Partida Rol por web

Cuando Ostap lo alzó por los aires, estuvo a punto de pedir ayuda. Pero, literalmente, se había quedado sin aliento. Tardo en comprender unos segundos que las acciones del cocinero eran una forma de alegría social. Recordaba haber visto a los mejores jugadores del equipo de rugby se alzados en brazos después de una victoria. Se había mareado un poco, trató de mantener la compostura. “Tengo un amigo” pensó tontamente, pero no era el momento para eso.

—Eh…gracias Ostap…—dijo con voz queda y plena sinceridad, pues había en esas tres palabras una carga dramática de noches de viernes solitarias y llamadas telefónicas que nunca había recibido. Pero esas cosas no importaban. El nuevo orden del mundo, entre aquellas cuatro paredes, tenía otro ritmo ahora.

—Si Jack es humano, entonces el señor Yrion nos ha mentido. Y solo esa Cosa tendría motivos para mentir —contestó el informático, algo más calmado, a la doctora Takeno —. Entiéndame doctora. Mi ciencia es la programación, y la programación más básica que existe son los números. Soy, o debería ser, la última persona en creer en alguien como el señor Yrion, que es todo palabras y fe. Pero ha dicho una verdad, y puede ser para engatusarnos o porque realmente sabe lo que dice —se encogió de hombros —. He dado un paso al frente. Hay que hacer que esa Cosa salte.

Ben veía como su pequeña bola de nieve se había convertido en algo grande y terrible. Confiaban en él. ¿Era porque veían su racionamiento o porque les guiaba la desesperación? Él no era un líder, allí estaba Ungâk, silenciosa, impávida como la nieve, sensata como una madre. Él no era, ni podría ser, una figura relevante. Quizás se había visto henchido de las mieles de la victoria al haber tenido la suerte de sobrevivir a su primera pelea con aquella criatura. Su primera pelea en toda su vida. Hasta entonces solo había recibido golpes.

“Se te dan mal las personas Ben. No sabes juzgar sus emociones. Respecto a las tuyas, solo tienes miedo. Por eso te tiembla la voz cada vez que hablas, por eso tu voz carraspea antes de arrancar y tu mirada se desvía cuando alguien se dirige a ti. Esquivo, pequeño. Cobarde”.

Y ahora todas esas personas, hombres y mujeres de bien, confiaban en sus palabras. Suponía que un clavo ardiendo era suficiente estímulo en una tierra helada como aquella.

Miró el bote de las votaciones, su voto al descubierto estaba dentro. Jack. Volvió a analizar sus teorías. O el señor Yrion le había engañado y Jack sería acusado injustamente, o Jack mostraría su verdadera cara.

Se colocó bien las gafas.

—Rhonda, entre nosotros está el enemigo. No puedo desvelar los motivos de mi certeza porque entonces esa Cosa lo sabría. Pero me alegro de que dude de mí —buscó una silla para sentarse, le temblaban las piernas.

Descubrió, tontamente, que ya estaba sentado. Todo le daba vueltas. Demasiada presión. Todos parecían mirarle. Amigos y enemigos. Aliados y rivales. Diablos, él no era nada valiente. Ni siquiera podía aguantar ese escrutinio sin sentir náuseas.

Por fin, una detractora. La señorita Thurston. No, claro que no le había cogido mucha estima. Nadie lo había hecho. Ni siquiera después de tanto tiempo trabajando juntos en la expedición.

—Sé que usted es humana. Lo sabía antes de separarnos y lo sé ahora, que nos hemos vuelto a ver. No hay ningún sentimiento aquí, solo certezas y fría lógica, pero me temo que no puedo explicar más.

Se puso en pie, el mundo había dejado de girar. Se sentía como un anciano de ochenta años después de correr la maratón; los músculos de chiche, el corazón como un motor sin limitador.

