Partida Rol por web

¿Quién soy yo?

Un día cualquiera

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01/09/2010, 02:01
Viviane Olsen

La chica salió corriendo poco después de Edgar y sprintó hasta alcanzarle. No le costó mucho pues estaba en buena forma y llevaba yendo de un lado para otro unos cuantos minutos.

-¡Eh! ¡EH, EDGAR! –le gritó para que parase-. ¡Espera, joder! La Directora quiere que vayas a su despacho conmigo… y te ha prohibido hablar o hacer cualquier tontería. Está todo controlado… así que no vayas a montar la de Cristo Padre por el colegio. Sólo conseguirás… que la gente se asuste sin motivo.

Dada la noticia, Viviane se dobló sobre sí misma tomando aire y boqueando igual que si le hubieran soltado un puñetazo en el estómago.

-Dame… un momento.

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01/09/2010, 02:25
Donny Garrett

Miró al hombre que iba a llevarlos al Túmulo, después a Hécate y llevó a Ashley al vestuario de los chicos. Tuvo que ponerse a cuatro patas para entrar, y apenas lo logró con mucho esfuerzo. Dejó a Ashley en un banco y sin muchos miramientos arrancó la puerta de su taquilla. Después, pensando que cuando despertase Ashley también querría ropa, destrozó la taquilla de al lado también, pero estaba vacía, así que la del otro lado corrió la misma suerte.

La bestia de tres metros desapareció como si hubiera sido sorbida por el chico desnudo que quedó en su lugar, que se permitió flipar un poco antes de ponerse los calzoncillos. Se llevó las manos a la cabeza y respiró ruidosamente, con los ojos desorbitados, hasta que su mente estuvo lo bastante clara para pensar "joder, no estoy preparado para esto". Llevaba dos semanas siendo un hombre lobo, y sí, le habían explicado que luchaban todo el tiempo, pero no podía hacerlo. No es que no hubiera querido arrancarle el cuello de un mordisco a la versión grande y peluda de Ashley, que había querido, pero eso formaba parte del problema.

Se puso los pantalones y se volvió mientras se calaba el gorro de lana. Tenía diecisiete años, no podía ir por ahí matando gente, enfrentándose a monstruos como si fuera algo normal, y seguir asintiendo como si entendiera toda la mierda del Wyrm y vaya, realmente estaba desnuda.

Se quedó quieto unos instantes, como un ciervo deslumbrado por los faros. Después la cubrió con su toalla, desde las rodillas hasta la cabeza. Parecía un cadáver cubierto con una mortaja de tela absorbente, así que le descubrió la cabeza. Cambió de idea enseguida y volvió a cubrirle la cara mientras terminaba de vestirse. Se echó al hombro su bolsa de deporte y la de no-sabía-quién, envolvió a Ashley en la toalla con todo el respeto del que fue capaz teniendo en cuenta que estaba mirando hacia el techo así que no veía lo que hacía y se la cargó en brazos. Esperaba que Hécate hubiera terminado. Las chicas tardan más en arreglarse, pero ella no se tenía que peinar ni nada.

Volvió al gimnasio, supuso que saldrían por la puerta lateral para no tener que pasar por el interior del instituto. Como Ashley se despertase iban a tener un problema.

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01/09/2010, 02:32
Hécate

Hécate observó detenidamente como Ashley volvía a su forma humana y después retrocedió para escuchar a la directora y a Carcetti. Las voces de ambos, firmes y seguras, surtian un efecto calmante en ella. Agachó la cabeza asintiendo y, tras mirar a Donny, salió corriendo hacia el vestuario de las chicas mientras se transformaba en el proceso. Para cuando llegó a la puerta, su espalda ya era la de una chica medianamente normal.

Ella estaba acostumbrada a la desnudez. Había pasado toda su vida desnuda sin más protección que alguna que otra piel de oso y de ciervo, eso si era capaz de cazarlos primero, pues las Furias no es que fueran muy bondadosas en ese sentido. Si quería algo debía conseguirlo ella misma, así que los primeros inviernos de su vida fueron bastante frios. Sin embargo, a pesar de que ella estaba claro que no le daba ningún reparo, le habían enseñado que los humanos llamaban a eso...  Exhibicionismo y desorden público, y que no podía hacerlo bajo ningún concepto. Así que, con toda la concentración del mundo, se puso los pantalones sin darse cuenta de que las costuras estaban hacia afuera. El sujetador solo lo cogió para lanzarlo bien lejos, pues era demasiado complicado para ella. Después pasó directamente a la camiseta, que por algún milagro se puso correctamente, y salió a encontrarse con Donny.

