplo, en mangar un bolígrafo y un trozo de papel de la mesa de doc que me guardo en los bolsillos junto al bote de analgésicos mientras él habla con su mujer.

Voy hacia la puerta con total tranquilidad, despidiéndome con un "bueno, pues hasta luego doctor. Señora." y un simple gesto de cabeza, con las manos metidas en los bolsillos de mis pantalones, con el objetivo fijado en encontrar con Steve Rogers, el Capitán América. Wow. Apuesto a que nadie más puede decir esto: "voy a entrenar con el verdadero Capitán América".

- Me pregunto... -Saludo al entrar en el gimnasio, acercándome a él mientras examino la estancia con la mirada-, ¿eres tú de verdad quien sale en las películas? ¿O sólo un actor?

Al llegar a su lado, simplemente espero instrucciones con las manos aún en los bolsillos.

Cargando editor
07/08/2013, 20:10
Directora

Tu bajada a los sótanos, donde está el gimnasio, es lenta porque la mansión es enorme pero con el ascensor no tiene mayor importancia en el fondo. Al llegar al primer sótano, bajas del ascensor, cruzas al lado de las salas de sauna y la de juegos hasta llegar a la sala elegida, la Combat Simulation Room. No entiendes para que un nombre tan largo para un simple gimnasio. Error. Cuando entras ves que es algo más que un "simple" gimnasio. Bueno, básicamente no crees que en ningún gimnasio normal tengan todas esas armas, armaduras y "cosas" que parecen robots futuristas, parece más digno de una peli de Bruce Lee, sinceramente. Pero tú sólo tienes ojos para una cosa: tu héroe el Capitán América, porque puede ser mejor que eso?

Cargando editor
07/08/2013, 20:11
Capitán America

Steve Rogers, el Capitán América, te está esperando en la Sala, mientras iba moviendo varios sacos y dispositivos extraños. Lleva su uniforme azul, rojo y blanco pero con la máscara tirada para atrás. A un lado, apoyado contra la pared, en el suelo, ves su famoso y deslumbrante escudo rojo y blanco. Reluciente, limpio, impecable e idéntico que en tus sueños. Se acerca a ti y con una sonrisa te da unas palmadas en el hombro, amistosamente.

-Preparado para tu primera lección?- escucha tu pregunta, tras el saludo -Bueno, en la primera me da vergüenza reconocer que soy yo. Consideraron que sería una buena manera de estimular el patriotismo entre los buenos americanos, pero la verdad es que lo de ser actor no es mucho lo mío, así que en las siguientes pusieron a un actor que se parece mucho a mí, la verdad- dice algo consternado eso último -Si me dedicara a hacer películas no haría nada más y entonces quien salvaría al mundo no?- bromea con una sonrisa ancha.

Cargando editor
07/08/2013, 20:12
Directora

Iniciáis vuestra sesión con un calentamiento y unos primeros ejercicios de boxeo, golpes con saco y guantes. El ejercicio te estimula y te hace sudar bastante, pero está claro que el Capi se está reservando lo mejor para después. Cuando ya considera que has pillado bien los golpes, te enseña cara a cara unas pocas paradas para evitar golpes en la cabeza y costillas. Seguidamente te muestra como rodar por el suelo para esquivar patadas bajas y recuperar la posición inicial y no quedar indefenso en el proceso. Hacéis una parón para recuperaros y beber agua.

Cargando editor
07/08/2013, 20:12
Capitán America

-Te ves con fuerzas para un ejercicio más? un pequeño combate?- te propone con una sonrisa en la cara. El tipo es realmente agradable y muy llano en sus maneras. Nada petulante ni engreído, un tipo sencillo de campo, de maneras anticuadas, sí, pero un tipo bastante legal.

Cargando editor
08/08/2013, 13:02
Jason GreenWood

Cualquier persona en mi situación, disfrutaría de la enormidad de la Mansión por el simple hecho de ser mejor que su casa. Yo no. A mi me importa bien poco cómo sea la casa, cómo esté decorada y cuántos cachibaches hayan en ella. Pero eh, el gimnasio sí que es guapo y sí que aprecio -un poco- cómo está montada. Debo reconocer que el gimnasio mola bastante, con todas esas cosas para un entrenamiento. Tampoco se podía esperar menos, ahora que lo pienso, tratándose de un gimnasio para super héroes.

- Aaah. Yo no he visto las pelis. En mi casa no se iba al cine ni se veía películas "inverosímiles ni fantasiosas, que no hacen más que comerte el coco" -Esbozo una sonrisa sarcástica-, pero tengo una buena colección de tus cómics.

Miro de reojo su escudo, deseando poder tocarlo con la mano para ver qué tacto tiene. Pero no es momento para eso, porque empezamos a entrenar. ¡Y qué entrenamiento! Los primeros minutos son muy sencillos, nada que no haya hecho en los entrenamientos de kickboxing. Pero a medida que pasa el tiempo, el nivel de entrenamiento del superhéroe americano empieza a pasar factura y noto todo mi cuerpo sudado y en tensión.

El agua fresquita me sienta como una mamada, aliviante y revitalizadora. Me quito la camiseta y empiezo a romper las mangas, porque durante el ejercicio de parar los golpes he notado que me molestan. Así, con la camiseta sin mangas, creo que podré moverme mejor. Sonrío.

- Si no me ves sangrando en el suelo, es que puedo seguir.

Vale, igual estoy cansado, pero no seré yo quien le diga al Capitán América que no aguanto su ritmo. Vale, no lo aguanto, pero también es verdad que no estoy inconsciente en el suelo, por lo que... puedo. Sí, claro que puedo.

- Debe estar bien, ¿no? Eso de ser un superhéroe y saber que salvas a la gente... -Doy un último trago al agua y voy hacia la zona de entrenamiento, dispuesto a seguir entrenando con él. - ¿Nunca te ha tentado convertirte en... el malo?