Partida Rol por web

La realidad superaba a la ficción. En ocasiones, la ficción alcanzaba a la realidad, la tiraba contra el suelo y la mordisqueaba hasta dejarla irreconocible. Así se sentía él, mordido aquí y allá. Todo le dolía. No había podido conciliar el sueño la noche anterior. Imposible con todos esos horrores yendo de un lado a otro dentro de su cabeza. En un par de ocasiones se había visto tentando de abandonar su habitación para buscar algo de calor humano. Consuelo. Aunque dudaba que nadie pudiera ofrecerle ese tipo de perla extraña en una situación como aquella. Había sido horrible; los perros, la pelea, Mayor…no quería creer nada de lo que había visto pero todo su cuerpo, aterido, congestionado por un pánico atávico, le decía que era real.

De alguna forma logró pasar la noche.

Decían que noches de vigilia servían al hombre instruido para alcanzar la iluminación. Él tenía la sensación de haberse sumergido más y más en la oscuridad que los rodeaba. Porque no había que engañarse, la blancura de su alrededor era una máscara torcida y siniestra que escondía monstruos. Monstruos. ¡Joder, monstruos! Él solo quería una vida tranquila, cerca de sus confiables ordenadores y poco más. Pedía poco para ser feliz.  

Ahora debía ser un hombre y enfrentar el problema como tal. Por desgracia, no podía dejar de temblar. 

… 

Pensaba que el peligro ya había pasado. El horror sólido y tangible de la noche anterior lo asolaría en sus noches de desvelo para el resto de su vida. Pero había más. ¡Más! Como si un dios cruel a lomos de su caballo estuviera esparciendo desolación y desesperación. ¿Qué estaban diciendo Blair y McReady? ¿Por qué estaban tan tensos? ¿Por qué el astrónomo se había echado a un lado y les pedía que eligieran un líder?  

Intentó pensar con lógica. Era informático. Unos y ceros. Todo dentro de esos axiomas era posible. Pero eran unos y ceros. Respiró con profundidad, usó su inhalador. Sacó un pañuelo blanco y se secó el sudor de la frente. Había una criatura, o varias, entre ellos, capaz de ponerse un traje de persona porque quería devorar el mundo. Una asimilación completa del planeta. Un virus capaz de sustituir el sistema operativo por otro, muy parecido, pero diferente. Un troyano en el viejo argot.  

A pesar de sus temores Ben tomó una resolución. Encontraría el virus. O, al menos, ayudaría a ello. No quería ser más un chiste o un estorbo. Puede que aquella no fuera la expedición mejor preparada de todas, ¡Si hasta tenían un ciberpredicador!, pero eran hombres y mujeres, al menos la mayoría, y debían pelear por sobrevivir. “Así que piensa”. Usó otra vez el inhalador y eso pareció calmarle. 

—No puede ser más de uno, dos como mucho, de nosotros. Si el virus, perdón, si esa cosa fuese mayoría, se abalanzarían sobre todos y nos asimilarían. Habrían ganado— se ajustó las gafas —. Nos tiene miedo. Pero debemos mantenernos en grupo. Si nos separamos, aprovechará para atacar. Tenemos que mantenernos vigilantes, tenemos que…—su vocecilla murió ahogada en los posos de su valor, ya consumido.  

Él no era para nada un líder. Ojalá Mayor estuviera vivo. Ojalá McReady no estuviera “bajo sospecha”. Ojalá hubiera mejores opciones. Necesitaban una mente fría, lógica y analítica para aquel momento. Una como la suya. Pero tenía demasiado miedo. Así que se quedó escuchando la conversación, como siempre hacía. La historia de su vida. Ver y callar, nunca participar. Siempre en segundo plano. Ben, el marco perfecto para cualquier conversación.

“No quiero morir así”.

No se atrevió a participar hasta que la brutal desesperanza de Ûngak le hizo saltar. Ella le caía bien. Tenía corazón porque quería a sus perros. Y una mujer con corazón era difícil de encontrar.

—No, no…eso no es verdad —se atrevió a decir.

Empezó a sudar en cuanto atrajo la atención de todos. Le sudaban las palmas de las manos y las axilas. Se quitó las gafas para limpiarlas. Solo ganaba tiempo. No sabía que decir. O, bueno, sí lo sabía, pero no se atrevía a decirlo.

