Partida Rol por web

Eric encoge los hombros en un gesto de ignorancia y es Rowan quien contesta en su lugar.

- Jezz llegó volando ella sola, y fue Rhenar quien la atendió cuando llegó al gremio, llevándola frente al consejero Christian. Por lo que dijo, tardó bastante desde la batalla, hasta que se recuperó y pudo volar de nuevo.

Se queda pensativo por un momento.

- Respecto a quién saldría ganando con su desaparición, el Gremio de Banqueros sacará beneficio de cualquier cosa que perjudique a los Encantadores o Soldados - Eric asiente con la cabeza, apoyando la rotunda afirmación de tu maestro. - Pero ningún gremio se atrevería a realizar una acción así, pues podría desatar una guerra de gremios, y una lucha interna de esas características destruiría esta nación. No nos sobran enemigos externos como para tomar abiertamente las armas contra nosotros mismos. Sin embargo, es posible que una sociedad secreta con objetivos afines a ese gremio haya decidido actuar por su cuenta... Es algo que tendríamos que investigar. - Os mira a ambos, como si os evaluase, antes de llevarse la copa de vino a los labios. Agita la cabeza levemente antes de proseguir.

- Respecto a esa Diana. ¿Qué es eso de un acompañante? ¿Alguien llegó con ella? ¿Un soldado?

Eric parece encogerse en su asiento.

- Sí, señor. La extranjera llegó acompañada por un joven hechicero del ejército de Uldholm. Un tal Alex Vangrant. Les detuvieron en la puerta y me enviaron a interrogarles. El chico era... - busca la palabra adecuada, habiéndose parado justo antes de decir algo que pudiese resultar ofensivo - ...raro. Parecía no entender la gravedad del asunto ni saber nada de lo que había vivido. Se quedó en prisión, a la espera de que le volviese a interrogar, pero una abogada consiguió sacarle de allí.  Si Biza me ha hecho caso, debería estar hablando con su familia por si ellos han tenido algo que ver.

El rostro de Rowan vuelve a demostrar su enojo y un nuevo trueno se escucha en la lejanía. Sin embargo, consigue controlarse antes de hablar.

- Alex Vangrant, - dice pensativo. - ¡El hijo de la maestra Straussen! Ese crío enfermizo tiene pérdidas de memoria desde que estuvo un año en cama. ¿Cómo demonios ha terminado en el ejército? De todas formas, su voz en el consejo hubiese sido infinitamente mejor que la de una extranjera...

Eric parece empequeñecer una vez más, casi sonrojándose ante la mirada severa de tu maestro.

-Una sociedad secreta cuyo objetivo sea desestabilizar el buen orden de Uldholm para su beneficio...

Ilsa cabiló durante unos momentos. Rowan no ha tenido la cortesía de añadir vino a la mesa. Después regresó de nuevo a la idea original que rondaba su cabeza.

-Nuestra némesis. Indicó con pesar. Ilsa observó a Rowan. Seguro que fue una decisión desesperada para él dar la palabra a Diana. Se había comprometido mucho, y su imagen no había salido beneficiada. Ilsa deseaba ayudarlo desesperadamente.

¿Cómo podremos investigar a un grupo cuya existencia desconocemos? Además, debemos pensar seriamente en la protección de Rhenar. Creo que quien inició el ataque estará sumamente intranquilo por la situación del hechicero. No deseo ofenderos, Eric, pero creo que Rhenar estaría mejor cubierto si alguien de nuestro gremio ofreciera una protección adicional. No quisiera que nos cogieran desprevenidos otra vez.

La puerta se entreabre ligeramente y la joven sirvienta que os abrió entra rápidamente con una bandeja de diversos panecillos acompañados por carne de una exótica ave importada de Milonda. Recoje la botella de vino que Rowan ha terminado prácticamente él solo y la sustituye por otra más acorde al plato que está sirviendo. Se mueve precipitadamente ante la mirada severa de tu maestro. Por su rostro dirías que no se ha atrevido a entrar ante el evidente enfado de Rowan, pese ha haber tenido instrucciones de servir la cena en cuanto llegaseis, por lo que os dijo tu maestro al llegar.

Eric espera a que se vaya la sirvienta para retomar la palabra.

- No creo que Rhenar fuera el objetivo de ese ataque, así que no sé si se molestarán en volver a por él. De todas formas, si os hace sentir más cómodos, solicitaré al Gremio de Encantadores refuerzos para cubrir las guardias. No creo que a nadie le extrañe que un hechicero vele por la seguridad de uno de los suyos, dadas las circunstancias... ¿O estábais pensando en algún mago en particular para ese puesto?

No. Gracias renunció al ofrecimiento con un gesto amable.

