Partida Rol por web

Proyecto Zimmerman: Festín de Fantasmas

Corvale Island: Fase Beta.

Cargando editor
31/01/2014, 01:32
Bevin Moreen Bryan

Sí, hoy comenzarán con la revisión médica. No, Boris, no puedes irte a la cocina... anda, ves a ver si alguien se ha quedado dormido. 

Las voces sonaban lejanas y amortiguadas. 

- ¿Pero qué...? 

Sin embargo, una voz estaba por encima de las demás. 

- Eh, ¡chica! -alguien te gritó- Tú, ¿qué haces ahí? -se iba acercando. Alguien te zarandeó levemente. Cuando entreabriste los ojos, pudiste ver a la mujer del comedor, la anciana pelirroja del ojo blanquecino- Vamos, sal. Dios mío, estos críos se meten en cualquier lado. Sois como ratas.-se quejó por lo bajo, y te cogió de un brazo para sacarte del hueco de la escalera-. Venga, corre, que sino serás la última en la revisión médica. 

Cargando editor
31/01/2014, 01:40
Directora

Un rayo de luz grisáceo y blanquecino se coló por la ventana de tu habitación y fue a parar directamente a tus ojos, como si fuera una especie de despertador realmente molesto. ¿Dónde estabas? Ah, sí en ese infierno llamado Zimmerman.  Aquello era un verdadero asco, pero tampoco podías quedarte todo el día en la cama. Por suerte, la puerta estaba abierta y el chico que la noche anterior se había colado bajo tu cama ya no estaba; se habría ido a su habitación después del ataque de pánico. Qué gente más rara. 

Te levantaste y te pusiste el uniforme de la escuela; tenías que dar buena imagen si querías hacer lo que te viniera en gana. Así no sospecharían de ti, como tampoco sospecharon en los Estados Unidos. Si ese idiota no se hubiera chivado... pero bueno, ya te encargarías de él cuando salieras de ese apestoso lugar. Tiempo al tiempo. 

Bajaste para ir a comerte el desayuno, pero las puertas del comedor estaban cerradas. ¿Ahora querían mataros de hambre? ¿Qué clase de campo de concentración era aquel? Miraste a tu alrededor, intentando buscar a alguien que te indicara qué pasaba, pero todos los estudiantes iban de aquí para allá sin prestarte atención. Y entonces, tu mirada captó a una mujer cerca de las puertas del comedor. No iba con el uniforme, así que tenía que formar parte del profesorado. 

Cargando editor
31/01/2014, 01:45
Felicia Morvant

La mujer rubia fijó sus ojos oscuros en ti. Entre sus dedos sujetaba un filtro largo, y al final de este había un cigarrillo consumiéndose. Tenías más que entendido que ahí no se podía fumar, pero aquella mujer tenía ese aire de superioridad, de estar por encima de las normas. 

- ¿Te has perdido? -separó la espalda de la pared en la que se apoyaba y dio un par de pasos hacia ti. Sus tacones repiquetearon contra el suelo, tac tac tac, y los pliegues del vaporoso vestido que llevaba se movieron con gracia- Tienes que ir a la enfermería. Revisión médica -esbozó una media sonrisa que se borró en cuanto volvió a hablarte-. Suerte. 

Y comenzó a caminar, alejándose de allí. Vaya si ibas a necesitar suerte, sobre todo para encontrar la enfermería. 

Cargando editor
31/01/2014, 15:15
Shana Moira Bryan

- Alastair...

Una voz suave provocó que, poco a poco, comenzaras a salir del sueño profundo en el que te habías sumido horas antes. 

- Señorito Alastair...

Abriste los ojos vagamente, y viste a Shana inclinada sobre ti, con el uniforme de sirvienta pulcro y limpio y el pelo perfectamente recogido. Miraste hacia los dos lados, pero las gemelas ya no estaban allí, tumbadas a tu lado. 