-Voy yo primero -dijo con los ojos muy abiertos mirando al fardo que llevaba Donny a los hombros. Se preguntaba por qué Ashley podía ir cñomoda y medio desnuda y ella no. Unos minutos después estaba abriendo la puerta del gimnasio y dejando pasar a Donny hacia el aparcamiento.

 

 

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01/09/2010, 03:19
Donny Garrett

Hécate había tardado menos que él. Bien. Asintió y la siguió. En cuanto su compañera abrió la puerta se dio cuenta de que estaban en Noviembre y de que estaban en Illinois, así que hacía un frío del carajo y no se había puesto la chaqueta. Para Ashley era peor, pero no podía hacer nada por ella salvo intentar no darle una hostia en la cabeza con el marco de la puerta al salir. Con suerte inconsciente no se enteraría de mucho.

Le echó una última mirada a la mujer y a Larry Chang. Juraría haberla oído hablar con alguien aparte del otro tío, pero no estaba seguro. Tenía otras cosas en la cabeza. Tal vez por eso no recordaba el modelo del coche que tenían que buscar. Uno rojo. Pero como no quería ir buscando un coche rojo ocupado por todo el aparcamiento, y además el peso muerto que llevaba le mantenía suficientemente ocupado, decidió dejar que Hécate se encargase de guiarle.

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01/09/2010, 13:07
Director

La puerta del gimnasio se abrió y Hécate y Donny, ahora en forma humana, llevaron a Ashley a través del patio hasta el aparcamiento, donde el profesor Carcetti había ido poco antes. Edgar y Viviane hablaban en la zona del patio más cercana a la entrada del instituto.

El trío no tardó en desaparecer y volver a dejar a Edgar y a Viviane solos de nuevo.

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01/09/2010, 12:58
Edgar Rourke

Escuchó unos pasos correr tras él, pero no se dio la vuelta. El sonido era el de pies con zapatos, así que no sería uno de esos perrosaurios de ahí dentro. Siguió corriendo, pero su perseguidora, Viviane, se puso frente a él y lo detuvo. Le dijo que la directora les había hecho llamar a su despacho y no decir nada de lo que habían visto para que no cundiese el pánico. Luego la chica procedió a intentar recuperar el aliento tras la carrera. Edgar estaba en las mismas, en realidad. Aunque hacía un poco de ejercicio para mantenerse en forma, pues creía que eso era también importante para actuar, no estaba acostumbrado a arrastrar amigas fuera de un edificio donde monstruos pelean a muerte o a correr como si su vida dependiese de ello. Y su respiración irregular era prueba más que suficiente.

- ¿Sin... sin motivo? - dijo con dificultad - ¿Cómo puedes decir "sin motivo"? ¡Has visto lo mismo que yo ahí dentro! Y mi hermana... ¡Tengo que saber que está bien, mierda! Esto es de locos...

Sin saber muy bien por qué, empezó a reír. Quizá por lo surrealista de la situación. Se suponía que ese era un buen instituto, donde no aceptaban a cualquiera... Seguramente no aceptarían a alguien fichado por la policía, aunque fuese por una falta menor, pero al parecer bichos con aspecto humano sacados de "la invasión de los ultracuerpos" sí eran aptos para estudiar en el Riverside. Miró a Viviane, luego detrás de ella. Aún faltaba un buen trecho para llegar a las aulas donde estaría Dana... Se preguntaba si sería capaz de zafarse de Viviane y correr más que ella hasta llegar allí. La verdad es que lo veía difícil. La chica parecía saber correr. Y no era lo mismo evitar un balonazo suyo que ganarla en una carrera a fondo.

La aparición de los dos alumnos nuevos llevando a Ashley, aun inconsciente, hasta el aparcamiento le distrajo de esos pensamientos. Les siguió con la mirada hasta que desaparecieron.

- ¿Dónde la llevan? Espera... No sé si quiero saberlo. Joder...

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01/09/2010, 13:12
Prof. Charles Carcetti

El Ford Focus rojo del profesor Carcetti ya había arrancado y esperaba en mitad del aparcamiento a que los tres Garou subieran. El profesor tamborileaba con nerviosismo sobre el volante.

-¡Vamos, sois más lentos que mi suegra, y tiene una cadera ortopédica! -se quejó mientras ellos abrían la puerta y dejaban a Ashley antes de meterse tras ella-. Poneos los cinturones.

