Partida Rol por web

Magreandoos si, fornicando como animales.. no XD sobretodo porque esto es una partida -18 y luego porque para que quiera sexo al primer vistazo al menos un critico de 3 o 4. XD

Mientras estoy en el voluptuoso escote de Blancaflor, la digo— Vamos para arriba. Tú no te preocupes, que ya sigo yo...

Dicho esto, buceo un poco en el escote, a la espera de que la dama comience a subir, y yo a hacer guarreridas.

Un poquito de esto y un escuptiajo GGGGzú . - Verne ríe al oler su pócima, esperaba haber cambiado la poción de disfraz por una de polimorfar.... quien sabe, cuando entonces empieza a saltar todo y el polvo cae sobre ella haciéndole mover las orejas identificando el peligro inminente - Ui ui ui , dejaos de buscar conejeras y salgamos de aquí ¡Mariquita el último! - Verne pone en práctica aquello que mejor sabe hacer: Correr. Sube las escaleras al galope, como si le persiguiera un galgo, no pretendía que saltara ni una sola astilla más de piedra sin que ella estuviera ya arriba

Mientras el gnomo se ubicaba cómodamente entre sus pechos, la joven doncella tuvo un flash de la fiesta que habían montado luego de derrotar al último hechicero, que la perturbó; pero las caricias y piropos que Claus le estaba propinando hicieron que aquellos recuerdos se disiparan y tan solo tuvo cabeza para concentrarse en lo que allí ocurría... mejor dicho, lo que a ella le ocurría.

-Ejem... sí... supongo que tenemos que avanzar... verdad Clausito de mi corazón?- la chica toda sonrojada, acarició la barbilla del gnomo y comenzó a subir las escaleras, sintiendo que su temperatura subía por momentos. Tan ocupada estaba en no tropezar con los escalones que apenas notó que el hamster, quien había demostrado una valentía sin igual en las anteriores ocasiones, corría despavorido en la dirección contraria. Seguramente esté buscando alcohol... voy a tener que hablar seriamente con mi Clausis... no podemos tolerar que llegue a casa cada noche como una cuba! no señor, algunas cosas van a tener que cambiar.

En tanto correis por las escaleras, aunque Blancaflor y Claus están más metido en hacer cosas ciertamente indecentes/inoportunas en medio de una persecución, pero el amor no espera a nadie piensa Blancaflor (en tanto que Claus piensa que tiene un par de razones para estar distraido cuanto menos.)

Finalmente se puede vislumbrar desde los cascotes unos enormes ojos rojos que destellan malignidad, algo como un olfateo os llega desde abajo, antes de que los últimos cascotes salgan volando ante la presión que hace la criatura por escaparse y podais ver a lo que os enfrentais... Tiene las orejas enormes, unas poderosas patas y dientes capaz de cortar una enorme piedra... Tambien una algodonosa cola, pues lo que os esta persiguiendo es un inefable conejo gigante del espacio no en miniatura, uno de los enemigos de la raza de hamsters a la que pertenece la montura de Claus y parece bastante cabreado, empieza a saltar sobre los escalones que se van derrumbando según da los saltos hacia vosotros...

-Estooo, Verne, te importaría hablar con tu hermano? O Claus, he oído que con un conejo gigante del espacio exterior puedes hacer un asado y cerveza para toda una vida.

Sigo subiendo escaleras arriba, confiando en que el estómago de Claus sea mayor que sus indecentes pensamientos.

—¿Conejo gigante del espacio? —Comento saliendo de entre las pechugas de Blancaflor para asomarme y ver que ocurre. Aterrado, desde mi posición, le digo al resto— ¡Corred insensatos! ¡No querréis ver a uno de esos enfadados!

Si no fuese un gnomo gigante del espacio en miniatura saltaría del busto de la muchacha y me dedicaría a correr, pero dado que tengo las piernas cortas, sólo puedo esperar a que Blancaflor me haga caso y corra como una descosida escaleras arriba.

La joven Blancaflor estaba más allá del bien y del mal, disfrutando de la extraña pero placentera sensación de tener al gnomo alojado bien cerca de su corazón (hay que hacerlo parecer romántico!) cuando el conejo gigante apareció, dejándola totalmente embobada.

-Pero... que criatura tan bonita!!! es mucho más linda que la rata que encontramos en la primera taberna. ¡Ay! que belleza, que ternura!!!- pestañeando locamente, la muchacha decidió que tenía que enterrar sus manos y su cara en el pelaje del ser que los acechaba y sin hacer caso de lo que había dicho Claus, se dirigió cantando hacia él.