- Despierta, venga -Shana apartó las sábanas, destapándote. No recordabas haberte metido bajo ellas-. Hoy te toca la revisión médica en la escuela. Svoboda te está esperando abajo. 

Te sacó de la cama y fue al armario, del que cogió unos pantalones, una camisa y un abrigo. También te obligó a ponerte una pajarita; a tu madre le gustaba que te vistieras con ese tipo de cosas. Tenías tanto sueño que no opusiste mucha resistencia, aunque la mala cara no te la quitaba nadie. Cuando estuviste preparado, Shana te acompañó hasta la entrada de la casa, donde tu tutor aguardaba por ti. 

Cargando editor
31/01/2014, 15:29
Stanislav Svoboda

Svoboda era un hombre alto, de estos espigados y escuálidos que parecían sacados de una de esas novelas de terror que le gustaban tanto a tu madre. Parecía vivir en un constante estado de nerviosismo y excitación, siempre con movimientos bruscos y rápidos, como si no estuviera preparado para las acciones cotidianas. En cuanto escuchó cómo Shana y tú bajabais las escaleras, se giró hacia vosotros tras pegar un pequeño saltito, y se colocó bien las gafas. Llevaba un montón de carpetas color crema bajo el brazo, con los papeles sobresaliendo de ellas. 

- ¡Por fin! -se exaltó- Tenemos que irnos; ya hay muchos estudiantes esperando -se acercó a ti y suspiró. Alzó la mano y la acercó hacia tu cabeza. Cualquier otra persona te hubiera revuelto el pelo, pero Svoboda, tras dudar durante un momento, simplemente te dio un par de golpecitos. Tu tutor siempre te había resultado un tanto extraño, pero estabas más que acostumbrado-. Gracias... gracias por traérmelo, Shana. 

 

Cargando editor
31/01/2014, 15:38
Directora

Ni siquiera te dejaron desayunar. En cuanto estuviste en manos de Stanislav Svoboda, tu destino era la escuela. Normalmente no te quejarías: siempre estaba bien pasearte por ahí y observar a los estudiantes nuevos. Carne fresca. Sin embargo, la noche anterior había sido demasiado extraña como para dejarla pasar. Recordabas con mucha nitidez a las gemelas. Sus vestidos, sus risas, la horrible visión del mar... si te esforzabas, incluso todavía podías escuchar sus voces cantarinas dentro de su cabeza. Pero cuando te despertaste ya no estaban allí. ¿Había sido todo un sueño, o existían de verdad? 

Viste a tu madre de reojo a través de la puerta abierta del salón. Llevaba una bata floreada de seda. Había cruzado las piernas, y se tomaba un café en una taza de porcelana fina mientras se fumaba un cigarrillo. No se dio cuenta de que estabas ahí, o por lo menos no te prestó atención. Tampoco es que te diera mucho tiempo a llamarla: Svoboda se apresuró a sacarte de la casa y recorrer el viejo camino sin asfaltar que llevaba a la Zimmerman. Las nubes de color gris claro cubrían el cielo, y los árboles que rodeaban el sendero movían levemente sus hojas y ramas a causa de la brisa marina. 

No tardasteis en llegar al colegio, y al entrar pudiste ver cómo los alumnos iban de aquí para allá con sus uniformes. Los portones del comedor estaban cerrados; a los demás tampoco les habían dejado probar bocado. Svoboda te cogió de la mano para no perderte, pues no era la primera vez que te librabas de su vigilancia para irte a explorar por ahí y meter las narices donde no te llamaban, y atravesasteis el hall de entrada para, seguidamente, internaros en un ancho pasillo. Había una cola enorme, pero Svoboda consiguió colarte allá por la mitad, justo detrás de una chica vestida de negro y un montón de pendientes en la cara. Delante de ella se encontraban un chico rubio bien parecido, de esos con los que era mejor pasar desapercibido si no querías ganarte una colleja.