Dando un brusco acelerón, Carcetti salió del aparcamiento por la puerta automática ya abierta desde antes. Ashley cabeceó por la inercia y entreabrió los ojos, confusa.

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01/09/2010, 13:17
Ashley Howard

La animadora miró al frente, a la carretera, y frunció el ceño. Luego miró al profesor, a Hécate y a Donny.

Hacer esto último provocó que comenzase a gritar.

-¿PERO QUE HACES AQUI? ¡TÚ! ¡QUÉ ES LO QUE ME HAS HECHO, BICHO RARO! -Le dio un manotazo en el hombro y trató de zafarse, pero el cinturón tiró hacia abajo de su toalla y provocó que se deslizase hacia abajo. Donny pudo distinguir con claridad uno de los rosados pezones de Ashley, que detuvo su ira para volver a taparse-. Profesor, ¿qué está pasando aquí? ¿Qué...? ¿Qué ha sido eso? -Se pasó la lengua por los labios e hizo una mueca de asco-. Yo... yo... ¿qué ha pasado?

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01/09/2010, 15:43
Viviane Olsen

Viviane le miró con cara de pocos amigos, pero no le respondió. No sabía qué responderle realmente, pero había visto cómo habían actuado el profesor y la directora y estaba más que claro que tenían la situación bajo control. Sólo quería que le hiciese caso y fuera al despacho, nada más. Ella también estaba asustada y tenía miedo, pero joder, alguien les daría una explicación tarde o temprano. O sino se empredería a patadas con el primero que pillase hasta que se la dieran. Habían mentado a su madre sin razón alguna, así que había muchas cosas que explicar.

Entonces Edgar empezó a reírse como un maniático y Viviane retrocedió un paso. Sí que había gente que se tomaba las situaciones estresantes peor que ella, pero madre mía cómo estaba el patio. Entonces se giró para ver a Donny, Hécate y Ashley. Sabía dónde la llevaban, o al menos habían dicho el nombre del sitio, aunque no lo recordaba. De todas maneras no iba a decírselo. Eso sólo conduciría a más preguntas innecesarias. Se volvió hacia él y bufó.

-Mira, no lo sé. Pero tienen la situación bajo control así que sube de una vez y cuando llegue la ambulancia y se lleve a Larry la directora vendrá a explicarnos lo que ha pasado, ¿vale? -Le señaló con el dedo y se puso muy seria-. No me hagas llevarte por las malas.

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01/09/2010, 17:07
Donny Garrett

Quiso sujetar a Ashley para que no se revolviera, pero terminó con la vista fija en el reposacabezas del asiento del copiloto y las manos quietas en el regazo. Empezaba el drama. Era normal, claro. Un poco distinto porque lo había desencadenado él, y ahora iba a saberse, pero eso a Ashley seguramente le daba igual.

Carraspeó y esperó a que uno de los dos, Hécate o el profesor, empezase con las explicaciones. Ya le llegaría a él el turno.

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01/09/2010, 17:57
Edgar Rourke

Edgar estaba a punto de protestar ante la petición de Viviane de ir al despacho de la directora hasta que la chica le amenazó. Ante eso, dio un paso hacia atrás, claramente asustado, y levantó las manos frente a su pecho, como si le estuviesen apuntando con un arma.

- Eh, eh, no te pongas así, Olsen... No hay razón para que te pongas nerviosa... o para volverse gigante y peluda, ¿vale?

Había pensado que transformarse y esas cosas raras eran sólo un asunto de los dos recién llegados, pero si Ashley también estaba metida en ese rollo raro, ¿por qué no Viviane? Era aún más sospechosa que la animadora, y desde luego más inestable y violenta...

- Vayamos al despacho de Lovejoy, vale. Pero oye, si sabes de qué va todo esto, sólo dime si mi hermana va a estar bien. Y si no estás metida en este jaleo, ¿por qué te pones en mi contra? Sólo nos han citado a nosotros dos, ¿no? Pues entonces supongo que estamos en la misma situación. Así que cálmate un poco.

Bajó los brazos y se dispuso a seguirla al despacho de la directora. Sin embargo, todo eso cada vez olía peor. Si veía algo que no le gustaba, echaría a correr. No iba a dejar que uno de esos osos raros le comiese, eso seguro.