Una vez su padre y él habían estado hablando de chicas. “Hijo, no puedes competir con todos esos atletas del instituto. Tú eres un cerebrito. Si quieres deslumbrar a una mujer, llévala a la sala de informática y enséñale lo que sabes hacer. Llévate a tu terreno”. Era un buen consejo. Ojalá estuviera en casa.

—Es…bueno. Como un ordenador. Somos un sistema. Sus partes básicas. Podemos seguir procesando información y funcionando mientras cada uno haga su parte —tragó saliva  —. Si que tenemos medios —le dijo directamente a Ûngak —. Usemos la lógica. Usted no puede ser nuestra líder, señorita Weaver. Es…demasiado inteligente —todos le miraban. Así que, antes de atragantarse con su propia lengua, se atrevió ponerse delante de todos ellos. Cogió un cacahuete de un cuenco cercano. Y allá vamos —. Este es el virus. En un ordenador hay dos tipos de defensas. Está el firewall, que protege el sistema —cogió un vaso y le dio la vuelta —. Y está el cazador —espachurró el cacahuete —. Usted es un firewall. Puede proteger el sistema. Al grupo. ¿Cómo? Haciendo lo que mejor saber hacer. ¿Por qué va a perder su tiempo organizándonos cuando lo que tiene que hacer es estudiar esa cosa? Usted y los que son como usted; científicos, investigadores, doctores. Eso es lo que deben hacer. Estudiar esa cosa, encontrar algo que nos ayude. Ellis es nuestro antivirus. Es él quien tiene que organizarnos. Es el protocolo. Es el único que está preparado. No hay votación posible. La opción más lógica es él —fuera de su “campo”, volvía a perderse. Todos le miraban —. La señorita Stuart…quiso seguir adelante, anoche, porque esa cosa significa dinero. Somos números para ella. Si queremos sobrevivir, es la opción más irracional—por supuesto, le hubiera gustado lanzar una mirada penetrante a la mujer, pero no se atrevió. Apartó la vista y se escondió detrás de alguno de sus compañeros.

—Si trabajamos juntos, como un sistema, podemos ganar. Esa cosa se esconde porque somos más y estamos unidos. Podemos ganar —volvió a tragar saliva, su rostro era un mohín. Terminó por sentarse, casi caerse de culo, sobre una silla —. Podemos ganar…¿No?

Por su parte Jesús miró confundido al resto de los integrantes de aquella estación alejada de la mano de Dios; pero evidentemente no de su influencia pues esta él aún ahí. La situación parecía ser preocupante y si aquella criatura iba a convertirse en albatros y poner huevos en su América del Sur para finalmente convertirse en mono y, lo que era aún peor, pasar a ser humano... ¡Demostraría la teoría conspirativa de la Evolución de Darwin!. O algo así por el estilo... y gracias a ello, su postura hacia esa criatura cambió ligeramente...

-¡No es un ángel! ¡Es un monstruo creado por el Diablo! ¡Un Demonio! -Exclamó Jesús colérico- ¡Una treta del mismísimo Satanás para engañarnos de las Sagradas Escrituras!. ¡Una mera burla para los que se creen más listos que el Altísimo y "OmniSabedor" que es Dios, sigan y divúlgen mentiras!. ¡Igual que los Dinosaurios!. ¡Esqueletos puestos por Belzebub para hacernos desconfiar de la Verdad y alejarnos del Amor de Dios!.

Miró a Ungak de costado sintiendo su pena como suya propia, pues su voz desfigurada por el dolor se clavaba dentro. Luego no pudo menos que mirar a Ben. No habia reparado en él apenas, de hecho, no creia ni que hubieran cruzados dos palabras desde que estaban allí salvo para saludarse. Se le veia desesperado y también esperanzado.

Quizás eso era mejor que nada. Aferrarse a algo por lo que luchar. Aún esperaba que la dra le contestara pero tuvo tiempo de soltar un quedo bufido de hastio cuando el chupabiblias moderno volvió a la carga con otra hipotesis "maravillosa".

- ¿Se habrá parado alguna vez a pensar dos veces antes de hablar? - mumuró para si misma. Desde luego, lo que menos falta hacia en ese momento era meter más miedo a los pocos de allí que creyeran en esas cosas.

Sonreí cuando Ben Hudson dijo que votarme a mi líder sería poco menos que una locura, ¿cómo fue lo que dijo? ¿La opción más irracional? Tomé buena nota... y aun sonriendo (algo que no ocurría con frecuencia) me decidí a intervenir...