Su forma de pensar le había llevado a otra deducción aterradora. No había mostrado su “arma secreta”, pero sí se había alzado como un Conocedor de la Verdad, que hubiera dicho el señor Yrion. La Criatura podría  considerarle una amenaza, porque desde luego ella sabía quiénes eran humanos y quiénes no. Podría tratar de asimilarlo o, simplemente, de asesinarlo. En cualquier caso sus palabras habían llegado a sus aliados, la verdad no podía ser borrada.

En una situación como aquella, no podía hacer más. Eso, curiosamente, le dio una paz extraña.

Me quedé mirando a Ben claramente estupefacto ante aquella proposición, sí no fuera en otras circustancias hasta lo encontrario divertido:

---No sé sí es un chiste muy negro o eres completamente inhumano ¿votar a mi mismo para lincharme? Que te den, total, aunque no vote parece que la cosa no va a cambiar- digo mientras saco un papel y comienzo a escribir con gesto hosco- Es curioso que prefieras al predicador que lo único que hace es gritar y sembrar el caos a mi pero bueno, cada uno saca sus conclusiones y dado que el querido ruso ese  va a votar lo mismo que tú voy a permitirme hacer esto igualmente, me la suda ya- digo mientras muestro mi voto que pone claramente "BEN" en él y lo pongo en el tarro con gesto de hastio- Espero que ardais en vuestro infierno personal por vuestros actos, porque de haberme equivocado por lo menos dos veces tendria un poco de decencia y me suicidaria con tantas muertes "equivocadas"- digo mientras me sentaba y daba la espalda al grupo 

Todas las discusiones se habían centrado en Jack, el cual apenas conocía realmente, al igual que Jefrey con quienes menos trato tuvo y tenia actualmente.

-¿Por que estáis tan seguros con Jack? -Era algo que no llegaba a entender sobre la seguridad de los presentes varones, tal vez algo que pasara el día anterior o puede que se había perdido algo importante en las conversaciones de hoy, ya que estaba ligeramente mas distraída que el resto. Pero había prometido comprometerse de aquí en adelante, por el cargo heredado que ostentaba. Así que pregunto escuetamente, por si alguien tuviera algo mas que decir ademas de que Jack fuera una persona nerviosa o que gritara a la primera, dos actos totalmente normales a su parecer si estaban culpándolo desde el minuto uno.

- Sintiéndolo mucho, creo que voy a conservar el primer voto que tuve claro hoy, a fin de cuentas parece que se está sorteando un interrogatorio y Jack tiene todas las papeletas. En serio espero que entre todos podamos hacer un muro entorno a quien salga votado para que no sufra la muerte que nuestros anteriores seleccionados... Yo voy a votar por Jr...- Deposité mi voto tras garabatear las dos letras con las que identificaba a Jeffrey Jones Jr. Clark y tomé mi petaca para tranquilizar un poco el pulso (not!)

Estaba escuchando la discusión hasta que apareció la voz tranquila de Ungak en el fondo...

Por mi parte no tengo certeza de que Jack sea asimilado...

Hice una corta pausa

Sin embargo, nos ha parecido curioso que ha votado dos veces en blanco, razón por la que pensamos que hay una posibilidad de quiera pasar desapercibido, y cómo ya lo hemos mencionado, en este punto y sin mucha información, cualquier comportamiento errático o que permita dar insumos de otras intenciones es lo que más cala.

Me metí las manos al bolsillo, pues no podía evitar la incomodidad que me generaba la poquísima información que teníamos.

En realidad no tengo claro mi voto, así que Ungak, o cualquier otro. Si tienen información más relevante que la que se ha proporcionado....bienvenida sea.

En mi caso, tengo fuera de duda a Ben, por lo que a Zhou, Ostap y Ellis. y a pesar de los desvarios de Jesús, creo que también es humano.

Viendo como Jack y Rhonda variaban sus votos a otros objetivos, un escalofrío recorrió la espalda de Jesús, no era para nada lo que las enseñanzas de las Sagradas Escrituras estaban diciendo. Y para demostrarlo, citó a Corintios 1:10 para así atraer la atención del resto de los votantes.

Les suplico, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos vivan en armonía y que no haya divisiones entre ustedes, sino que se mantengan unidos en un mismo pensar y en un mismo propósito.