Cargando editor
31/01/2014, 15:55
Directora

Casi no habías pegado ojo, tenías los músculos adoloridos y aquella anciana no tenía ningún tacto para despertar a la gente, pero por lo menos no había fantasmas a la vista. Saliste del hueco bajo la escalera como bien pudiste, y no te fue muy difícil saber dónde tenías que ir: te bastó con seguir a los alumnos. Ya comenzaba a haber cola. Te colocaste detrás de un chaval alto y rubio, bastante bien parecido y con aires de seguridad y superioridad. 

Un hombre alto y escuálido pasó por tu lado. Llevaba de la mano a un niño de doce años vestido como alguien del siglo pasado. Lo coló detrás de ti. No parecía un estudiante de la escuela, o por lo menos no sabías que admitieran alumnos tan jóvenes. ¿Te iba a tocar hacer de niñera o qué? 

Cargando editor
31/01/2014, 16:03
Stanislav Svoboda

- Quédate aquí -le dijo Svoboda a Alastair, inclinándose hacia él-. No... no te vayas. Si desapareces tu padre se enfadará. 

Se irguió y suspiró mientras lo miraba, pero después dirigió la vista a Neala, la chica que iba antes que el niño en la fila. 

- Eh... perdona -comenzó a decirle-. ¿Puedes echarle un ojo? -antes de que Neala pudiera quejarse, Svoboda siguió hablando. Lo hacía atropelladamente, de forma nerviosa, como si estuviera pendiente de todo y no diera a basto- ¿Sí? Estupendo. Vale, bien, bien... Nos vemos después. Seguid correctamente la fila. 

Antes de terminar la frase, ya se había puesto en marcha. Atravesó el pasillo, dejándoos ahí. Un chaval ojeroso no tardó en unirse a la fila, justo detrás de Alastair. Neala lo reconoció como el que había armado jaleo en el comedor la noche anterior. 

Cargando editor
05/02/2014, 19:34
Directora

Te cuesta volver al mundo de los vivos y despiertos. Sea lo que sea que pasó anoche, ha conseguido lo que nadie ha hecho jamás, agotarte y apagar tu cerebro por unas cuantas horas. Te notas los párpados pegados, legañosos y el resto de tu cuerpo pesado y todavía dormido. Se filtra luz brillante por las rendijas de tus ojos cerrados. De fondo oyes algo, como cantinelas de pájaros (aunque por lo graves que suenan, deben ser más bien pajarracos enormes). Poco a poco consigues darte cuenta que no son aves sino voces de personas susurrando, más en concreto de dos, o eso crees. Bueno, te parece que son al menos dos porque parecen distintas, con timbres diferentes aunque no consigues determinar mucho más.

-Ya te lo dije...

-Pero era necesario.

Entreabres los ojos y ves las mismas paredes blancas acolchadas de la tarde anterior. Entonces es que sigues atado en la misma camilla de anoche... Por cierto, aquello fue real o una alucinación más de tu enfermo cerebro?

-Mantente alejado, simplemente déjalo estar.

-Eso no va a ser posible.

Las voces que parecen ahora más claramente discutiendo algo importante siguen llegando a tus oídos, cada vez más despiertos.

-Pero Él siempre reclama su precio.

-Sí. Siempre lo hace...

-Ssshh... Creo que ha despertado.

Cargando editor
05/02/2014, 19:38
Thore Eriksen

Los dos que estaban hablando se callan de golpe. Unos pasos se acercan y el rostro de un hombre joven, moreno, te mira con preocupación pero una sonrisa atractiva.

-Como va esa cabeza, amigo?- te pregunta el paramédico de la escuela. Parece un tipo agradable, aunque claro, probablemente es el mismo tipo que te ha atado a esa camilla...

De reojo, por detrás del enfermero ves al chico de anoche, Ralph, esperando, preocupado, como si fuera tu mejor amigo de toda la vida.

-Te voy a ayudar a incorporarte y Ralph te acompañará a la sala donde os haremos una revisión médica, no es nada, estarás bien en nada. Si notas sopor y pesadez es por el calmante que te pusimos ayer, flotarás un rato pero se te pasará, no te preocupes.