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01/09/2010, 23:32
Viviane Olsen

Viviane puso los ojos en blanco y señaló el camino mientras respiraba hondamente tratando de calmarse. Los bichos esos ya la habían sacado demasiado de sus casillas como para que el paleto este le pusiera impedimentos también. Pues sí, le daban ganas de soltarle una ostia. Incluso podría alegar delante de Lovejoy que intentaba dar la alarma, pero no lo hizo. Le había prometido a su padre no armar jaleo en el colegio, aunque más jaleo que el que habían montado Donny, Hécate y Ashely, ninguno. Además había insinuado que ella también era un oso de esos, y que en cualquier momento podía cambiar y comérselo. Realmente la estaba mirando como si fuera a saltarle a la yugular en cualquier momento. Tenía que calmarse.

Esperó a que Edgar empezase a andar para hacerlo ella.

-Mira, no sé absolutamente nada –dijo en tono más calmado-. Me han dicho que vayamos al despacho, donde está Kate, y eso estoy haciendo. Si nos mandan allí será porque todo está bien, incluida tu hermana. Las explicaciones vendrán después.

Dicho aquello no dijo nada más. No quería hablar ni que le preguntase algo para lo que no tenía respuesta. Sólo se paró un momento en su taquilla, cuando pasaron de camino al despacho, para coger un par de cigarrillos y el mechero. Dudaba de que a la directora le pareciese bien, pero hasta que llegase le daba tiempo. Y sabía que era un mal hábito, pero era eso o… a saber.

 

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02/09/2010, 00:06
Prof. Charles Carcetti

-No te sobreexcites, anda -pidió el profesor mirándola por el retrovisor-. Estás entre amigos, aunque no te lo creas. No te hemos secuestrado ni nada de eso, estamos llevándote a un lugar seguro. ¿Te acuerdas de algo? -Ashley alzó las cejas y su expresión se tornó en asco-. Te acuerdas de algo. Bueno, lo siento. Creía que los del Clan prepararían una persecución como Dios manda, pero el Primer Cambio no siempre se puede programar...

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02/09/2010, 00:11
Dir.ª Pamela Lovejoy

En el despacho de la directora encontraron a Kate perdida en sus pensamientos, como autista. Sólo después de cinco minutos regresó a la realidad y los vio, tan asustada como ellos. Tuvieron tiempo para hacerse preguntas pero no pudieron encontrar ninguna respuesta. Sólo fue media hora después, cuando la directora Lovejoy volvió, que lograron dilucidar algo.

La directora tenía sangre en el traje y había perdido parte de su aplomo, pero se las arregló para sonreirles e invitarles a que se sentaran en las sillas frente a su escritorio. Ella se sentó en su silla giratoria y se inclinó hacia delante. Justo en ese instante llamaron a la puerta y una mujer alta y rubia entró sin decir nada. Le faltaba un ojo, o, al menos, se lo cubría con un parche. Se cruzó de brazos apoyada en la puerta y saludó a la directora con la mano.

La directora tomó aire y entrelazó los dedos:

-Chang ha sido llevado al hospital y sus padres se ocuparán de él. Aparte, no hay ningún otro herido. Los que han sufrido ataques de pánico no recuerdan nada y nadie relaciona a Ashley, Hécate o Donald con lo que ha ocurrido. Así debe ser. Existe algo llamado El Velo, una protección entre nosotros y los demás. Debe ser mantenido, ¿de acuerdo? Por ello tenéis que prometerme que nada de lo que hayais visto o de lo que os hable ahora llegará a oidos de nadie.

Una vez ellos asintieron (y esperó a que todos lo hicieran) prosiguió en su explicación.

-Lo que habeis visto es la primera transformación de Ashley. Se llama el Primer Cambio. Ashley es una mujer lobo, una Garou. Desde ahora tendrá la capacidad de cambiar de forma y será adiestrada para luchar.

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02/09/2010, 00:23
Ismene Lengua-venenosa

La mujer tuerta olfateó con fuerza en dirección a los tres jóvenes. La directora dejó de hablar y la miró.

-El chico también lo es -murmuró.

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02/09/2010, 00:36
Donny Garrett

-Fue culpa mía -reconoció de mala gana-. La asusté. Yo no sabía... bueno.

Alcanzó la bolsa que estaba a sus pies y se la puso en el regazo. Se la enseñó a Ashley y Hécate sin mirarlas. La suya, casi vacía ahora que su ropa de deporte estaba rota y la de calle la llevaba puesta, la dejó en el suelo del Ford Focus. Sabía que dentro llevaba un botellín de agua con el que seguramente Ashley querría enguajarse, pero no creía que llegara a ofrecérselo.