Señor Hudson, ¿irracional, dice? ¿acaso algo de lo que está sucediendo es racional? ¿es racional aceptar un trabajo en el culo del mundo? ¿o acaso trabajar 50 horas semanales en un cubículo por 4,50 la hora? ¿qué es racional y que no lo es? No me postulo como líder, al contrario, como dije antes, creo que quien se ofrezca a serlo o acabe siendo votado debe ser capaz de soportar la presión de la toma de decisiones.

Y al contrario que usted, creo que los más indicados son los científicos, pues podrán tomar decisiones basándose en sus experimentos, teorías o mierdas de esas que ustedes usan. Yo solo soy la puta contable de la base, así que haga el favor de no tocar los cojones... - dije, terminando por explotar y casi gritando. Por alguna extraña razón fui enfadándome más y más conforme hablaba. ¿Por qué? No sabría decirlo. La criatura no me daba miedo. En absoluto. Tampoco lo tenía a morir, al fin y al cabo todos lo hacemos... lo que me atemorizaba era volver y no haber hecho bien mi trabajo, con un cargamento de ataudes o de urnas con las cenizas de todo el equipo... la Compañía tendría que enfrentarse a demandas millonarias y yo me vería en el ojo del huracán... eso es lo que me asustaba...

¿O acaso me engañaba? ¿Tal vez estaba irascible simple y llanamente por un ataque de nervios? ¿Podría ser que la situación me estuviera afectando sin darme cuenta? Tal vez...

Parecía que los nervios estaban a flor de piel, para unos más que para otros eso desde luego, pero, ¿cómo no iban a estarlo? Me inquietaban más los que parecían tranquilos, como si la situación no fuese con ellos, en fin.

Valorando las palabras que decía cada uno me iba haciendo una ligera idea de quien podía dirigir el cotarro un poco mejor que otro, pero aún así, no acababa de tenerlo claro, además de que no me fiaba mucho de ninguno de ellos, después de saber que quizás aquel bichejo podía habernos infectado.

- Coincido con Mia, quizás lo mejor sea que nos basemos en las pruebas científicas que puedan darnos, o al menos que las tengamos en cuenta, después de todo, esto es nuevo para todos, y si ellos pueden arrojar algo de luz sobre el tema, mejor que mejor.

Aún así, no me parecía que muchos de ellos tuviesen madera de líder.

Querida Madre  Suspiró Zhou sin saber cómo seguir la carta a Eloisa Temo no volver a verte y no encuentro consuelo en las palabras de ninguno de los presentes.

En realidad Zhou encontró un dolor emocional en las, para ella, duras palabras de la doctora. No quería verse inmersa en el desprecio que había mostrado hacia quienes se dejaban dominar por las pasiones de la curiosidad científica. Pero era justamente ese elemento lo que la había empujado tan lejos a tan temprana edad. La chica apretó los labios y reprimió el impulso infantil de enfadarse con ella por una opinión que no era, en objetividad, tan descabellada.

Es cierto, madre, que quise ver en primicia la caída de la ciencia moderna y el auge de la ciencia ... llamémosla futurista. Pero no quise que hubiese ningún herido en el trayecto.

No soy un monstruo. Ni me voy a convertir en uno, eso puedo prometértelo y dejar mi nombre en prenda de esa promesa. 

Los labios de la joven se separaron dispuesta a hablar pero la palabra "dinosaurios" cortó sus pensamientos como una cuchilla lanzada desde la nada. No entendía como habían aparecido dinosaurios en la Antártida y esa incongruencia zumbó en sus oídos aturdiéndola unos segundos.

Peinó un mechón de su pelo detrás de la oreja para recuperarse, cogió aire y expuso: 

- Señorita Becks - se dirigió a ella por la puntilla de no hablar directamente con la doctora- tiene usted razón en muchas cosas. Especialmente en que analizar el sujeto nos ayudaría muchísimo. Pero también ha quedado claro que es mejor ser prudentes que curiosos -hizo una pequeña pausa en la que sonrió mordiéndose el interior de sus mejillas y se esforzó por no mirar a Takeno-.  Como bien dice la señorita Waever aislar a los sospechosos de contagio es tan importante como aislarnos de cualquier posible tejido infectado, ello, en mi opinión, incluye lo ya muerto.

> Ello sin despreciar el discurso de unidad del caballero Hudson. Hasta que no aplique, claro está.

Aquella pequeña introducción le pareció a Zhou disculpa suficiente por no haber impedido la descongelación del extraterrestre.