Con un gesto de cabeza, le indica a Ralph algo mientras trapichea con las correas que quedaron cerradas de anoche y que tú no conseguiste soltar ante el ataque de miedo. En un par de minutos eres libre y Thore te ayuda a levantarte con calma y paciencia.

Cargando editor
05/02/2014, 19:44
Ralph

-Ey Buddy!- el chico de anoche se acerca a tí con un vaso de zumo de naranja en la mano que te ofrece -Es lo único que podrás comer en un par de horas, no es extraordinario pero al menos te quitará ese sabor horrible de la boca- te comenta Ralph en tono conciliador. Al menos tu nuevo compañero ha amanecido menos cobardica y más confiado con la nueva luz del Sol. Y sí, ahora que lo dice, es cierto, tu lengua parece la suela de un zapato y tienes la boca como pastosa y con cierto regusto amargo...

Cargando editor
05/02/2014, 19:47
Directora

Toda la escuela debía estar metida en aquel estrecho y anticuado pasillo porque la cola que se os presentaba a todos era I-N-M-E-N-S-A. Y al fondo de todo las puertas de la enfermería, esperando a sus nuevos clientes. Están cerradas, eso quiere decir que todavía no ha empezado.

Notas de juego

Estais todos en la cola de la revisión, podeis postear tanto respecto a la intro privada de cada uno como la continuación de la situación en la cola ^^

Cargando editor
05/02/2014, 20:05
Thore Eriksen

El paramédico Eriksen tarda un rato en aparecer, con una carpeta llena de papeles y las llaves bailando entre sus dedos. Sonríe encantadora y amablemente a los alumnos a medida que va pasando desde el final de la cola hasta el principio. Cuando llega a las puertas dobles de la enfermería se gira hacia todo el alumnado.

-Chicos, disculpad el retraso, en seguida nos ponemos a ello, no os preocupeis. A cambio tengo muffins para los que tengan más paciencia!- bromea el joven moreno y atractivo. Guiña un ojo hacia donde está Neala y Dylan, como si fuera para ellos el comentario o tuviera alguna broma privada con los dos nuevos. Se oye más de un suspiro femenino de casi desmayo entre alguna muchacha de la cola y risitas por lo bajo. Aunque también algún gruñido de insatisfacción por la espera y por tener que estar más de lo debido en ayunas. Sí, todo aquello iba a retrasar definitivamente la primera comida importante del día, el desayuno.

Cargando editor
05/02/2014, 20:07
Directora

AJ encabeza el grupo de la cola formado por los novatos. Solo, orgulloso y digno y por supuesto, enfadado porque no le habían dado de desayunar y encima le obligaban a pasar por una revisión médica como si fuera un mugriento tiñoso!

Detrás de AJ se ha situado Neala, que va todavía con la ropa de ayer puesta, muy arrugada, y lleva el pelo revuelto. A saber donde ha dormido, pero si os dijeran que en un contenedor de la basura, más de uno se lo creería. Ojerosa, temblequeando de frío y desorientada por completo, se mantiene con la poca dignidad que le queda ahí de pie, sin más.

Tras la muchacha, hay un niño, Alastair. Los novatos miran sorprendidos su presencia en la cola, no hay niños en esta escuela, no hay educación primaria en Zimmerman, pero el resto de alumnos no parecen percatarse de ello, como si fuera lo más normal del mundo. Alastair sabía la verdad.Y los alumnos veteranos también.

Por último, tras el niño se han situado dos jóvenes, Dylan, el que la había liado parda en el comedor la noche anterior durante la cena, y un chico afroamericano (o afroalgo), con aspecto de buenas maneras y de ser de muy buena familia. Parecen amigos.

Cargando editor
06/02/2014, 00:14
Neala von Unwerth

Menuda mañana me esperaba. Primero, la vieja aquella que ni siquiera sabe lo que es el tacto, y ahora revisión en la enfermería. ¿Para qué? ¿Piensan que nos pinchamos? Aunque seguro que nadie lo pondría en duda si me viera.