-Aquí hay ropa. Es de tío. No se de quién.

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02/09/2010, 00:47
Ashley Howard

-¡Tenía razón sobre ti! -gritó Ashley en tono acusación-. Eres un bicho raro. Y no voy a ponerme nada que me des tú. Señor Carcetti, déjeme bajar del coche ahora mismo o mi padre va a ponerle una demanda y se va a quedar en la calle. ¡Esto es secuestro!

La animadora no dejaba de gritar y de quejarse, pero parecía asustada y preocupada. De repente se miró las manos llenas de sangre y soltó un sollozo, aunque apretó los dientes y cambió de nuevo a iracunda.

-¿Qué es lo que me habeis hecho? Yo no... yo no he sido. ¡Ha sido algo que me has hecho tú, negro psicópata!

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02/09/2010, 00:52
Prof. Charles Carcetti

El profesor Carcetti detuvo el coche en la cuneta con un frenazo. Una ambulancia se cruzó con el coche, pero él no hizo ningún caso. Se soltó el cinturón y se giró hacia Ashley con más paciencia que otra cosa.

-Mira, cariño, la vida es dura y te ha tocado la paja más corta. Puedes gritar cuanto te apetezca, puedes hacer de esto un drama... Pero si vuelves a llamar negro a alguien de ese modo, te juro que me olvidaré de lo que me dijo mi madre y te daré un guantazo que te sacará por la ventanilla. -Ashley no se esperaba una respuesta como aquella, así que se detuvo en seco-. Gracias. Te aconsejo que te vistas, porque ahí fuera debe de hacer menos de cinco grados y créeme, no te apetece experimentar el frío sobre el cuerpo desnudo.

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02/09/2010, 01:04
Donny Garrett

No se esperaba aquello más que Ashley. No estaba seguro de que le hubiera defendido, creía que no, pero la había hecho callar en vez de tomarla con él y eso era nuevo. Donny no sabía cómo tomárselo. Mantuvo la vista baja y le tendió la bolsa en silencio, mirando hacia otro lado para darle intimidad.

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02/09/2010, 01:10
Prof. Charles Carcetti

Ashley obedeció con la cabeza gacha y no volvió a quejarse. El señor Carcetti arrancó de nuevo y condujo hacia el Clan siguiendo la autovía hasta una carretera secundaria llena de nieve y en no muy buen estado. Para aliviar el ambiente puso la radio, que hablaba de los resultados del último partido de fútbol americano. Nadie dijo nada más y Ashley lloró en silencio mirando por la ventanilla, tratando no sollozar muy fuerte.

Media hora después, el profesor de historia detuvo el coche bajo un gran castaño sin hojas en cuya base había cuatro surcos paralelos bastante peculiares.

-Se supone que tenemos que anunciar nuestra llegada, pero... bah -dijo el profesor encogiéndose de hombros-. ¿Te entran bien las zapatillas, Ashley? Espero que sí, porque el suelo está congelado. Tened cuidado al caminar.

Los condujo a través de un sendero que Donny y Hécate conocían. El primero había estado en el Túmulo un par de veces antes, mientras que Hécate se sabía a la perfección el camino. Pronto comenzaron a escuchar los aullidos. Ashley se inquietó y miró al frente, curiosa. Incluso sus orejas se movieron levemente. No preguntó nada, de todos modos. No había abierto la boca desde que el profesor le había echado la bronca, y ya no lloraba. Sólo se mantenía tensa y alerta.

El Túmulo era parte de un claro en el bosque. El asentamiento del Clan no se encontraba muy lejos. Los Hijos de Gaia habían montado un pequeño poblado a lo indio, con tiendas y cabañas de madera muy confortables para los Homínidos, mientras que los pocos Lupus se habían retirado a sus madrigueras. Donny había dormido allí la primera noche. Al día siguiente lo habían llevado al Túmulo para que percibiera la santidad del lugar, y no podía dejar de negar que algo dentro de él se sentía bien en el claro.

Un humano cualquiera no sentiría nada en especial, pero para un Garou aquello revitalizaba su espíritu. La Gnosis flotaba en el ambiente, fluía de la tierra y se bebía del manantial que recorría parte de él. Siempre había alguien allí meditando o vigilando, y esa no fue una excepción.

Frente a ellos vieron a un lobo gris con los ojos cerrados, a solas. El profesor carraspeó y abrió los ojos.

-No quiero molestarte en tu... meditación, pero... Uno de los cachorros acaba de pasar por su Primer Cambio y tiene que hablar con alguien.