Partida Rol por web

El guardia te mira con severidad un momento.

- Sólo los miembros del Consejo o aquellos que cuenten con su autorización pueden entrar. - Dice seriamente. En seguida se echa a un lado. - El Consejero Christian nos advirtió de que podría venir por aquí. - Añade mientras abre la puerta. Una vez más, el anciano Consejero parece erigirse como tu protector.

Entras en la casa de Rowan por la puerta principal. Es algo que tendrás que acostumbrarte a hacer si quieres estar a la altura del cargo al que aspiras. El polvo a empezado a asentarse en el suelo y sobre los muebles, pero aún así los recuerdos de la última vez que estuviste en esta casa aún siguen demasiado frescos en tu memoria.

Ilsa se dirige rápidamente al despacho de trabajo de Rowan. Las palabras de Biza resuenan en su mente...

- Fui... la casa que ocupa cuando está aquí. Él mismo me abrió la puerta. ¿Debió parecerme extraño que estuviera despierto a esas horas? -se pregunta a sí misma, maldiciéndose por no haber sido más analítica-. ¿O sólo era, como dijo, el  estrés el que le mantenía en vela? Estaba... estudiando. Había una ilustración rara en su libro, me acuerdo de eso. Un retrato de una mujer con el rostro circunvalado con marcas. Yo tenía que hablar con él de las cosas que yo había visto,  de cosas con las que no había hablado con nadie. 

Rowan ya estaba trabajando en identificar al enemigo. Ilsa se preguntaba con ansiedad si ese libro seguiría allí. En cualquier caso tanto su presencia como su ausencia resultaban significativas, por lo que valía la pena comprobarlo. O bien formaba parte de su biblioteca o lo había sacado de la biblioteca del gremio. Siendo una información tan exótica lo más probable es que el libro procediese del gremio. No obstante, lo primero era verificar si aún estaba.

- Presencié el ataque a Jezzabel y Rhenar, pero Rowan no lo sabía. Le conté lo que ví, que herí a uno gravemente y que les ví escapando por las alcantarillas. Le conté que encontré una pluma, la que él consideró que era de Jezzabel. Se molestó conmigo porque hubiera tardado en decírselo. Me preguntó si se lo había contado a alguien más, pero no me dijo de quién desconfiaba, si es que lo hacía. No me lo pareció.

Cuánto confiaría Rowan en el pequeño círculo de las Gorgonas. Aunque Ilsa había sospechado de ella (y lo seguía haciendo, no podía evitarlo), Eric había estado involucrado en todos los incidentes desde el inicio de sus problemas. Eric sabía que había hablado del gremio de asesinos, porque yo se lo dije (pensó). Eric podía estar pendiente del incidente en la puerta... los Soles Azules en realidad. También en el último combate. Era demasiado como para no sospechar de ello. Tal vez los problemas de Kiba sean mayores que los estrictamente conyugales.

- Hablamos y le describí más a los atacantes, hasta que dedujo que tenían una espada dinda... ahí se mostró contento, satisfecho. Pensaba que tenía el círculo de sospechosos muy reducido. Incluso brindamos.  Ahora me pregunto si tendría a alguien en mente...

No obstante, ya tenía ese extraño rostro localizado. El dinda era sólo el vehículo.

Ilsa alcanza el despacho del maestro. Ese olor casero y acogedor, de recogimiento y estudio que tanto valoraba aún se encotraba presente. Ilsa se quedó contemplando durante unos instantes, dejándose inundar por esos recuerdos. Y luego comenzó a ojear todo lo que hubiera presente.

Durante un rato buscas en el despacho de Rowan. Siendo una casa alquilada, parece improbable que tu maestro guardase aquí semejante tesoro en libros, así que tiene sentido pensar que pertenecen a la biblioteca del Gremio. Tardas un rato, más en controlar tus sentimientos que en encontrar el libro que estabas buscando.

- Sociedades de Heluso y Milonda - lees en voz alta la cubierta.

Hay un par de marcadores señalando algunas páginas. En la primera ves el dibujo de una anciana, bajo el epítome "Quellers". Lees rápidamente la descripción de esa extraña gente de Milonda, conocidos por sus conocimientos sobre la hechicería y cómo interferirla. Por lo que dice el libro, son un pueblo bastante cerrado que rara vez se aleja de su tierra. No parece muy probable que ninguno de ellos se aventurase al otro lado del mundo.

Parece evidente que Rowan estaba investigando los acontecimientos de la frontera, pero por unas notas escritas a mano en el papel que marcaba la página, deduces que Rowan había desechado por completo la opción de que uno de esos tipos estuviera colaborando con los Truil.

Un segundo marcador señala una cultura mucho más conocida. Dindavara. La imagen de una espada bellamente decorada ilustra la página. Dinda, el nombre que los norteños dan a sus espadas, que a su vez parece el origen del nombre mismo de su nadión. E incluso el de su dios. Te preguntas de qué modo están todos esos nombres relacionados, y cuál de ellos fue anterior a los otros.