Me froto la cabeza sin importarme si me despeino más (aún) y apoyo mis dos manos en ambos lados de mi cadera. He cambiado mil veces de postura y mil veces más me faltarán por cambiar. No sé cómo ponerme, y es que me pesa y me duele todo.

- Joder, ni cuando salía de fiesta... -Murmuré por lo bajini mientras ponía una mueca de dolor. Entonces un tipo raro me encasqueta a un niño. UN NIÑO. ¿En serio? Seguro que tenía unos padres ultra conservadores que lo habían encerrado allí porque no paraba de darle al asunto. Le iba a replicar, pero ni me da tiempo a ello ni tengo demasiadas ganas, así que simplemente giro la cabeza y miro al chaval.

Mi vigilancia no dura mucho, pues por fin aparece el enfermero (o lo que sea) con pinta de Jack Sparrow de película de quinceañeras y parece que todo aquello va a empezar. No se me pasa por alto el guiño, que no tengo muy claro a quién va dirigido pero sigue sin importarme demasiado, estoy muy ocupada luchando por mantenerme en pie.

Cargando editor
06/02/2014, 00:27
Alastair Harrington Jr.

Al principio no tengo muy claro qué ha pasado ni dónde estoy, me siento agotado como si no hubiese descansado nada. Cuando recuerdo, miro a mis lados a ver si las gemelas están, pero no. Mientras Shana me quita el pijama y me viste sin recibir ayuda alguna por mi parte, miro la ventana por donde entra mucha luz. Me invade un poco el pánico, ¿habrá sido todo un sueño? Parecía muy real, pero ahora que es de día estoy un poco espléctipo* al respecto.

Aún pensando que las gemelas no eran reales y que había sido todo un sueño demasiado bonito, soy arrastrado hasta Mr. Svoboda que, a su vez, me arrastra fuera de Casa sin siquiera haber desayunado. No protesto, pero porque he oído la palabra mágica. Estudiantes. Oh, sí, ¡vamos a la revisión médica! Despierto de golpe y suerte de ir de la mano de mi tutor, que sino estaría corriendo ya hacia la Escuela.

Lo normal sería que yo fuese el primero en entrar en la revisión a pesar de la enorme cola que hay por delante. Sin embargo, Mr. Svoboda tira de mí y nos coloca detrás de una chica a la que no había visto nunca. ¿Será una nueva? Me fijo en los chicos de mi alrededor, viendo hasta tres caras que no me suenan de nada. Cuando Mr. Svoboda me dice que no me vaya le miro con la cara de la inocencia personificada. Aún sin la idea de papá enfadándose conmigo por saltarme el médico, no me habría escabullido a ninguna parte ahora que parece que he llegado hasta los novatos.

Miro fijamente a la chica a la que me pone de vigilante. Ella también me mira, aunque pronto me ignora. Tiro de su ropa para llamar su atención.
- ¿Por qué tienes eso en la nariz como un cerdito? -Pregunto, señalándole la nariz.

Notas de juego

*escéptico

Cargando editor
06/02/2014, 00:58
Neala von Unwerth

Tengo la cabeza baja con una mano sujetándome la frente, cuando noto algo que me tira de la ropa. Me giro tranquilamente, sin prisa, tratando de no gastar toda la energía que me queda, que no es mucha.

El paji. Le miro, y cuando me habla enarco la ceja. Divertida, sonrío y tras girarme inclino el cuerpo hacia adelante para ponerme a su altura.

- Porque hace que sea más dificil que el semen me entre por la nariz. -La respuesta iba cambiando cada vez que me hacían la misma pregunta. Porque me hacían la misma pregunta. Siempre.- ¿Y tú, por qué tienes guardaespaldas? -Volví a colocarme recta (o todo lo recta que el cansancio me permitía), aunque sin dejar de mirarle.

Cargando editor
06/02/2014, 01:08
Alastair Harrington Jr.