- Así las cosas, el único inconveniente que tengo en responder ante la señorita Waever es su clara manifestación de individualidad. Ella solo confía en ella y hará lo necesario para olvidarse del bicho. Parafraseándola.

> Es decir, no busca nuestra seguridad, busca su más inmediata tranquilidad. No creo que estar bajo su dirección haga ningún bien común; y es que creo que las decisiones difíciles dejan de serlo en cuanto objetivas, y esa cualidad, de los presentes, solo la he visto en la señorita Stuart, la señorita Maika y el señor Hudson, sobra decir mi nombre. Y de todos nosotros, mi propuesta apunta a la señorita Stuart.

Les agradezco la escucha.

Había encendido la cafetera y el hervidor de agua tan pronto como había llegado a la Casa de la Administración, sabiendo que, por mucho que mis actos de a noche pudiesen indicar otra cosa, por ahora apoco más podía hacer que servir cafés, tés e infusiones a los acalorados contendientes, así que Hippy (Sara) no tuvo que pedir dos veces su bebedizo antes de tener una taza humeante entre sus dedos, con una curiosa imagen de Garfield que nunca había visto.

También preparé una tila para el hombrecillo de las gafas (Ben). Parecía que le habían crecido huevos esta última noche, ahora le faltaba un soporte para los mismos.

- Este habla como los de tu tierra, Ostap. Empiezan así y terminan presentando su Plan Quinquenal antes de que te descuides un poco.- Volví a bromear con Ostap mientras le hacía un gesto para ver si quería que le preparase algo, peor sabía que iba a echar mano del anticongelante al que hacía pasar por enjuague bucal. 

Vi como la señorita Weaver era denstada por el resto, sin que quedase claro quién podía ser la mejor opción para la tarea. Ciertamente los científicos tendrían mucho que decir al respecto, pero que me aspen si alguna vez me he fiado de esa caterva de cantamañanas. Seguía sin saber a quien arrimar el hombro.

La única por la que sentía una mínima piedad ahora mismo (aparte de por mi misma) era la inuit, (Ungâk), peor no podía hacer nada por ella ahora mismo. Yo también echaba de menos a esas bolas de pelo que no paraban de ladrar a la mínima que olían la poca carne que colgaba de mis quebradizos huesos.

-Por culpa de los científicos y académicos estamos ahora en esta situación ¿Y votarlos como lideres es la mejor opción? -Negó con la cabeza, aquel enjuto con gafas le había dado las fuerzas suficientes como para decir lo que pensaba al menos lo mas importante y tal vez tuviera razón, pero Ungâk aun no estaba preparada para enfrentarse a todo aquello, necesitaba un poco mas de tiempo para asimilar que solo quedaba Blue a su lado.

Miro instintivamente a la cocinera quien la estuvo observando instantes antes y volvió hablar. -No creo que ninguno de los nombrados sean aptos, la única que hizo algo por nosotros ayer fueron Maika, Rhonda y Ellis, demostrando las dos primeras iniciativa y decisión, ellas son un Alpha, si tuviera que votar por alguien votaría por ellas.-Busco la oreja derecha del perro, mientras hablaba, en busca de algo de coraje.

    Joder y uno que solo vino aqui para figurar en una que otra foto... y ahora.... ahora hay temer en volverse en el Muppet de esa...esa.- mientras me quedaba con la palabra en la boca a la vez que buscaba en la instancia alguna taza limpia, despues de todo iban a ser jornadas largas... y el estarse durmiendo no era una opción - ¿ a uno de los listillos ya se le ocurrió nombre siquiera...? que en el peor de los casos si esa cosa logra cobrar aunque sea una vida, en los diarios salga un nombre decente... y no una palurdes que ni pueda pronunciar los de la tele.

     Podeís llamarme simple o loco - vaciando en un sonoro sorbo el café que a los segundos había quedado templado - pero e visto películas... y al creyente siempre le va relativamente bien entreteniendo a los niños y ancianos mientras los militares y los de bata se concentran en su tarea.... aunque igual - mientras me rascaba la nuca - mas de una vez me termino duermo a mitad de la película... nunca me entero bien como trata el destino a ese tipo de personaje...

En realidad a Ellis el poder le importaba entre nada y menos, su propósito estaba claro, o debería, para los presentes. Por ello fue que ante las palabras de Jack, alzó la cabeza con una mezcla de enfado y sorpresa.