Una frase aparece subrayada en el libro. "Sin embargo, sólo los nobles de la nación parecen tener el dinero, o el reconocimiento necesario para portar una de esas espadas". Las notas de Rowan parecen indicar que no debería ser complicado encontrar un noble dindavara actuando como mercenario en la Periferia.

Sin embargo, ya habéis encontrado un asesino de esa nación con una espada típica de la zona, aunque por lo que sabes, Mark tenía poco de noble. Y ahora está muerto y quién sabe qué secretos se ha llevado a la tumba.

Ambos elementos resultan sumamente interantes para Ilsa. El primero porque ignoraba la existencia de estas habilidades y cabe la posibilidad de investigar si quien actuase en la frontera poseía o bien los conocimientos o bien algún objeto (vagamente dijo algo Diana en su momento) que permitiese practicar esas artes de anulación. El segundo porque venía a confirmar la sospecha relativa a la intervención de Dindavara.

Muchas preguntas se agolpaban. Y muchos caminos a seguir, se dijo mientras regresaba a casa de Zorya. De algún modo, la miríada de noticias de esta jornada habían conseguido generarle una cierta esperanza. Ahora, todos, necesitamos tiempo para lamer las heridas, y preparar el ataque.

Una de las criadas de Zorya te abre la puerta y te lleva ante sus señora, que está en uno de los salones hablando con Inara. La mujer sonríe al verte.

- ¡Hola Ilsa! ¿Donde has estado? - pregunta excitada. - Margaret a enviado un mensajero. Parece ser que Stepjan está mucho mejor y lo enviarán a casa en los próximos días. Aunque también ha dicho que será mejor no hacerle trabajar mucho.

Irina parece contenta, y enseguida hace un gesto con el que indica que ella asumirá sin problemas las funciones de Stepjan hasta que se recupere. Después de todo el día, al fin una buena noticia.

- Sé que estás cansada - añade Zorya, - pero tenemos que ultimar los detalles de las órdenes que les vamos a dar a Cerberus. Los próximos días tendrás que encargarte de Stepjan y de tu candidatura al consejo, así que no vas a poder estar investigando por las calles...

Sabes que tiene razón, pero siempre te ha costado delegar. Sin embargo, es momento de dejar claro qué funciones quieres darle a la compañía, para que investigue mientras tú aseguras tu futuro y la continuidad de la influencia de Cerberus.

-Hola Zorya. -Responde Ilsa con un suspiro quedo, nunca terminará este día. -En efecto, ha sido un día largo, con pequeñas victorias y otro reguero de muertos. ¡En fin! -Suspiró de nuevo, más para sí misma que para Zorya, que para nadie.

-Creo debemos centrar los esfuerzos de Cerberus en averiguar todo lo posible sobre dos individuos: Asceltis y Adler. Ambos parece que están involucrados en los acontecimientos que han ocurrido aquí, en nuestra ciudad, y parece que vale la pena investigarlo.

Ilsa hizo una pausa para pensar. Observó a Zorya detenidamente. Su grado de paranoia la estaba afectando, se dijo, mientras extraños pensamientos se cruzaban en su mente.

-No cabe duda de que tienen algún sistema de comunicación en las alcantarillas, lo que nos dirige indefectiblemente a los barrios bajos. Puede que sea titánico, pero alguien podría investigar algo acerca del gremio de aventureros: ¿Era Mark un miembro oficial o no? ¿Fue un contrato público? ¿Hay alguna constancia de un nombre o similar? Son preguntas con sentido que podemos aprovechar, dado que conocemos la nacionalidad de Mark y su peculiaridad: esa maldita espada que estará bajo custodia de la guardia, y que valdría la pena investigar también.

Ilsa recorrió la sala con la mirada, mientras pensaba.

-Hay varias líneas, pero la principal afecta a esos dos nombres. Puede que al fin podamos identificar al enemigo y ver a dónde nos lleva. Porque sin duda nos llevará a algo más. Algo en lo que, en lo que quedaba de noche, prefería no pensar.

-... -Las palabras tardaron en formarse en su garganta.-Por cierto,... ¿sabes una cosa? ... -Con sentimientos encontrados de vergüenza y deseo, como siempre desde hacía mucho, desde hacía muchas noches, reconoció:

-Hace mucho que no tomo una copa.

Zorya asiente y saca una botella de absenta de uno de sus lujosos muebles. Irina os deja a solas y puedes escuchar un comentario de reprobación mientras se aleja por el pasillo, pero no le haces caso, pues el licor verde ha conseguido captar tu atención.

Brindas con tu amiga y das pequeño sorbo a tu copa. La familiar quemazón del alcohol en tu garganta te lleva a cerrar los ojos y sumirte en el regusto mentolado que la absenta deja en tu paladar. El siguiente trago es más largo, más desesperado. Sabes que mañana no recordarás nada y por un momento deseas olvidar todos tus problemas, la muerte de Rowan y la responsabilidad que asumes sobre tus hombros para proteger la capital de la nación. Desgraciadamente todo eso seguirá ahí mañana, pero mientras bebes dejas que sea diluído por el licor.

No recuerdas cómo llegaste a la cama.

La partida continúa en la próxima escena:
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