1 Corintios 1:10

-Si dividimos los votos tan solo haremos que más gente sufra, debemos permanecer unidos, juntos bajo un mismo propósito, bajo un mismo estandarte. Pues es evidente que los Demonios con su mente de colmena es lo que harán. Tratarán de trabajar juntos en nuestra espalda o ante nuestras caras para eliminar a alguien...

Cierto, Jesús lo había dicho bastante claro en esta ocasión, no estaban votando para interrogar, tampoco para encerrar, estaban votando para que el elegido fuera brutalmente asesinado por algo o alguien que los estaba acechando desde el exterior de aquel grupo, y eso era algo que él no comprendía.

-No entiendo porqué vosotros "hombres y mujeres de ciencia", no podéis reconocer los patrones. ¡Si es más evidente que cuando Jesucristo aparece en las Tostadas!. A los que señalamos y apartamos, todos ellos terminan muertos. Por lo que si vamos a aislar a alguien, aislemos a uno de esos demonios. Y si alguien cree que "el interrogatorio" va a resultar sin el "interrogado" muerto... es porque está más ciego de lo que me temía al principio.

Echó un vistazo a Ben Hudson, negando con la cabeza convencido de que algo estaba pasando por ahí. Con una leve mueca, el hombre de Dios hablaría con claridad y esperaba que esto fuera algo que todos escucharan con especial atención, a fin de cuentas, quizás no quedara mucho más tiempo de Jesús.

-Ben, pese a que confío en ti pues has sido víctima "casual" de tres votos en reiteradas ocasiones; no creo que todo esto sea casualidad. ¿Por que me acusas a mi si Jack resulta ser inocente?. Si eres tú el que le ha señalado a él. Si votáramos contra Ostap y resultara él ser inocente, entonces aceptaría saltar a la hoguera de cabeza por llevar con mis deducciones a un mal lugar. ¡Pero la muerte de Jack estará en tus manos, no en las mías!.

Bajando la cabeza, Jesús eleva su voto, visible para todos "Jack".

-Yo votaré por Jack, como he prometido. Si resulta ser culpable, me disculparé contigo, Ben y te seguiré hasta el fin de este mundo y en el otro mundo si hiciera falta, a no ser que seas Judío, Musulmán o un maldito Protestante... Pero si Jack resulta ser inocente, entonces mis sospechas cambiarán. Usted será mi segundo mayor sospechoso, justo detrás de Ostap...

La votación iba llegando a su fin y tenía que decidirme, así que tras escuchar a la mayoría emití mi voto en un papel acompañado de algunas palabras.

- La verdad, que no sé muy bien quien podría ser quien esté entre nosotros y no sea como nosotros pero, también lo haré por Jack, por los razonamientos que habéis dado creo que podría ser un infectado, igualmente, sigo pensando en que si lo interrogamos quizás podamos sacar algo en claro, no querría volver a ver como muere un compañero inocente.

Dejo el voto en su sitio.

Las acusaciones cruzadas continuaban... todas basadas en suposiciones, excepto las que hizo Ben, y él se guardó para si el cómo podía estar seguro...

¿Mentía o decía la verdad? Mucho me temo que pase lo que pase jamás lo averiguaremos...

Y mientras...

Y mientras seguimos en un punto muerto...

Maldición...

Me levanté y me acerqué al bote donde íbamos depositando los votos... tras lo último que dijo Jesús parecía más un pasaporte al cadalso... ¿y si nos equivocábamos otra vez?

Compañeros... alienígenas... ahí dejo mi voto. Que dios se apiade de nuestras almas...

Jamás en mi vida había acudido a la religión... no sabía por que lo había hecho ahora... pero lo hice.

Al parecer las explicaciones era simplemente infundadas fruto de las votaciones, seguramente el único hecho que todos pudieran contrastar y evaluar. Era el método en el que Ungâk pensaba que pudieran encontrar debilidades y alianzas y a esas alturas del día, sus compañeros ya habían elegido basándose en parte en ese método, por lo que ella no tenia mucho mas que decir, en parte se sentía aliviada porque no tendría que decidir ningún empate, visto como se estaba dando la discusión y en parte taciturna por no encontrar lo que buscaba.