No quiero demorar demasiado este asunto pues la veo preocupada por su hijo. Se explicó intentando abordar la situación de la anfitriona con delicadeza.

¿Ha tenido usted noticias recientes de Alex?. Por lo que he oido es posible que estuviera aquí. En la ciudad. Ese es el motivo de mi vista señora. Necesito hablar con él. aguardó a comprobar como afectaban a la hechicera sus palabras.

La mujer se sienta en una butaca junto al sofá en el que te has colocado. Reclinándose hacia atrás, te mira con el ceño fruncido, pero su interés parece vencer su desconfianza.

- He escuchado esta mañana que podría estar en la cárcel - dice finalmente. - Mi marido ha ido a buscarle, pero aún no he sabido nada de él. ¿Tienes alguna información sobre mi hijo? - El tono reticente con el que comenzó la frase se va volviendo más y más ansioso. Pese a su elevado estatus y todos sus poderes de hechicera, al fin y al cabo Amanda es una madre que está preocupada por su hijo.

Ver a esta mujer te hace pensar en tu propio padre, en cómo se debió sentir al saberte capturada por unos bandidos... Pero no, no es momento para pensar en eso y las últimas palabras de Eric aún te infunden seguridad.

Comprendo su desconfianza dadas las circunstancias se sinceró Biza

Tengo buenas noticias. Alex está en la ciudad y hasta donde yo se, sano y salvo. Estuvo en la carcel pero alguien lo ha sacado de allí hace unas pocas horas. Esa es la inforación de la que dispongo. recordó las palabras de Eric despues de ir a la prisión.

Creiamos que fue su padre quien lo sacó de allí pero no estabamos seguros. Hasta ahora claro. sonrió haciendo obvia su alegría por saber que Alex se encontraba bien.

Los nervios de la mujer se hacen evidentes.

- ¿Alguien? ¿Quién? ¿¡Quién sacó a mi niño de la cárcel!? - pregunta antes de darse cuenta de que ya le has dado esa respuesta. Respira profundamente, intentando serenarse. - ¿Quién sacaría a Alex de prisión y por qué no le han traído aquí? Estoy segura de que es lo primero que intentaría mi hijo.

Mueve inquieta las manos, reprimiendo sus ganas de levantarse. Notas su frustración al tener que estar aquí esperando cuando desearía remover cielo y tierra para encontrar a su hijo. Pese a todo, consigue serenarse.

- Has dicho "creíamos". ¿Tú y quién más? - pregunta intentando alejar sus pensamientos por un momento de los terribles destinos que imagina para su joven Alex.

Supongo que fue vuestro esposo, señora dijo Biza deseando que tal suposición fuera correcta ¿Hace mucho que ha salido? No os preocupeis. Estoy convencida de que llegarán en breve. la situación se había vuelto de lo más incomoda para Biza. Aquella mujer estaba perdiendo los nervios por momentos.

Finalmente la mujer se levanta, incapaz de mantenerse quieta por más tiempo. Se aproxima a un mueble en el fondo del salón y se sirve un líquido de una botella. Con un gesto, vuelve a preguntarte si quieres tú algo. Se lleva el vaso a los labios. La bebida parece calmarla algo.

- No - dice mucho más serena. - Si Lazarus hubiese encontrado a Alex, haría horas que me habría vuelto, o habría encontrado un modo de avisarme. Lleva fuera de casa desde media mañana... Es demasiado tiempo.

Vuelve a beber y regresa al sillón a tu lado.

- Pero dígame, señorita Carkenna, ¿por qué busca usted a Alex? ¿Qué asuntos tiene que tratar con él?

¿Quién sacaría de la prisión a Alex si no su propio padre? las dudas empezaban a convertirse ne realidad. Biza comenzó a preocuparse por la situación.

Alex regresó de la frontera junto a una centauro y fue apresado por abandonar su puesto en la guerra con los Tuil. Su acompañante, la centauro, está en casa de una amiga. Nos contó su historia. Biza intentaba resumir un poco los acontecimientos

Parece que las cosas están tomando un giro dramático allí. El enemigo ha encontrado una forma de anular nuestra magia. Al principio solo era un rumor pero Alex podría confirmar toda la historia y explicarnos como su magia se vio afectada. Con sus palabras esperamos poder hacer algo para contrarrestar el maleficio.

-No, Eric, no pensaba en nadie. No hagáis la solicitud al gremio por favor. Déjadme a mi. Ilsa come algo distraidamente. ¿Qué más podemos hacer ahora Rowan?

Niega ligeramente con la cabeza cuando le informas de que abandonó su puesto en la guerra.

