Partida Rol por web

Como suele ser habitual tu sentido de lo inmaterial estudia la estancia al mismo tiempo que tus sentidos mas mundanos, no es algo que hagas conscientemente, es como escuchar o olfatear, no puedes dejar de hacerlo por las buenas.

Y de pronto te das cuenta, la sala tiene algo extraño, algo bloquea tu mente... Te concentras mas, sea lo que sea viene del suelo... del suelo de una de las habitaciones de la sala, de una de las mas amplias situadas en una esquina de de la estancia.

Cuando llegamos a la entrada me pongo tensa e intento palpar mis dos pistolas gemelas para tranquilizarme y por si hubiera problemas, pero solo encuentro una, ya que es lo que nos permiten llevar, al menos la llevo bien cargada de balas, incluidas las especiales.

En esos pensamientos estoy cuando al pasar Lyra ante los guardias un aparato empieza a pitar con un sonido que me pone en alerta acercándome a ella, pero freno mi impulso de sacar el arma y cargarme al mas cercano al escuchar las palabras de que Lyra es "Fiel", ¿Fiel a que o a quien?, esto me sonaba a chamusquina, pero en fin, estábamos para investigar, así que seguiremos con el papel.

Al entrar nos llevan rápidamente a una sala donde se representa la obra de la caída de un comandante Imperial, pero es una burda obra que lo que muestra es la burla de todos los que llevan mascara a un hombre que se cae y que simplemente no esta en sus facultades, seguramente sera un pobre hombre, quizas hasta de infernis, y eso me hace hervir la sangre, pero no puedo dejar que eso me controle y le meta un tiro entre ceja y ceja a ese cabrón de Chorus. Pero si la cosa se tuerce, el sera el primero en caer, por mis hermanos de los barrios bajos y para aplastar esta chusma que se cree superior a mi.

En eso veo que Keira me mira, quizás adivinando la mala ostia que empiezo acumular en mi cuerpo, pero que logro controlar sin que se me note nada.

     La representación revolvió el estómago de Lyra, pero era una acólita de la Inquisición y no sería propio de ella hacer peligrar su misión interviniendo. La Inquisición estaba por encima de tales crímenes y se dedicaba a erradicar verdaderas herejías. La vida en el Imperio era cruel y despiadada para los habitantes de los estratos mas bajos de la colmena. Ella lo sabía bien y tomaría nota mental de todo cuanto estaba viendo. Lo pagarían a su debido tiempo.

Sengwall se vio sobrecogido por la brutalidad de la representación que acababa de realizarse ante sus ojos ya que a pesar de ser un agente imperial y haber visto todo tipo de actos violentos no esperaba esto en lugar supuestamente civilizado. Pero que podia esperarse de un nido de herejes como el que se encontraban sino cosas como estas.

El acto te sobrecoge mas de lo que te gustaría admitir, un terror primitivo e irracional se te instala en el pecho en forma de opresión. Ese hombre a matado a otro delante de innumerables testigos y no solo nadie lo ha detenido, si no que ademas lo han vitoreado ¿Quien le impide volver a repetir tal acto? Tal vez seas tu el siguiente.

Miras al suelo, con cierta ansiedad, pero gracias a ello descubres algo marcas en el suelo. Marcas que parecen el resultado de haber arrastrado a algo por el suelo, en varias ocasiones. Las marcas parecen dirigirse hacia uno de los extremos de la sala, pero desde tu posición actual no puedes saber hasta donde llegan exactamente.

El hombre que se hacia llamar Chorus se quita la máscara holográfica, revelando su verdadero rostro. Veis como entre el publico lo corean a nombre de Elsergi, de lo que deducís que Chorus era simplemente el nombre del "narrador" de esa versión.

El joven noble viste ropas especialmente lujosas incluso para la media de la reunión. Lo que mas llama la atención es su extravagante peinado y su sonrisa, tiene un diamante incrustado en cada uno de sus dientes.

Una noble de avanzada edad parece percatarse de la cara de fastidio de Sengwall y parece tratar de consolarlo con unas palabras de animo.

-"No te preocupes, solo era un habitante de la subcolmena" -añade con su sonrisa mas afable.

Pero el cuchicheo no pasa desapercibido para el narrador de la obra, que aun encima del escenario para saborear cada uno de los vítores que le lanzan. Elsergi baja de un salto del escenario, acercándose a grandes zancadas al grupo y encarando a Sengwall.

-¿Acaso no ha sido de tu gusto? -Pregunta con arrogancia.

Un silencio se impone en la sala, y parece que todas las miradas se centran en ellos dos.

Un tanto agitado y con los ojos un tanto desencajados pero aprovechando la falta de expresión de su rostro se encaro con el desalmado asesino.

- No, no. La obra ha sido maravillosa y desde luego habeis representado muy bien vuestro papel pero he de admitir que no me ha gustado el asesinato final. Y no por que me apiade de ese hombre sino porque me disgusta perder recursos y hombres para las fabricas, prefiero que mueran trabajando y no en espectaculos bonitos pero inutiles-

El noble parece sopesar tu respuesta, mirando de reojo a un lado y a otro consciente de tener toda la atención de la sala.

-Con que bonito pero inútil eh..

Elsergi suelta una risotada y se da media vuelta alejándose.

-No hay mas que hablar ¡Al ruedo de sangre, ya!

Los vítores entre la nobleza aumentan de nuevo ante la perspectiva de un nuevo espectáculo.