-Conejito bonito, lalalala... juguemos en el bosque, lalalala... ven aquí precioso, lalala...

A pesar de las razonables intenciones de Claus de sobrevivir para beber otro dia, Blancaflor se encuentra hipnotizada por la suavidad de vuestro enemigo, por lo que se dirige hacia la algodonosa maquina de matar que se os acerca en terribles saltos, mientrás que Verne y Gregory ya están a punto de llegar a la parte de arriba donde les espera una puerta, quizás donde se encuentre el mago y la infortunada princesa.

El conejo gigante del espacio parece que le dan igual los "maullidos" que le dedica Blancaflor, al parecer esta siguiendo al hamster de Claus su enemigo natural, en tanto que pronto una enorme cabeza de conejo se encuentra al lado de Blancaflor y puede ver entre los dientes amarillentos a un Phil, no... miento a alguien muy parecido a un Phil, pero no uno de ellos con una sotana raida por los poderosos dientes del roedor que al ver al gnomo y a la muchacha os dedica :- Buenas, les estrecharia la mano pero estoy algo indispuesto, ¿No tendran una zanahoria o algo a mano?-.

Al ver que Blancaflor se dirige hacia la criatura, lo único que puedo hacer es decirle con voz melosa— Pero tonta, ¿no ves que esa criatura seguramente nos hará trizas? Venga, déjala. Yo luego, si quieres, te dejo acariciar a mi hámster, que es más blandito y mullidito.

—Venga, vamos, anda... —Digo como último recurso para salir de allí. Aunque escapase, necesitaría unas piernas más largas. Necesito que alguien corra por mí.

Cuando llego arriba, miro a Verne y susurro: Espera, ya sé que hacer.

Me acerco a la puerta y golpeo con mis huesudos nudillos.

-Holaaa, ¿se puede?

Ante todo uno debe comportarse como un caballero, que ya bastante con ir tan desarrapado y entrar en las casas de los demás como si fueramos ladrones.

Blancaflor escuchó las palabras de Claus sin comprender por qué quería alejarse del conejo. ¡Si era taaaaaan bonito! Y además educado. Tan solo estaba por ahí en busca de una zanahoria. -Espera un momento, yo no tengo pero conozco a alguien que sí! ¡¡¡NO te vayas!!! enseguida volvemos!- sin perder tiempo, la chica corrió cuesta arriba la escalera para dar alcance a Verne, porque si ella tenía un conejo como compañero, era lógico que también tuviera zanahorias en su bolsa. Al llegar allí vio que Gregory golpeaba la puerta muy comedidamente.

-Estemmmm, ¿a quién has venido a visitar? ¿Tenías amigos aquí y no nos lo dijiste? muy mal... muy muy mal Gregory... pensé que éramos amigos... ayyyyyyyyyy... en fin- se giró levemente hacia la chica conejo -Hey Jay... tendrás algunas zanahorias extra? es que nuestro nuevo amigo tiene hambre- dijo señalando con total despreocupación al gigantesco conejo que se encontraba más allá.

Claus ve con alivio que la desquiciada dama en apuros al final le hace caso, pues a pesar de ver como se esta comiendo a un tipo todavia cree que el conejo gigante es muy mono, en tanto el hombre en el interior de su boca grita:- No aprietes, no sabes lo que duele esto, además estas dejando la torre echa un cisco como mi hermano se entere veras la que nos monta...-Pero parece que lo que quiere es cazar al hamster de Claus, su enemigo ancestral que desgraciadamente por cosas del viaje interestelar se ha quedado reducido, sino le habria hecho frente...

Ante la propuesta por una zanahoria de Blancaflor, Verne le hace oidos sordos, esta más atenta a lo que dice un enorme libro del que saca sus formulas, al parecer no encuentra el último elemento que le falta para uno de sus potingues. En tanto Gregory escucha una voz grave que le indica:- La puerta esta abierta, podeis pasar... Elegidos.-

Ante las palabras del otro lado de la puerta, salto del escote de Blancaflor para abrir la puerta y ver que hay en el otro lado... Aunque creo que me lo imagino.

Me pregunto dónde estará mi hámster, se va a perder toda la diversión.

Entro en la sala y me quedo sujetando la puerta con una mano y mi espada con otra mientras digo:

-Señoritas, si gustan...