- Mis noticias son ligeramente distintas. Al parecer estuvo en prisión por disturbios en la Puerta Este - dice frunciendo el ceño. - Alex no abandonaría su unidad. Insistió mucho tiempo para que le dejásemos unirse al ejército como para dejarlo antes de una batalla.

Amanda se queda pensativa un momento.

- No se me había ocurrido que Alex hubiese llegado a entrar en batalla y ser testigo de la disipación de nuestros conjuros... Sin embargo, ya tenemos el testimonio de esa hechicera que habló ayer en la asamblea, Jezzabel... ¿Por qué necesitarían a Alex también? - Por un momento, parece que está ligeramente esperanzada, pensando que tal vez haya sido el propio Consejo el que haya llamado a su hijo.

Rowan lleva un rato pensativo, ignorando vuestra conversación sobre Rhenar, como si no le diese importancia.

- Tienes razón, Ilsa... ¿Cómo vamos a investigar a alguien que no conocemos? - Pregunta retomando el hilo anterior. - Las Górgonas deberían tratar de averiguar quién puede estar detrás de todo esto... Eric, los Soles deberían hacer lo mismo - añade mirando al soldado, que asiente con la cabeza.

Se da la vuelta y nuevamente termina su copa de vino. Cuando se gira para miraros Ilsa percibe un asomo de duda en su mirada, como si dudase si decir lo que está a punto de hacer.

- Ninguno de los quince Gremios se atrevería a realizar un ataque como el de la otra noche... Pero hay otro que sí... El Gremio de Asesinos. - Os mira seriamente. - Huelga decir que lo que estoy a punto de deciros es completamente confidencial. El gremio de asesinos se formó como una sociedad secreta, pero poco a poco empezó a ganar poder político, tras acabar con personajes influyentes de Uldnacht. Los Gremios se unieron para ponerles freno y se llegó a un acuerdo con ellos. Ahora son una fuerza completamente neutral, sin intereses políticos. Los gremios los utilizan como espías y para acabar con personajes que puedan resultar desestabilizantes... Ellos no habrían orquestado el ataque contra Jezz, pero sin duda podrían haberlo ejecutado.

Biza se va con Irina, dejándote a solas con el recién llegado. Te parece distinguir el alivio de Irina al alejarse de ti, ante la sonrisa divertida de Stepjan.

- ¡Bueno! Nos dejan a solas... Lo cierto es que nunca había estado a solas con un centaro. ¡Y eso que estoy acostumbrado a los alados hechiceros amigos de mi señora! - Dice, divertido. - Así que... estás bajo su protección, ¿no? Eso significa que no tienes gremio, lo que explica la cara de acelga de Irina... Es muy cerrada en ese tema, como supongo que habrás visto... ¿De dónde eres? No conozco la región natal de los centauros. ¿Son todos como tú?

El hombre parece locuaz y amable, dirigiéndose a ti sin perder la sonrisa ni por un momento.

- Pero, estoy agotado... Por favor, acompáñame a la cocina y me cuentas allí. ¡Me estoy muriendo de hambre!

Ilsa se queda helada después de escuchar la información. Durante unos momentos solo come algo mientras piensa y se reponer de la noticia. Luego añade:

-Tratar con ese tipo de gente es sin duda muy peligroso. No obstante, seguimos buscando un enemigo oculto. Creo que es más necesario que nunca que los Soles Azules y las Gorgonas colaboremos en esto, Eric. De lo contrario no creo que consigamos nada y cada momento cuenta. ¿No creéis maestro?

Que Rowan responda a ese apelativo le ofrece una seguridad familiar a Ilsa. Aunque sea falsa.

Una vez más, asiente ante tu afirmación.

- Sí, debemos colaborar más que nunca. No sé cómo contactar con los asesinos, tan solo los Senadores tienen esa información. Hasta donde yo sé, son ellos los que se ponen en contacto con quienes les buscan... Es posible que cualquier matarife de la Periferia pertenezca a ese gremio - de alguna forma, le cuesta reconocer ese título para la organización - pero es igualmente posible que no tenga nada que ver con ellos.

Vuelve a sentarse en la mesa.

- Deberíamos intentar localizarles, aunque no creo que nos digan quién encargó ese trabajo... si fueron ellos los que lo llevaron a cabo. De momento es la única pista que tenemos...

- ...No la única... - susurra Eric mirándote de soslayo. En sus ojos queda claro que no ha olvidado vuestra conversación de camino a la casa de Rowan.

- Sí, debemos colaborar... Ambas sociedades llevamos mucho tiempo siendo aliados y va siendo hora de que vayamos a trabajar juntos. - Dice con seriedad. - Si esos asesinos suponen un peligro para Uldholm...