- Starman!!!- Grité de improviso dando una sonora palmada, casi asustando al resto con mi voz- ¿Han visto esa película?

Malditos americanos, no ven ni sus propias películas.

-De los 80. Umm... de John Carpenter.- Chasquee los pulgares buscando apoyo.- Como se llamaba este actor... del Gran Lebowsky... Es igual. Starman. Esa película trata sobre alien metido dentro de cuerpo humano.

Señalé a Jeff. Lo que iba a explicar, al menos en mi cabeza sonaba bien. Veremos en mi boca.

-Ese alien deber acostumbrarse a cuerpo humano porque no saber hacer nada tipo humano. ¿Da? ¿Da?- Sonreí.- Eso me lleva a pensar que Cosa no fue selectiva primerra ves, al menos. Esa cosa no sabría a quién elegir. Imaginarros que vosotros ser alien. Llegáis planeta y necesitan sobrevivir. ¿A quién come parar sobrevivirr? ¿A hombrre con gafas? ¿A mujer con pelo rojo? ¿A hombre gordo y grande?- Alce el mentón satisfecho.- No saberr a quién elegir porque no saberr quién serr más útil. No saberr quién serr quién. Por eso, Cosa da igual quien comer primerr dia. No entender sobre quien mejor o peor, simplemente querrer sobrevivir.

Pero llegaba el gran pero.

- Después de eso, con inteligensia humana, quizá si poderr elegirr. Quisá. Perro eso poner en el ojo a gente cultivada...

Tampoco es que fuera a ningún lado. Aunque quizá eso si fuera algo a tener en cuenta. ¿Los mas listos serían los elegidos?

- Niet! Doctorra... Tia Ptroska buena maestra en arte de seduccion y enseñar Ostap- Dije orgulloso sonriendo bobaliconamente.- Mejor que Mata Harri. De hecho, en concurrso de baile, Mata Harri perdió contra tia Ptroska. Un día yo enseñar, bailar, querrida doctorra.

Luego el predicador sin rebaño le dio por mencionar otra vez mi nombre. Esta vez solo hice rodar los ojos hasta ponerlos en blanco.

- Querrido amigo Yrrion. Por lo que veo usted solo vota con el único pretexto de no salir o que no haya empate entre usted y otro. Con tal de que no salga usted en votasion está todo arreglado. ¡Es usted un chaqueterro! Al parrecer es un buen estratega pero mal compañerro. Perro no gastarré mas saliva con este hombre.

Me volví hacia Ungak.

- Me temo señorritaa amante de perros y con nombre parresido a cuando atraganto con Grog, que no tengo motivos contra Jack. Ser por descarte: el rresto no me parresen que tengan más motivo de culpa. Tampoco Jack. 

Me encogí de hombros y miré a Lyra.- Me temo que Jack serra humano. Confirmarrlo me clarrarrá muchas cosas, y entonces...- Mi cara se volvió un poco oscura.- ...Podrré decir con segurridad quien es cosa al 100%. Al menos una de ellas.

Por supuesto que Zhou dejaba los sentimientos a un lado. Al menos en la mayoría de sus decisiones. Aún temblaba por la cuerda floja sobre la que algunas habían puesto a la doctora.

Estaba acostumbrada a que sus palabras sobre la estima se confundieran pero tenía por seguro que su mensaje había llegado igualmente al señor Hudson, así que se ahorró toda aclaración.

Se abrazó a sí misma cuando Jack habló consciente de que las palabras de ese hombre, o asimilado a uno, reverberarían en su mente si el experimento por el que había apostado fracasaba.

Takeno les había acusado al inicio de la semana de ser crueles seres de ciencia y ella recordaba como esas palabras la habían llegado a ofender y avergonzar, y, sin embargo, volvía a tropezar con la misma piedra. Solo que esperaba que esta vez, llevara razón.