-Yo lo apadrino.

Escucháis tras vosotros. Y mas vítores es la respuesta a tal afirmación, mientras en la zona central de la sala se separan dos placas del suelo mostrando una especie de foso cuadrado de unos 10 metros por lado.

-Soy Siprit Daneen -se presentó con un tono jocoso, estaba claro que la situación le parecía interesante.- Espero que sepas batirte.

Llamaba la atención en Siprit sobretodo lo dudoso de su genero. Su tez pálida y el echo de tener la cabeza totalmente rasurada hace que resalte su túnica oscuro, que se ilumina a intervalos regulares en la zona del cuello. Ya le habíais visto antes en la fiesta de Lady Borella, pero no llegasteis a cruzar palabra con el.. o ella.

- ¿Como que batirme?. ¿Acaso aparento ser alguien que se mancha las manos luchando como un rufian cualquiera de un mundo salvaje?. Si acaso de esos asuntos se encarga mi guardaespaldas de confianza - y hago un gesto con la cabeza hacia Erik - Pero cuando se entabla en combate es dificil de controlar asi que no suelo usar mucho de sus servicios si no es estrictamente necesario. Despues es dicifil arreglar los estropcios que causa, ya sabe usted a lo que me refiero. Problemas con las autoridades locales, burocracia sin fin, pagos a las viudas y demas zarandajas. -

Observa al guardaespaldas cuando se le presenta como tal, como evaluando la capacidad del mismo.

-Si, si, no cabe duda de que tenéis un buen ejemplar guardando vuestra seguridad. Pero esto es una ofensa menor, no podéis negarle la satisfacción y tampoco podéis elegir un campeón, no es de suficiente gravedad, esas son las normas en esta colmena. Pero no os preocupéis, ante una ofensa leve con cruzar un par de estocadas suele ser suficiente. A nadie le gustan los muertos en una fiesta... Los muertos nobles, me refiero, ni las machas de sangre en la ropa.

Dio unas palmaditas en el hombro al Adepto y se encamino hacia donde se encontraba el rival.

-Voy a dejar claro los términos, ve preparándote.

Siprit se alejo, y con el revuelo los acólitos poseían un momento de intimidad, aunque breve seguramente.

-Vaya ¿así se hacen las cosas en la colmena? Mi primo y yo somos nuevos en la ciudad y aún nos estamos familiarizando con las costumbres del lugar... -Acompañando lo dicho mientras se abrazaba al brazo de Sengwall. -Aclaradme esto: Si a Elsergi no le gustan las críticas lo mas normal es soltar a su perra, así tanto da si es hombre, mujer o engendro robotizado ¿no es así? -Aunque las palabras eran duras mostraba un semblante muy calmado, incluso risueño. Mas que pretender escusar a su compañero parecía querer que centrara su atención en ella. -Disculpad, dije "perra" porque supongo que sois mujer.

-Vamos zorra, déjame que les muestre a todos lo que hacemos con los infieles. Si ahora somos el nuevo entretenimiento lo vais a lamentar.

Observo la situacion, sin intervenir, ya que a un guardaespaldas no se le presta atencion. Pero me quedo con la cara del cabron, que sera la primera en cortar.
Me acerco a mi noble asignado y me pongo detras a su dere ha dejando una linea de tiro directa entre mi pistola y el narrador.
Si quieres show tendras show.

Siprit que ya se estaba alejando, se detuvo ante el comentario de Keira, dando media vuelta, con una sonrisa forzada en los labios.

-Perra no es lo peor que me han llamado mi señora, aunque si es lo mas estúpido, teniendo en cuenta que os dirigís a la persona que ha apadrinado ha vuestro primo y debe negociar las condiciones de su duelo.

Pasó los ojos de uno a otro de los presentes, sus ojos violáceos tenían algo inquietante bajo la tenue luz de la sala.

-Os recuerdo de la fiesta de Lady Borella. Pretendía ir por las buenas ofreciéndoos mi ayuda, pero si preferís llamar la atención... Puede que os interese explicar ante toda la sala como es que los que hace unos días eran criados ahora son nobles. Meditad quién os ofrece su mano antes de abrir la boca, volveremos a hablar después del duelo.

Una vez mas, se alejo hacia donde se encontraba Elsergi.

- Aguantame la chaqueta "prima" - y tras quitarmela se la lanzo a Keira y me acerco a la señora Daneen - Disculpad a mi prima, mi señora. Cuando se pone nerviosa pierde los papeles, y me temo que en lo concerniente a mi persona, sobre todo si me ve en riesgo, suele perderlos con facilidad. Se considera a si misma mi tutora y se cree que aun soy un niño pequeño que corretea entre sus faldas - y le hago una reverencia - Por mi parte os agradezco de todo corazon vuestra intención de apadrinarme y me pongo a vuestra disposición. Decidme ¿Que he de hacer y cuales son las reglas que rigen este duelo al que me voy a ver sometido en contra de mi voluntad? -

     Lyra parpadeó perpleja por lo que acababa de pasar. La siempre silenciosa y apática Keira había atraído demasiada atención sobre el grupo de acólitos con su comentario desafortunado. La misión ya era lo bastante compleja como para poner todo mas cuesta arriba. Se abstuvo de hacer comentario alguno que empeorara las cosas mientras se balanceaba sobre sus pies de atrás a delante como una niña pequeña, visiblemente nerviosa...