-Claus no me dejes!!!- Blancaflor se sintió abandonada cuando el gnomo saltó fuera de su escote, pero la voz de la recámara y la galantería de Gregory le recordaron que tenían otros asuntos urgentes entre manos.

-Ufa, está bien!!! pero se supone que fui educada para ser rescatada, no para que me tenga que partir las uñas y chamuscar las puntas de mis cabellos tratando con indeseables como ese que nos espera en aquella habitación!- Con gesto refunfuñón pero postura elegante, la joven dama cruzó el umbral, siguiendo al gnomo mientras esperaba que Verne la siguiera y el zombie cerrara la marcha como era debido. Por fin iban a verle la cara al tipo que había montado todo aquel jaleo al secuestrar a la princesa "yonopuedorescatarmeayúdenmeporfavor" y los había hecho recorrer medio disco tratando de alcanzar su torre.

El hamster no se hace de rogar pasando dentro de la gran habitación como un torbellino, pero más para escapar que para atacar a quien os ha hablado. Gregory cede caballerosamente el puesto para entrar, para que las damas entren primero, lo que Blancaflor agradece y Verne simplemente pasa mirando su gran libro, aunque Claus se adelanta a las demas por eso de querer sobrevivir a toda costa. Cuando cerrais la puerta detras vuestra se oye un batacazo contra ella, el conejo gigante esta intentando tirarla abajo, pero hay algo en la sala que os asombra más...

El lugar es enorme, demasiado grande para una torre con tan poco diametro, esta todo lleno de columnas adornadas con los más ricos tapices y por la sala se pueden ver hermosos trofeos y objetos de oro con incrustaciones preciosas. En el centro de la sala se encuentra la princesa que flota en un halo de luz proyectado por una especie de reflector, antes habian 3 de ellos, pero dos están apagados, la muchacha es más hermosa que cuando os aparecio en ese especie de holograma. Pero lo que más os ha sorprendido de todo que quien os ha hablado y esta en el trono no es otro más que... Phil, o al menos uno de ellos, aunque lleva un traje bastante vistoso de mago con un cayado de acero con su gema en la cima, al veros pasar a la sala y con 50 metros de distancia entre vosotros se siente seguro para hablar:- Al fin habeis llegado hasta aqui, una lastima que mis compañeros no pudieran pararos los pies, pero quiero haceros una pregunta antes ¿Que os ha ofrecido la princesa del infierno para que le sirvais? No sabeis cuanto sufrimiento llevariais a estas tierras, ya se ve sus primeros coletazos con la resurreción de los castigados en el infierno. ¡Hablad elegidos del mal!- Entonces la voz cantarina de la princesa os habla a lo que Phil no puede más que poner una mueca de asco:-No le hagais caso queridos, solo quiere engañaros para que no termineis vuestra misión y poder recompensaros, además mi querido gnomo tenemos una cuenta pendiente ¿No?-

La torre y sus tapices son muy bonitos, pero a mí no me gustan. No obstante, avanzo junto a mi valeroso roedor súper vitaminado y mineralizado. Por fin, cuando todo se descubre, y el malo maloso es Phil, no puedo evitar decir— ¿Esto es alguna clase de sorpresa dramática? Yo ya sabía que eras tú. Lo que pasa es que seguirte el juego era más divertido...

Cuando habla, y dice algo de una cuenta pendiente, le contesto— ¿Ah sí? ¿Y qué cuenta es esa? ¡Porque no pienso pagar todo lo que me he bebido! ¡Es mi justa recompensa!

Al conocer la verdadera identidad del último de los hechiceros, Blancaflor se queda boquiabierta. Sabía que Phil era un engorro, pero no creía que lo fuera a ser tanto. Para colmo, venía con una cantinela que no tenía nada que ver con lo que les había dicho antes con lo cual, nada de lo que allí tenía sentido para la chica.

Cuando se disponía a decirlo, la melodiosa voz de la princesa se hizo oír, instándolos a no hacerle caso al mago Phil y luego, sin ningún decoro, le tiró los perros a su amado gnomo. Eso sí que era intolerable.

-Calla sucia mujerzuela. Tal vez lo que diga este Phil sea algo sensato después de todo... que desde que nos hemos puesto en camino, sólo han sido golpes y más golpes para nosotros y nada de fama, gloria, recompensa o lo que sea... ¿Por qué deberíamos creerte?- mientras hablaba, se iba interponiendo entre Clauss y la princesa. La doncella no iba a dejar que la primera arrastrada con un par de senos perfectos y cintura estrecha le quitara a su amado.