- Aaaah -Respondo, imaginándome una especie de humo intentando entrar por su nariz pero que no puede por esa cosa. - No es mi guardaespaldas, es mi tutor, Mr. Svoboda. -Respondo con tono de "pero qué tonta eres". Miro fijamente a la chica, con curiosidad. Está muy blanca, parece que se vaya a desmayar en cualquier momento. Lo sé, porque he visto a gente desmayándose. Es muy diver.

- ¿Eres un vampiro? ¿Y qué es el semen? -Añado.

Cargando editor
06/02/2014, 01:37
Dylan Davenport

Cuando la vida te da limones, haces limonada, y cuando la vida te da zumo de naranja a través de un tío que conoces vagamente, pues te lo tomas. Tengo la boca sequísima y por eso procuro darle sorbos cortos mientras espero en la cola de la enfermería sin preguntarme demasiado para qué mierda nos quieren hacer ahora una revisión, ni que estuviéramos muriéndonos. En realidad, y a pesar de que estoy algo mareado, estoy bastante despierto y eso está más que bien porque es una sensación que no tenía desde hacía semanas y me permite encontrarle sentido a lo que pasó ayer, o a lo mejor no. Por mucho que intente ordenar lo que ocurrió, todo se vuelve extrañamente confuso desde el momento en el que subí a la habitación y entonces ocurrieron cosas y no sé por qué parece como si mi cerebro me advirtiese que ese no es un buen camino y me digo que lo mejor es dejarlo estar.

Y luego resulta que está Ralph, que es una persona que para nada conozco pero ahora me trata como si fuese su mejor amigo y no sé si está bien o mal porque la verdad es que nunca he tenido uno y no conozco el comportamiento habitual, pero tampoco me molesta. Resulta que ahora tenemos que esperar y nos ponemos a la cola y me toca detrás de un crío que no sé que pinta aquí y que encima se pone a discutir con una chavala gótica a saber por qué. Hablan de semen, no sé si quiero saber nada de esto, soy feliz así. Mi compañero de habitación cuyo nombre ya he olvidado está ahí también, poniendo cara de culo. Es un poco gilipollas, pero tampoco tengo por qué ser su amigo ni nada. 

- Semen es lo que ponen aquí en la comida para que esté más bueno - me doy cuenta de que es la primera vez que se me ocurre algo medio ingenioso en meses, creo que es por la cantidad de drogas que me pusieron ayer y que han hecho que duerma. Joder, empieza a gustarme este sitio, sobre todo porque también soy el único de la fila que tiene algo de beber y eso me hace sentirme muy pro - Pregúntale a tus padres y ya verás como te lo dicen.

Creo que Ralph me ha mirado mal pero me da igual, ahora mismo es como si tuviera las pilas cargadas para todo el mes, tengo ganas de hablar, tengo ganas de subir corriendo hasta lo alto del edificio y luego bajar, tengo ganas de hacer cosas y en lugar de eso tengo que esperar en la fila, qué menos que aprovecharlo.

 

Cargando editor
06/02/2014, 13:48
Neala von Unwerth

Estaba a punto de contestarle cuando el chico del jaleo en el comedor lo hace por mi, y parecía tener un tipo de humor similar al mío. No sabía si estar contenta o aterrada, no parecía buena señal eso de compartir algo de tu personalidad con alguien que no parecía estar muy dentro de sus cabales, aunque claro... ¿quién de aquí lo estaba?

- ¿Entonces estás aquí porque crees en criaturas sobrenaturales?

Realmente no sabía de dónde sacaba que pudiese parecer un vampiro. Si me viese un sábado de fiesta podía entenderlo perfectamente, pero aquí me había cuidado de venir bastante normalita. Además del mal aspecto que llevaba ahora por culpa de la noche de mierda que había pasado. Los vampiros iban siempre impolutos, como Legolas, pero con ese toque romántico y sensual que tanto les caracteriza. Y yo parecía que me había rebozado en la basura.