¿Perdone? Mi misión no es animar, es asegurar la supervivencia de todos. Ponerme en el peor de los casos cuando es una opción viable me ayuda a estar preparado para los eventos. Mis conocimientos como doctor en Ciencias Exactas son sólo para apoyar los cálculos complejos.

Pero enseguida aquel leve enfado dio paso al desconcierto momentáneo con las palabras del sacerdote. Cada vez estaba más seguro de dos cosas: había pagado demasiado por ir a aquel agujero y o era uno de los mayores ciegos que había conocido o uno de los mayores estafadores y, a decir verdad, no sabía cuál de las dos opciones era peor.

Regresando al mundo que importaba, tomar decisiones, había una clara predilección hacia alguien que no era él, lo cual le hizo suspirar con cierto alivio.

Sólo espero poder seguir ejerciendo mi función cuando otra persona asuma el cargo. Un cargo que, por cierto, de estar viva la criatura, coloca automáticamente en el punto de mira. Lo que quiero decir es que me gustaría que, salga quien salga, pase controles por nuestros expertas bióloga y médica: la señorita Sara y la señorita Takeno.

Con todo dicho, sólo miró a Maika para negar en referencia a la pregunta que había hecho segundos antes, pero sin nada que añadir o matizar.

Voto por Zhou.

Era evidente que todos iban a hablar sobre los grandiosos que eran para ser los nuevos "líderes" de aquella expedición, pero todos caían en el mismo problema, una y otra vez. Ellos eran científicos, hombres y mujeres -para sorpresa de Jesús- dedicados al estudio de uno o diversos temas. Algo que sería como tratar de ver debajo de la Alfombra de la casa de Dios.

-¡Me niego rotundamente a seguir a esos que dicen hacer "siensia"!. -Exclamó Jesús Yrion con pasión- ¿Qué ha hecho la "siensia" por nosotros?. ¡La bomba Nuclear!. ¡La Hepatitis B!. ¡La gravedad!. ¡Y esas máquinas que vibran que algunas mujeres se meten en... para invocar al Diablo!. ¡La "Siensia" no es la solución a nuestros problemas!.

El hombre negó con la cabeza con efusividad. Por suerte para esas almas descarriadas y perdidas él aún seguía siendo miembro de la Iglesia, o algo así, se sacó el título por internet; lo único que necesitaba era darle el número de tarjeta de crédito a un canguro y una impresora para imprimir su título como Sacerdote y su alzacuellos.

-¡En cambio la Religión nos ha traído cosas hermosas y ha demostrado su eficacia!. ¿Acaso nadie se acuerda de la quema de brujas de Salem?. ¡Pues ahí lo tenéis damas y caballeros!. ¿Véis alguna bruja raptar a vuestros hijos y convertilos en sapos o tener problemas con los controladores aéreos?. ¡Pues eso!. ¡Gracias a la Religión hemos podido hacer lo que la "siensia" no se atrevió!. Así que... La decisión es evidente: YO soy el único candidato válido.

¡Por la santas barritas de Rhonda! Lancé un gritico ahogado y me lleve las manos a las mejillas.

Si había algo más feo y desagradable que el bicho, era un perro con mutaciones de bicho. No entendía por qué el afán de meter al campamento todo lo repugnante que encontraran por ahí...acaso no habíamos hablado de medidas de higiene?

-La noche anterior había sido todo un caso, era apenas lamentable que el Mayor no estuviera allí, pero así como otros miembros del equipo, ya había manifestado mi inconformidad con dejar al bicho en el campamento, por lo que supongo que lo mínimo era que aceptaran las consecuencias.

-Señor Ellis.....Alcé mi mano tímidamente.....Señor Ellis....ejmmm.....me aseguré de que volteara a mirarme antes de continuar...Secundo la moción de gafas, y concuerdo con el resto que apoyan su candidatura.

 -A mi parecer, usted es la persona más idónea para liderar ya que conoce de protocolos, medidas de bioseguridad y maneja una posición neutral-

Ahora quisiera decir que discrepo de la señorita Stuart, ya que no estoy de acuerdo en que sea un científico el que lidere esta misión....así como lo dijo...es probable que entren en un conflicto entre ellos por teorías o a ver quién tiene la razón. Así que antes de meternos en ese circo al resto de los mortales, sugiero que sea el señor Ellis, ya que Habían propuesto a Rhonda pero no queremos distraerla verdad?...una mujer que haga fantásticos estofados necesita tiempo hasta de ocio.

Terminé allí, me prendí un pucho y esperé a ver en qué resultaba todo esto.