Observo entrar a la mujer, con una sonrisa en los labios me retiro un poco de Will, me dirijo a la puerta para verificar que nadie la ha seguido, cierro la puerta y voy hacia ella.
-Bien, ahora toma, métela en el carrito, hazle una marca o ponla en un sitio especial, lo que prefieras- le dijo en susurros, cojo la botella de la mesita y se la entrego a la azafata -Es importantísimo que no te equivoques de botella... Ahora vete y para no levantar sospechas y ofrece un trago a todos en general, si él te pide su gatorade, se la das-.
Y tras darle una ligera palmadita amistosa en la espalda agrego -No te preocupes que ese bastardo no volverá a abusar de ti-.
Se la ve algo nerviosa, pero logra componer una sonrisa y asiente a lo que le propone Liz. No tiene idea de que es lo que va a sucederle a Birdman pero no le interesa tampoco. Comienza a irse cuando se da vuelta y abraza a Liz con fuerza, articula un estrangulado "gracias" y se va.
Ven aparecer otra vez a la azafata, lleva el mismo carrito cargado de bebidas, sonrie y lo maneja con maestria. Mientras se va acercando pregunta.
-¿Alguien quiere una bebida? ¿Algo para comer?- su voz suena algo mecanica, suponen que es por tener que decir eso tantas veces en tantos vuelos.
-Quedate aquí, ahora vengo... pon una peli si quieres- Le digo a William. Acto seguido salgo por la puerta en dirección al baño, esperando escuchar lo que pasaba fuera.
Perfecto. Disfrute del trabajo. El pago lo tendra en cuanto aterrizemos, si me gusta lo que haces puede que requiera mas veces tus servicios. No les digas que la paliza va de mi cuenta.
Dicho esto me vuelvo a mi asiento.
¿Puedes darme un bocata o algo de comer, maja?-digo a la azafata mientras pasa-Y un vaso de Whisky o similar.
Es entonces cuando me canso de los cuchicheos del calvo y el mariquita del sombrero. Como parece que implicaba al joven de la navaja, me acerco a él y le digo:
Disculpa-digo mientras le doy una palmadita amistosa en el hombro-de toda esta congregación de furcias y locos, pareces el único decente. No nos hemos presentado, me llamo Bob, Bob LeBlanc. ¿Cómo te llamas? ¿Que te trae por aquí?
-Por supuesto señor LeBlanc- dice Jessica sirviendo lo pedido-. ¿El señor Crowley quiere algo?- Pregunto antes de continuar su recorrido
Mientras la azafata dejaba unas bebidas a Bob, Samuel la observa un segundo, le moja los labios con la lengua y dice.
-Hey, dame mi bebida, estoy sediento- ladra la orden y se recuesta en el sillo esperando que se la traiga. Jessica le tiende una botella de gatorade y se aleja rapidamente, ni siquiera lo mira. Samuel sonrie y abre la botella bebiendo la mitad del contenido en menos de dos tragos-. Muchas gracias.
Mientras la azafata dejaba unas bebidas a Bob, Samuel la observa un segundo, le moja los labios con la lengua y dice.
-Hey, dame mi bebida, estoy sediento- ladra la orden y se recuesta en el sillo esperando que se la traiga. Jessica le tiende una botella de gatorade y se aleja rapidamente, ni siquiera lo mira. Samuel sonrie y abre la botella bebiendo la mitad del contenido en menos de dos tragos-. Muchas gracias.
Te lo puse a ti sola, para que los demas no sepan que estas oyendo. Solo podras escuchar lo que digan en voz alta
Tras oir aquello no pude evitar sonreir. -Estás despedido!- me digo a mi misma riendo en silencio.
Me meto en el baño, aunque no tengo ganas, tengo que disimular. Tras entrar, cierro la puerta y pego mi oreja para intentar seguir escuchando.
William no lo podia creer ya le encantaba esta mujer era toda una rebelde y todavia no le importaba que pasaba, cuando estaba con ella, el cuidaba la puerta y esperaba ver que pasaba con la gente, al ver que nadie veia esperaba a que terminara con toda sus cosas, al terminar le da la botella a la azafata y luego ellos vuelven hacia la sala de pelis, pero Liz se va al baño a ver que tal, cuando lo hace la sigue pero la cuida de a distancia, no iba a dejar que nadie la tocara aunque tenga que hacerle daño.
No presto atención a nada, simplemente me dedico a mi música. No me importa el mamoneo que se traen, eso es cosa de crios...
sigo a mi bola, si nadie me habla, no hablo, para que....
En ese momento, el hombre al que he ayudado con la botella, pregunta sobre mi. -Soy Taylor Crowley, no vengo por nada en especial, solo quiero comprobar una cosa..- Le digo con una media sonrisa, pues era verdad, quería comprobar un tema, y estaba cerca......
Cuando vuelvo a mi asiento, le digo a Paula:
-No te preocupes, me encargare de darle su merecido a Birdman. Pero mientras no tengamos armas creo que no conviene meterse en sus asuntos.
Hacia ya un buen tiempo que estaban en el aire, no tenian idea clara de cuanto tardarian en llegar, pues no sabian desde donde habian partido. El ambiente podia ser cortado con un cuchillo, aqui y alla se armaban susurrantes charlas y las miradas iban de un punto a otro. Pero la mayoria se conformaba con ignorar al resto.
Escuchan un chasquido, ya lo conocen, por lo que no se sorprenden al escuchar la voz del piloto. Su voz suena relajada, pero su mensaje no es del todo tranquilizador.
-Saludos, por favor permanezcan en sus asientos. Estamos por entrar en una tormenta electrica, asi que por protocolo todos deben estar en sus asientos y con los cinturones bien asegurados. Muchas gracias- un nuevo chasquido finaliza el comunicado.
El unico que no parece hacerle caso es Samuel Birdman, quien tiene la cabeza apoyada contra el cristal y parece dormir como un tronco. De todos modos jamas podria ponerse los cinturones. A travez de los cristales logran ver muchos relampagos pero ningun trueno, suponen que o la tormenta esta algo lejos o el avion absorve todo el sonido para el confort de los pasajeros.
Me abroché el cinturón, estaba un poco nerviosa, el avión me daba un poco de miedo, y mucho más si había una tormenta.
Miré a Vladimir Ahora el señor Birdman es lo que menos me preocupa, estos aviones están preparados para este tipo de tormentas, verdad?
Si, en teoria si, pero como el avión se sacuda, la Samsagaz aplastara a alguien.
Dicho esto, intento despertar a Birdman a gritos.
Birdaman, hace caso omiso a las llamadas de Vladimir. Parece una enorme ballena varada en su asiento. Un rayo ilumina el rostro del calvo, pero tampoco parece despertar por esto. La tormenta ahora esta sobre el avion.
Bueno, no voy a ser tan indiscreto de preguntarte que es lo que quieres comprobar, es asunto tuyo-digo a Taylor mientras devoro mi bocata. Por cierto ¿que piensas de esos dos?-señalo con discrección al hippie del sombrero y al gigante sin pelo. Hace un rato no hacían más que cuchichear mientras nos señalaban, y es obvio que se conocen. Espero que no tramen nada raro.
Me abrocho el cinturón cuando escucho el mensaje del piloto. Parece que Zeus ha vuelto a enfadarse con los pobres mortales.
Al ver que Paula se preocupa, le cojo de la mano (xd) y le digo con voz dulce:
-Tranquila, yo estoy aqui. No pasara nada.